Alimentos en Maracaibo registran incremento de 74% en quince días - Runrun
Alimentos en Maracaibo registran incremento de 74% en quince días
Una familia requiere de Bs. 50.410.860,66 para comprar los 21 alimentos básicos

De la primera a la segunda quincena de noviembre, la brecha entre los precios de los alimentos y el poder adquisitivo de los marabinos se amplió de manera exorbitante, alcanzando un incremento global de los precios de +74% durante este corto periodo.

Así lo evidenció la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez) en los resultados de su monitoreo efectuado entre los días 28 y 30 de noviembre en diversos establecimientos de ventas de alimentos de la capital zuliana, y que también reveló que una familia requiere de Bs. 50.410.860,66 para comprar los 21 alimentos básicos monitoreados por Codhez.

Esta suma de precios representa 12.602,72% del salario mínimo mensual vigente, que pese a la crisis palpable continúa siendo de Bs. 400.000,00, según su última actualización en Gaceta Oficial.

Divisas para comprar alimentos

En Maracaibo, la mayoría de los establecimientos de ventas de alimentos fijan sus precios conforme a la tasa de cambio promedio del dólar estadounidense del día. Incluso, en muchos de estos comercios los precios están marcados en los anaqueles en esta moneda.

En este contexto, Codhez resalta que hubo un incremento de la tasa de cambio promedio de +64% en solo 15 días, ubicándose en Bs/USD 1.090.763,36. En términos generales, la suma de 21 alimentos básicos del monitoreo que realiza la organización, equivale a USD 46,22, mientras que el salario mínimo se estima en USD 0,37.

Precios al doble

Todos los alimentos monitoreados mostraron incrementos de sus precios entre +52% y +102%. Para esta quincena, el precio promedio del corte de primera de carne de res se encontró en Bs. 4.355.364,67, registrando un aumento de más de 61% en comparación a la quincena pasada, y +542% por encima de su precio regulado. Por su parte, la costilla de res se ubicó en Bs. 2.031.691,27, con un alza de +72%.

Los incrementos del pollo y sus presentaciones no presentan mayores diferencias con los de la carne de res. En este sentido, los muslos de pollo incrementaron su precio en +71%, con un valor en el mercado de Bs. 2.790.066,83; mientras que las alitas de pollo aumentaron +57%, pues su precio promedio en esta segunda quincena fue de Bs. 2.371.932,00.

Los granos también experimentaron preocupantes alzas en sus precios. Las caraotas tienen un precio en el mercado de Bs. 2.774.040,76, +793% más que el precio regulado. Las arvejas, reguladas en Bs. 249.945,42, se ubicaron en Bs. 2.799.965,44, una diferencia de +1.020% respecto a la regulación.

El kilogramo de queso blanco semiduro alcanzó el valor de Bs. 3.965.347,00, es decir +102% más que hace quince días. En otras palabras, se requiere 991,34% del salario mínimo mensual para comprar un kilo.

La harina de maíz precocida se ubicó en Bs. 1.216.378,50 (+88%), y una diferencia con su precio regulado de +602% (Bs. 173.176,47). El precio de la pasta se elevó a Bs. 1.727.344,86 (+101%) y una diferencia con su precio regulado de +644% (Bs. 232.092,18).

Pan de jamón incomprable

Para cerrar este monitoreo, Codhez hizo seguimiento al precio de uno de los platos tradiciones de la época navideña, como es el pan de jamón.  Hace un año un pan de jamón costaba Bs. 305.549,69 (USD 5,89). En esta quincena ese precio se elevó +2.488,74%, ubicándose en Bs. 7.909.889,00 (USD 7,25), requiriéndose 1.977% del salario mínimo para su adquisición.

En vista de los resultados de este monitoreo de precios de alimentos en Maracaibo, para Codhez se confirman las razones de los altos índices de inseguridad alimentaria existentes en la ciudad, que someten a la población a estrategias de supervivencia para adquirir los alimentos.

“La inercia estatal ante este escenario produce que miles de familias estén sometidas a constantes sacrificios para subsistir”, destaca la organización de derechos humanos en su reporte. Por ello, establece que es urgente la atención inmediata y directa del Estado, mediante acciones puntuales con efectos a corto plazo para rescatar la salud y el bienestar físico de los ciudadanos, con especial consideración a los más vulnerables, así como medidas a mediano y a largo plazo que permitan el rescate de los índices de seguridad alimentaria en la región y su garantía de sostenimiento a lo largo del tiempo.