El silencio: un arma poderosa - Runrun
Armando Martini Pietri Nov 17, 2022 | Actualizado hace 2 meses
El silencio: un arma poderosa
El estruendo del exterior nos aleja de la realidad interior. El silencio es lo que ayuda a encontrar esa calma interna en el tumulto de la vida cotidiana

 

@ArmandoMartini

El silencio es donde Dios espera para que lo escuchemos, en lugar de oír nuestra propia voz. “El habla es plata, el silencio oro”. ¿Cuál es el significado del aforismo? El mutismo, a veces, es más elocuente que el dialecto. No es solo la ausencia de ruido, sino que expresa algo esencial. A menudo, la mudez es más reveladora y tiene mayor poder que las palabras, en especial, cuando se trata de indescriptibles.

Puede significar paz, armonía, sosiego, aburrimiento y mucho miedo. Algunos temen silencios incómodos, incluso paralizantes. Experimentan vacíos agonizantes, como no-ser. Para otros, es arte, riqueza esperada. Está en el corazón de la felicidad que buscamos y puede ser poderoso. Emerge la verdadera reflexión, para volver a enfocarse. Es también un arma formidable. Clave para el carisma: es importante saber hablar, pero saber callar lo es aun más.

El hablador es como vasija vacía. El silencio revela algo profundo y sobrio sobre el carácter de quien sabe escuchar. En presencia de otros, ahorra discurso, y no pronuncies frases innecesarias. La elocuencia no debe confundirse con grandilocuencia. Prosopopeya es solo caricatura de facundia. Hablar en demasía quita peso a lo que expresamos, esfuma el misterio, desaparece el atractivo y el encanto se desvanece. Como una dama que nunca se deja ver por completo. Se distingue por su silencio.

No revelar todo es cualidad que se aprende. Es mejor guardar silencio sobre la vida privada, porque puede ser fuente inagotable de inconvenientes. Hay que mantener la discreción, ya que nunca podrás predecir lo que otros harán con la información.

La sabiduría del silencio

La principal fuente de problemas en la vida no es el trabajo o dinero, sino las relaciones con los demás. Encontrar la distancia adecuada es condición para vivir en armonía. La mejor manera de lograrlo es no hablar demasiado de ti mismo, no dejar ver todo lo que piensas y mantener reserva en tus palabras hace que las relaciones se vuelvan ligeras, simples y agradables.

El estruendo del exterior nos aleja de la realidad interior. El silencio es lo que ayuda a encontrar esa calma interna en el tumulto de la vida cotidiana. Es a través de él que volvemos a nosotros, descubrir quiénes somos y qué realmente queremos. Aporta tranquilidad, y la soledad recarga. Valorar la propia compañía es un momento privilegiado, no un castigo. Hay tanto que se puede lograr en aislamiento: leer, meditar, pensar. El silencio es respeto por la unidad lingüística.

Los moderados usan la palabra con benevolencia, incluso si eso significa estar en silencio. El autocontrol es la cualidad de un individuo que es grande por dentro. Nadie puede hacer daño sin consentimiento. La callada indiferencia ante ataques son el peor desprecio; y cuando se percaten de que no pueden intimidar, las agresiones se detendrán. Perder el autocontrol nunca conducirá a nada positivo. El silencio es responder inteligentemente. Es allí, donde reside nuestra fuerza. Es moral y espiritual. Permite el encuentro. Las personas que saben escuchar esconden un profundo caudal. Las que más intentan hacerse notar son a menudo las que alimentan la mayor ansiedad e inseguridades.

Algunos temen el silencio: no toleran la tranquilidad de un lugar remoto, porque nos confronta con nuestra interioridad. Todo lo que estaba enterrado, oculto bajo el ruido de fondo, parece resurgir: ira, tristeza, frustración, dolor. Puede devolvernos a nuestras aprensiones más recónditas: terror al abandono, soledad. Este encuentro cara a cara que puede resultar embarazoso, sin embargo, es necesario para seguir nuestra evolución. Condición para encontrar la paz interior, que permite captar la intuición. El silencio se convierte entonces en el reflejo del conocimiento espiritual.

«El cielo nos ha dado dos oídos para escuchar y una boca para hablar. Así que deberíamos escuchar el doble de lo que hablamos«. Proverbio chino.

Estar en silencio es escuchar. Ponerse a disposición de las palabras que transmiten sapiencias y conocimientos. Condición del aprendizaje. Estado mental que se da cuenta de sus debilidades e insuficiencias, y que tiene sed de nociones. Quien quiera aprender debe ante todo guardar silencio, escuchar y observar, es lo básico para acoger enseñanza. Prueba de respeto y deferencia; es un regalo que podemos proporcionar: tiempo, atención, importancia, y presencia cariñosa.

Pero escuchar ya empieza por saber callar. El silencio es amigo de la humildad.

La Iglesia del silencio

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