
El proceso judicial de Franklin Caldera Martínez ha sido complicado. Su padre aseguró en entrevista con Runrun.es que está “viciado”, porque en Venezuela “el sistema judicial está en manos del régimen”
Franklin Caldera, padre del primer teniente Franklin Caldera Martínez, preso político desde el 2021, denunció las torturas que ha sufrido su hijo ante el Consejo de DDHH de la ONU.
A propósito del 52 período de sesiones del Consejo, el señor Caldera detalló que su hijo fue víctima de violación de DDHH por parte de los funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).
Caldera precisó que su hijo ha sufrido episodios de torturas físicas y psicológicas, además de estar privado de su libertad en un lugar en el que sus garantías fundamentales no se están respetando.
En ese sentido, instó a que se rechazara el Proyecto de Ley con el que se busca controlar y vulnerar la libre asociación en el país.
La persecución contra el joven primer teniente inició cuando apareció junto a otros militares en un manifiesto público contra Nicolás Maduro, después que desertó en 2019. Esto también ocurrió con su familia.
De acuerdo con una nota de prensa de Defiende Venezuela, la primera víctima fue su hermana, quien también era militar y teniente; sufrió abusos psicológicos, verbales y físicos.
Caldera Martínez apareció nuevamente en la «Operación Aurora», una rebelión militar integrada por un puñado de oficiales que tenía como objetivo proteger a los indígenas.
A principios de 2020, Caldera Martínez viajó al Norte de Santander para encontrarse con su pequeño hijo; pero efectivos del Dgcim lo detuvieron de forma arbitraria.
Después de ser detenido, lo trasladaron a Caracas, en donde fue víctima de torturas físicas y psicológicas. En 2021, fue trasladado al centro de detención militar “Ramo Verde”. Desde allí comenzaría su juicio sin poder acceder a una defensa personal.
Un proceso «viciado»
El proceso judicial de Franklin Caldera Martínez ha sido complicado. Su padre aseguró en entrevista con Runrun.es que está “viciado”, porque en Venezuela “el sistema judicial está en manos del régimen”.
“A eso se le suma que hay un juez que desde el principio lo amenazó de que se iba a pudrir en la cárcel. Al juez Maximino Márquez yo lo denuncié ante la Fiscalía de Derechos Humanos de Venezuela por la situación arbitraria en la que él trató a mi hijo”, dijo.
“Siempre hay una excusa para retardar el proceso y peor aún, a ellos los ponen en esas condiciones tan infrahumanas con esas cloacas negras dentro de las cárceles y también le prohíben que le lleven comida mientras ellos los tienen en los tribunales”, añade el padre.