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DDHH olvidados | El Estado le falló a Niurka Camacho: murió esperando un trasplante de riñón
Niurka Camacho, de 15 años, fue paciente renal del hospital J. M. de los Ríos, en Caracas. Murió esperando un trasplante de riñón que nunca consiguió, a pesar de haber denunciado su caso ante la CIDH

@ValeriaPedicini 

Niurka Camacho tenía pocos días de haber cumplido los 15 años cuando falleció. El 26 de julio llevaba un vestido azul claro y una corona; días después, su corazón había dejado de latir. 

Era paciente renal del Hospital J.M. de los Ríos, el principal hospital pediátrico del país. Tenía ocho años cuando le dieron un diagnóstico que le cambió la vida a ella y a su familia para siempre: insuficiencia renal crónica en estado 5. 

Necesitaba un trasplante de riñón. 

Cuando la noticia llegó, no tuvieron opción: había que buscar la manera de ir a la capital para cuidar la salud de la muchacha. Así que lo vendieron todo, incluida la casa que tenían en Valle de la Pascua, en el estado Guárico, para mudarse a Caracas. 

Estaban solos, sin mucho dinero en el bolsillo. Ni un techo donde dormir, tampoco comida que les llenara el estómago. Pasaron varios días sin comer. Pero su padre no paraba ni un minuto para encontrar una solución: “Mi papá se movía a todos lados para conseguir trabajo para mi alimentación”. 

Un tío los ayudó a conseguir un alquiler cerca del hospital, ubicado en el centro de la ciudad, y así fue cómo se convirtió en paciente del servicio de Nefrología y empezaron las diálisis. Tres veces por semana para que unas máquinas hicieran lo que sus riñones ya no podían.

Para Niurka fue muy duro el cambio de ciudad porque los primeros años estuvieron separados del resto de sus hermanos. A los dos años de haber empezado con la diálisis fue que su madre pudo llevar al resto de sus hijos a la capital. 

Como paciente del J.M de los Ríos, Niurka lo vivió todo. Las máquinas de diálisis comenzaron a presentar fallas y los insumos a escasear. “Todos los días se están dañando. Las arreglan y se vuelven a dañar. No hay insumos, ni los concentrados, ni guantes, ni nada para poder dializar”, expresó la muchacha en el último mensaje que ofreció públicamente antes de su fallecimiento y que fue difundido por la organización Prepara Familia.

Una vez, en el hospital no había catéter de sus medidas y le pusieron uno vencido. “Duraba un año y al cumplir un año se me rompió el catéter”. La escasez de insumos era lo habitual en el pediátrico. No hay yelcos, no hay insumos, nada, ni guantes, para podernos dializar”, expresó también Niurka en el video. 

No es la única

Ver morir a los compañeros es de las situaciones más dolorosas de los pacientes que están a la espera de un trasplante. En lo que va de año, 14 niños del J.M. de los Ríos han fallecido por esa razón. En tres años, han muerto 58 niños, según explicó  Lucila Cárdenas de Velutini, encargada de las relaciones institucionales de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela.

El programa de trasplantes está suspendido desde junio de 2017, luego de que le fuera quitada la competencia a la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv) en 2014 y fuera pasada a Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Fundavene), adscrita al Ministerio de Salud.

Fundavene habría notificado a los distintos centros de trasplante que el programa se suspendería tres meses por falla de inductores y medicamentos inmunosupresores para las personas trasplantadas. Pero hasta la fecha siguen sin reactivarlos. 

Nicolás Maduro culpa a las sanciones de Estados Unidos, pero cuando eso ocurrió, las sanciones no existían. Sin embargo, para esta fecha no existían las sanciones. 

Tras la suspensión del programa de trasplantes en 2017, las organizaciones Cecodap y Prepara Familia introdujeron ante la CIDH una solicitud para la adopción de medidas cautelares para los niños del Servicio de Nefrología del Hospital J. M. de los Ríos.

La CIDH respondió. El 21 de febrero de 2018, la CIDH otorgó las medidas cautelares. 

El servicio de Nefrología del J. M. de los Ríos fue el primero en recibir medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el año 2018, luego de que las organizaciones Prepara Familia y Cecodap presentaron un informe documentando el desabastecimiento de medicamentos, la crisis de infraestructura y los brotes infecciosos en el hospital.

Al año siguiente solicitaron una extensión de las medidas cautelares para 13 servicios más del pediátrico, debido a la precariedad en la atención de los niños y niñas hospitalizados. La CIDH volvió a responder y mediante una resolución en 2019 incluyó los servicios de Cardiología, Hematología, Neumonología, Medicina 2, Medicina 3, Anatomía Patológica, Centro de Lactancia, Consulta Externa y Triaje, Neurocirugía Pediátrica, Pediatría Integral, Nutrición, Medicina de Adolescentes y Neurología Pediátrica.

Pero el gobierno de Nicolás Maduro no ha prestado atención a las denuncias de las víctimas y sigue sin garantizar el derecho a la salud de los niños mientras la cifra de fallecidos no para de aumentar. 

Según estimaciones de la Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (Ontv), por lo menos 150 niños, niñas y adolescentes pudieran haber recibido un trasplante si la procura de órganos siguiera activa.

El Estado no hizo nada

Niurka Camacho denunció la crisis que viven los pacientes renales en Venezuela. El 30 de junio, participó en una sesión de la CIDH para exponer la situación que enfrentan los pacientes crónicos y pedía que se reactivaran los trasplantes.

“En el hospital ha sido muy difícil porque he visto a muchos compañeros falleciendo esperando un trasplante. Es difícil para mí porque yo no quiero que me pase lo mismo por la espera de un trasplante, y por eso pido que reactiven los trasplantes. Que por favor se haga algo, quiero una mejor calidad de vida”, dijo Niurka frente a las cámaras.

Niurka Camacho falleció el 3 de agosto de 2021 sin haber recibido un trasplante de riñón ni tampoco una respuesta del Estado venezolano. 

“El Estado ha incumplido su deber de garantizar el derecho a la salud y la vida. Hay demasiadas vulneraciones. Por eso estamos luchando porque se reactiven los trasplantes en condiciones seguras y se indemnice a las familias”, expresó Katherine Martínez, presidenta de la organización Prepara Familia.