La salud de Jonathan Bravo, adolescente de 17 años con TDAH detenido el 11 de enero en Coro, estado Falcón, sigue en deterioro y su madre, Francys Palencia, clama que su hijo reciba atención médica especializada acorde al trastorno que padece.
En declaraciones concedidas a Runrun.es, la señora Palencia denunció que desde su detención, el adolescente ha sufrido infecciones, fiebre, dolor abdominal, estreñimiento y una profunda crisis emocional, todo esto sin recibir atención médica especializada.
“Como madre de Jonathan Bravo Palencia me siento profundamente preocupada por las condiciones médicas que hoy presenta mi hijo, Ahora no solo lucha con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y tics motores sino también con una serie de infecciones que se han desatado en su organismo, causadas por muchos factores, entre ellos tenemos la insalubridad y el estrés”, declaró la madre del adolescente.
Palencia recordó que todo comenzó el 11 de enero de 2025, cuando hombres encapuchados armados irrumpieron en su casa sin orden judicial. “Lo arrancaron a empujones bajo amenazas de muerte, mientras su hermana de 9 años, en ropa interior, temblaba en su cama. Se lo llevaron como terrorista”, denunció.
“¡Aquí lo torturan con incertidumbre!”
La madre del adolescente criticó que en el lugar de reclusión lo ven como un joven “normal”, a pesar de su condición de TDAH, sobre la cual aclaró que “no es un retraso mental”. Destacó que su hijo es inteligente, “pero su cerebro tiene frenos rotos: hiperactividad, impulsividad, dificultad para concentrarse. Los tics motores (desde los 12 años) son sacudidas involuntarias que empeoran con el estrés. ¡Y aquí lo torturan con incertidumbre!”, denunció.
“¿Cómo puede ser normal que lleve 5 meses con absceso ocular, axilar, supurando? ¿O que su faringitis le impida tragar? ¿Es normal tos persistente? ¿Normal que su corazón se dispare (taquicardia) mientras su presión arterial se desploma? ¿Normal que repita: ‘Mamá, estoy ansioso, no duermo, tengo pesadillas y pensamientos suicidas, No soporto estar aquí'”, relató su progenitora.
Jonathan fue un estudiante que superó obstáculos “con terapias y amor”, destaca su madre. Hoy, advierte, tiene su rostro lleno de acné producto de un estrés causado por el encierro y la “posible activación del virus de Epstein-Barr (VEB)”, virus que le fue diagnosticado a los 16 años y se activa bajo estrés.
“Su sistema inmunológico está alterado”
En la última visita que Palencia le hizo a su hijo el pasado 7 de junio lo encontró con dolor abdominal y estreñimiento. A las 11 de la mañana de ese día llevaba 12 horas con el malestar y sin recibir asistencia médica.
“Su sistema inmunológico está alterado: fiebres repentinas, infecciones frecuentes, insomnio que lo tiene al borde de la locura. El TDAH lo hunde en una ansiedad que acelera su taquicardia hasta el peligro. Pero aquí no ven discapacidad neurológica: ven un ‘muchacho sano’. ¡Mienten! Su depresión es tan profunda que habla de suicidio”, alertó la madre del adolescente.

En un video que la señora Palencia hizo llegar a esta redacción, también recordó que en reiteradas ocasiones ha denunciado ante la Defensoría Pública, Ministerio Público, Defensoría del Pueblo y redes sociales el deteriorado estado de salud del adolescente, pero solo ha sido valorado “por el médico de la entidad que solo dice que él está normal, tanto mental como integralmente”.
“Que mi hijo haya intentado suicidarse y tenga insomnio, tenga ansiedad, pesadillas y depresión (…) ¿Está bien mentalmente? No. Ese muchacho lo parí yo y he lidiado con él desde los cinco años con el TDAH”, añadió.
Ante esa situación, Palencia pide que no haya amedrentamientos contra su hijo en su lugar de reclusión y respeto a sus derechos humanos “que se los han vulnerado desde el mismo momento que entraron a mi casa unos policías a llevárselo, ellos son los que tienen que estar presos, no mi hijo”, dijo.
Por último, alertó que al adolescente “lo están mandando a grabar un video diciendo que él está bien y que no ha sido maltratado”. Ella no quiere que su hijo tenga que grabar videos porque en varias ocasiones ha pedido que lo vea un médico especialista. Recordó que en una de las audiencias se le solicitó un informe médico y no que el joven grabara algún video.
“Mi hijo no va a decir jamás lo que pasa o lo que le ha pasado a él en la Entidad de Varones. Yo, bajo estas situaciones, le exijo al Ministerio Público ya que mi hijo salga en libertad”, finalizó la preocupada madre.
La responsabilidad del Estado en garantizar la salud
Cabe recordar que las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, también conocidas como Reglas Nelson Mandela, establecen que el Estado es responsable de proporcionar servicios médicos a los reclusos, y de asegurarse que reciban una atención “de calidad” comparable a la disponible en la comunidad.
Además, la regla 109, en sus tres puntos, establece que no deben permanecer en prisión las personas a quienes no se
considere penalmente responsables o a quienes se diagnostique una discapacidad o enfermedad mental grave, “cuyo estado pudiera agravarse en prisión.
El punto c de la regla 30 además indica que un médico o profesional competente debe evaluar a los reclusos y detectar “todo indicio de estrés psicológico o de otra índole causado por la reclusión, incluidos el riesgo de suicidio o autolesión”, así como aplicar todas las medidas o tratamientos individualizados que corresponda.
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