Miedo, dolor, sacrificio, insomnio, depresión, duelo. A todas estas emociones y estados se enfrentaron las vÃctimas de la persecución sin precedentes que se desató en Venezuela tras las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024. Cientos de ciudadanos tuvieron que salir de sus casas e incluso huir del paÃs ante la amenaza de ser detenidos o torturados. Ellos son los refugiados poselectorales.
Este reportaje apoyado e impulsado por la Red de Periodistas de Investigación de Venezuela (RPI), IPYS Venezuela y Free Press Unlimited (FPU), recoge 23 testimonios de quienes tuvieron que huir por haber trabajado como miembros de mesas electorales o desempeñarse como dirigentes polÃticos, activistas de derechos humanos, periodistas o colaboradores electorales. Ejercer estos roles era motivo para ser arrestado. En ocasiones, bastó con ser familiar de alguien vinculado al sector opositor para terminar tras las rejas.
Las vÃctimas consultadas para “Refugiados poselectorales: los venezolanos que cruzaron la frontera para sobrevivir”, fueron interrogadas sobre su actividad antes, durante y después de las elecciones, el por qué debieron migrar, en qué condiciones lo hicieron, por qué o a qué temÃan. Todas describieron un ambiente pre y poselectoral de intimidación y represión. Sus relatos están acompañados de datos de fuentes documentales y entrevistas a abogados, activistas de derechos humanos, académicos, psicólogos y expertos en materia migratoria.
Entre los refugiados poselectorales entrevistados, 29% abandonó sus casas o salió del paÃs después de las elecciones presidenciales por el hostigamiento de cuerpos de seguridad, mientras que 22% apareció en panfletos en donde pusieron sus nombres, documentos de identidad y hasta fotos, y otro 22% en listas de personas que presuntamente serÃan detenidas.
Este trabajo especial fue elaborado a través de historias recogidas por reporteros de nueve estados fronterizos: Táchira, BolÃvar, Nueva Esparta, Falcón, Sucre, Carabobo, Zulia, Apure y Amazonas, cuyas investigaciones determinaron que la frontera entre Táchira y Norte de Santander, en Colombia, fue el paso más frecuentado para huir: 30% salió por allÃ, frente a 22% que se fue por Santa Elena de Uairén, al sur de BolÃvar, hasta Pacaraima, en Brasil.
Los relatos narran la persecución que vivieron los refugiados poselectorales, asà como su duelo migratorio. Tras la huida, 48% de los consultados dijo que experimentó ansiedad y 35% insomnio, sÃntomas que según la Organización Mundial de la Salud, tienen un impacto profundo en la salud mental.
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