El Polo Patriótico se restea con Maduro hasta el 2019
El Polo Patriótico se restea con Maduro hasta el 2019

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En el chavismo hay más de una visión sobre el revocatorio. Los aliados del Gobierno no apoyan el referendo contra Nicolás Maduro, aunque están conscientes de los problemas que aquejan a los venezolanos. En cambio, los disidentes del chavismo sí ven con simpatía la vía que propone la oposición

 

Dayimar Ayala Altuve

@Dayidayi

 

En apariencia, el Referendo Revocatorio no es un escenario que le preocupe al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, al Partido Socialista Unido de Venezuela o a sus aliados; pero en la práctica el Polo Patriótico reanudó sus encuentros, 9 meses después de la derrota de las elecciones del 6 de diciembre, ante la urgencia del planteamiento que hace la oposición venezolana.

En la acera de enfrente, la  Mesa de la Unidad Democrática decidió medirse en las calles e ir a la recolección de 20% de las firmas necesarias para lograr el referendo contra Maduro. Tienen un norte claro: que se realice en 2016 y con las condiciones que plantea la Constitución y no las que propuso exclusivamente el Consejo Nacional Electoral y su reglamento.

José Pinto lidera el partido Tupamaros y de plano rechaza la promoción de un referendo revocatorio. Su postura va más allá del desencuentro, pues pide que se “ilegalice” a la MUD como partido y que se investigue a quienes lideran la oposición. “Ellos (la oposición) tomaron el referendo revocatorio como elemento desestabilizador. Nosotros, el secretariado general de Tupamaros, apostamos a que el período presidencial debe terminar. Claro, hay dos partes: los que quieren que haya revocatorio y los que no. Si la convocatoria, tal como lo dijo el CNE, es en marzo  ya estarían a pocos meses del 2018 y no tiene sentido”, destaca.

El Partido Comunista de Venezuela ha criticado la explotación del Arco Minero, ha censurado algunas prácticas sindicales en instituciones y empresas del Estado, pero su Secretario Nacional, el diputado Oscar Figuera, destaca el carácter revolucionario que tiene esa organización política, por lo que apuestan a que Maduro siga al frente del poder en Venezuela.

“El PCV no quiere referendo revocatorio. Ni ahora ni en 2017 y por lo tanto no tenemos opciones que ofrecerle a la oposición. La opción es que se desarrolle el proceso democrático del Gobierno como en otros países. No por la vía de la violencia, de la guarimba, sino del respeto. Nicolás Maduro es el presidente. ¿Qué si la contrarrevolución tiene derecho a pedir revocatorio? Tienen derecho, pero apegados a la Constitución”, puntualiza.

Figuera no desconoce el descontento en diversos sectores de la sociedad asociados a la escasez de productos básicos o a la carestía, pero considera que desde el Gobierno se está trabajando para “revertir la percepción de la crisis” y que de darse el revocatorio la gente deberá sopesar quiénes son “sus enemigos” y quiénes “sus amigos”.

A Juan Barreto, el ex alcalde mayor de Caracas y ahora dirigente del partido Redes el llamado a revocatorio no es algo que le entusiasma o que le convoca, así lo afirma en entrevista con Runrun.es.

“ (En Redes) ni lo compartimos, ni lo acompañamos. Nos parece una consigna vacía, movida por la rabia y no por un programa. Nosotros creemos en un diálogo, pero no un diálogo de cúpulas, sino un diálogo social. De cumplir los opositores con los requisitos pautados por el reglamento del CNE, llevarían al país a un gasto inútil de recursos y a un momento de la confrontación mucho más tenso. Creo que el Gobierno no puede ser subestimado. Cuenta con la legalidad, recursos, mediática (sic) y fortaleza institucional. La oposición a partir del primero de septiembre comenzó a perder iniciativa y el capital político de las parlamentarias. El Gobierno ha logrado desgastarla, ganó tiempo y llegó a 2017”, plantea.

Barreto coincide con su par de Tupamaros en que si el revocatorio se materializa en los tres primeros meses del 2017, se estaría a pocos meses de las elecciones del 2018 y tendría mayor sentido que el presidente Maduro culmine el período constitucional.

A capa y espada 

La voz de Blanca Eeckout, se suma a la de otros del oficialismo como la del propio Maduro, Diosdado Cabello o Jorge Rodríguez,  que han manifestado no querer revocatorio, con la diferencia de que ella sí plantea, al menos, el supuesto de que la consulta se realice a finales de año. En un programa televisivo la dirigente oficialista afirmó que si el referéndum se realiza en 2016, la oposición estaría pasando por encima de la Constitución. “Los plazos se han retrasado porque la oposición no inició la solicitud el 11 de enero. El revocatorio es una opción que un sector de la sociedad puede querer y que otro no”.

Otro de los altos personeros que ha hablado sobre el revocatorio es Cabello, quien planteó hace unas semanas en su programa de televisión que si el referéndum se realiza en el primer trimestre de 2017, el vicepresidente que quede a cargo para culminar el período hasta 2019 puede designar a Maduro como vicepresidente, estar unos días en el cargo y posteriormente renunciar para dejar nuevamente el mando a Maduro.

Por su parte, y en sintonía a lo que dijo el vicepresidente de la tolda roja, el gobernador del estado Carabobo y enlace del Psuv con el CNE, Francisco Ameliach, señaló hace unos días que si la consulta electoral se hace el próximo año, Maduro podría nombrar a Cabello como su vicepresidente.

La voz de los disidentes

El otrora chavista, pero no madurista,  Héctor Navarro, ahora tiene un vínculo con la oposición: ve la necesidad de que se realice un referendo revocatorio y un solo nexo con el Gobierno de Maduro que es el seguimiento del legado del fallecido Hugo Chávez.

Navarro estuvo ligado a la Dirección Nacional del Psuv, de la que fue botado por disentir, también estuvo en la Asamblea Nacional como diputado por la tolda roja y fue ministro en dos oportunidades de Chávez. Asegura a Runrun.es y a título personal que además del revocatorio existen otros escenarios que ya se manejan para solucionar la crisis, como el de la transición.

“Creo que cuando uno empieza a ver a los actores políticos, de ambos lados, y cómo se están poniendo de manifiesto, surgen muchas preguntas. ¿Por qué la recolección no comenzó el 11 de enero?, ¿por qué la oposición no ha protestado sobre el Arco Minero si se supone que la AN debió ser consultada para aprobar el decreto?, ¿por qué la derecha no está interesada en que se hagan las elecciones de gobernadores este año? Para la oposición es un tiro al suelo que se hagan las elecciones a gobernadores, pero la única explicación que yo encuentro es que hay conversaciones”, destaca.

Para el exministro el verdadero referendo fueron las elecciones del 6 de diciembre y acusa que ni la oposición, ni el Gobierno hicieron una lectura correcta de los resultados.

Los que no tienen miedo  

Los diputados Víctor Clark y Pedro Carreño son coordinadores, junto a Héctor Rodríguez,  de la fracción del Psuv en la AN, pero también forman parte de la Dirección Nacional de la tolda roja. Cada uno tiene una perspectiva, pero coinciden en la “duda” que les genera que la oposición logre reunir los casi 4 millones de firmas para activar el revocatorio.

Pedro Carreño cree que si se da el referéndum, Maduro lo gana “de calle”. “Nosotros tenemos los votos. Ellos que busquen los de ellos. El presidente sacó 7.400.000 votos y ellos sacaron el 6 de diciembre 6.700.000 votos”, apunta.

Al parlamentario del Psuv no le gusta hablar sobre hipótesis y ante la interrogante de si el referendo revocatorio se puede realizar este año, asegura que es una respuesta que solamente Tibisay Lucena, la presidenta del CNE, puede dar.

Por su parte, Víctor Clark destaca que en el chavismo nunca se han negado a cumplir alguna decisión que dicte el CNE y que por ahora queda que la oposición cumpla con la recolección de 20% y si lo logran, la consulta popular se hará el próximo año, tal como lo especificó el Poder Electoral en el boletín que emitió hace unos días. “Nosotros somos gobierno y no trabajamos para sacarnos. Nuestro escenario es trabajar, ayudar al presidente en las acciones gubernamentales y en la emergencia económica que atravesamos. Si el  CNE dice que se han  cumplido las condiciones, nosotros nunca nos hemos opuesto a una decisión del CNE. Ni tampoco nos estamos preparando para eso”, finaliza.