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Transporte solidario surge como opción de movilidad

Un estudiante de octavo semestre de Derecho en la UCAB, con el retorno a las clases presenciales y el alto costo de la gasolina, comenzó a ofrecer trasladar a otros compañeros hacia su alma máter a cambio de ayuda económica para pagar el combustible de su carro
Una de las alternativas de transporte que usan las personas en Caracas para ir hacia sus sitios de trabajo es La Wawa, servicio de autobuses que cubren diferentes rutas en la capital y se pueden programar los viajes mediante una aplicación móvil
Adriana Parra vive en el sureste de Caracas. Después que comenzó a ir a la oficina donde trabaja en Altamira para cumplir con algunas actividades laborales, tuvo que buscar otras opciones de traslado que no implicaran usar el Metro de Caracas ni los autobuses de pasajeros

Por @yeannalyfermin y @Andrea_GP21

 

Ante el deterioro del Metro de Caracas y del servicio de transporte público, la solidaridad y los nuevos emprendimientos privados están ofreciendo una posibilidad a quienes sufren el caos del transporte en Caracas.

“Hacer una vaca”, o pedir una colaboración para pagar la gasolina a cambio de un traslado son opciones a las que muchos estudiantes están recurriendo para llegar a la universidad o a sus lugares de trabajo, ahora que volvieron las actividades presenciales.

Después de dos años de confinamiento, la situación del transporte público no ha cambiado; por el contrario, hay menos unidades de transporte superficial operativas. También, las limitaciones para obtener dinero en efectivo hacen que la movilidad de los ciudadanos se convierta en una verdadera odisea.

 

Ante la situación y el anuncio del retorno a las clases presenciales, algunos estudiantes se han ofrecido para hacer traslados que vayan en la misma dirección a cambió de una cifra accesible.

La solidaridad nunca falta

Sebastián Volcán estudia octavo semestre de derecho en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). El joven estudiante comentó que, con el retorno de las actividades presenciales y el alto costo de la gasolina, su tío le dio una gran idea para que el gasto del combustible no incidiera significativamente en su presupuesto mensual.

“Cuando mi tío estudiaba en la universidad se organizaba con sus amigos porque no tenía carro y ayudaban con la gasolina o con cualquier otro gasto del carro. Pensamos que yo podía hacer lo mismo y, antes de que comenzara el semestre coloqué el anuncio en Twitter y en Instagram, y la verdad es que me contactó bastante gente, me contactaron amigos que yo ni imaginaba que necesitarían la ayuda”, dijo.

Detalló que algunos le pidieron información personal como la foto del carnet de la universidad, dirección y número de cédula para verificar su identidad, lo que le pareció razonable, por todos los problemas de inseguridad que a diario se ven.

Sebastián comentó que ya tiene sus clientes fijos que todos los días bajan con él a la universidad. “Yo les cobro 1$ cada vez que los llevo, al final 1$ es un precio casi que simbólico, pero la opción es rentable porque vas en un carro seguro, con aire acondicionado y más rápido”.

El joven estudiante afirmó que no busca sacar provecho o ganar dinero con lo que hace. “Es la idea más brillante que se nos ha ocurrido en la vida porque no estoy perdiendo el tiempo ni me desvío de mi camino, puedo costear la gasolina y a la vez me siento feliz de ayudar a los demás”, dijo.

“Épale, tenemos 2 puestos disponibles para ir a la UCAB
– Lunes a jueves ida (horarios entre 9-11am)
– Todos los días de vuelta tipo 5-6 pm”, se lee en un Tweet, que ha tenido bastante receptividad en la comunidad.

Es otro de los mensajes de estudiantes que ofrecen traslado a la Ucab a cambio de “algo para la gasolina”. En el mensaje aclaran la hora y los días que ofrecen el servicio, también especifican que solo es válido para personas que vivan cerca.

 

Emprendimientos factibles

Adriana Parra es periodista. Vive en el sureste de Caracas y trabaja en la zona de Altamira. Luego de que en su trabajo comenzaran las actividades presenciales, tuvo que buscar otras opciones para no depender de servicios como las camionetas o el Metro de Caracas.

Parra comentó que tiene una colega que le hace carreras con tarifas más bajas que los servicios de taxi, pero que aún así, no podría pagar una carrera directa todos los días.

“Cuadramos unas tarifas que son un poco menores a las de servicios de taxi a las del mercado. Y esos son unos lujos que no puedo darme todas las semanas, porque descuadra mi presupuesto”, señaló.

Parra señaló que, ante el caos que implica usar el transporte público en Caracas, ella prefiere optar por otras alternativas de transporte privado.

“Hay momentos en la semana en los que debo acudir al trabajo. Aunque no debo ir todos los días, eso amerita una movilización para llegar a tiempo a cumplir con las exigencias de esas jornadas que son presenciales”, dijo Parra en entrevista con este medio.

Reconoció que, antes de la pandemia, ya había disminuido el servicio de transporte ante la poca capacidad que tenían los conductores de reparar sus unidades. Además, señala que el Metro de Caracas tiene fallas constantes y no ofrece seguridad frente a la COVID-19, por lo cual esta no es una opción.

 

Ante esas constantes fallas del sistema subterráneo de la capital, optó por utilizar el servicio de La Wawa, que son autobuses que cubren diferentes rutas en la ciudad y se pueden programar los viajes mediante una aplicación móvil.

La Wawa es un servicio de autobuses ​​que funciona con una aplicación móvil y opera en Caracas desde el año 2021. La compañía cuenta con “itinerarios adaptados a las necesidades de las empresas y sus colaboradores, personal de seguridad, protocolo de bioseguridad, cómodos asientos para cada pasajero, wifi y una app con la cual puedes gestionar todo el servicio”, según se lee en su página web.

En la aplicación de La Wawa, los clientes podrán crear un usuario, chequear a qué hora estará el transporte en su parada de preferencia y monitorear los vehículos para saber por dónde van.

“Es un sistema que tiene oportunidades de mejora porque las rutas no son constantes, no hay durante todo el día ni a todas las horas rutas específicas, sino que depende de la cantidad de pasajeros que estén cuadrando las rutas a esa hora para poder tener un acceso a ser recogido en ciertas paradas”, señaló.

Aunque considera que el servicio es bueno, es necesario que se expanda, pues los horarios y las rutas son limitadas. “En mi caso no la he podido programar desde mi zona de residencia, sino que tengo que moverme a un punto como Plaza Venezuela para poder tener acceso a la programación de viajes que me lleven hacia la zona de mi trabajo”, dijo.

Erick Sánchez vive en Antímano y trabaja en Los Palos Grandes. Desde que anunciaron el regreso al trabajo presencial, las aplicaciones de transporte privado son lo más rentable que ha encontrado, en vista del deterioro del transporte público.

“Desde Antímano hasta Los Palos Grandes gasto aproximadamente 10$ para llegar en moto. La Wawa, en cambio, tiene los viajes más económicos: en 1,20 cada uno. Son dos viajes para poder llegar entonces serían 2,40. Es más rentable ir en La Wawa por lo económico, pero debes planificarte con tiempo. El retorno de la misma manera, podría ser con alguna aplicación como Ridery o Yummy (en moto o carro) o si puedo planificar con tiempo la hora por La Wawa”, dijo.

Ni metro ni camionetas son opciones

Lionelis Millán trabaja como supervisora de productos de una reconocida marca de refrescos. A diario, debe realizar una ruta por varios supermercados y farmacias de Caracas para verificar la existencia del producto en los anaqueles. Su ruta comienza en Altamira, pasa por Chacao, Chacaíto, Sabana Grande, Las Mercedes y finaliza en Bello Monte. Asegura que agarrar el Metro desde hace mucho tiempo dejó de ser una opción rentable para ella. 

“Hace meses que no uso el Metro. La última vez que lo hice me tardé más de una hora entre Palo Verde y Altamira, recorrido que normalmente se hacía en 13 minutos. A cualquier hora hay fallas, el desorden es terrible y abunda la cochinada, sin contar que puede ocurrir un accidente grave en cualquier momento por las malas condiciones en las que se encuentra el sistema”, dijo.

Millán comentó que, para movilizarse, prefiere pagar entre varias personas los taxis por puesto que, aunque son más costosos, le permiten llegar a tiempo a su trabajo y a su casa. 

A propósito de la situación del Metro de Caracas, Alberto Vivas, extrabajador del sistema de transporte subterráneo, indicó que actualmente el servicio presenta muchas fallas principalmente por la falta de mantenimiento de los trenes. 

Vivas señaló que en la línea 1, de 48 trenes de última generación que fueron adquiridos a España en el año 2009, actualmente solo funcionan 7 o 9 trenes, mientras que en la línea 2 y 3 funcionan entre 3 o 4 trenes. 

En cuanto a las fallas que a diario presenta el Sistema Metro, Vivas afirmó que en 2021 se calcularon aproximadamente 700 fallas, de esas, 17 fueron nada más en cortocircuitos, cuando en años anteriores este tipo de incidentes solo se registraban dos veces al año cuando mucho.

 

Al ser consultado sobre el tiempo de espera entre un tren y otro, Alberto Vivas indicó que, en función de los nueve trenes que están prestando servicio comercial, el tiempo de espera oscila entre los 19 y los 35 minutos en la Línea 1.

“En la línea 2 y 3 se puede esperar hasta una hora. Se ha calculado entre 45 y 60 minutos para que llegue un tren al terminal, sin contar el tiempo que se tarda para cargar”, explicó. 

Braulio Cedeño, vicepresidente del Bloque del Oeste e integrante del Comando Intergremial de Transporte Público, declaró a Runrun.es que el sector transporte atraviesa una “situación gravísima” y va en retroceso.

Advirtió que actualmente, en Caracas, más del 70% de unidades accidentadas por diferentes motivos, lo que impide a los transportistas poner sus unidades al servicio y “esto genera colapso”. 

Para Cedeño todo está enlazado. Si existe una unidad que se puede reparar, a la hora de equipar con combustible se pierde mucho tiempo. “Un carro con un tanque puede trabajar un día, pero al otro día debe calarse una cola de horas en la cual pierde tiempo y esa unidad deja de prestar servicio”, advirtió.

Así como con el combustible, la situación del gasoil es igual. “Eso genera crisis en el transporte porque hay mayor afluencia de gente en la calle, el Metro está colapsado, no hay una capacidad de parte nuestra de responder a esa necesidad que tiene el usuario de ser trasladado de un lugar a otro en horas pico”.

Un transportista que cubre la ruta Turmerito- avenida Fuerzas Armadas declaró que debe hacer hasta 26  horas con su camioneta para poder surtir de gasoil de forma interdiaria en una estación de servicio de La Bandera.

Mientras hace esas colas, su unidad está fuera de servicio para el público y esa situación se repite con muchos otros transportistas. 

El vicepresidente del Bloque del Oeste señaló que se presentaron propuestas y exigencias al Ministerio de Transporte, pero mostró preocupación pues, al haber cambio de ministro, no se da el seguimiento adecuado.

“Cada uno tiene un plan distinto”, dijo.

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