Magdalena De Luca: Las nuevas generaciones ya no se resisten al liderazgo femenino
Magdalena De Luca consideró que trabajar por la igualdad de género es parte del proceso normal de una organización. “Si hablaras de que eso implica un costo, no le estás dando la importancia que tiene el tema”, expresó

A finales de los años 70, cuando no era común ver mujeres profesionales trabajando en computación, Magdalena De Luca desafió los estereotipos y se graduó de ingeniera. De ahí en adelante, su carrera ha sido imparable.
Con un postgrado en Investigación de Operaciones de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y una Especialización en Gerencia y Mercadeo del IESA, reúne más de 40 años de experiencia y de una carrera exitosa con varios emprendimientos exitosos en su haber.
A lo largo de su vida profesional, se ha convertido en estratega digital, empresaria y conferencista internacional para Norteamérica, Latinoamérica y el Caribe, impulsando la transformación y la innovación a través de la tecnología.
Actualmente, es directora de “Unidos en Red”, ONG internacional que impulsa el uso de la tecnología en el área social. Es propulsora de la red de Mujeres Emprendedoras en las TIC y activista en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De Luca también es CEO de Soluciones Laser, empresa líder en Venezuela en el campo de la gestión documental y facturación digital.
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También es la CEO de Sybven be digital, compañía que desarrolla servicios tecnológicos para empresas como aplicaciones móviles, banca digital, entre otras. Esta empresa ha trabajado con una extensa cartera de clientes como Banesco, Venemergencia, Empresas Polar, entre otras.
En una entrevista concedida a Runrun.es, Magdalena De Luca relató lo que ha sido su carrera en todos sus años de ejercicio, partiendo desde su inquebrantable valor para asistir a reuniones y conferencias en las cuales, hace 40 años, las mujeres no eran las líderes.
Comenzar el trabajo por la igualdad de género en una empresa
Cuando Magdalena de Luca comenzó a trabajar como empresaria rápidamente identificó algunos retos por ser muy joven y ser mujer. Sin embargo, dice, con el paso del tiempo y la creación de sus propias organizaciones, su profesionalismo fue lo que prevaleció para no sentirse limitada si un cliente no la atendiera por ser mujer, por ejemplo.
Cuenta que al principio algunas personas le decían que era más proclive a contratar mujeres que hombres en el área STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), donde generalmente suele haber menos mujeres que hombres, “pero definitivamente era un tema totalmente casual”. Para De Luca, “la dimensión de definir una estrategia de género no ha sido algo estricto”.
Ella considera que todos sus trabajadores y colaboradores son profesionales. Incluso, ha abierto las barreras “a que cualquier posición pueda ser ocupada por cualquiera de las personas que profesionalmente cumplen con los objetivos”.
Como parte de sus aportes innovadores al mundo empresarial, hace más 18 años, De Luca implementó el teletrabajo en su organización, algo que en aquel entonces ninguna empresa hacía, pero para ella esto daba la posibilidad a las mujeres para que “pudieran tener una vida profesional y no dejar a sus hijos o no dejar a su familia, porque eso sigue siendo una limitación en muchas mujeres profesionales”.
Para aquel momento, pudo haber encontrado algunas trabas con el teletrabajo, como que muchas mujeres por fin habían logrado salir de su casa y con esta modalidad de trabajo estarían dentro otra vez, pero no fue algo que afectó el proceso de cambio.
Mencionó cómo años más tarde, con la pandemia de COVID-19, muchas empresas avanzaron en la implementación del teletrabajo, pero ahora están retrocediendo con el retorno del 100% a la presencialidad. En todo caso, prefiere que se implementen esquemas de trabajo híbridos.
“Si tú lograste ir a un proceso 100% teletrabajo y ahora puedes ir al híbrido, yo creo que podrías ganar muchísimo como empresario”, señaló.
Incluso, las instalaciones de su organización permiten a sus trabajadores tener condiciones más amigables, como espacios para los niños, peluquería, entre otras. Todo esto beneficia a hombres y mujeres.
Sin colaboradores no hay negocio
“Sobre empresas que nunca han trabajado por la equidad de género, consideró que las mismas deben organizarse, pero hacerlo desde una intención genuina, más allá de que algo se vuelva moda. Esto es un problema de personas, o sea, el centro de nuestras vidas siguen siendo los humanos. Nuestros colaboradores son los humanos más importantes, sin colaboradores no hay negocio, no hay clientes, además de los clientes”, afirma enfática De Luca.
Considera que las empresas que quieran implementar esas formas de trabajo deben asesorarse muy bien, porque aunque hay algunas que son muy grandes y se han desarrollado en este proceso, hay cosas por las que aún deben trabajar. “Hay que crear una organización dentro de la organización, un grupo de personas que se dedique realmente a evaluar, a estudiar, a entender, a ver cuál es su población”.
En las organizaciones que Magdalena De Luca lidera convergen cinco generaciones de hombres y mujeres. Todos piensan de forma diferente y en ese mismo rango generacional, el tema de género también es diferente.
“Cuando vemos eso, también dentro de ese proceso que vamos a documentar y que vamos a organizar, tenemos que tomar en cuenta cómo vamos a manejar cada una de las generaciones y qué vamos a escribir para cada una. Porque son totalmente diferentes”, agregó.
Bienvenido el liderazgo femenino
Magdalena De Luca no ha encontrado trabas para buscar condiciones de trabajo más igualitarias en su empresa porque ella es mujer. Ella es quien decide los cambios y todo lo que se requiere. Incluso, llegaron a pensar en lo que podía pasar si se le daba más facilidades a las mujeres dentro de la organización. “Esa podría ser una traba”.
Pensó que las personas dirían que como la dueña de la empresa es mujer, daría más facilidades a otras mujeres, pero siempre ha tratado este punto con profesionalismo, más allá del género y por eso no ha tenido problemas. “Hoy día el 90% de los líderes de la empresa son mujeres”.
Pero ese porcentaje es algo casual, no fue algo hecho a propósito. Se ha dado cuenta que al trabajar con jóvenes entre 19 y 22 años “hay menos resistencia a cualquier cosa”, a diferencia de otras generaciones.
“Siento que la nueva generación no se resiste, no hay impacto de género. Está mucho menos diferenciado que las generaciones anteriores”, añadió.
En todas sus organizaciones se aplican políticas de igualdad, respetando el proceso incluso de maternidad, que es importante tanto de hombres como de mujeres. Además, se equipararon la cantidad de entrenamientos que reciben hombres y mujeres y no hay restricciones en cuanto a educación ni procesos de discapacidad.
Su internacionalización en el mundo empresarial
De Luca ha recorrido muchos países del mundo y eso le ha enseñado sobre cómo es el machismo en muchos de ellos. Recordó que visitar países como Bolivia, Ecuador, Perú llegó a ser un reto porque presidentes de empresas la podían discriminar por temas de género.
“Mi primer país fuera de Venezuela fue Bolivia. Con los grupos con los que nos reuníamos no había líderes mujeres y yo quería crear organizaciones abiertas, organizaciones donde el género no sea el límite”, acotó.
Los principios que rigen sus empresas son la igualdad en el profesionalismo y humanización. “Nosotros tenemos que hablar de humanización. Nadie puede hablar de sesgo con humanos. Y es lo que yo practico todos los días de mi vida”, expresó.
Defender a los trabajadores sin importar el género
Para De Luca todas las empresas deben aprender y estudiar más sobre espacios libres de violencia “Pienso que no todo lo que puede pasar en una empresa ha pasado”, indicó.
Recordó cómo en su empresa hay más de 600 personas colaboradoras en la región, con diferentes locaciones, culturas y horarios, lo que puede incidir en la productividad de la gente. Sin embargo, esa misma globalización es lo que ha permitido que su empresa aprenda cada día más qué deben hacer.
Explicó que en el caso de Venezuela es complejo, pues existen clientes que pueden maltratar a los consultores con su forma de expresarse, algo que de pronto para un cliente no se define como violencia, pero para la empresa sí.
“Ahí nosotros tenemos que hacer respetar los derechos de nuestra gente. No importa el género. Y eso es parte de lo que en algunas culturas todavía se mantiene, como debería ser”, acotó.
Programas profesionales sin restricciones de género
Dentro de Sybven se trabaja en el área de la tecnología y en ella se educa para el futuro. Para eso, se exigen certificaciones de todos los consultores y estas no tienen ningún tipo de restricción de género. El consultor que está asignado a un proyecto de una tecnología aplica su certificación sin problema y el tema del adiestramiento se complementa con educación para la vida. “Estamos trabajando más el tema de liderazgo, de gestión de cambios, de agilidad. Son esas partes blandas que tú necesitas y ahí la inclusión es total”, acotó.
La igualdad es parte del proceso normal de una organización
Magdalena De Luca consideró que trabajar por la igualdad de género es parte del proceso normal de una organización. “Si hablaras de que eso implica un costo, no le estás dando la importancia que tiene el tema”, expresó.
“El mindset más importante es que las mujeres cambien. No solo las organizaciones, muchas mujeres que son las que generan precisamente esa discriminación”, acotó.
Dijo que su misión en la vida, además de empoderar a las mujeres, es inspirar. Ha formado emprendedoras dentro de su organización y más allá de empoderar, busca que las personas sean profesionales y no existen las limitaciones por ser mujer.
En su empresa ya trabaja con los hijos de sus empleados. Son mujeres y hombres jóvenes que han logrado empoderar. Y más allá de eso trabaja en su empresa por la humanización. “El centro es el humano. El humano es hombre o mujer, o binario, lo que sea. Pero en eso nos tenemos que enfocar”, dijo.
“El que es tocado por nuestra organización, se siente atendido, se siente escuchado, se siente con proyectos que se ejecutan y eso es un ejemplo a seguir. Dentro de ese ejemplo a seguir, la igualdad es parte de nuestra organización. A mí no me pueden imponer el género, aquí todos somos iguales. Eso es lo que tenemos que seguir imponiendo hacia nuestros clientes”, añadió.
Finalmente, señaló que los empresarios venezolanos o de cualquier país deben pensar en sus colaboradores como su principal activo, pues son los humanos quienes trabajan para él y lograr la igualdad se alcanza con un proceso de humanización.
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