DDHH olvidados | Nadie se salva de un disparo de las Faes - Runrun
DDHH olvidados | Nadie se salva de un disparo de las Faes
Keyber Landaeta recibió el impacto de un proyectil en el tórax que le causó una disminución intensa del volumen de sangre circulante en el cuerpo. Cuando llegó al hospital ya estaba sin vida
Esta repetida versión forense sobre las causas de muerte en casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales sugiere que los cuerpos de seguridad del Estado disparan a matar

Siete personas fueron asesinadas en un operativo conjunto de las Faes y la Policía Municipal de Sucre en los barrios José Félix Ribas y Julián Blanco, en Petare.

A través de un parte policial, se informó que el hecho ocurrió luego de que presuntos miembros de la banda de Wilexys se enfrentaran a funcionarios de Polisucre. A raíz de eso, efectivos de las Faes se sumaron al operativo y en una primera incursión mataron a cuatro supuestos delincuentes.

No fue hasta dos días después que familiares de Luis Gerardo Cabello, de 21 años de edad; Keyber David Landaeta, de 18 años; y Gerard Wladimir Torrealba Pinto, de 26 años de edad, pudieron dar su versión de los hechos.

Ya se han hecho frecuentes los operativos de las FAES en zonas populares, donde ocurren supuestos enfrentamientos con bandas armadas que terminan en ejecuciones extrajudiciales. Pero Néstor Landaeta, padre de Keyber, asegura que su hijo no era ningún delincuente. “Era mi único varón, siempre lo crie para que fuera un muchacho de bien; aun así me lo mataron”, dijo.

Ni aun siendo cierto el presunto enfrentamiento se exime de responsabilidad a los cuerpos de seguridad del Estado cuando se dejan de lado principios que rigen la actuación de policías y militares, entre ellos el uso progresivo y proporcional de la fuerza pública.

El miedo silencia

Lo curioso es que Landaeta es de los pocos casos que se atreve a dar su versión.  Según el informe de Proiuris denominado, Las Faes matan con patrocinio del Estado, el temor de los familiares a represalias por denunciar excesos en el uso de la fuerza pública contribuye a la falta de una versión alternativa a la oficial. “De las 139 notas registradas, solo en 12 se refiere la denuncia de algún familiar o testigo, lo que corresponde apenas a 8% de total monitoreado”, señala el informe.

Proiuris ha desarrollado una línea de investigación sobre las amenazas a los derechos a la integridad personal y a la vida en Venezuela. Como en otros casos recogidos por la ONG, la causa de la muerte del joven Landaeta fue shock hipovolémico por el impacto de un proyectil en el tórax. Se trata de una conclusión forense genérica, que no ofrece mayores detalles de interés criminalístico; una disminución intensa del volumen de sangre circulante en el cuerpo; es decir, una hemorragia aguda.

Esta repetida versión forense sobre las causas de muerte en casos de presuntas ejecuciones extrajudiciales sugiere que los cuerpos de seguridad del Estado disparan a matar, lo cual pone en entredicho el uso diferenciado, proporcional y progresivo de la fuerza letal.

Néstor Landaeta aseguró que su hijo no poseía antecedentes penales, ni tenía armas de fuego. “Dijeron que tenía una pistola. Él estaba en casa de un amigo cuando de repente entraron y lo mataron. Lo dejaron en el hospital de El Llanito completamente desnudo”, detalló.

Si tienes antecedentes te matan

Otra de las personas que perdió la vida durante ese operativo fue Gerard Torrealba. Según el testimonio de sus familiares, el joven iba camino a su casa a las 4:00 pm, cuando se desarrollaba el operativo de las FAES en la Zona 5 de José Félix Ribas, en el sector La Cañada. Los oficiales lo detuvieron y lo obligaron a ingresar a su casa, donde le dispararon en el pecho.

“Él nunca se enfrentó contra los funcionarios de las Faes, estaba llegado de su trabajo. Lo mataron y luego se lo llevaron al hospital Domingo Luciani sin vida”.

Los funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado están obligados por la ley a prestar primeros auxilios a los heridos y a procurar una atención lo más integral posible y sin demora. Sin embargo, en casi todos los casos las víctimas son ingresadas a los hospitales sin signos vitales.

Torrealba era técnico en computadora. Dejó tres hijos de 5 años, 3 años y 6 meses de edad. Cuando tenía 19 años de edad, fue detenido por el delito de robo, estuvo en prisión un año y luego se le dictó medida sustitutiva de privación de libertad. Durante dos años se presentó periódicamente ante el tribunal de la causa. “Gerard terminó su presentación. Cambió su vida y se dedicó a trabajar. De igual forma lo mataron por eso. En el barrio lo sabemos, si tienes antecedentes te matan”, sostuvo uno de los deudos.

N del R.: El caso relatado en esta nota es extraído del informe titulado Las Faes matan con patrocinio del Estado: Ejecuciones extrajudiciales en Venezuela, elaborado por la ONG Proiuris. Y disponible en este enlace

 

DDHH olvidados

DDHH olvidados | El enero en que todo cambió