Clima21: Fallas para prevenir, mitigar y atender desastres naturales son una violación a los DDHH - Runrun
Clima21: Fallas para prevenir, mitigar y atender desastres naturales son una violación a los DDHH
 Un espeso velo de «silencio y olvido» impide conocer  los efectos de eventos meteorológicos y climáticos extremos en Venezuela, lo que aumenta la vulnerabilidad de la población e imposibilita que se puedan tomar acciones para mejorar la gestión de riesgos de desastres, alerta Clima21
Más de la mitad de la población venezolana (52,33%) está expuesta a inundaciones y aludes torrenciales o deslaves
«Muchos venezolanos viven en un escenario extremo de una sociedad del riesgo cuyo centro es el miedo, en este caso, a que un evento meteorológico adverso arrase sus proyectos de vida, e incluso, sus vidas y las de sus familiares», lamenta Clima21
Venezuela no cuenta con un sistema oficial y público de monitoreo operacional de las sequías, aunque estas se agravarán con el cambio climático e inciden en la producción agrícola, suministro de agua y la producción hidroeléctrica
Venezuela es el único país de América del Sur que no cuenta con un plan nacional de adaptación al cambio climático, o algún instrumento similar

 

 

En 2022 se reportaron casi un centenar de muertes por inundaciones y deslizamientos en el país, 14.000 viviendas resultaron afectadas y al menos 70.000 personas sufrieron las consecuencias de estos hechos.

Así lo revela el informe  «Derechos humanos y gestión de desastres en Venezuela: Una historia de silencios, olvidos y omisiones» que presentó la organización no gubernamental Clima21 a mediados de enero de 2023.

La ONG alerta que los efectos del cambio climático pueden agravar la situación de inundaciones, derrumbes, deslaves o sequías en Venezuela.

También, denuncia que un «espeso velo de silencio y olvido» impide conocer con precisión los efectos de estos eventos, lo que imposibilita que se puedan tomar acciones para mejorar la gestión de riesgos de desastres en Venezuela.

A continuación, en formato de claves, los hallazgos más importantes de este trabajo

 

Violación de derechos humanos

Clima21 indica que aunque el gobierno impulsó el desarrollo de una institucionalidad para la gestión de riesgo de desastres, eso se ha visto obstaculizado por distintos problemas.

Ello hace que no se puedan implementar respuestas  «pertinentes, oportunas y eficientes» para «prever, mitigar y atender las situaciones provocadas por los eventos extremos».

Denuncian que Venezuela es el único país de América del Sur que no cuenta con un plan nacional de adaptación al cambio climático, o algún instrumento similar.

Tampoco posee nuestro país un marco de derechos humanos que oriente las acciones dirigidas «al cumplimento de las obligaciones legales nacionales e internacionales del Estado en materia de gestión de riesgo de desastre (GRD) y cambio climático».

La organización precisa que las fuentes oficiales contabilizaron la muerte de 82 personas solo entre octubre-noviembre de 2022 y cerca de 26.000 damnificados en el contexto de un fuerte período de lluvias potenciado por «La Niña».

«A pesar de lo delicado de la situación, no hay información pública adecuada, ni suficientes datos sobre las causas de la misma, sus consecuencias sobre las personas, comunidades e infraestructuras prioritarias; tampoco sobre las acciones para proteger a la ciudanía de estas situaciones. Es claro que este contexto se puede agravar pudiendo obstaculizar la recuperación económica del país y generar mayores violaciones a los derechos humanos de la población», advierten.

Por lo anterior, concluyen que existe un «patrón sistemático de violación de los derechos humanos de la población» en materia de gestión de riesgos. 

«En este contexto, muchos venezolanos viven en un escenario extremo de una sociedad del riesgo cuyo centro es el miedo, en este caso, a que un evento meteorológico adverso arrase sus proyectos de vida, e incluso, sus vidas y las de sus familiares», lamentan.

 

Buena cantidad de la población expuesta a altas inundaciones, aludes torrenciales o deslaves

Clima21 se basó en diversos estudios para afirmar que los fenómenos que han causado más desastres naturales en Venezuela son los  hidrometeorológicos (tormentas, lluvias
extremas, inundaciones, etc.) y los movimientos de masa (deslizamientos, derrumbes, deslaves, etc.) 

Esas investigaciones señalan que las zonas del país más afectadas por este tipo de fenómenos son Distrito Capital, Miranda, Zulia, Aragua, Carabobo, Mérida, La Guaira (previamente Vargas), Anzoátegui, Apure y Lara.

Además, menciona que 28% del territorio nacional se halla expuesto a un «alto potencial de inundación». De igual forma, 52,33% de la población venezolana está expuesta a
inundaciones y aludes torrenciales o deslaves.

Estos datos los extraen de una investigación especial que hizo el periodista de Runrun.es, Joshua De Freitas, quien mencionó en dicho trabajo que el Estado venezolano tenía documentos que alertaban sobre los desastres en la Cordillera de la Costa.

En el texto se comentó que existía un «Atlas Nacional de Exposición frente a Amenazas Naturales y Tecnológicas», un documento público –en teoría– elaborado en 2016 que nunca salió a la luz.

Ese fue el informe en el que se concluyó que «28% (del territorio) de Venezuela era vulnerable a un «alto potencial de inundación», casi 256.604,6 kilómetros cuadrados y que cerca de 14.478.431 de habitantes (52,33% de la población) estaba expuesta a inundaciones, aludes torrenciales o deslaves.

 

Al menos 50 eventos de inundaciones y movimientos de masa en 2022

En la revisión de noticias que hizo Clima21 se constató que en 2022 se registraron al menos 50 eventos de inundaciones y movimientos de masas que afectaron a 17 de las 23 entidades federales del país. 

Además de mencionar los eventos más impactantes en ese sentido (la tragedia en Las Tejerías y en El Castaño) Clima21 mencionó las inundaciones producidas por el crecimiento
del Lago de Valencia.

Esta situación ha afectado en los últimos años a zonas urbanas y terrenos agrícolas al sur de Maracay, con el resultado de más de 4.000 familias afectadas y 9.000 hectáreas de campos agrícolas anegadas. 

 

Sequías sin monitoreo

La ONG advierte que aunque la sequía incide sobre la producción agrícola, el suministro de agua y la producción hidroeléctrica, no hay un sistema oficial y público de monitoreo operacional del fenómeno.

Asimismo, alertaron que es esperable que las sequías aumenten en el futuro como consecuencia del cambio climático.

 

Grupos más vulnerables a los impactos de los desastres

El informe destaca que en el país se desconoce cómo impactan las emergencias y desastres en población especialmente vulnerable como niños y niñas, mujeres y personas
con discapacidad.

Resaltan que la «amplia mayoría» de las personas afectadas por desastres que sufrieron pérdidas totales de sus casas y pertenencias o cuyos medios de vida resultaron dañados «fueron personas y comunidades de bajos recursos económicos».

Además de que estas familias tienen menor capacidad para recuperarse de los impactos de los desastres, son revictimizadas: «Frecuentemente, se les acusa de ser responsables de su propia desgracia, ya que ocupan zonas de riesgo», lamentan en el documento.

Clima21 recuerda que las personas que construyen en zonas de riesgo lo hacen como consecuencia de «dinámicas urbanas de despojo, segregación y fragmentación»: «Los grupos de bajos recursos son desplazados a los terrenos con limitaciones de uso y de menor valor», agregan. 

 

Desplazamiento de comunidades indígenas por las inundaciones

El informe recoge que unas 9.600 familias de indígenas wayúu fueron afectadas por las inundaciones en 2022 y que en la península de La Guajira, sus habitantes han sufrido períodos de inundaciones intercalados con períodos de sequías extremas.

Al respecto, precisan que la sequía, cuando es prolongada, trae efectos «graves» sobre la seguridad alimentaria de sus habitantes, «al destruir los cultivos y matar a los animales de los cuales depende su dieta».

Informaciones publicadas por medios y por el Observatorio de Ecología Política, que cita Clima21, dan cuenta de que algunas poblaciones indígenas tuvieron que desplazarse fuera de sus comunidades por inundaciones, en algunos casos, sin posibilidades de retornar a las mismas.

Recomendaciones para proteger a la población frente a riesgos del cambio climático

Entre las sugerencias de Clima21 para proteger de forma «efectiva» a la población frente a los riesgos de desastres en el contexto del cambio climático se encuentran:

  • El establecimiento de políticas nacionales integradas de gestión de riesgos de desastres y adaptación al cambio climático.
  • La reinstitucionalización y fortalecimiento técnico de las instituciones competentes en estos temas.
  • El establecimientos de políticas de acceso a la información y la participación.
  • La creación de una cultura de prevención a través de la implementación de programas educativos sobre gestión de riesgo de desastre y cambio climático en todos los niveles y modalidades educativas.
  • La incorporación efectiva del enfoque de derechos a todos los procesos y actividades que se realicen en materia de GDR y adaptación al cambio climático.

Acá puede ver el informe completo: Informe-05-Desastre-Clima-21