El 10 de diciembre de 2024, cuando iba a tomar un taxi al salir de un local en Las Mercedes, fue detenido Jesús Armas, exconcejal del municipio Libertador. Durante casi una semana estuvo bajo lo que su pareja Sairam Rivas calificó como una “desaparición forzada”. Del lugar se lo llevaron en una camioneta Toyota 4Runner plateada sin placas.
“Nosotros nos enteramos de esto porque unas personas que estaban alrededor nos lo hicieron saber y nos narraron cómo fueron los hechos. Además de otra persona que estaba ahí en el lugar”, relató Sairam Rivas.
En los cuatro meses posteriores, tiempo que Armas lleva detenido, se han presentado diversas irregularidades en el proceso: no se le ha permitido tener una defensa privada y es una de las 24 personas que están recluidas en la sede del Sebin en El Helicoide, Caracas, a quienes mantienen en un aislamiento prolongado, impidiéndole visitas y llamadas.
En una entrevista concedida a Runrun.es, Sairam Rivas explicó que un amigo de Armas había sido previamente “secuestrado” y lo obligaron a escribirle al exconcejal para conocer la dirección del lugar en el que el dirigente político estaba en Las Mercedes. “Por eso es que dan con la dirección donde está Jesús”, señaló Rivas.
Dedicado al monitoreo de servicios públicos
Jesús Armas es ingeniero industrial egresado de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Allí comenzó su trayectoria como dirigente estudiantil cuando el movimiento estudiantil de 2007 empezó a desafiar los primeros impulsos autoritarios del entonces presidente Hugo Chávez.
Tiempo más tarde, se unió al partido Primero Justicia y fue elegido en 2013 concejal del municipio Libertador de Caracas. Durante su mandato como concejal, se centró en la evaluación y mejora de los servicios públicos de la capital venezolana.
Precisamente esa labor lo llevó a fundar la ONG Ciudadanía Sin Límites, una organización que lucha por promover la causa de la libertad, los derechos humanos y la democracia en Venezuela. Desde este cargo, ha seguido centrándose en tratar de mejorar los deficientes servicios públicos del país.
Durante el 2024, formó parte del equipo político de la campaña de María Corina Machado, que más tarde se transformó en la campaña de Edmundo González Urrutia, después de que el Consejo Nacional Electoral prohibiera la candidatura de Machado.
En los meses previos a su detención estuvo organizando y apoyando a las madres de detenidos poselectorales para pedir sus liberaciones antes de Navidad.
Denuncian torturas y desaparición forzada
La familia de Jesús Armas acudió en los primeros días de su detención a la Fiscalía y la Defensoría para tener información de su paradero. Además, durante cuatro días trataron de introducir un habeas corpus que “nunca fue aceptado”. Fue el 16 de diciembre cuando Sairam Rivas recibió una llamada de Armas y le indicó que estaba recluido en la sede de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) de Boleíta.
“Yo me fui inmediatamente para allá y por eso es que me pude enterar que Jesús estuvo en una casa clandestina del Sebin”, narró Rivas.
La también activista denunció que Jesús Armas fue víctima de torturas en este lugar al ser “asfixiado con bolsas plásticas”. Denunció asimismo que, en medio de estos actos, le pedían la dirección de dirigentes opositores como María Corina Machado y Juan Pablo Guanipa.
“Después de tres días de estar allí en esa casa clandestina del Sebin fue trasladado a Maripérez. Fue presentado de forma telemática sin acceso a abogados, sin acceso a la defensa privada y luego de allí fue enviado a Boleíta en la Zona 7”, añadió Rivas.
En septiembre del año 2024, la La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos alertó que en la represión poselectoral, se registraron “torturas y tratos crueles” contra personas que fueron detenidas en ese contexto.
“De las personas detenidas en este periodo, muchas fueron sometidas a tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, así como a violencia sexual, que se perpetró contra mujeres y niñas, pero también contra hombres, con informes de descargas eléctricas, golpes con objetos contundentes, asfixia con bolsas de plástico, inmersión en agua fría y privación forzosa del sueño”, afirmó en ese momento Patricia Tappatá Valdez, miembro de la Misión de investigación.
Aislamiento prolongado en El Helicoide
Luego de que Rivas publicara en redes sociales el paradero de Armas fue trasladado a la sede del Sebin en El Helicoide, donde ha estado desde entonces aislado e incomunicado. No han podido verlo, pero pudieron confirmar que estaba allí al recibir una lista de insumos escrita por él que fue entregada a su familia en la entrada de El Helicoide.
“En un primer lugar nos mostraban los papeles que ellos (los presos políticos) escribían, donde decían lo que necesitaban y colocaban frases muy puntuales como ‘los amo, los quiero, estoy acá’, y, en algunos casos, sus firmas. Sin embargo, a partir de enero estas restricciones se incrementaron y ya ni siquiera nos dejan ver los papeles escritos por él, sino que solamente el guardia nos lee lo que ellos piden”, agregó Rivas.
Esta situación de aislamiento ha sido denunciada en varias ocasiones por familiares de los presos políticos que están en El Helicoide. El pasado jueves, 10 de abril, Aurora Silva, esposa del dirigente de Voluntad Popular Freddy Superlano, advirtió que en este centro de reclusión al menos 24 personas están en esa situación de incomunicación, entre ellos, Jesús Armas.
De acuerdo con las “Reglas Mandela”, modelo de las Naciones Unidas para la gestión penitenciaria, se prohíben sanciones a los reclusos como el “aislamiento indefinido; aislamiento prolongado; encierro en una celda oscura o iluminada permanentemente; las penas corporales; la reducción de los alimentos o del agua potable y los castigos colectivos”.
Un proceso judicial irregular
A Jesús Armas le asignaron una defensora pública y le impidieron designar un abogado privado, como establece la ley. Sairam Rivas contó que esto lo supieron casi tres meses después de la detención, puesto que entre enero y febrero acudieron constantemente al Palacio de Justicia y allí le indicaban que Armas “ni siquiera aparecía en el sistema”.
Esa defensora, agregó Rivas, le indicó que había ido a ver a Jesús Armas a El Helicoide y que ya le habían hecho una audiencia preliminar. La defensora les informó que el exconcejal fue acusado de terrorismo.
“Solo sabemos que estuvo en una audiencia preliminar porque lo dijo la defensora pública. Estas audiencias preliminares uno ni siquiera se entera cuándo son”, señaló Sairam Rivas, al recordar los cuatro meses que ella misma estuvo detenida en el año 2014, con la diferencia de que en esa ocasión, a ella sí se le permitió tener una defensa privada.
“Mi mamá y todo el mundo podía saber cuando teníamos audiencias y podían ir a las afueras del Palacio de Justicia, los abogados entraban a las audiencias. Ahora esto es casi clandestino. Tú te enteras después de que esto pasa y si logras hablar con el defensor público para que te den esta información”, acotó.
Hostigamiento por parte de Diosdado Cabello
En al menos tres oportunidades, desde septiembre de 2024 en adelante, el ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, ha nombrado a Sairam Rivas en su programa Con El Mazo Dando como una de las posibles alcanzadas por la denominada “Operación Tun-Tun”.
“Se me acusa de supuestos actos terroristas y nosotros esto lo tomamos como un amedrentamiento directo a los defensores de derechos humanos, a los familiares de los presos políticos y a todo lo que nosotros hemos venido realizando durante todo este tiempo”, expresó Rivas.
Ella, quien durante años ha sido activista, dijo que su única labor ha sido ayudar “a alzar la voz por quienes están injustamente detenidos, acompañar a los familiares de los presos políticos y organizarse”.
“Yo he manifestado que yo no soy ninguna terrorista, lo que nosotros estamos haciendo es en el marco de la libertad de asociación es acompañar a los familiares, algo casi que humanitario”, acotó.
A pesar de este hostigamiento, Sairam Rivas sigue buscando la libertad de Jesús Armas, quien, si estuviera libre, podría cursar un máster en Política Internacional de la Universidad de Stanford para el cual fue aceptado y tiene hasta el 18 de abril para aceptar el cupo. Pero estando encarcelado, esto es imposible.
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