Optimismo mal administrado - Runrun
Armando Martini Pietri May 25, 2023 | Actualizado hace 2 meses
Optimismo mal administrado
El país va de mal en peor sin contemplaciones. Los chavistas en el poder se han robado miles de millones de dólares, dejando aún más vacías las ya maltratadas arcas oficiales. Apuestan por el optimismo mal administrado

 

@ArmandoMartini

El optimismo es una actitud que destaca el lado positivo y espera que ocurran los mejores resultados posibles. Ser optimista es bueno para la salud mental y física, ayuda a afrontar los problemas con confianza y motivación, a reducir el estrés y la ansiedad. Sin embargo, puede ser perjudicial, generando falsas expectativas, negando la realidad y evitando tomar medidas para mejorar las situaciones adversas. Una frase que resume esta postura pesimista es la siguiente: “Insistir en que todo va mejor es que va peor”.

Al usurpador le ha dado por asegurar constantemente que las cosas van mejor, y que Venezuela se está arreglando, sin percatarse -o, peor, percatándose- de que la situación en general va de mal en peor. Sus palabras y entusiasmo ni de lejos son suficientes, ya que las personas a las que intenta convencer son las mismas que cada mañana salen a enfrentar el hambre, la pobreza, decepción y desesperanza.

Miente con descaro e indolencia, luciendo costosos relojes y una sortija de esmeralda que asegura le regaló un jefe de Estado al cual no menciona; bien vestido, rodeado de lujo y comodidades del poder.

Pero las cosas van mal y la gente lo sabe, lo vive, lo experimenta en las calles y lo siente en carne propia.

Sueldos y salarios no alcanzan ni siquiera sumándoles las bonificaciones que no generan prestaciones ni soluciones. Y no se trata solo de un asunto de estipendio que siempre queda corto, ni de personas hambrientas y mal vestidas, porque lo poco que devengan no alcanza para alimentar a sus familias, y mucho menos para comprar algo de indumentaria usada ni barata de vez en cuando.

El país va de mal en peor sin contemplaciones. Quienes están en poder han robado miles de millones de dólares, dejando aún más vacías las ya maltratadas arcas oficiales, acentuando la diferencia socioeconómica entre los adinerados y los aplastados por la indigencia, estrechez y privaciones.

Con millones de migrantes abandonando y huyendo del país, con dificultades para conseguir gasolina, mientras circulan vehículos lujosos, blindados y escoltados que protegen privilegiados bañados en dinero.

Con el agravante de que soldados y policías confrontan los mismos problemas, malquerientes y testigos incómodos, ya que saben demasiado. Algunos negociando testimonios, con declaraciones que van a engrosar y serán utilizadas en causas contra los castro-maduristas en los tribunales de varios países y en la Corte Penal Internacional.

Aunque la población sin seguridad, hambrienta y frustrada debe esperar demasiado tiempo por la justicia mundial, muchos creen que los ladrones e incompetentes terminarán pagando por sus delitos. El peor castigo es no poder disfrutar de los dineros robados.

El problema es que hoy el país va de mal en peor, y la dirigencia castro-madurista disfruta con descaro sus millones, al mismo tiempo que hay poca esperanza de un cambio de régimen alcanzable. La oposición no ofrece nada mejor que la devastadora realidad que el régimen impone. ¿Quién votará por quién en la primaria, si son dirigidas por el castrista poder electoral?