¿COPIADA DE RUSIA O DE HITLER?
Observadores internacionales ven que esta ley “Antibloqueo” pareciera estar impulsada por el miedo a lo que pueda ocurrir el próximo mes de diciembre con las elecciones convocadas por Maduro, reconocidas solamente por China, Rusia, Turquía, Nicaragua, Cuba, Bielorrusia y otros países socios en negocios de todo tipo. Legales e ilegales. También el mes de enero se abre otra interrogante cuando deba asumir una nueva Asamblea Nacional.
Tras revisar la historia, algo parecido ocurrió en la Rusia poscomunista cuando Putin y sus allegados se quedaron con todas las empresas que fueron del Estado (estaban quebradas desde hacía años por la paquidérmica burocracia soviética) para ponerlas al servicio del continuismo en el poder. Como hay que recordar para no olvidar. Les refresco que el 9 de noviembre de 1989 cayó, tras 28 años separando “dos” Alemania, el Muro de Berlín. Allí se inició el fin de la URSS. 24 meses más tarde Mijaíl Gorbachov anunció, junto a su dimisión como presidente, la disolución de la Unión Soviética tras 70 años de existencia.
Vladimir Putin ejerce o controla el poder, como presidente de la Federación Rusa o como jefe de Estado, desde el 9 de agosto de 1999. Es el más importante aliado global de Nicolás Maduro, como lo fue de Hugo Chávez, quien le dio los más grandes contratos de compra de equipamiento militar en toda nuestra historia. Así como también ingentes negocios en materia petrolera y de viviendas.
En otro manifiesto de dirigentes venezolanos en el exterior se señala que el “acto” antibloqueo se asemeja, en lo formal, a la Habilitante para “El Remedio del Pueblo y del Reich” puesta en vigor en Alemania en 1933 y con la que Adolf Hitler se hizo de todos los poderes, incluido el legislativo, en la Alemania nazi que se inauguraba. No hay nada nuevo bajo el sol.
¿TEMORES SUSTENTADOS?
El economista Asdrúbal Oliveros señalaba hace unos días que “la Ley Antibloqueo formaliza prácticas ocultas que el chavismo realiza desde hace años”. El director de la firma Ecoanalítica considera que “probablemente detrás del reglamento existe presión por parte de aliados del oficialismo que pretenden contar con un sustento jurídico para soportar sus variadas operaciones opacas, cuyo alcance no se conoce con exactitud”. Coincido con su apreciación. Los temores son variopintos y, como cada vez se descubren nuevos artilugios para esa corrupción, querrán tener una coartada legal urdida desde Miraflores.
OTRO ROJITO CONTRA LA LEY DE MADURO
Hasta el expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez Carreño, salió a criticar la Ley Antibloqueo promulgada por la írrita Asamblea Constituyente: “No es más que una ley del saqueo, eso fue lo que sentenció”. Ramirez rechazó que el régimen pueda actuar sin auditoría. «Este patético instrumento legislativo incluye en sus artículos el secretismo como norma en las actuaciones del Estado. Lo que representa una violación a la Constitución», dijo.
¿ILUSIONES PRESIDENCIALES?
Textualmente lo dijo Maduro en cadena: “La ley antibloqueo me va a permitir ensayar un conjunto de nuevas inversiones, para generar riquezas, para invertir en medicinas, alimentos, educación, en la innovación, la ciencia, en el servicio eléctrico, el agua, para eso es la ley. Antes de su aprobación esta ley tenía 89 % de aprobación, después subió a 93 % el apoyo del país. Es la ley que ha tenido más apoyo”. Como fuente de esa cifra dio la plataforma del servicio Patria. Nada que se pueda probar ni demostrar.
