En el 2009 Chávez calificó la orden de arresto contra Al Bashir como “un adefesio jurídico y un atropello político”. Hoy se impone la CPI
LA MUY MENTADA CPI
Al Bashir fue condenado en 2019 por un tribunal de Sudán por cargos de corrupción, y sobre él pesan dos órdenes de arresto de la Corte Penal Internacional por genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra por abusos cometidos bajo su mando en la región de Darfur. Las órdenes de captura las emitió la Sala de Cuestiones Preliminares. La primera en marzo de 2009, y la segunda en julio de 2010.
En el 2009 el expresidente Chávez calificó la orden de arresto contra Al Bashir como “un adefesio jurídico y un atropello político no solo para Sudán, sino para todos los pueblos del tercer mundo”. Al mismo tiempo que lo invitó a que visitase la capital del país. Todas estas declaraciones se hicieron en franca violación al derecho penal internacional, y sobre todo al Estatuto de Roma, el cual fue ratificado por Venezuela el 7 de junio del 2000.
¿RETROCESO RÁPIDO?
Los cerebros del régimen en guerra sucia montaron apresuradamente una “olla” contra Juan Guaidó, queriendo relacionarlo con el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, dos días después del magnicidio. Dispusieron –por órdenes de un asesor cubano y sus socios criollos– ligarlo a la empresa de aviación contratada para transportar a los supuestos sicarios que incluía más de una docena de mercenarios colombianos.
Señalaron, primero a través de tuits de los asalariados gubernamentales de Telesur (@madeleintlSUR), y luego de otros de sus medio$ aliado$, que esa misma aeronave (H149 de Helidosa) había trasladado al presidente de la legítima Asamblea Nacional, Juan Guaidó, a Barbados el 15/5/2020. Helidosa, propiedad del excandidato presidencial dominicano Gonzalo Castillo, admitió los servicios de traslado de los mercenarios y luego el de la viuda, Martine Moïse. El mismo jet trasladó también al contratista venezolano Antonio Intriago, residenciado en Miami, quien también fuera mencionado en las investigaciones por las autoridades estadounidenses.
La farsa roja rojita se cayó a las pocas horas cuando se dieron cuenta de que el susodicho avión lo había contratado el Reino de Noruega para trasladar el 15/5/20 a Guaidó a las reuniones en Barbados de los negociadores gobierno-oposición. Hubo carreras y risas en los polos opuestos.
