La semana que cambió de historia, por Víctor Suárez - Runrun
La semana que cambió de historia, por Víctor Suárez

@VV_Suarez 

Entre lunes y viernes la temperatura ambiente en Nueva York osciló entre 24 y 32 grados °C, sin lluvias, pero en esas 120 horas el chaparrón diplomático, político y económico que se desató contra la dictadura venezolana resultó continuo, trepidante y arrollador.

La confluencia del diluvio estuvo en la Plaza de las Naciones #60, donde se desarrolló la 74 Asamblea General de Naciones Unidas Y su fuerza centrífuga se extendió mucho más allá de los llamados “márgenes”, hasta conectar con esos larguísimos afluentes que en esta oportunidad emergieron desde el Grupo de Lima, Grupo Internacional de Contacto, OEA, la Casa Blanca, Unión Europea, Cruz Roja, importantes grupos de presión e inversión y los organismos internacionales radicados en Ginebra.

Esta semana, la capacidad de acción estratégica de la oposición organizada se desplegó con brillantez para alinear al mundo democrático a su favor, lo cual está derivando en una situación límite para Maduro y su pandilla. “Tienen que irse”. “Cuanto antes, mejor”.

Que también salieron a toda prisa en busca de alguna alcayata. Maduro aterrizó en Moscú, y al cabo de 48 horas regresó a su cueva apenas con dos consejos y una resolución, expresados por Vladimir Putin: negocie, respete a la Asamblea Nacional, no habrá más créditos.

Cabello voló 14 346 kilómetros hasta Pyongyang para ofrendar a la sanguinaria dinastía Kim (ramito de flores al pie de las estatuas del abuelo y el padre, y entrega de una carta al hijo Jong Un, a quien ni siquiera vio); de allí cruzó otros 2759 km hasta Hanoi, capital de Vietnam, sí se sabe a qué.

En Ginebra, en el 42 período de sesiones del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, hacía su trabajo Jorge Valero, preparando una jugada que no le saldría del todo bien. En Nueva York, al inicio de las sesiones de la Asamblea General de la ONU, pastaban el canciller Jorge Arreaza, el embajador Samuel Moncada y una funcionaria de nombre Daniela Rodríguez, quien chupó más cámara que toda la delegación oficialista pues, mientras hablaba el jefe del imperio Donald Trump, se entretenía leyendo un libro sobre Simón Bolívar producido por aquel expresidente del TSJ y exembajador en Colombia Iván Rincón Urdaneta.

En ningún momento dio señales de vida la adjunta de Moncada, la hija menor de Hugo Chávez.

Maduro en la banca

Una semana sabrosa para disfrutar de Nueva York, fin de verano, al margen de los compromisos políticos y diplomáticos. Pero la pandilla de Maduro no aparece en ninguna pizarra, en ninguna agenda. No puede ir a la reunión de cancilleres en la que se invoca el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). No puede asomar la cabeza ni en el Grupo de Lima ni en el Grupo Internacional de Contacto, que representan a América y a Europa.

Tampoco a la OEA, de la que se ha marchado. Los designados por Juan Guaidó han tomado posiciones desde temprano, en todas las instancias. Julio Borges, Gustavo Tarre Briceño, Carlos Vecchio, Miguel Pizarro, que son funcionarios permanentes, declaran a la prensa y a la TV, la Voz de América les persigue a todos lados. Carla Angola no les pierde pisada, tuitean, se hacen selfis con cuanta celebridad mundial o regional se les acerca. La Asamblea Nacional les ha reforzado con William Dávila y Luis Florido.

También están los embajadores en Francia y Canadá. La pandilla de Maduro deberá esperar hasta el viernes 27 para protagonizar media hora en la plenaria de la Asamblea General. El embajador de Maduro en la ONU, Samuel Moncada, padece movilidad limitada, con una especie de grillete electrónico en la cartera que le impide traspasar el perímetro de la Plaza de las Naciones. La última vez que se le vio un poco más allá, en Central Park, sentado en un banquito, trazaba estrategias con Arreaza y con Rafael Ramírez (entonces todavía enchufado en la ONU). Esta vez Arreaza y Moncada andan nerviosos.

La credencial de la vicepresidenta Delcy Rodríguez habría sido impugnada, por usurpadora del cargo. Han apelado, para curarse en salud. Sería una catástrofe (otra más). Si se sometiese a votación la presunta impugnación, el reglamento habla de la mitad más uno de los presentes en la sala, no de la mitad más uno del número de países miembros de la ONU. Maduro le temía a esa eventualidad. Quizá por ello ha reculado.

 LUNES SIN TEATRO

Julio Borges, el canciller de Guaidó, había empezado sus rondas con mucha antelación, con entrevistas con los cancilleres de España y Portugal. El lunes 23 se presagiaba cargado de retos y emociones. La delegación venezolana se reuniría, primero, con Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos. Borges le lanzó par de strikes: «Es fundamental que sea creada una comisión de investigación que castigue cada una de las denuncias del informe que usted presentó sobre Venezuela. No podemos permitir más impunidad, los crímenes de la dictadura de Maduro deben ser juzgados».

Y luego: «Todo el informe presentado por usted debe servir para empujar la denuncia sobre crímenes de lesa humanidad de la dictadura de Maduro en la Corte Penal Internacional. De esto hay un consenso absoluto en la región».

Ambas solicitudes estaban coordinadas con lo que se debatiría en Ginebra el viernes 27, en ocasión del 42 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos. 

Las próximas reuniones del día tenían por objeto reforzar las posiciones de América Latina y reclamar a los europeos mayor presión, mayor decisión. Están allí el Grupo de Lima y el Grupo Internacional de Contacto –América y Europa.

En una declaración conjunta reafirmaron su “invariable compromiso con la recuperación de la democracia, la adhesión al Estado de derecho y los derechos humanos en Venezuela a través de una transición pacífica mediante elecciones presidenciales libres y transparentes”.

Se mostraron favorables a adoptar medidas económicas y políticas contra Maduro, «sin el uso de la fuerza». Dirige el Grupo de Contacto la Alta Representante de la Unión Europea, Margarita Mogherini. También está allí Enrique Iglesias, asesor especial de la UE para Venezuela, quien ha previsto una nueva visita al país.

El GIC incorpora a Panamá, se reúne con países de Caricom y con el mismo Grupo de Lima. Aparece la figura de Juan Guaidó, quien participa por videoconferencia en la reunión del Grupo de Lima, donde el norteamericano Eliot Abrams y el venezolano Julio Borges se sientan uno al lado del otro. En uno de sus planteamientos, el GdL promueve, de acuerdo a los ordenamientos jurídicos nacionales aplicables, la investigación, captura y sanción de funcionarios y testaferros del régimen ilegítimo de Maduro involucrados en actividades de apoyo a grupos armados y organizaciones terroristas, así como en actos de corrupción, narcotráfico, delincuencia organizada y violaciones a los derechos humanos.

El TIAR, esa luz de bengala

Llegaba la hora del TIAR. Esa luz de bengala había estado encandilando a algunos opositores desbocados, que primero pedían «Marines Ya», luego la «Responsabilidad de Proteger (R2P)» y poco después la aplicación inmediata del TIAR como vara mágica ante sus propias desazones e impotencias. En todos los casos, tales eventualidades estabas asociadas a una intervención militar.

El trabajo paciente de la oposición venezolana valoró la pertinencia del también llamado Tratado de Río y logró que fuera invocado en el Consejo Permanente de la OEA, además de ser admitido su representante en nombre de Venezuela.

Señala el analista Mariano de Alba en el portal Prodavinci.com: “Dieciséis de los diecinueve países miembros aprobaron una resolución que en resumen busca designar a personas o entidades vinculadas al régimen de Nicolás Maduro para sancionarlos y congelar sus activos en los países que forman parte del tratado”.

El periodista de VPI TV , Sergio Novelli, también resumió: “Aprobadas primeras acciones en el marco del TIAR que buscan investigar, sancionar, perseguir, extraditar y capturar a personas del régimen de Maduro al determinar que han convertido a Venezuela en refugio de organizaciones terroristas y criminales”.

Lupa americana sobre el régimen

El canciller colombiano Carlos Holmes Trujillo García asumió la vocería del tratado en rueda de prensa en el Hotel New York Palace. Julio Borges lo hizo por Venezuela. Entre las cuatro medidas que podrían ser adoptadas, la tercera apunta alto: “Crear una red entre las autoridades de inteligencia financiera de los países miembros del TIAR para aumentar la cooperación e investigar actividades ilícitas como lavado de dinero, tráfico de drogas, terrorismo o su financiamiento y delincuencia organizada tradicional por parte de personas o entidades relacionadas con el régimen de Nicolás Maduro”.

No es una declaratoria de guerra, se trata de la generalización de sanciones en el continente americano. Uruguay no lo piensa así, vota en contra y finalmente se retira del Tratado. Trinidad&Tobago se abstiene. Cuba continua al margen.

Y todavía quedaban flecos en el aire. Guaidó había intervenido por videoconferencia en un acto del Atlantic Council: “Este es el momento de que la comunidad internacional le dé la mano a los venezolanos”.

La Unión Europea anunció la organización de una Conferencia Internacional en Solidaridad con la crisis de refugiados y migrantes venezolanos, la cual se celebrará en Bruselas a finales de octubre.

Esta iniciativa será organizada conjuntamente con el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones, en estrecha coordinación con el Proceso de Quito. Además, la ONU y el régimen venezolano anunciaron la firma de un documento de cooperación que permitirá mantener a dos oficiales de la Alta Comisionada Bachelet en el país, y abrirá las puertas a los relatores especiales durante los próximos dos años. Ese compromiso estaba pendiente de notaría, parecía que Bachelet no lo exigía con severidad y el gobierno persistía en hacerse el tonto. El martes aparecerán los reales… 

¿Qué teníamos en Nueva York esa noche de lunes tan traumático para la tiranía? Muy poco porque músicos y teatreros también descansan.

Pero al anochecer, en el continente de las redes sociales ya se notaba cierto recogimiento entre los más flamígeros. (Oh, qué bien… Tuvieron que haberlo hecho hace meses… Yo lo dije primero y no me hicieron caso… No se les debe creer absolutamente nada…).

La nube de polvo que la semana pasada había esparcido Maduro a través de su Mesita de Diálogo, había desaparecido de la escena. Los diputados oficialistas se aprestaban a volver al redil de la Asamblea Nacional, con el rabo entre las piernas. La AN Constituyente estudiaba si quedaba sin efecto por efecto de medio chuzo. Las protestas de gremios y estudiantes comenzaban a retomar vuelo.

En Madrid, el exalcalde Antonio Ledezma pregunta, confundido: “¿Maduro qué hace en la ONU?” En Caracas, María Corina Machado asienta sin sonrojos: “Mi reconocimiento al embajador Tarre Briceño”. El diputado Miguel Pizarro, que había soportado ataques inclementes tras su designación como comisionado de Guaidó en Naciones Unidas, estrenó traje, corbata y soberbias zapatillas de suela blanca.

 MARTES DE SANCIONES

El martes 24, el comisionado de EE. UU. Eliot Abrams soltó una de las suyas: “No vamos a levantar las sanciones al régimen de Venezuela, ni las vamos a flexibilizar. Al contrario, vienen más sanciones y mucho más severas… y otras cosas que no puedo decir porque eso le corresponde al presidente Trump”.

Está calentando las tribunas para la reunión del miércoles de Trump y el secretario de Estado Mike Pompeo con la mayoría de los cancilleres de América Latina. “Esta es una señal muy clara (…) La presión va a continuar”, advierte Borges. Y se lo dijo al canciller ruso Sergey Lavrov, además de: “Rusia debe ser parte de la solución a la crisis venezolana”. Lavrov, que es un ogro, seguramente telegrafió el mensaje a Moscú.

Desde muy temprano el grupo venezolano se había estado preparando para su primera gran presentación en un foro cívico de clase mundial, allí en Nueva York. Se trata del Concordia Annual Summit 2019, que se había iniciado el día anterior en el Grand Hyatt Hotel, en la calle 42.

Llamado a la intervención humanitaria

Es el evento no partidista más grande entre los que se realizan en simultáneo con la asamblea anual de Naciones Unidas. Reúne a importantes tomadores de decisiones y líderes de opinión del sector público, privado y sin ánimo de lucro. A las 8:30 a. m. se alinean en tarima las Estrellas de Fania: Lilian Tintori, David Smolansky, Carlos Vecchio y Juan Guaidó (por videoconferencia). La animación corre a cargo del periodista Gustau Alegret, quien se desempeña como director de información para EE. UU. del canal colombiano NTN24. El tema a tratar es “Estrategias para una efectiva intervención humanitaria en Venezuela”.

Guaidó suelta una píldora laxante: «Hoy, Maduro es una amenaza para la región. Lo que está sucediendo en Venezuela no solo afecta a los venezolanos, sino que afecta a todo el mundo».

Smolansky, que es coordinador del grupo de trabajo de la OEA para la crisis migratoria venezolana, repite lo que ha estado diciendo desde hace cuatro o cinco días: “Ayer cinco mil venezolanos abandonaron el país… Somos la segunda mayor población de desplazados en el mundo, justo detrás de Siria… La única solución es restaurar la democracia y la libertad”.

Vecchio, embajador de Guaidó en Estados Unidos, dice que la única solución a la crisis en Venezuela, para detener el sufrimiento del pueblo y acabar con la amenaza narcoterrorista en la región, es la salida del dictador Maduro del poder.

Y cuando le toca el turno a Lilian Tintori, que se proclama activista por los derechos humanos a través de su fundación Rescate Venezuela, casi que la interrumpe el Chacal de la Trompeta. En su inglés campante, se le escapa que para distribuir ayuda humanitaria ha contado “con paramilitares”. Se enreda, pero no se percata de ello. Los rostros de sus compañeros de panel se constriñen.

“Quienes nos ayudan a tener campamentos humanitarios en cada estado del país son los grupos irregulares”, recalca Tintori.

Inmediatamente comienza el fusilamiento, comenzando por el mayamero Panam Post, que sin embargo está a punto de arriar banderas. La artillería amiga, que había estado agazapada, se despliega a todo gas. Le sacan los habituales trapitos al sol. Ella, ataviada con blusa blanca de mangas largas bordadas, falda larga plisada verde variedad Heno de Pravia y un discreto collarcito, arropada por su blonda cabellera, se le nota un poco ajada y ojerosa. Cuando la virtual descarga de fusilería toma clímax, Lilian emite un comunicado: “Lamentablemente, mi manejo imperfecto del inglés, hizo que se malinterpretara lo que quería comunicar”.

Ahora, en español bien construido, se explica mejor: “La situación de Venezuela es tan crítica que los militares y colectivos que históricamente respondiendo al régimen, impedían la distribución de la ayuda humanitaria en el territorio venezolan. Hoy no obstruyen las entregas ni la instalación de campamentos humanitarios. Aclaro que nunca hemos trabajado con grupos irregulares o paramilitares, ni lo haremos”. Pero no le garantizó nada al porvenir, como sí se atrevió en abril de 2012 el rey Juan Carlos I de España tras la polémica por su accidente durante una cacería de elefantes en Botsuana: «Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir».

Allí están las alcancías para las donaciones, tanto para ayuda humanitaria dentro del país como en sus alrededores fronterizos, y también para garantizar el funcionamiento del gobierno interino en sus necesidades esenciales.

Reino Unido se manifiesta con prontitud

El secretario de Desarrollo Internacional Alok Sharma anunció una nueva asignación de hasta 30 millones de libras esterlinas ($36.866.762), como parte del llamado de la ONU a reunir donaciones este año por un monto de 223 millones de dólares. Esta ayuda de Reino Unido se suma a la de £14.5 millones ($17.818.935) anunciada a principios de año, para un total de £44,5 millones ($54.685.697). El apoyo está dirigido a las agencias humanitarias internas y en la región.

“Por razones de seguridad”, el gobierno inglés no identificó a los destinatarios que se encuentran dentro del país. Lo que sí precisó es que esa financiación no pasará por las manos del régimen de Maduro.

Esa misma tarde el gobierno de EE. UU. anunció que triplicaba la ayuda a la oposición venezolana, con lo que, según la agencia AP, “por primera vez aportará dinero directamente a Juan Guaidó”.

Mark Green, director de la Agencia para el Desarrollo Internacional (US AID), ofreció un paquete de 52 millones de dólares, tras una reunión con el embajador Carlos Vecchio. Según el periodista de AP Joshua Goodman, un alto funcionario del gobierno estadounidense, no identificado, dijo que “la ayuda incluye 19 millones de dólares para que las fuerzas de Guaidó dispongan de comunicaciones seguras, dinero para gastos de viaje, capacitación en la preparación de presupuestos y otras herramientas que las preparen para gobernar si logran desplazar a Maduro del poder”.

Estos fondos se suman a los cientos de millones de dólares que Estados Unidos aporta para ayudar a paliar la crisis de los desplazados venezolanos. Desde Caracas, el Centro de Comunicaciones de la Unidad Opositora distribuye un comunicado en el que asegura que los fondos destinados a la oposición venezolana serán administrados por los donantes y no por los beneficiarios.

 MIÉRCOLES DE APLAUSOS

En la mañana, Donald Trump había tomado la palabra en la plenaria de Naciones Unidas. Su discurso era uno de los más esperados. El más televisado. El planeta lo está mirando. Dentro de EE. UU. esperan la respuesta de un jefe de Estado asediado, en vías de destitución (impeachment).

Fuera de EE. UU. esperan sus respuestas en cuanto a Medio Oriente, su guerra comercial con China, el pulso con Rusia. Pero ni a Rusia ni a Putin los menciona, tampoco a Europa ni a la OTAN. Se detiene un poco en Irán: “Ningún gobierno responsable debe subvencionar la sed de sangre de Irán. Mientras el comportamiento amenazante de Irán continúe, no se levantarán las sanciones; al contrario, serán apretadas”. Menciona a China en 10 oportunidades.

En ese discurso de 3800 palabras, el presidente Trump igualmente mencionó a Venezuela en 10 oportunidades, y a Maduro solo una vez. A este le llamó Dictador, le tildó de Títere. Protegido por guardaespaldas cubanos. Se esconde de su propio pueblo. Mientras Cuba saquea sus riquezas petroleras “para sostener su propio régimen comunista corrupto”.

Trump remarcó:

1. Estamos dispuestos a apoyar a los pueblos del hemisferio occidental que viven bajo brutal opresión, tales como Cuba, Nicaragua y Venezuela.

2. Escuadrones de la muerte han producido centenares de asesinatos extrajudiciales.

3. Estados Unidos y sus aliados hemos construido una coalición histórica de 55 países que reconocen al legítimo gobierno de Venezuela.

4. A los venezolanos atrapados en esta pesadilla: por favor, sepan que toda América está unida a ustedes. Estados Unidos tiene listas y a la espera de ser entregadas grandes cantidades de ayuda humanitaria. Estamos observando muy de cerca esta situación.

Responde China 

China debió esperar hasta el viernes 27 para responder las 10 menciones de Trump. El canciller chino Wang Yi, muy reposado, sin levantar la voz, dijo en su discurso que su país nunca se ha acobardado ante las amenazas ni se ha sometido ante las presiones.

China se ha comprometido a resolver las fricciones comerciales y las diferencias «de una manera tranquila, racional y cooperativa», así como con «suma paciencia y buena voluntad.» 

Trump había advertido el martes que no aceptaría un “mal acuerdo comercial” con China, pero que tampoco esperaba un acuerdo beneficioso. Los chinos están celebrando el 70 aniversario de la fundación de la República Popular China.

Al respecto, Wang Yi destacó que «850 millones de chinos se han recuperado de la pobreza, y cientos de millones se han unido al grupo de ingresos medios». ¡Chúpate esa, Catirito!

Por el régimen venezolano, Delcy Rodríguez también debió esperar hasta el viernes 27 para exponer lo suyo. Pero ellos no negocian en forma tranquila, racional y cooperativa, ni han sacado a nadie de la pobreza (a menos que sea de su propia pandilla).

Diosdado no comprende

Diosdado Cabello busca enseñanzas en otro lado. Va a Corea del Norte y lo que le cuentan es una historia de 70 años de hambruna y atraso, pero que “hizo más soberano al pueblo”. Va a Vietnam y lo que le cuentan es que ese pueblo, luego de décadas de guerra intensa, logró negociar la paz, primero con los franceses y luego con EE. UU. Cabello andaba con una agendita en la que anotaba cuanto creía entender. No conoce el iPad.

El vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Tuan Phong, le dictaba cuanto se le ocurría. Pudo haberle dicho: Mire el punto 5 de los Acuerdos de París de 1973; allí dice que “Dentro de sesenta días desde la firma del acuerdo, abandonarán Vietnam del Sur todas las tropas, consejeros militares y personal militar, incluidos personal militar técnico y personal militar asociado con programas pacíficos, así como los armamentos, municiones y material de guerra de Estados Unidos”.

Cambie usted Estados Unidos por Rusia, China y Cuba y sanseacabó, ¡evite la guerra! En poco tiempo Venezuela sería como Vietnam, con un PIB de 7% anual. Pero Diosdado no comprende.

En 2013 fue a China y en una fábrica de Shanghái le mostraron los prototipos del novísimo tren de levitación magnética, Maglev, previsto para desplazarse a 600 km/hora, pero Diosdado se desentendió de ese prodigio germano-chino porque “el comandante Chávez me encomendó la tarea de estrechar las relaciones entre nuestro partido, el PSUV, y el PCCh». Solo eso.

Según reportes de entonces, Cabello visitó también en Pekín la Escuela Central del Partido Comunista de China, donde dijo que «la razón fundamental de este viaje es estrechar la relación entre partidos», y adelantó que un primer grupo de «50 de los mejores cuadros» del PSUV viajará próximamente a esa escuela pequinesa para completar su formación política. 

Golpe a todo mogote

Un taparazo descomunal, masivo, en mitad del cuadril, fue dado a conocer el miércoles 25. Decreto oficial sobre la suspensión de entrada a EE. UU. a personas que amenazan a las instituciones democráticas de Venezuela. Lo firma Donald Trump. 

1. Suspendida la entrada a Estados Unidos, como inmigrantes o no inmigrantes, las siguientes personas:

(A) Miembros del régimen de Nicolás Maduro, a nivel de viceministro, o equivalente, y por encima;

(B) Todos los oficiales de las fuerzas armadas de Venezuela, la policía o la Guardia Nacional en el grado de coronel o equivalentes y superiores;

(C) Todos los miembros de la organización conocida como la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela;

(D) Todos los extranjeros que actúan en nombre o en apoyo de los esfuerzos del régimen de Madura de socavar o perjudicar a las instituciones democráticas de Venezuela o impedir la restauración del gobierno constitucional de Venezuela; 

(E) Los extranjeros que obtienen un beneficio significativo de las transacciones financieras o relaciones de negocios con las personas descritas en los apartados (a) a (d) de esta sección; y 

(F) los miembros de la familia inmediata de personas descritas en los apartados (a) a (e) de esta sección.

Sin embargo, advierte que un portón ha quedado abierto: “Esta suspensión no está destinada a ser aplicada a quienes dejan estas acciones y que tomen medidas concretas para ayudar a Venezuela a volver a su funcionamiento como país democrático”.

Son 545 constituyentes, la mayoría dirigentes del PSUV. Son miles los oficiales con grado de coronel o superior. Venezuela es uno de los países de América con mayor número de generales por kilómetro cuadrado o por mil habitantes.

La burocracia oficial es inmensa. La familia directa de los señalados es gigantesca. Todo mundo tiene un “primo pesao” en el gobierno.

A las 10 de la mañana del miércoles Trump ha vuelto a la ONU para reunirse con un ramillete de mandatarios y cancilleres latinoamericanos y con Borges y Vecchio, quienes muy pronto serán aplaudidos a petición del presidente de Estados Unidos. Ante la salva, ambos se ponen de pie y agradecen.

La revolución no tiene quien la defienda

“No nos importan sus sanciones”, ha declarado Jorge Arreaza a la Voz de América. Levantó la mano derecha y comenzó a enumerar los logros de su acción diplomática. “Nos hemos reunido con Simeon Oyono Esono Angue, canciller de Guinea Ecuatorial; con Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL; y con el canciller de Portugal Augusto Santos Silva”. ¿A qué viene usted? “Este año en el 74 período de la Asamblea General ONU abordaremos como temas centrales el cambio climático, la reducción de la pobreza y la inclusión educativa. Desde Venezuela daremos nuestros aportes, seguros de que el multilateralismo es la única vía para garantizar la paz”. Y ya. No han venido a defender su revolución.

“Estoy comprometido con un futuro de estabilidad, prosperidad y libertad para Venezuela. Apoyaremos a su pueblo todos los días, hasta que finalmente estén libres de esta horrible y brutal opresión. Serán liberados…, eso sucederá”, lee Trump ante una larga mesa colmada de lo que parecen crisantemos y decenas de botellas de agua carbonatada. 

Pide Borges, rotundo y decidido:

1. Sanciones contra Cuba;

2. Presión sobre testaferros y familiares;

3. Apoyo para el presidente Guaidó y la Asamblea Nacional;

4. Sumar a Europa a la agenda de presión para que adopte más sanciones contra la dictadura. 

Al poco rato, Juan Guaidó agradece: “En nombre del pueblo venezolano, reconozco el liderazgo y la determinación del presidente Donald Trump en acompañarnos hacia el regreso de la democracia en Venezuela. Nos mantendremos trabajando en alianza para lograr la libertad”.

Algo ha pasado, está pasando. Diego Arria hoy ha fijado un mensaje en lo alto de su cuenta en Twitter: “El único que representa el rescate de Venezuela es Juan Guaidó. Lo apoyé desde el 10 enero y sigo”.

Sobre los aplausos a Borges y Vecchio, larga su buena pro: “Más que merecidos”. A raíz del nombramiento de Miguel Pizarro como comisionado de Guaidó ante la ONU, se desató una campaña virtual que además de acoquinar al diputado por Petare, postulaba a Diego Arria para ocupar ese cargo (el más competente, el mejor diplomático, el liberador de Serbia y de Kosovo…).

Rafael Poleo dice que no, más bien era quien entretenía a Cecilia Matos cuando era canciller de CAP. Dicen en Panam Post: “Ahora a Nueva York, a codearse con el mundo, no llegará la institución Arria en representación de Venezuela, sino un joven diputado, sin currículo que presentar, y con fama de comunista”.

Arria camina derecho por los pasillos de la ONU, se entrevista en un rincón oscuro con el canciller ruso Sergey Lavrov. ¿Quién le ha invitado? El Grupo de Lima. Más tarde apunta: “No formo parte del grupo de los personeros enviados por Guaidó a la ONU”.

Borges y Vecchio cortan rabo y orejas

Apenas comenzaba a hablar Delcy Rodríguez en la plenaria del viernes 27, Arria se confunde entre quienes desalojaron la sala en son de protesta. “Nunca imaginé que un día saldría de la Asamblea General ONU en repudio de un régimen”, dice.

La reunión con Trump termina y los asistentes se dispersan. Todos declaran. El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, comenta: “Discutimos una transición democrática en Venezuela. Colombia seguirá adelantando acciones políticas y diplomáticas para que el hermano país vuelva a vivir en democracia y libertad”.

Borges y Vecchio salen como los toreros luego de tres jornadas con orejas, patas y rabo. Sebastián Piñera, Jair Bolsonaro, Lenín Moreno, Iván Duque, entre otros, han levantado la voz a favor de la democracia en Venezuela en la plenaria de la ONU.

Ángel García Banchs, PhD y MSc en Economía, pasa la noche pensando en si publica o no el siguiente tuit: “Si es cierto que Trump felicitó a Borges y a Vecchio, quiere decir, bien que se está burlando de ellos en su cara y nadie se ha dado cuenta, o bien que está en desconocimiento de su(s) rol(es) como colaboradores del narcorrégimen, lo cual implicaría que (Trump) requerirá más tiempo para entender”.

El economista y expresidente de la Copre Carlos Blanco, por su parte, considera que la “reunión de Trump/Pompeo, con presidentes y la destacada presencia de Julio Borges y Carlos Vecchio es hecho histórico de respaldo a la causa democrática y al gobierno de transición que debería encabezar Guaidó. Es oportunidad única para generar la amenaza creíble contra Maduro”.

El editor del Panam Post concluye en que hoy ha quedado más que ratificado (que) el continente, y particularmente Estados Unidos, aún mantiene su compromiso con la causa venezolana y con la oportunidad que representa el Gobierno interino de Guaidó.

“Debemos apostarle a su triunfo”. Pareciera que todos quieren ahora sentarse conmigo en la yerbita, en la yerbita…

Los funcionarios no lloran en público, o no debería ser usual que lo hicieran. Pero Carrie Filipetti, subsecretaria adjunta del Departamento de Estado de EE. UU. para Cuba y Venezuela, no pudo reprimirse al comentar lo que había sentido cuando la esposa del concejal asesinado Fernando Alban le relató lo sucedido momentos antes de su ejecución. Carrie Filipetti reveló que la ayuda humanitaria de EE. UU. ascendía hasta ahora a 568 millones de dólares, distribuidos dentro y fuera de Venezuela.

 JUEVES DE DESPEDIDAS

Mañana jueves será día de despedidas, agradecimientos, numeritos, ensalmes y ovaciones, pero no en Nueva York, sino en Seattle, la sede los Marineros. El lanzador valenciano Félix Hernández se despedirá de su afición, que le ha visto lanzar durante quince temporadas. El Marinero Mayor. Le dicen El Rey…

En Ginebra se estaba urdiendo una trama, que dirigen Iraq y el representante de Maduro, Jorge Valero. El Concejo de los Derechos Humanos de la ONU celebra allí su 42° sesión. Entre las muchas calamidades mundiales a debatir se encuentra el difícil caso de Venezuela.

También se va a elegir a los países miembros del próximo Concejo y el régimen de Maduro aspira a ocupar un asiento. Muchas onegés, por insólita, han rechazado esta última posibilidad, a la vez que han denunciado que la resolución que proponen para el jueves solo servirá para atenuar las medidas en torno a las múltiples acusaciones que se le han hecho a lo largo del planeta.

La Alta Comisionada Bachelet ha estado en Nueva York y ha hablado con los representantes del poder alterno venezolano. A pesar de su negativa a aceptar las conclusiones del informe de julio de Bachelet, el gobierno de Maduro ha admitido finalmente cuestiones que prescribía, entre ellas la presencia y libre acción de funcionarios del HRC.

La cuestión Venezuela se debatirá y votará en dos sesiones consecutivas. Una el jueves y otra el viernes. 

El jueves, la resolución propuesta por Iraq, apoyada por la representación de Maduro, fue aprobada con 18 votos a favor, 23 abstenciones y seis votos en contra. Países como Perú, Argentina y Brasil, que votaron en contra, consideraron que el documento era demasiado transigente con el régimen de Venezuela. Arguyen que esto hará que su gobierno “no asuma ninguna responsabilidad por las graves violaciones de los derechos humanos”.

En Nueva York, el canciller de Maduro aplaudió alborozado, tomando los hechos con pinzas. Desde su punto de vista, el HRC42 aprobó “una resolución histórica que condena los impactos de las medidas coercitivas unilaterales”. Refirió que es la primera decisión de un órgano de la ONU que hace referencia expresa a las consecuencias negativas del bloqueo de EE. UU. contra Venezuela. Pero ese no era el tema.

 VIERNES DE CLAMOR POR LOS DERECHOS HUMANOS  

La alegría le duró solo un día. El viernes 27 fue sometida a consideración una nueva propuesta, patrocinada por el Grupo de Lima. La misma fue aprobada con 19 votos a favor, 7 en contra y 21 abstenciones. Inmediatamente el secretariado del HRC42 emitió una declaración en la que califica la resolución como una fuerte condena a todas las violaciones y abusos de las leyes internacionales en Venezuela y urge a sus autoridades a liberar a todos los prisioneros políticos que han sido detenidos arbitrariamente. Pero, además, la resolución establece la conformación de una misión independiente de verificación de hechos, lo cual ha sido considerado como un paso crucial.

Esa misión de investigación internacional documentará violaciones a los DDHH en Venezuela, incluyendo la tortura y miles de ejecuciones sumarias.

Según la agencia Reuters, el embajador de Maduro en la ONU/Ginebra, Jorge Valero, definió la resolución como «hostil». Y aseguró que ese Consejo está «politizado» debido a que «sigue al pie de la letra las instrucciones del imperio norteamericano» y está formado por países que son «verdaderos y avergonzantes súbditos del Gobierno de Donald Trump».

El lanzamiento de la misión «es un tremendo impulso no solo para denunciar con nombres y apellidos, sino también para castigar a aquellos que han violado los derechos humanos en Venezuela», señaló Julio Borges, jefe de la diplomacia de la oposición venezolana.

La resolución condena «la represión generalizada y la persecución» a través de lo que llamó el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos, el cierre de medios de comunicación y la erosión del Estado de derecho.

La resolución expresa «profunda preocupación por el hecho de que ha habido al menos 6000 muertes resultantes de operaciones de seguridad en Venezuela desde enero de 2018 y que, según la información analizada por la Alta Comisionada, muchas de estas muertes pueden constituir ejecuciones extrajudiciales».

La resolución condena las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzadas llevadas a cabo por fuerzas de seguridad, tales como las Fuerzas de Acciones Especiales, conocidas como FAES, y grupos civiles armados gubernamentales.

Una vez más no pudieron. Países que votaron a favor de una, se abstuvieron en la otra. La correlación de fuerzas varió día de por medio. En Ginebra, también estaban en sintonía con lo que había estado ocurriendo en Nueva York.

Estaba prevista su diletantia para las 3 de la tarde, la hora en que mataron a Lola. Son las 4:15 p. m. del viernes 27 y la transmisión de televisión aun no comienza. Algo pasa. A las 4:25 aparece su imagen por Rusia Today, una televisora moscovita financiada por el Kremlin: “es (el pueblo, la oposición) una maquinaria al servicio del hegemón del mundo y de sus satélites”; “vengo en nombre de la única Venezuela”.

En el legajo que lleva al podio de la Asamblea General no se encuentran los 13 millones de firmas (“No+Trump”) que aseguraba haber recogido para entregarlas a Antonio Guterres, el secretario general de la ONU. Han desaparecido, sin explicación.

Su hermano Jorge estaba acompañando a Maduro en Moscú, de donde regresaron a Caracas con manos y bolsos vacíos. Delcy Rodríguez, la vicepresidenta, había llegado a la sede de la ONU junto a unos doce funcionarios. Algunos portaban maletines de esos que los cuerpos de seguridad utilizan como escudos blindados que son desplegados en caso de algún atentado. Le esperaban en los bordillos del estacionamiento el canciller Jorge Arreaza y el embajador ONU Samuel Moncada.

A Delcy la chotean por su mal vestir. Por el uso de espejuelos achatados hacia el ecuador, por su desmesuradas pretensiones, pero nunca le recriminan que su discurso. Ya lo lleva aprendido con meses de antelación. Al bajar del automóvil negro, aparece con blazer azul marinero, blusa blanca y pantalones de azul más claro que lleva en los laterales listillas ámbar como las utilizadas por las bailarinas del antiguo Folies Bèrgere parisino.

En los días previos a su comparecencia se especulaba que por representar a un régimen considerado usurpador, se impugnaría su presencia en el foro mundial. Empezaron a meterles casquillo y se creyeron que existía la posibilidad de que a doña Delcy se le impediría hablar en la plenaria.

Culillo rojo

Los nervios se habían desbordado. (La ONU no puede permitir eso. Nosotros somos quienes somos. Representamos a Venezuela. Que anden como Pedro por su casa no significa que ellos sean los representantes legales del país. El derecho internacional nos ampara).

El lunes 23 Samuel Moncada, como jefe de misión, envió una comunicación a la directiva de la ONU. La petición era inusual. La comunicación estaba numerada 00341, con precedente en la nota verbal 00299 del 3 de septiembre, en la que se solicitaba “certeza legal” sobre los derechos y privilegios de todos los miembros de la ONU y sobre su capacidad para ejercerlos en su totalidad, “libre de cualquier amenaza o coerción de parte de países más poderosos”.

¿Qué es esto? ¿De dónde ha salido esta inusitada cagazón?

Moncada denuncia que Estados Unidos y sus aliados pretenden impugnar las credenciales de la delegación venezolana que ellos ostentan. De consentir tal pretensión, “ello convertiría a la ONU en un arma de intervención para promover golpes de Estado contra las legítimas autoridades de los estados miembros de la ONU”.

Denuncia la existencia de “coleados”, individuos pertenecientes a la oposición venezolana, que han sido acreditados por estados miembros distintos a sus nacionalidades. “Ellos no son ni legítimos ni representativos de Venezuela”. En todo caso, representan a los países que les han acreditado. 

En esa comunicación, Moncada alerta que ha sabido de la intención de un grupo de países de propiciar una votación en el seno de la plenaria con el fin de evitar que Su Excelencia Delcy hable el viernes 27 de septiembre a las 3 de la tarde.

Sin los 13 millones de firmas, con el cielo encapotado que había desatado tempestad, con la invocación del TIAR, con la noticia procedente de Ginebra que abría investigación oficial sobre violaciones de derechos humanos, con las nuevas sanciones anunciadas por EE. UU., con la generalizada condena al régimen que representa, con las posturas de toda América y toda Europa, HE Delcy no podía sino recurrir a mentiras que, de paso, ya habían sido desmontadas mucho antes de llegar a Nueva York.

Mostró una foto de Guaidó al lado de un presunto miembro de la banda Los Rastrojos. Dijo que en Santa Marta, Ríoacha y Maicao, Colombia entrenaba gente para atacar a Venezuela. 

Lanza su retahíla: Colombia y EE. UU. preparan el terreno para atacar a Venezuela. Eso viene desde Obama. El TIAR justifica los pilares para instrumentalizar una intervención armada. Alertamos y prevenimos este potencial conflicto que quieren sembrar en nuestra región. Es unilateralismo grupal. La OEA es un cadáver insepulto. La ONU está llamada a jugar un papel más proactivo sobre la paz y la seguridad internacional.

Y se les van acabando sus 30 minutos. En un momento dice que los traductores le piden que hable más lento…

Viva Palestina, viva Cuba, viva China, viva Rusia, viva Irán, viva Corea del Norte, viva Siria, viva Zimbabue. Delcy se va apagando. 

Dice el moderador de la sesión: tiene la palabra el representante de Cabo Verde. La funcionaría de la misión permanente, Daniela Rodríguez, había terminado de ojear el libro del maracucho Iván Rincón Urdaneta.

El joven diputado de las zapatillas de suela blanca, traje y corbata nuevos, que había ido a Nueva York en busca de una quimera, Miguel Pizarro, emite un veredicto sobre lo que le ha tocado vivir:

«Tuvimos una semana histórica. El tema de Venezuela ha sido fundamental. Ahora iniciamos un nuevo capítulo de avances y acciones en contra de la dictadura y en pro del cambio que el país merece».

Estoy contigo, Miguel.

 

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* Nota actualizada el 7 de julio de 2020.