Protestas 2017 | Fabián Urbina: cuando la GNB empuñó una pistola contra los manifestantes
Protestas 2017 | Fabián Urbina: cuando la GNB empuñó una pistola contra los manifestantes

“Venezuela, estoy seguro de que todo esto valdrá la pena. ¡Pronto serás de nuevo tierra libre donde cada uno de nosotros podremos vivir como hemos soñado durante 18 años!”

El 12 de junio de 2017, Fabián Alfonso Urbina Barrios, de 17 años, escribió esa frase en su perfil de Facebook. Siete días después un Guardia Nacional desenfundó su arma y le disparó directamente al pecho. Fabián, quien estudiaba tercer semestre de Publicidad y Mercadeo en el Instituto Universitario de Tecnología Antonio Ricaurte, fue asesinado durante las protestas de 2017. Él es otra de las víctimas que aún no tiene justicia.

Era lunes 19 de junio. La oposición había convocado a participar en “La Toma de Caracas”, una marcha que tenía como destino final la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE), al oeste de la capital, para rechazar la elección de una asamblea nacional constituyente (ANC) convocada por el gobierno de Nicolás Maduro.

“Ese lunes a las seis de la mañana, Fabián ya estaba listo para encontrarse con sus compañeros y salir a Caracas. Vestía jeans, franela, una gorra y un suéter. Llevaba en su morral una botella de agua y unos guantes de cuero para agarrar las bombas lacrimógenas y no quemarse las manos”, recordó Iván Urbina, su padre.

Aunque en esa fecha Fabián tenía un examen en la universidad, prefirió faltar a su prueba académica antes que a la manifestación, que consideraba un compromiso con su país. “No pude hacer nada para retenerlo”, dijo Iván.

Fabián estuvo activo durante los primeros 80 días de protesta hasta que, en el mes de abril, le fracturaron un brazo con una bomba lacrimógena, una lesión que ameritó una intervención quirúrgica. Sin embargo, a los pocos días y con una recuperación incompleta, siguió participando en las manifestaciones.

Como era costumbre, ese lunes 19 los manifestantes no lograron avanzar más allá del Distribuidor Altamira, al este de Caracas. Funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana hicieron retroceder la marcha con bombas lacrimógenas, perdigones, metras de metal, la ballena y armas de fuego.

A la una de la tarde, medios de comunicación ya informaban de la fuerte arremetida de los funcionarios castrenses y del uso indiscriminado de bombas lacrimógenas para dispersar la concentración. Todo para evitar que los marchistas llegaran al CNE.

 

 

 

Hora y media después, la represión continuaba pese a que varios jóvenes tocaban instrumentos musicales para apoyar y pacificar la manifestación. Debido a la intensidad de las acciones de las fuerzas de seguridad del Estado, algunos ciudadanos se dispersaron hacia la avenida principal de Las Mercedes, mientras que otros buscaron refugio en zonas aledañas.

 

 

Fabián, en cambio, se quedó en Altamira con varias decenas de muchachos de la Resistencia. En un video quedó registrado cómo los jóvenes que se mantenían en el puente del distribuidor de la autopista Francisco Fajardo se defendían con piedras y palos del ataque con bombas lacrimógenas. Aunque llovía y el pavimento estaba mojado, nada detenía la trifulca. De repente, los efectivos militares comenzaron a huir y los muchachos a perseguirlos. En ese momento un GNB se volteó, desenfundó y accionó un arma de fuego en contra de la manifestación; algunos se defendieron de la arremetida con los escudos, cinco resultaron heridos.

Cuando eran aproximadamente las 4:00 pm se volvió viral en las redes sociales la noticia de que un joven de 17 años había fallecido en la Clínica El Ávila de Altamira, después de recibir un disparo. Era Fabián.

 

 

 

“Como a las 5:00 pm un primo me llamó y me dijo que lo contactó la Clínica El Ávila para decirle que necesitaban a un representante de Fabián Urbina. Cuando yo me comunico con la clínica, ellos me dicen que Fabián estaba muy mal, pero en ningún momento me dijeron qué tenía. Yo ya sabía que mi hijo estaba muerto”, comentó el padre de Fabián. “La intención de la guardia era matar y eso fue lo que hicieron con mi hijo’”, concluyó.

Cuando Iván Urbina llegó a Caracas alrededor de las 8:00 pm, su hijo había sido trasladado a la Morgue de Bello Monte para hacerle la autopsia. El padre recordó que el proceso para la entrega del cuerpo fue rápido.

Durante “La Toma de Caracas” en Altamira, al menos cinco personas resultaron heridas de bala. Salud Baruta reportó no menos de 90 lesionados, mientras que Salud Chacao registró 27. Jóvenes con heridas de perdigones, politraumatismos y asfixias eran las urgencias en esos centros de salud.

Fabián no solo era estudiante de publicidad, se inclinaba mucho por las letras y tenía un blog CONTINUAL MIND, donde escribía textos motivacionales. Sus ideas se centraban en vivir plenamente, disfrutar la vida porque era muy corta y ser feliz a pesar de las dificultades.

 

 

A post shared by Fabian Urbina (@demenciado) on

 

A post shared by Fabian Urbina (@demenciado) on

 

A Fabián le preocupaba mucho la situación país y así lo dejaba ver en su blog. Aunque en sus textos comentaba que el país estaba en crisis, también alentaba a salir adelante. “Era de esos jóvenes que querían seguir, desarrollarse y prosperar en Venezuela”, dijo su papá.

 

 

A un año sin Fabián

“La vida sin Fabián no ha sido fácil. Yo te puedo asegurar que mi esposa todos los días lo llora (…), es un dolor que no ha podido superar”, comentó el padre.

Para Iván, el gobierno no solo le arrebató a su hijo varón, sino que también le quitó a su hija Gabriela, porque después del asesinato ella sintió mucho miedo y decidió irse del país. “Ahorita estamos solos mi esposa y yo. Ni siquiera hay justicia para decir que no tengo a mi hijo pero por lo menos el culpable está preso”, apuntó con voz quebrada.

Para Aurys García, amiga inseparable de Fabián, este año ha sido muy duro no tenerlo, porque era el “psicólogo’ de todos sus amigos. “Fabián era único. No solo asesinaron a un excelente ser humano, asesinaron al pilar de una familia. A Fabián nunca lo hemos olvidado y la sociedad venezolana no debería olvidarse de él, ni de Neomar, ni de Pernalete”.

Aurys recuerda una frase de Fabián cada vez que está decaída: “Dejemos de aferrarnos a los efímero y comencemos a vivir en libertad con lo eterno”. En esas palabras, consigue consuelo.

Los responsables del asesinato

El uso de armas de fuego para el control de las manifestaciones es ilegal según el artículo 68 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: “Se prohíbe el uso de armas de fuego y de sustancias tóxicas en el control de manifestaciones”.

Además de ignorar el artículo antes mencionado, durante las protestas se violaron al menos dos apartados más. Entre ellos, el artículo 2, el cual establece que en Venezuela se respeta el derecho a la vida, la libertad y la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

Otro irrespeto a la Constitución se cristaliza con el artículo 43, que sentencia que “el derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna para aplicarla”.

Pero, violando la norma constitucional, el 27 de enero del año 2015 Vladimir Padrino López, ministro de Interior, Justicia y Paz, firmó la resolución 008610, en la que se permite el uso de armas de fuego para el control de manifestaciones.

Sobre este decreto el artículo 25 de la Constitución aclara que todo acto del Poder Público que viole los derechos garantizados por la Constitución y la ley, es nulo y que dicha actuación incurre en responsabilidades penales, administrativas o civiles, según sea el caso.

En el artículo 29, la violación a los derechos humanos y los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles y deben ser investigados y juzgados por tribunales ordinarios y excluidos de beneficios como el indulto o la amnistía.

Aunque todos los atropellos quedaron registrados en videos y los victimarios de Fabián están plenamente identificados, estos no han sido juzgados. “El caso está estancado, aún no se ha realizado la audiencia preliminar pues ha sido diferida siete veces”, comentó Iván Urbina.

Iván señaló que los guardias que dispararon están detenidos en una comandancia del DGCIM en Boleíta, Caracas. Pero eso no le basta: “Yo hasta que no vea que a esos tres guardias no sean juzgados, para mí no habrá justicia”.

Para el padre de Fabián Urbina, el gobierno está jugando al olvido con los asesinatos de las protestas de 2017. “Casos como el de mi hijo, el de Vallenilla, el de Neomar Lander y el de Pernalete también están estancados (…) Es muy lamentable que algo como esto vuelva a suceder solo porque la sociedad se olvidó de las protestas del año 2017”, lamentó.

Este 19 de junio, cuando se cumplió un año del asesinato de Fabián Urbina, estaba pautada por octava vez la audiencia. “No sabemos si fue casual, a propósito o algo divino, pero ojalá que se haga justicia justo cuando mi hijo cumple un año de muerto”, esperaba el padre.

Aunque la audiencia estaba programada para las 11:00 am, se conoció que el juez de la causa volvió a diferirla una vez más por falta de traslados para los indiciados. La nueva audiencia quedó fijada para el 19 de julio.

Como la misa no pudo realizarse el 19, cuando correspondía, para honrar su memoria, los familiares de Fabián Urbina organizaron una ceremonia eclesiástica el próximo sábado 23 de junio a las 5:00 pm en la Parroquia San Judas Tadeo en las Acacias, Maracay.

@yeannalyfermin