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3 x 3 | Persecución a migrantes y retórica agresiva: los primeros seis meses de gobierno de Trump  

De acuerdo a una encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC, solo uno de cuatro adultos en los Estados Unidos dice que las políticas del presidente Donald Trump los han beneficiado.

Según el sondeo, la mitad considera que la estrategia política del republicano, que este 20 de julio cumple seis meses en el poder, ha hecho más daño que otra cosa.  Dos de cada diez opinan que sus políticas no han hecho una diferencia y una cuarta parte asegura que los ha ayudado.

Trump obtuvo menos de 50% de aprobación en temas como economía, gasto gubernamental, comercio, impuestos, inmigracion, atención médica y manejo de política internacional.

De acuerdo a la encuesta, hubo una disminución del apoyo a Trump en cuanto al tema de la migración; de 49% en marzo a 43% en junio.

En el reciente presupuesto de la nación firmado por Trump se destina la inédita cifra de ciento setenta mil millones de dólares para el combate de la migración ilegal.

Según especialistas, el presupuesto para el Servicio de Inmigracion y Control de Aduanas (ICE) de $75 mil millones es superior al de casi todos los ejércitos del mundo.

Un análisis del American Immigration Council (AIC) precisa que ICE recibirá $45 mil millones para la construcción de nuevos centros de detención, un 62% más que el sistema federal de prisiones.  Se estima que se produzcan 116 000 detenciones de supuestos migrantes irregulares para 2029.

El presupuesto prevé $30 000 millones de dólares para operativos y la contratación de 10 000 agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Se destinarán otros $4100 millones para contratar a 3000 miembros de la Patrulla Fronteriza y una cifra similar para oficiales de aduanas.   

El presupuesto para los agentes migratorios es superior al del FBI, el Servicio Secreto, el Departamento de Justicia, la Agencia Antidrogas (DEA) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés).  

“Eso tendrá un impacto tremendo sobre el país y los derechos humanos”, dijo Carolina Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés)

De acuerdo a datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados apenas este martes 15 de julio, la inflación en Estados Unidos se disparó en junio y alcanzó su nivel más alto en cuatro meses.

El incremento de los precios al consumidor fue de 0,3% el mes pasado, impulsando la tasa de inflación anual hasta 2,7%. Según el informe, los precios de la gasolina subieron por primera vez en cinco meses, al igual que otros en categorías clave de servicios. 

Para desentrañar los primeros seis meses del gobierno de Trump, Runrunes consultó, además de a Jiménez, al experto en derecho internacional, diplomacia y geopolítica, Mariano de Alba y a Adelys Ferro, directora del Venezuelan American Caucus

¿Cerca de cumplirse seis meses de la juramentación de Trump, considera que ha cumplido todas sus promesas, especialmente las que tienen que ver con migración?

Carolina Jiménez:

 “Desgraciadamente, una de las principales promesas de la campaña de Donald Trump tenía que ver justamente con la migración. Y en ese sentido la deportación masiva, algo que no se había visto en la historia de Estados Unidos, fue algo que estuvo muy presente en su campaña”.

“Durante la campaña él dijo que en su primer año de gobierno iba a deportar a un millón de personas indocumentadas. A estas alturas de 2025 calculamos que hay al menos un cuarto de millón de personas deportadas, es decir, está bastante lejos de la cifra que prometió. La deportación es un proceso complejo y caro, que además tiene necesariamente que cumplir con ciertas garantías”.

“Lo que estamos viendo es que desgraciadamente no se están cumpliendo garantías del bioproceso, que se están rompiendo lazos del tejido social comunitario de una manera muy abrupta y que además está teniendo o tendrá en su momento efectos negativos porque la mano de obra migrante es importante en algunas industrias de la economía de Estados Unidos, especialmente la agrícola, hotelera, restaurantes y  construcción, entre otras. Estamos hablando de que en Estados Unidos hay al menos 13 millones 700 mil personas indocumentadas y lo que ha hecho el presidente Trump es agregar más personas a esa lista porque desgraciadamente eliminó la protección para el migrante que tenía estatus legal temporal (TPS) y también el parole humanitario, además ha generado diferentes barreras para la entrada al país como prohibiciones de viaje”.

En este momento la frontera sur de México-Estados Unidos tiene los números de entrada más bajos que se han visto en muchos años. En ese sentido creo que sí ha habido un cumplimiento de sus promesas de campaña, la administración de Trump ha cumplido cuando dijo que iba a sellar esa frontera”.

Por otro lado, el presupuesto que Donald Trump envió al Congreso ha sido muy controversial y muchas organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales hemos expresado preocupación. Hay 70 mil millones de dólares solamente en restricciones migratorias, $45 mil millones para programas de detención y otros $45 mil millones para la construcción del muro fronterizo que no se levantó durante su primer mandato, además de otros millones de dólares para contratar mayor personal, porque justamente no tienen suficiente para poder llevar a cabo este proceso de deportación masiva que tanto han prometido. Hay una fuerte retórica antiinmigrante y al momento de poner en práctica las promesas de deportación masiva es más fácil decirlo que hacerlo porque estamos hablando de muchas personas que son parte importante de la economía y de la propia sociedad norteamericana.

Muchas de ellas son madres y padres de ciudadanos estadounidenses, de niños y niñas nacidos en Estados Unidos. La deportación es un proceso que implica la detención de una persona y esa persona tiene el derecho de acceder a un juez y a abogados, se deben cumplir ciertas garantías que en este momento se están cumpliendo poco, como el derecho de que esa persona regrese a su país de origen. Lo cierto es que más allá de que se logre o no su promesa de 1 millón de deportaciones al año, se ha generado un clima de mucho miedo dentro de las comunidades inmigrantes de Estados Unidos, que está afectando psicosocialmente a familias, individuos y comunidades enteras.

Mariano de Alba:

“El presidente Trump ha desplegado una serie de acciones contundentes para cumplir sus promesas de campaña en lo que respecta a la inmigración. Es difícil concluir que se han cumplido todas las promesas, pero seis meses de gobierno también es poco tiempo, considerando además que la legalidad de muchas de las medidas ha sido cuestionada ante los tribunales estadounidenses. En algunos casos, los tribunales han confirmado la facultad presidencial de adelantar esas medidas restrictivas, pero en otros casos las han congelado, al menos temporalmente”.

“La política migratoria de este segundo gobierno de Trump es una continuación de lo que fue en su primer gobierno, aunque con medidas más agresivas, incluyendo el fortalecimiento de ICE y la imposición de una prohibición de viaje a Estados Unidos ampliada para ciudadanos de al menos 12 países del mundo. A pesar de las detenciones récord de inmigrantes, el presidente Trump todavía no ha logrado concretar su promesa de liderar la mayor campaña de deportación en la historia estadounidense. Los números durante estos últimos seis meses demuestran que, aunque las detenciones están llegando en promedio a 30 000 inmigrantes detenidos al mes, las deportaciones mensuales llegan a lo sumo a 18 000″.

En el segundo gobierno de Barack Obama, las deportaciones promedio por mes llegaron a 36 000. Entre los ajustes que el presidente Trump ha tenido que realizar producto de su política de inmigración ha sido aceptar la presión de algunas granjas e industrias que lograron que se expandiera un programa de visa para trabajadores esenciales, en su inmensa mayoría inmigrantes de esos sectores. En definitiva, la política restrictiva de la inmigración ha logrado avances, pero también se ha encontrado con resistencias y obstáculos. Por ejemplo, su promesa de eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos, por ahora no se ha concretado. Pero la intención general sigue siendo restringir al máximo la inmigración ilegal, y en buena medida también la legal”.

Adelys Ferro:

“El presidente Trump, más que cumplir promesas, ha cumplido amenazas y efectivamente las ha ido cumpliendo una a una y de manera brutal, concentrada y expedita. Ha sido una decisión tras otra, ha sido una persecución tras otra, los inmigrantes están siendo cazados como presas, lamentablemente lo que habíamos previsto antes de que él asumiera la presidencia, lo que habíamos dicho y alertado que iba a cumplir, todas las amenazas, las ha cumplido. Toda la persecución es sistemática, es una persecución concentrada en personas de color, en personas que aquí llaman de color marrón, los que somos latinos, básicamente los caribeños, las personas negras y no han descansado ni un día, la presión se ha ido incrementando y esperamos aumente ahora con los nuevos fondos que se le otorgaron al Departamento de Seguridad Nacional para aumentar toda esta persecución en contra de los inmigrantes, así que sí, definitivamente las amenazas las ha ido cumpliendo una a una”.

¿Considera que las organizaciones y el resto del mundo ha respondido con firmeza ante denuncias de atropellos humanos en el segundo mandato del republicano?

Carolina Jiménez:

“Una de las primeras cosas que hizo Trump al llegar al poder fue firmar una orden ejecutiva, que es lo mismo que un decreto procedimental, diciendo que la ayuda internacional de Estados Unidos entraba en un proceso de revisión de 90 días a través de sus dos principales modalidades de cooperación, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y los fondos dedicados a la cooperación principalmente provenientes del departamento de Estado. La cooperación internacional de Estados Unidos tanto en materia humanitaria como en materia de apoyo a la democracia y derechos humanos, constituía el 40% de toda la cooperación internacional a nivel global. Haber eliminado eso de un solo plumazo ha generado un desequilibrio terrible en el mundo humanitario y de la promoción de la democracia y los derechos humanos, a tal punto que la revista Lancet publicó que en los próximos cinco años podríamos estar viendo la muerte prevenible de unas 14 millones de personas, de los cuales 4,5 millones serían niños“.

“Estamos hablando de fondos muy importantes en prevención de VIH, malaria, seguridad alimentaria, etcétera. Hay informaciones sobre muchos productos alimentarios que debían ser exportados o distribuidos y no se va a poder llevar a cabo porque eliminaron la agencia y serían incinerados, esto puede suceder en un mundo donde todavía el hambre está presente”.

“Creo que de parte de la comunidad internacional no ha habido realmente la posibilidad de llenar ese vacío. De hecho, desgraciadamente muchos países europeos, que son industrializados, han recortado sus fondos de cooperación porque también Estados Unidos ha exigido que aumenten sus gastos de defensa. La gran excepción, por suerte, es España, que desde el año pasado ha aumentado sus fondos de cooperación internacional en un 12%“. 

“Aparte de eso no vemos que haya habido una respuesta sólida del mundo para llenar el vacío que deja la cooperación internacional de Estados Unidos, justamente porque también hay una lógica de mucha mayor necesidad de defensa ante unos Estados Unidos que anteriormente se consideraban aliados de Europa y ahora son hostiles. Un gobierno está dispuesto a negociar en base a intereses egoístas dependiendo de lo que la administración de Trump considere prioridad”.

“Hay acciones que han sido condenadas por la comunidad internacional, como el traslado ilegal de 252 venezolanos a una cárcel de máxima inseguridad en El Salvador, que muchos hemos dicho podría constituir un caso de desaparición forzada masiva. Hasta el día de hoy, los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador no han publicado una lista oficial de los nombres, sabemos de estas personas porque lo publicó un medio de comunicación privado. Es un caso básicamente sin precedente. La administración de El Salvador se está prestando para ser una especie de cárcel offshore”.

“Esta es una práctica que hay que evitar a toda costa, creo que desgraciadamente hay un retroceso generalizado en cuanto a la protección de los derechos humanos. Creo que es fundamental que los gobiernos del mundo alerten sobre los retrocesos democráticos que se están dando en Estados Unidos, especialmente sobre grupos vulnerables, como por ejemplo, las personas migrantes y trans. El apoyo a la defensa de la democracia puede ser liderado por otros países que denuncien lo que está pasando durante la segunda administración de Trump”.

Mariano de Alba:

“Algunas organizaciones de la sociedad civil estadounidense y también organizaciones de derechos humanos han tratado de responder a las políticas de este segundo período del presidente Trump. Pero también los resultados han sido limitados. Han cosechado victorias en distintos tribunales, pero también han sufrido varias derrotas, especialmente en la Corte Suprema de Estados Unidos, donde actualmente hay una mayoría clara de jueces conservadores, y la Corte en general siempre ha sido muy diferente a las prerrogativas del ejecutivo estadounidense. Por otro lado, la oposición política interna, de parte del partido demócrata, ha estado muy disminuida, descoordinada y sin un plan claro para frenar el adelanto de muchas políticas que no comparten”.

“Internacionalmente, creo que la reacción también ha sido limitada porque muchos gobiernos han optado por tratar de no enfrentarse a Trump, pasar desapercibidos, especialmente considerando la amenaza y la imposición de aranceles. Todavía estamos en la fase en la cual la mayoría de los países le dan prioridad a tratar de negociar un acuerdo con el gobierno estadounidense, y eso obliga a la precaución y moderación a la hora de reaccionar. Donde sí hay un daño, que creo que es amplio y va a tender a extenderse, es que Estados Unidos ya no es visto como un socio confiable para muchos países, ni tampoco como un ejemplo de gobierno democrático y que aspira a respetar las libertades fundamentales. Ya no es un ejemplo a seguir”.

“La gran mayoría de los países que hasta hace poco eran aliados muy cercanos de Estados Unidos están buscando alternativas comerciales, fortaleciendo otros vínculos diplomáticos y aunque es un proceso largo que no necesariamente conlleva cortar los vínculos con Estados Unidos, es evidente que el poder estadounidense está en franco declive y va a ser difícil que se revierta esa tendencia”.

Adelys Ferro:

“Nunca es suficiente, siempre se puede tener más y en lo personal, por supuesto que yo quiero que sea más, pero la verdad es que desde antes incluso de que el presidente Trump llegara a la presidencia ya había muchas organizaciones levantando la voz, mucho liderazgo de organizaciones sin fines de lucro, mucho liderazgo previniendo a la gente e informando”.

“Ahora hay muchas organizaciones a nivel nacional e internacional de derechos humanos y civiles denunciando la violación de todos estos derechos, denunciando violaciones a la Constitución, denunciando violaciones legales de la administración y creo que esto incluso ha sido por encima de que a pesar hay miedo entre muchos de nosotros por posibles represalias que se puedan tomar en contra de nuestras organizaciones o de nuestros liderazgos, aún así estamos plantados, estamos dando la cara, estamos defendiendo los derechos, estamos yendo a las cortes, estamos haciendo todo dentro del marco constitucional y legal para levantar la voz y defender a nuestras comunidades. Todas las organizaciones que defendemos derechos humanos, civiles y constitucionales, no solo en Estados Unidos sino en el mundo, estamos levantando la voz y eso es algo que primero reconocemos y segundo agradecemos mucho”.

¿Cuáles otras acciones podría emprender Trump en los tres años y medio que le quedan y qué consecuencia podrían tener para los venezolanos y el resto del mundo?

Carolina Jiménez:

“La agenda política de Trump en materia antiinmigrante parece seguir muy firme. Continuar con un proceso de deportación masiva, eliminar sistemas de protección temporal e incluso cambiar las reglas de cómo se concede o no la ciudadanía, aplicar prohibiciones de viaje, etcétera. En sus primeros seis meses creo que una de las cosas que ha quedado más clara es justamente su política anti inmigrante“.

“También es cierto que muchas de las medidas han sido sometidas a litigio con diferentes niveles de éxito, por ejemplo, lo relativo a a cambiar los preceptos o la jurisprudencia constitucional sobre la ciudadanía no no lo ha podido implementar. Toda persona nacida en territorio de Estados Unidos, independientemente del estatus migratorio de sus padres, es ciudadano o ciudadana estadounidense”.

“Trump quiere cambiar esa modalidad, que está además consagrada en la enmienda 14 de la Constitución. Ha impuesto prohibiciones de viaje parciales a ciudadanos provenientes de Venezuela. Esto podría cambiar a que se impongan medidas restrictivas de viajes no solamente parcial, sino absoluta. Todavía queda mucha tela que cortar”.

“El aumento enorme del presupuesto es una muestra que el tema migratorio seguirá siendo una prioridad muy importante en la agenda doméstica El presupuesto siempre muestra hacia donde van las prioridades. Esta administración argumenta que el presidente tiene poderes para dirigir la política migratoria, pero hay tres jueces de la Corte Suprema de Justicia, que es el tribunal máximo del país, que fueron nombrados en la primera administración de Trump y que tienen cierta tendencia a respetar mucho los principios de un poder ejecutivo expandido”.

Esa tensión entre el poder judicial y el poder ejecutivo en temas migratorios, pero también en otros temas de interés que son importantes para la política pública y  la sociedad la seguiremos viendo en los próximos 3 años y medio. Por otra parte, en 2027 habrá nuevamente elecciones para elegir el Congreso, en este momento el presidente tiene control de ambas cámaras, de la Cámara Baja, que es la de diputados , y de la Cámara Alta, que es la del Senado”.

“Que el Partido Republicano, tenga control de ambas cámaras implica que haya podido pasar un presupuesto que aumenta terriblemente el déficit fiscal, que tiene un alto gasto en contención migratoria y que a pesar de las críticas fue aprobado. Es probable que en 2027 no tenga mayores problemas para legislar, pero si pierde una de las cámaras entonces podría enfrentar limitaciones a la hora de aprobar leyes”.

“Por otra parte creo que no hay que desestimar nunca a la sociedad organizada y a la sociedad misma. Se han visto protestas masivas contra la forma en la que está gobernando el presidente Trump y curiosamente las últimas encuestas muestran una opinión desfavorable en torno a las políticas actuales de deportación masiva, de separación familiar y de deportación ilegal o transferencia de personas venezolanas a la cárcel en El Salvador. De hecho, el presidente tiene una imagen desfavorable para la mayoría de los americanos”.

Eso por supuesto puede cambiar si hay mejoras económicas o sube la oferta de empleos. Siento que hay una preocupación en la sociedad norteamericana por lo que ellos perciben como retrocesos democráticos, principios como el debido proceso, la obtención de la nacionalidad, la presencia de un juez cuando te acusan de algo y el principio de unidad familiar, cuando en una comunidad ven que se separa una madre de un niño para deportar a la madre y dejar al niño solo en territorio americano, cuando hacen redadas en las afueras de las escuelas y de los hospitales para atrapar a personas migrantes y deportarlas”.

“Por otro lado, ha habido una reducción del presupuesto de todo lo que es el aparato gubernamental. Están intentando eliminar el Ministerio de Educación, redujeron considerablemente lo que es el Departamento de Estado y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Estas cosas pueden terminar siendo los verdaderos límites de las agendas regresivas en materia de derechos humanos que adelanta la segunda administración de Trump.

Mariano de Alba:

“Todavía falta mucho tiempo de esta segunda administración del presidente Trump. Es evidente que su capacidad de acción va a depender en alguna medida de lo que suceda el año que viene en las elecciones de medio término del Congreso. También hay que poner siempre sobre la mesa que seguramente ocurrirán hechos que hoy son imponderables, pero que obligarán a que el gobierno estadounidense ponga su atención en ellos. En líneas generales veo un gobierno muy enfocado en algunos temas internos como la inmigración y la política comercial, pero también con una clara vocación internacional de influenciar los grandes conflictos bélicos que se están dando, aunque con una efectividad limitada. Me refiero a la guerra en Ucrania, a la guerra en Gaza y al conflicto con Irán, por ejemplo. En los próximos años creo que también se verá de forma muy clara las consecuencias de que la administración Trump haya decidido desmantelar sus herramientas de diplomacia “suave” como la ayuda para el desarrollo y otros programas que tenían un impacto importante en áreas como salud y alimentación en varias regiones del mundo”.

En el caso de Venezuela, es evidente que no se trata ya de un tema prioritario para el presidente estadounidense, mucho menos que durante su primer gobierno. Por ahora se ha impuesto una política donde el tema de la inmigración juega un papel preponderante y también ha regresado la política de máxima presión, pero fundamentalmente gracias a que Marco Rubio continúa siendo el Secretario de Estado y el Asesor de Seguridad Nacional. Si Rubio termina saliendo del gobierno, como algunos apuntan que es probable, es posible que veamos una política estadounidense más proclive a acuerdos puntuales con el gobierno de Maduro, incluyendo la flexibilización de sanciones. Pero en general, independientemente de si la voz cantante la lleva Marco Rubio o el asesor especial Richard Grenell, la realidad es que no parece haber una gran estrategia sobre qué hacer con respecto a la situación en Venezuela.

“Más bien hay falta de ideas novedosas y por ende mucha réplica de lo que ya se ha visto en el pasado reciente, donde además el gobierno de Maduro ha ido construyendo alternativas y capacidad de respuesta. Por ejemplo, se anunciaron unos “aranceles secundarios” a los países que le compren petróleo a Venezuela, pero China ha seguido haciéndolo sin que para Estados Unidos haya sido prioritario implementar esa medida. Me parece que mientras haya divisiones sobre qué hacer con respecto a Venezuela en Washington y no se logre construir una estrategia novedosa y realista sobre cómo puede ayudar Estados Unidos a que se llegue a una recuperación de la democracia, el gobierno de Maduro va a seguir siendo capaz de navegar las dificultades surgidas por la imposición de sanciones. Al final, la primera consideración que se sigue imponiendo para Estados Unidos en su relación con Venezuela es la posibilidad de seguir adelantando vuelos de deportación, y para eso ha terminado siendo fundamental para el gobierno estadounidense seguir negociando con el gobierno de Maduro”.

Adelys Ferro:

“La verdad no tengo esa respuesta, no tengo una bola de cristal, las opciones son infinitas. Negociar más con Maduro, puede apretar aún más las deportaciones y que eso afecte a los venezolanos. Lo que sí va a pasar es que las organizaciones vamos a seguir buscando todas las posibilidades dentro de la ley y la Constitución para pelear legalmente todas las decisiones que él tome y que si hay un cambio en menos de año y medio en la conformación del Congreso de los Estados Unidos hacia el lado demócrata, muchas de las cosas que él quiera hacer van a ser detenidas en el Congreso porque además vamos a presionar a los congresistas para que apoyen a los inmigrantes y para que se pase una reforma migratoria. La verdad es que mucho puede cambiar en menos de año y medio y vamos a luchar porque eso pase, pero qué más puede hacer él, eso aún está por verse”.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.

Lejos de su promesa de deportar a un millón de extranjeros en su primer año, el presidente de Estados Unidos acaba de enviar al Congreso un presupuesto con una cifra inédita destinada a ejercer un control férreo en las fronteras. La suspensión de la colaboración internacional podría causar efectos devastadores en áreas como alimentación y salud
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redacción runrunes
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De acuerdo a una encuesta del Centro de Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC, solo uno de cuatro adultos en los Estados Unidos dice que las políticas del presidente Donald Trump los han beneficiado.

Según el sondeo, la mitad considera que la estrategia política del republicano, que este 20 de julio cumple seis meses en el poder, ha hecho más daño que otra cosa.  Dos de cada diez opinan que sus políticas no han hecho una diferencia y una cuarta parte asegura que los ha ayudado.

Trump obtuvo menos de 50% de aprobación en temas como economía, gasto gubernamental, comercio, impuestos, inmigracion, atención médica y manejo de política internacional.

De acuerdo a la encuesta, hubo una disminución del apoyo a Trump en cuanto al tema de la migración; de 49% en marzo a 43% en junio.

En el reciente presupuesto de la nación firmado por Trump se destina la inédita cifra de ciento setenta mil millones de dólares para el combate de la migración ilegal.

Según especialistas, el presupuesto para el Servicio de Inmigracion y Control de Aduanas (ICE) de $75 mil millones es superior al de casi todos los ejércitos del mundo.

Un análisis del American Immigration Council (AIC) precisa que ICE recibirá $45 mil millones para la construcción de nuevos centros de detención, un 62% más que el sistema federal de prisiones.  Se estima que se produzcan 116 000 detenciones de supuestos migrantes irregulares para 2029.

El presupuesto prevé $30 000 millones de dólares para operativos y la contratación de 10 000 agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Se destinarán otros $4100 millones para contratar a 3000 miembros de la Patrulla Fronteriza y una cifra similar para oficiales de aduanas.   

El presupuesto para los agentes migratorios es superior al del FBI, el Servicio Secreto, el Departamento de Justicia, la Agencia Antidrogas (DEA) y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés).  

“Eso tendrá un impacto tremendo sobre el país y los derechos humanos”, dijo Carolina Jiménez, presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus siglas en inglés)

De acuerdo a datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados apenas este martes 15 de julio, la inflación en Estados Unidos se disparó en junio y alcanzó su nivel más alto en cuatro meses.

El incremento de los precios al consumidor fue de 0,3% el mes pasado, impulsando la tasa de inflación anual hasta 2,7%. Según el informe, los precios de la gasolina subieron por primera vez en cinco meses, al igual que otros en categorías clave de servicios. 

Para desentrañar los primeros seis meses del gobierno de Trump, Runrunes consultó, además de a Jiménez, al experto en derecho internacional, diplomacia y geopolítica, Mariano de Alba y a Adelys Ferro, directora del Venezuelan American Caucus

¿Cerca de cumplirse seis meses de la juramentación de Trump, considera que ha cumplido todas sus promesas, especialmente las que tienen que ver con migración?

Carolina Jiménez:

 “Desgraciadamente, una de las principales promesas de la campaña de Donald Trump tenía que ver justamente con la migración. Y en ese sentido la deportación masiva, algo que no se había visto en la historia de Estados Unidos, fue algo que estuvo muy presente en su campaña”.

“Durante la campaña él dijo que en su primer año de gobierno iba a deportar a un millón de personas indocumentadas. A estas alturas de 2025 calculamos que hay al menos un cuarto de millón de personas deportadas, es decir, está bastante lejos de la cifra que prometió. La deportación es un proceso complejo y caro, que además tiene necesariamente que cumplir con ciertas garantías”.

“Lo que estamos viendo es que desgraciadamente no se están cumpliendo garantías del bioproceso, que se están rompiendo lazos del tejido social comunitario de una manera muy abrupta y que además está teniendo o tendrá en su momento efectos negativos porque la mano de obra migrante es importante en algunas industrias de la economía de Estados Unidos, especialmente la agrícola, hotelera, restaurantes y  construcción, entre otras. Estamos hablando de que en Estados Unidos hay al menos 13 millones 700 mil personas indocumentadas y lo que ha hecho el presidente Trump es agregar más personas a esa lista porque desgraciadamente eliminó la protección para el migrante que tenía estatus legal temporal (TPS) y también el parole humanitario, además ha generado diferentes barreras para la entrada al país como prohibiciones de viaje”.

En este momento la frontera sur de México-Estados Unidos tiene los números de entrada más bajos que se han visto en muchos años. En ese sentido creo que sí ha habido un cumplimiento de sus promesas de campaña, la administración de Trump ha cumplido cuando dijo que iba a sellar esa frontera”.

Por otro lado, el presupuesto que Donald Trump envió al Congreso ha sido muy controversial y muchas organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales hemos expresado preocupación. Hay 70 mil millones de dólares solamente en restricciones migratorias, $45 mil millones para programas de detención y otros $45 mil millones para la construcción del muro fronterizo que no se levantó durante su primer mandato, además de otros millones de dólares para contratar mayor personal, porque justamente no tienen suficiente para poder llevar a cabo este proceso de deportación masiva que tanto han prometido. Hay una fuerte retórica antiinmigrante y al momento de poner en práctica las promesas de deportación masiva es más fácil decirlo que hacerlo porque estamos hablando de muchas personas que son parte importante de la economía y de la propia sociedad norteamericana.

Muchas de ellas son madres y padres de ciudadanos estadounidenses, de niños y niñas nacidos en Estados Unidos. La deportación es un proceso que implica la detención de una persona y esa persona tiene el derecho de acceder a un juez y a abogados, se deben cumplir ciertas garantías que en este momento se están cumpliendo poco, como el derecho de que esa persona regrese a su país de origen. Lo cierto es que más allá de que se logre o no su promesa de 1 millón de deportaciones al año, se ha generado un clima de mucho miedo dentro de las comunidades inmigrantes de Estados Unidos, que está afectando psicosocialmente a familias, individuos y comunidades enteras.

Mariano de Alba:

“El presidente Trump ha desplegado una serie de acciones contundentes para cumplir sus promesas de campaña en lo que respecta a la inmigración. Es difícil concluir que se han cumplido todas las promesas, pero seis meses de gobierno también es poco tiempo, considerando además que la legalidad de muchas de las medidas ha sido cuestionada ante los tribunales estadounidenses. En algunos casos, los tribunales han confirmado la facultad presidencial de adelantar esas medidas restrictivas, pero en otros casos las han congelado, al menos temporalmente”.

“La política migratoria de este segundo gobierno de Trump es una continuación de lo que fue en su primer gobierno, aunque con medidas más agresivas, incluyendo el fortalecimiento de ICE y la imposición de una prohibición de viaje a Estados Unidos ampliada para ciudadanos de al menos 12 países del mundo. A pesar de las detenciones récord de inmigrantes, el presidente Trump todavía no ha logrado concretar su promesa de liderar la mayor campaña de deportación en la historia estadounidense. Los números durante estos últimos seis meses demuestran que, aunque las detenciones están llegando en promedio a 30 000 inmigrantes detenidos al mes, las deportaciones mensuales llegan a lo sumo a 18 000″.

En el segundo gobierno de Barack Obama, las deportaciones promedio por mes llegaron a 36 000. Entre los ajustes que el presidente Trump ha tenido que realizar producto de su política de inmigración ha sido aceptar la presión de algunas granjas e industrias que lograron que se expandiera un programa de visa para trabajadores esenciales, en su inmensa mayoría inmigrantes de esos sectores. En definitiva, la política restrictiva de la inmigración ha logrado avances, pero también se ha encontrado con resistencias y obstáculos. Por ejemplo, su promesa de eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento en Estados Unidos, por ahora no se ha concretado. Pero la intención general sigue siendo restringir al máximo la inmigración ilegal, y en buena medida también la legal”.

Adelys Ferro:

“El presidente Trump, más que cumplir promesas, ha cumplido amenazas y efectivamente las ha ido cumpliendo una a una y de manera brutal, concentrada y expedita. Ha sido una decisión tras otra, ha sido una persecución tras otra, los inmigrantes están siendo cazados como presas, lamentablemente lo que habíamos previsto antes de que él asumiera la presidencia, lo que habíamos dicho y alertado que iba a cumplir, todas las amenazas, las ha cumplido. Toda la persecución es sistemática, es una persecución concentrada en personas de color, en personas que aquí llaman de color marrón, los que somos latinos, básicamente los caribeños, las personas negras y no han descansado ni un día, la presión se ha ido incrementando y esperamos aumente ahora con los nuevos fondos que se le otorgaron al Departamento de Seguridad Nacional para aumentar toda esta persecución en contra de los inmigrantes, así que sí, definitivamente las amenazas las ha ido cumpliendo una a una”.

¿Considera que las organizaciones y el resto del mundo ha respondido con firmeza ante denuncias de atropellos humanos en el segundo mandato del republicano?

Carolina Jiménez:

“Una de las primeras cosas que hizo Trump al llegar al poder fue firmar una orden ejecutiva, que es lo mismo que un decreto procedimental, diciendo que la ayuda internacional de Estados Unidos entraba en un proceso de revisión de 90 días a través de sus dos principales modalidades de cooperación, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y los fondos dedicados a la cooperación principalmente provenientes del departamento de Estado. La cooperación internacional de Estados Unidos tanto en materia humanitaria como en materia de apoyo a la democracia y derechos humanos, constituía el 40% de toda la cooperación internacional a nivel global. Haber eliminado eso de un solo plumazo ha generado un desequilibrio terrible en el mundo humanitario y de la promoción de la democracia y los derechos humanos, a tal punto que la revista Lancet publicó que en los próximos cinco años podríamos estar viendo la muerte prevenible de unas 14 millones de personas, de los cuales 4,5 millones serían niños“.

“Estamos hablando de fondos muy importantes en prevención de VIH, malaria, seguridad alimentaria, etcétera. Hay informaciones sobre muchos productos alimentarios que debían ser exportados o distribuidos y no se va a poder llevar a cabo porque eliminaron la agencia y serían incinerados, esto puede suceder en un mundo donde todavía el hambre está presente”.

“Creo que de parte de la comunidad internacional no ha habido realmente la posibilidad de llenar ese vacío. De hecho, desgraciadamente muchos países europeos, que son industrializados, han recortado sus fondos de cooperación porque también Estados Unidos ha exigido que aumenten sus gastos de defensa. La gran excepción, por suerte, es España, que desde el año pasado ha aumentado sus fondos de cooperación internacional en un 12%“. 

“Aparte de eso no vemos que haya habido una respuesta sólida del mundo para llenar el vacío que deja la cooperación internacional de Estados Unidos, justamente porque también hay una lógica de mucha mayor necesidad de defensa ante unos Estados Unidos que anteriormente se consideraban aliados de Europa y ahora son hostiles. Un gobierno está dispuesto a negociar en base a intereses egoístas dependiendo de lo que la administración de Trump considere prioridad”.

“Hay acciones que han sido condenadas por la comunidad internacional, como el traslado ilegal de 252 venezolanos a una cárcel de máxima inseguridad en El Salvador, que muchos hemos dicho podría constituir un caso de desaparición forzada masiva. Hasta el día de hoy, los gobiernos de Estados Unidos y El Salvador no han publicado una lista oficial de los nombres, sabemos de estas personas porque lo publicó un medio de comunicación privado. Es un caso básicamente sin precedente. La administración de El Salvador se está prestando para ser una especie de cárcel offshore”.

“Esta es una práctica que hay que evitar a toda costa, creo que desgraciadamente hay un retroceso generalizado en cuanto a la protección de los derechos humanos. Creo que es fundamental que los gobiernos del mundo alerten sobre los retrocesos democráticos que se están dando en Estados Unidos, especialmente sobre grupos vulnerables, como por ejemplo, las personas migrantes y trans. El apoyo a la defensa de la democracia puede ser liderado por otros países que denuncien lo que está pasando durante la segunda administración de Trump”.

Mariano de Alba:

“Algunas organizaciones de la sociedad civil estadounidense y también organizaciones de derechos humanos han tratado de responder a las políticas de este segundo período del presidente Trump. Pero también los resultados han sido limitados. Han cosechado victorias en distintos tribunales, pero también han sufrido varias derrotas, especialmente en la Corte Suprema de Estados Unidos, donde actualmente hay una mayoría clara de jueces conservadores, y la Corte en general siempre ha sido muy diferente a las prerrogativas del ejecutivo estadounidense. Por otro lado, la oposición política interna, de parte del partido demócrata, ha estado muy disminuida, descoordinada y sin un plan claro para frenar el adelanto de muchas políticas que no comparten”.

“Internacionalmente, creo que la reacción también ha sido limitada porque muchos gobiernos han optado por tratar de no enfrentarse a Trump, pasar desapercibidos, especialmente considerando la amenaza y la imposición de aranceles. Todavía estamos en la fase en la cual la mayoría de los países le dan prioridad a tratar de negociar un acuerdo con el gobierno estadounidense, y eso obliga a la precaución y moderación a la hora de reaccionar. Donde sí hay un daño, que creo que es amplio y va a tender a extenderse, es que Estados Unidos ya no es visto como un socio confiable para muchos países, ni tampoco como un ejemplo de gobierno democrático y que aspira a respetar las libertades fundamentales. Ya no es un ejemplo a seguir”.

“La gran mayoría de los países que hasta hace poco eran aliados muy cercanos de Estados Unidos están buscando alternativas comerciales, fortaleciendo otros vínculos diplomáticos y aunque es un proceso largo que no necesariamente conlleva cortar los vínculos con Estados Unidos, es evidente que el poder estadounidense está en franco declive y va a ser difícil que se revierta esa tendencia”.

Adelys Ferro:

“Nunca es suficiente, siempre se puede tener más y en lo personal, por supuesto que yo quiero que sea más, pero la verdad es que desde antes incluso de que el presidente Trump llegara a la presidencia ya había muchas organizaciones levantando la voz, mucho liderazgo de organizaciones sin fines de lucro, mucho liderazgo previniendo a la gente e informando”.

“Ahora hay muchas organizaciones a nivel nacional e internacional de derechos humanos y civiles denunciando la violación de todos estos derechos, denunciando violaciones a la Constitución, denunciando violaciones legales de la administración y creo que esto incluso ha sido por encima de que a pesar hay miedo entre muchos de nosotros por posibles represalias que se puedan tomar en contra de nuestras organizaciones o de nuestros liderazgos, aún así estamos plantados, estamos dando la cara, estamos defendiendo los derechos, estamos yendo a las cortes, estamos haciendo todo dentro del marco constitucional y legal para levantar la voz y defender a nuestras comunidades. Todas las organizaciones que defendemos derechos humanos, civiles y constitucionales, no solo en Estados Unidos sino en el mundo, estamos levantando la voz y eso es algo que primero reconocemos y segundo agradecemos mucho”.

¿Cuáles otras acciones podría emprender Trump en los tres años y medio que le quedan y qué consecuencia podrían tener para los venezolanos y el resto del mundo?

Carolina Jiménez:

“La agenda política de Trump en materia antiinmigrante parece seguir muy firme. Continuar con un proceso de deportación masiva, eliminar sistemas de protección temporal e incluso cambiar las reglas de cómo se concede o no la ciudadanía, aplicar prohibiciones de viaje, etcétera. En sus primeros seis meses creo que una de las cosas que ha quedado más clara es justamente su política anti inmigrante“.

“También es cierto que muchas de las medidas han sido sometidas a litigio con diferentes niveles de éxito, por ejemplo, lo relativo a a cambiar los preceptos o la jurisprudencia constitucional sobre la ciudadanía no no lo ha podido implementar. Toda persona nacida en territorio de Estados Unidos, independientemente del estatus migratorio de sus padres, es ciudadano o ciudadana estadounidense”.

“Trump quiere cambiar esa modalidad, que está además consagrada en la enmienda 14 de la Constitución. Ha impuesto prohibiciones de viaje parciales a ciudadanos provenientes de Venezuela. Esto podría cambiar a que se impongan medidas restrictivas de viajes no solamente parcial, sino absoluta. Todavía queda mucha tela que cortar”.

“El aumento enorme del presupuesto es una muestra que el tema migratorio seguirá siendo una prioridad muy importante en la agenda doméstica El presupuesto siempre muestra hacia donde van las prioridades. Esta administración argumenta que el presidente tiene poderes para dirigir la política migratoria, pero hay tres jueces de la Corte Suprema de Justicia, que es el tribunal máximo del país, que fueron nombrados en la primera administración de Trump y que tienen cierta tendencia a respetar mucho los principios de un poder ejecutivo expandido”.

Esa tensión entre el poder judicial y el poder ejecutivo en temas migratorios, pero también en otros temas de interés que son importantes para la política pública y  la sociedad la seguiremos viendo en los próximos 3 años y medio. Por otra parte, en 2027 habrá nuevamente elecciones para elegir el Congreso, en este momento el presidente tiene control de ambas cámaras, de la Cámara Baja, que es la de diputados , y de la Cámara Alta, que es la del Senado”.

“Que el Partido Republicano, tenga control de ambas cámaras implica que haya podido pasar un presupuesto que aumenta terriblemente el déficit fiscal, que tiene un alto gasto en contención migratoria y que a pesar de las críticas fue aprobado. Es probable que en 2027 no tenga mayores problemas para legislar, pero si pierde una de las cámaras entonces podría enfrentar limitaciones a la hora de aprobar leyes”.

“Por otra parte creo que no hay que desestimar nunca a la sociedad organizada y a la sociedad misma. Se han visto protestas masivas contra la forma en la que está gobernando el presidente Trump y curiosamente las últimas encuestas muestran una opinión desfavorable en torno a las políticas actuales de deportación masiva, de separación familiar y de deportación ilegal o transferencia de personas venezolanas a la cárcel en El Salvador. De hecho, el presidente tiene una imagen desfavorable para la mayoría de los americanos”.

Eso por supuesto puede cambiar si hay mejoras económicas o sube la oferta de empleos. Siento que hay una preocupación en la sociedad norteamericana por lo que ellos perciben como retrocesos democráticos, principios como el debido proceso, la obtención de la nacionalidad, la presencia de un juez cuando te acusan de algo y el principio de unidad familiar, cuando en una comunidad ven que se separa una madre de un niño para deportar a la madre y dejar al niño solo en territorio americano, cuando hacen redadas en las afueras de las escuelas y de los hospitales para atrapar a personas migrantes y deportarlas”.

“Por otro lado, ha habido una reducción del presupuesto de todo lo que es el aparato gubernamental. Están intentando eliminar el Ministerio de Educación, redujeron considerablemente lo que es el Departamento de Estado y el Ministerio de Relaciones Exteriores. Estas cosas pueden terminar siendo los verdaderos límites de las agendas regresivas en materia de derechos humanos que adelanta la segunda administración de Trump.

Mariano de Alba:

“Todavía falta mucho tiempo de esta segunda administración del presidente Trump. Es evidente que su capacidad de acción va a depender en alguna medida de lo que suceda el año que viene en las elecciones de medio término del Congreso. También hay que poner siempre sobre la mesa que seguramente ocurrirán hechos que hoy son imponderables, pero que obligarán a que el gobierno estadounidense ponga su atención en ellos. En líneas generales veo un gobierno muy enfocado en algunos temas internos como la inmigración y la política comercial, pero también con una clara vocación internacional de influenciar los grandes conflictos bélicos que se están dando, aunque con una efectividad limitada. Me refiero a la guerra en Ucrania, a la guerra en Gaza y al conflicto con Irán, por ejemplo. En los próximos años creo que también se verá de forma muy clara las consecuencias de que la administración Trump haya decidido desmantelar sus herramientas de diplomacia “suave” como la ayuda para el desarrollo y otros programas que tenían un impacto importante en áreas como salud y alimentación en varias regiones del mundo”.

En el caso de Venezuela, es evidente que no se trata ya de un tema prioritario para el presidente estadounidense, mucho menos que durante su primer gobierno. Por ahora se ha impuesto una política donde el tema de la inmigración juega un papel preponderante y también ha regresado la política de máxima presión, pero fundamentalmente gracias a que Marco Rubio continúa siendo el Secretario de Estado y el Asesor de Seguridad Nacional. Si Rubio termina saliendo del gobierno, como algunos apuntan que es probable, es posible que veamos una política estadounidense más proclive a acuerdos puntuales con el gobierno de Maduro, incluyendo la flexibilización de sanciones. Pero en general, independientemente de si la voz cantante la lleva Marco Rubio o el asesor especial Richard Grenell, la realidad es que no parece haber una gran estrategia sobre qué hacer con respecto a la situación en Venezuela.

“Más bien hay falta de ideas novedosas y por ende mucha réplica de lo que ya se ha visto en el pasado reciente, donde además el gobierno de Maduro ha ido construyendo alternativas y capacidad de respuesta. Por ejemplo, se anunciaron unos “aranceles secundarios” a los países que le compren petróleo a Venezuela, pero China ha seguido haciéndolo sin que para Estados Unidos haya sido prioritario implementar esa medida. Me parece que mientras haya divisiones sobre qué hacer con respecto a Venezuela en Washington y no se logre construir una estrategia novedosa y realista sobre cómo puede ayudar Estados Unidos a que se llegue a una recuperación de la democracia, el gobierno de Maduro va a seguir siendo capaz de navegar las dificultades surgidas por la imposición de sanciones. Al final, la primera consideración que se sigue imponiendo para Estados Unidos en su relación con Venezuela es la posibilidad de seguir adelantando vuelos de deportación, y para eso ha terminado siendo fundamental para el gobierno estadounidense seguir negociando con el gobierno de Maduro”.

Adelys Ferro:

“La verdad no tengo esa respuesta, no tengo una bola de cristal, las opciones son infinitas. Negociar más con Maduro, puede apretar aún más las deportaciones y que eso afecte a los venezolanos. Lo que sí va a pasar es que las organizaciones vamos a seguir buscando todas las posibilidades dentro de la ley y la Constitución para pelear legalmente todas las decisiones que él tome y que si hay un cambio en menos de año y medio en la conformación del Congreso de los Estados Unidos hacia el lado demócrata, muchas de las cosas que él quiera hacer van a ser detenidas en el Congreso porque además vamos a presionar a los congresistas para que apoyen a los inmigrantes y para que se pase una reforma migratoria. La verdad es que mucho puede cambiar en menos de año y medio y vamos a luchar porque eso pase, pero qué más puede hacer él, eso aún está por verse”.

*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.

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