“El Estado comunal excluye a la mitad de la población”
“El Estado comunal excluye a la mitad de la población”

 

La creación del Estado comunal cuenta con conductor, infraestructura y recursos. La designación de Elías Jaua como vicepresidente de Desarrollo del Socialismo Territorial constituye un giro estratégico y táctico para derrocar el “Estado burgués” o representativo; es decir, imponer el socialismo desde las comunas, controladas por el PSUV.

El presidente Nicolás Maduro escogió a Jaua por su formación marxista, su paso por el Partido Revolucionario de Trabajadores y por Bandera Roja, para construir el entramado comunal con la ayuda de cuatro ministerios clave: Comunas, Vivienda, Hábitat y Ecosocialismo, Transporte Terrestre y Obras Públicas y Energía Eléctrica.

El Ministerio de las Comunas registra hasta la fecha 803 comunas y 43.255 consejos comunales en todo el país para empezar el trabajo de Jaua.

“El socialismo territorial debe incluir la felicidad integral de las personas; es la felicidad hecha comunidad, hecha ser humano”, dijo Maduro ayer en Ciudad Tiuna, donde entregó 760 viviendas.

Jaua explicó luego cuál sería su plan en la vicepresidencia: “Las comunas forman parte de la esencia de nuestra revolución y en ese territorio vamos a construir el socialismo, pero para avanzar no pueden ser decretadas ni impuestas, sino creadas desde la sociedad en función de los tiempos y las realidades de cada región”.

Objetivo: liquidar

El Estado comunal es visto con reservas porque excluye a quienes no militan en el PSUV. “La instancia reproduce un modelo de inclusión excluyente porque ignora a quienes difieren de la ideología socialista; es decir, la mitad de la población, si se revisan los últimos resultados electorales”, dice la articulista de Aporrea María Pilar García-Guadilla. “El financiamiento de los proyectos productivos pasa por el aparato político-ideológico (el PSUV), correa transmisora de las prebendas. Y en las asambleas solo serán reconocidos como interlocutores con el Estado las comunas socialistas”.

Aunque apoya al gobierno duda del carácter constitucional del Estado comunal y su viabilidad, debido a la heterogeneidad ideológica de consejos comunales u organizaciones.

Advirtió que las federaciones, confederaciones y ciudades comunales traspasarían las barreras de parroquias, municipios y estados, lo cual rompería la división políticoterritorial establecida en la Constitución.

El diputado del PSUV Eduardo Piñate confirmó que la designación de Jaua, así como la del nuevo gabinete, no fue casual y responde a objetivos claros: “No hubo cambios de nombres, no es maquillaje, hay una concepción política del deber ser de la vicepresidencia de desarrollo socialista”.

El exviceministro de Planificación Roland Denis reconoce que el objetivo es controlar las bases, no darle poder al pueblo: “El modelo corporativo-burocrático se conserva en gran parte, incluso se profundiza cuando vemos la concepción de la relación entre gobierno y poder popular (al estilo modelo cubano sin revolución): el gobierno intenta atrapar por entero las dinámicas de base, como desde hace 10 años”.

El alcalde de El Hatillo, David Smolanski, alertó que Jaua busca eliminar las gobernaciones y las alcaldías.

En el PSUV traban al poder popular

El secretario general de PPT, Rafael Uzcátegui, niega que se eliminen las gobernaciones y alcaldías, pues, adujo, cualquier cambio obliga a modificar la carta magna: “Los estados y municipios, así como sus autoridades, tienen rango legal y constitucional, por lo que no pueden desaparecer por decreto”.

Uzcátegui exhortó a Jaua, si desea colocar las bases del Estado comunal, a investigar por qué los gobernadores y alcaldes no constituyen los Consejos Locales de Planificación: “Esos son los espacios reales de participación, de socialización del poder, pero ignoradas o en algunos casos trampeadas por los gobernadores y alcaldes para no permitir el poder popular. Algunos gobernadores y alcaldes del PSUV se enamoraron del poder y no ceden espacios a las comunidades”.

Hernán Lugo-Galicia

El Nacional