Abuso sexual infantil: Creerle a los niños es clave para reducir la impunidad - Runrun
Abuso sexual infantil: Creerle a los niños es clave para reducir la impunidad
El abuso sexual es un tema complejo que se vuelve aún más delicado cuando se trata de menores de edad. A cambios atípicos en la conducta, miedos o cuando un niño no quiere ir a un determinado lugar, hay que prestarle atención

 

Desde el año 2020, las cifras oficiales dan cuenta de un incremento en los casos de abuso sexual infantil. Las noticias sobre violaciones, asesinatos y maltratos en contra de niños, niñas y adolescentes han conmocionado al país no solo por la gravedad de los hechos, sino también por la participación de adolescentes en estos delitos.  

En la mayoría de los casos de abuso sexual infantil el victimario es siempre una persona cercana al entorno del menor, como los abuelos, tíos, primos, padres, padrastros, profesores y hasta miembros de iglesias. La idea de que el perfil del agresor siempre es un adulto debe quedar descartada, un adolescente también puede ser  agresor sexual. 

El pasado 1 de noviembre, en la ciudad de Maturín, estado Monagas, un adolescente de 15 años, hijo de un pastor de la iglesia Testigos de Jehová, fue detenido por abusar sexualmente de dos niños de cuatro y cinco años, además de una niña de seis. De acuerdo con información del Ministerio Público, el niño de cinco años le confesó a sus padres que el adolescente había abusado de él durante una visita a su domicilio y luego lo amenazó para que guardara silencio. Días después, los otros dos menores confesaron que tanto el adolescente, como su hermano de 11 años, también abusaron de ellos. 

Otro caso que estremeció al país ocurrió el pasado mes de octubre en el estado Carabobo, en donde un adolescente de 15 años violó, asesinó y lanzó el cuerpo de su hermanastra, de tan solo cinco años, a un pozo séptico. 

El Ministerio Público (MP) informó que de enero a octubre de 2022 se contabilizaron 1.024 casos de abuso sexual infantil en todo el país, un promedio de 102 abusos por mes, y entre tres o cuatro casos por día.

A partir de información levantada por los servicios de atención jurídica y atención psicológica que ofrece los Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), se contabilizó que entre abril de 2021 y marzo de 2022, se incrementó en 27,08% el número de solicitudes para asistencia legal en caos relacionados con abuso sexual. Mientras que el ingreso de pacientes para atención psicológica por violencia sexual aumentó 91% desde 2018 hasta 2021.

Menores abusando de menores

El abuso sexual es un tema complejo que se vuelve aún más delicado cuando se trata de menores de edad, porque además de ser víctimas de  maltrato físico, psicológico y hostigamiento, muchas veces entran en juego otras variables como la credibilidad del menor abusado y la actuación de los padres en el caso. 

La psicóloga clínico experta en temas de abuso sexual infantil, investigadora y profesora de la Universidad Metropolitana, Angelita López Cortés, explica que el abuso sexual es el tipo de maltrato más espinoso y delicado de todos. Señala que no es lo mismo ser abusado una vez, a ser abusado en reiteradas ocasiones, o ser abusado por un familiar que por un desconocido. 

En los casos donde el adolescente es el agresor, afirma la experta que las dinámicas son distintas. Una tésis de estudio realizada por los estudiantes de la Universidad Metropolitana, en la que entrevistaron a varios adolescentes que fueron abusados por adolescentes, se determinó que el tema de la presión social por la iniciación sexual, la influencia del alcohol y las drogas y la falta de educación influyen mucho. 

Al ser consultada si existe un perfil del agresor sexual adolescente, Angelita López asegura que no hay un perfil único y que elaborarlo es bastante complicado, debido a que la adolescencia es una etapa de crecimiento y grandes cambios biológicos, psicológicos y sociales. 

“En investigaciones que hemos realizado sobre adolescentes que fueron abusadores sexuales, hemos conseguido perfiles mixtos. Hay adolescentes que fueron abusadores sexuales que no vienen de familias abusadoras o violentas, pero en mi experiencia en el Hospital de Niños J.M. de Los Ríos, puedo afirmar que en la mayoría de los casos, el adolescente victimario fue un niño abusado o maltratado”, dijo López.  

La profesora enfatizó que los niños o adolescentes que han sido abusados sexualmente tienen una “altísima probabilidad”, si no reciben tratamiento psicológico, de que sean abusadores sexuales.

Hay otro aspecto fundamental que se genera en los casos en donde el adolescente agresor no tiene antecedentes de abuso, y es el problema del control de los impulsos que lo lleva a abusar. 

“Desde la mirada neuropsicológica hemos revisado estudios que nos revelan que muchos de estos abusadores tienen daño orgánico, o sea, hay también indicadores a nivel de cerebro en zonas específicas que hace que tengan problemas en el control de los impulsos y que no puedan controlar el tema de abusar a un menor”, abundó López.

Señales de alerta

La psicóloga experta en temas de abuso sexual señala que son múltiples las señales de alerta a las que los padres deben estar atentos. Afirma que cada niño, niña y adolescente es distinto y que, en cada caso, pueden presentarse indicios diferentes. 

“Luego de un caso de abuso sexual infantil pueden presentarse trastornos psicosomáticos, trastornos de sueño, de alimentación, de conducta, estrés postraumático, los niños suelen hacerse sus necesidades fisiológicas encima, pueden tener miedo a salir solos, no se quieren bañar, o se quieren bañar a cada rato”, indicó López.

Otros cambios que señala la psicóloga es que niños que eran muy tranquilos y alegres, de repente se tornan depresivos y ansiosos, y en la escuela comienzan a tener problemas de rendimiento académico. 

La psicóloga indicó que los padres deben estar pendiente de si sus hijos presentan moretones y rasguños en el cuerpo, preguntarles qué sucedió, también de su ropa interior. Si se encuentra sangre, es porque algo está pasando.

Por su parte, el coordinador general de Cecodap, abogado e investigador, Carlos Trapani, sumó que otras señales de alerta también son cuando un niño no quiere ir a un lugar, o cuando un adolescente o adulto insiste en quedarse a solas con un menor. 

“Las muestras excesivas de cariño de un adulto o de un adolescente hacia un menor no son normales o, por lo menos, hay que estar atentos y siempre observando”, dijo Trapani.

El coordinador de Cecodap aseveró que a todo comportamiento atípico en un niño hay que prestarle atención. Insistió en que a los adolescentes no se les deben transferir funciones de cuidadores porque no están en capacidad de asumir esas responsabilidades.  

Sobre las consecuencias del abuso sexual infantil, la psicóloga anteriormente mencionó que, a largo plazo, la situación dependerá de cómo esté estructurada la familia, si hay violencia doméstica, drogas y maltratos.

“Un niño después de ser abusado sexualmente, sin la debida orientación psicológica, podría llegar a ser delincuente, presentar trastornos mentales, trastornos de personalidad, es decir, las consecuencias a largo plazo también van a depender de todos los factores que se agreguen al abuso”, dijo López. 

“Hay que creerle a los niños”

El abuso sexual es un tema complejo que se vuelve aún más delicado cuando se trata de menores de edad, porque además de ser víctimas de  maltrato físico, psicológico y hostigamiento, entran en juego otras variables como la credibilidad del menor abusado y la actuación de los padres en el caso. 

En un caso de abuso sexual infantil, la psicóloga señala que lo primero que hay que hacer es “creerle al niño lo que está diciendo”.

“Hay que hacer una campaña de no solamente ‘los niños no se tocan’, hay que hacer un eslogan que diga que hay que creerle a los niños cuando hablan de abusos sexuales”, dijo López. 

La psicóloga indicó que luego de creerle al niño y demostrarle apoyo, el segundo paso es denunciar el hecho y llevarlo al médico para que reciba atención y ayuda psicológica inmediata.

La pandemia y la diáspora desataron un demonio

A juicio de la psicóloga clínico Angelita López Cortés, la pandemia y la diáspora desataron un demonio que estaba oculto. 

López señala que los casos de abuso sexual infantil, antes de la pandemia, se producían con mayor frecuencia en los períodos vacacionales, navidad, verano. Pero desde que comenzó la diáspora venezolana y muchos padres dejaron sus hijos al cuidado de otras personas, y luego con la llegada de la pandemia, aumentaron todos los factores precipitantes para que se produzca un abuso sexual. 

“El victimario, el pedófilo que estaba allí adentro, que tenía a la víctima mucho más cerca, que tenía más tiempo libre, porque no iba a trabajar, tenía todos los factores de su lado para abusar”, explicó.

El abogado y coordinador de Cecodap explicó que la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) no ampara ningún tipo de impunidad, aunque el agresor sea un menor de edad. 

“Si un adolescente mayor de 14 años comete un delito, la propia Lopnna establece un sistema penal de responsabilidad para el adolescente y, en este caso, se aplican medidas socio educativas por jueces especiales. Y dependiendo del delito cometido, se pudiese pensar la privación de libertad como una medida a aplicar”, dijo.

Trapani continuó explicando que en estos casos hay un procedimiento especial con unas garantías especiales por tratarse de un adolescente.

Lo que busca esta medida o las garantías socioeducativas, que son el equivalente a la jurisdicción penal ordinaria de adultos, es la reinserción social y comunitaria, solo que nuestro sistema penal muchas veces falla en esa meta primaria de lograr esa adecuada reinserción”, explicó.  

En el año 2021, se aprobó la Ley para la Prevención y Erradicación del Abuso Sexual Contra Niñas, Niños y Adolescentes; sin embargo, su creación no ha logrado reducir el número de casos. 

Carlos Trapani asegura que crear leyes que incrementen las penas en este tipo de delitos no desestimula la comisión del delito. “No es cierto que la lógica de la mano dura desestimula la violencia, por el contrario, lo que estimula es la impunidad”.

Trapani insistió en que, en el caso de los adolescentes, más que de un aumento de las penas se habla de medidas socioeducativas, dependiendo siempre de la magnitud del abuso.

“Hay que hacer un plan individual en cada caso, porque un menor de edad que comete un delito debe ser sancionado, sí, pero si se analiza bien, probablemente a ese adolescente agresor o delincuente, siendo niño, nadie lo protegió. Probablemente, ese niño vivió en un contexto de violencia que la normalizó como una forma de relación, y en esos términos, la sociedad, la familia y el propio Estado fallaron en proteger y garantizar sus derechos”, explicó.

 

 

Combatir la desinformación es clave

Educar a los niños y hablarles sobre el abuso sexual, de acuerdo con su edad, es tarea de todos los padres. Esto puede prevenirse desde el hogar con los niños,  explicándoles que ningún adulto le puede tocar sus partes íntimas, por ejemplo. 

Explicarle a un niño que es el abuso sexual y cómo prevenirlo es un trabajo arduo que comienza enseñándoles a través de talleres las partes del cuerpo y su nombre real, explicó la Gerente de formación del Estado Miranda de Construyendo Futuro, Alba Rondón.

Se les enseña quién puede tocar y quién no puede tocar su cuerpo, también damos talleres para que aprendan a descubrir quién es su amigo su o persona de confianza, con quién puede hablar, pero también, quién es un posible agresor o persona que puede estar haciéndole daño. Entonces, se le van dando a lo largo del programa, que son ocho sesiones, diversas herramientas”, dijo Rondón.

Construyendo Futuro es una organización que se dedica a prevenir el abuso sexual en la infancia brindando talleres especializados para niños, charlas, talleres en las comunidades y en programas de radio. 

Al finalizar los talleres, aparece “la cajita mi confidente”, donde el niño después de cada sesión, pregunta o comenta lo que desee de manera muy confidencial. Luego de esto, la maestra retoma y prepara una clase en función de lo que preguntaron.

Alba Rondón indicó que de esas cajitas, han salido muchos problemas y, dependiendo de cada caso, se toman las medidas necesarias o se pasa a otros entes. 

“Lo nuestro es la prevención. Nosotros brindamos protección de la infancia, pero la base es la concientización o sensibilización, que es la primera base de de lo que tiene que ver con protección de la infancia”, concluyó.