¿Quién es Carmen Meléndez? Nueva Ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz
¿Quién es Carmen Meléndez? Nueva Ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz

Vía Poderopedia

 

Ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, designada por el presidente Nicolás Maduro el 24 de octubre de 2014 en sustitución de Miguel Rodríguez Torres. Antes se desempeñaba como ministra de la Defensa. Pertenece a la segunda promoción de mujeres egresadas de la Armada, en 1984. La almiranta también estuvo al frente del Ministerio para el Seguimiento de la Gestión, desde octubre de 2012 hasta julio de 2013. Desde allí se encargó de realizar inspecciones en los entes del Gobierno nacional. Ordenó auditorías a diferentes niveles, pero los resultados no se dieron a conocer. Meléndez también fue tesorera de la Nación. Estuvo casada con el ex ministro de la Defensa, almirante Orlando Maniglia.

Perfil

“Me gusta almiranta, en femenino. Me dicen que se oye raro, pero es porque antes no había. Pronto será normal. Si una va a ir de pionera debe marcar la pauta”. Así lo expresó Carmen Teresa Meléndez, en una reciente entrevista cuando le preguntaron por el rango militar que ostenta como la primera mujer contralmirante en la historia de las fuerzas armadas de Venezuela. El acenso llegaría 30 años después de haber iniciado su carrera al interior de una institución tradicionalmente machista.

A Meléndez, la quinta entre 11 hijos de una familia humilde de Barinas, la reclutaron con la novelería de que podría ir a la playa. A sus 18 años viajó a la Escuela Naval, en Catia La Mar, estado Vargas, y se sometió a la semana de pruebas. Dice que solo otra compañera y ella, entre 5 muchachas que habían viajado juntas, fueron admitidas. Y de las 40 que finalmente entraron a la Escuela Naval con la almirante, sólo se graduaron cuatro como alférez de navío el 5 de julio de 1984.

Algunos de sus ex compañeros de estudio la recuerdan como una oficial introvertida y estricta. Se graduó entre los primeros 15 de su promoción. Aún así, no había mucho margen de maniobra para las mujeres en la Armada. Ella misma ha relatado que no podían comandar unidades, a pesar de haber cursado las mismas materias y cumplir con todos los requisitos para ser oficiales. Además, las Fanb no admitirían más mujeres en las filas a partir de 1987 y hasta el 2000, con la llegada de Hugo Chávez al poder.

Para Meléndez, Chávez marcaría un punto de quiebre fundamental para la FANB y ella misma lo explicó así: “Los militares antes estábamos como en una cripta, no sabíamos lo que pasaba afuera. Hasta te decían que no pasaras uniformada por la universidad porque estaba prohibido. La nueva relación entre civiles y militares comenzó con la llegada de nuestro comandante a la Presidencia, pero se hizo más fuerte después del golpe de Estado de 2002”.

De institucional a revolucionaria

«Se fajó a tiros con los golpistas. Fue una Rambo, una heroína». Así recordó a Meléndez el teniente de navío Pedro Pedrosa. Y Rafael Huizi Clavier, el vicealmirante y presidente del Frente Institucional Militar, añadió una frase clave que le serviría para construir una imagen de militar apegada a la institucionalidad. “En pleno proceso de un golpe de Estado, ella protegió la democracia», dijo.

En efecto, el 4 de febrero de 1992, Meléndez se enfrentó a los alzados en la Comandancia de la Armada, en San Bernardino. La oficial en jefe se encontraba de guardia cuando un pelotón de paracaidistas del Batallón Leonardo Chirinos intentó tomar la sede esa madrugada. Según el vicealmirante retirado, Mario Iván Carratú, lo hizo a punta de ametralladora e hirió al jefe de la misión golpista. No sería el único de los paracaidistas que resultaron heridos de gravedad cuando los hombres al mando de Meléndez repelieron el ataque. Por su actuación fue condecorada.

Pero 10 años después, la capitana Meléndez de Maniglia, como se llamaba cuando estaba casada con el vicealmirante y ex ministro de Defensa, Orlando Maniglia Ferreira y con quien tuvo 3 hijos, sería responsable de coordinar los cohetazos que se detonarían para conmemorar el alzamiento militar en Caracas. A las pocas semanas sería el mismo presidente Hugo Chávez a quien otros militares intentarían derrocar. Esa noche la almirante Meléndez permaneció en el Palacio de Miraflores, y nuevamente se catalogó  su actuación como profesional y apegada a la institucionalidad.

El rumbo que tomaría la carrera de Meléndez después del golpe, algunas de sus actuaciones y declaraciones posteriores han hecho poner en duda su lealtad a la institución. Un año después, en una columna de opinión, Marianela Salazar aseguraba que ella, como administradora del Ministerio de la Secretaría, era quien manejaba el presupuesto de donde salían los fondos para los círculos bolivarianos.

Posteriormente, en su misma hoja de vida, que hizo pública en un blog que creó en el 2009, Meléndez dice que ha sido expositora en el taller “Revolución Bolivariana y Pensamiento Militar Venezolano” impartido a los alféreces y guardia marinas de la FAN, entre el 16 y el 23 de enero de 2006. Meléndez luego ocupó el cargo de vice ministra de Educación para la Defensa.

En una entrevista tres años después con Jose Vicente Rangel, con ocasión de su ascenso al rango de almirante, afirmaría: “En la última década hemos vivido transformaciones estructurales desde todo punto de vista, y nosotros particularmente, como militares, nos hemos convertido en más patriotas, somos revolucionarios que estamos viviendo estos cambios estructurales y que cada día estamos más unidos, pueblo y Fuerzas Armadas para tener un mejor país”.

A pesar de sus declaraciones y su cercanía con el proyecto político del presidente Chávez, al ser nombrada ministra de la Defensa por Nicolás Maduro en julio de 2013, varios analistas, entre ellos Rocío Sanmiguel, quien dirige una ONG que le hace seguimiento crítico a las FANB, consideraron que bajo su batuta se estaba enviando un mensaje de apego a la institucionalidad y un desmarque con la politización al interior de las fuerzas armadas. La misma Meléndez en una entrevista por esos días cuando se le preguntó si era activista del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV afirmó: “Yo soy militar activa”.

Pero en su primer discurso oficial como ministra, despertó críticas como la del general retirado Antonio Rivero:  «Rechazamos categóricamente el primer discurso de la ministra Meléndez, en el que colocó a la Fuerza Armada Nacional en una posición de sectarismo, asegurando que la iba a profundizar con la figura de Chávez. La institución militar debe ser profesional y sin militancia política, no servir a un proyecto del partido de gobierno”, aseguró.

Un mensaje en su propia cuenta de Twitter quizás sea el mejor reflejo de la transformación de la almirante Meléndez. Con ocasión del 4 de febrero, fecha en que 20 años atrás ella había defendido a punta de fusil la democracia, escribió: «Un día como hoy Venezuela dio un paso gigante para ser grande al lado de un hombre que supo despertar el alma de millones».
La gestionadora

En el blog que la ministra creó en 2009 menciona que tiene habilidades profesionales en las siguientes áreas: finanzas, administración, organización y sistemas, banca, inversiones y contabilidad. Son el resultado de haber desarrollada una carrera más de oficina que al frente de un buque de guerra.

Entre 1987 y el 2000 Meléndez trabajaría en cargos administrativos al interior de las Fuerzas Armadas. Pero luego del golpe a Chávez en 2002, quizás buscando acercar a militares leales a su mando, el Presidente la sacó de los cuarteles y la nombró como directora de Gestión del despacho de la presidencia.

En 2003, el presidente Chávez le dio aún más responsabilidad. La nombró jefe de la Oficina Nacional del Tesoro del Ministerio de Finanzas. No fue el único nombramiento de un militar activo en el gabinete ni en el sector de finanzas, lo que empezó a llamar la atención de quienes vieron desde entonces que el Presidente estaba “militarizando” el presupuesto nacional y dándoles cada vez más poder.  Dos años después, el 17 de septiembre, la designaría además como directora del Fonden, un fondo nuevo a donde irían a parar los recursos excedentes que ingresan al país por la venta de petróleo, y cuyo gasto es un misterio, incluso para el propio Banco Central de Venezuela.

Meléndez estaría en el Fonden y en finanzas hasta el 2007, cuando llegó el ministro Rodrigo Cabezas, y nombró su propio equipo, designando a Alejandro Andrade en remplazo de Meléndez. Fue a la primera persona a quien Cabezas removió de su cargo.

Por cinco años Meléndez volvería a su territorio, administrando los recursos, el personal y la educación al interior de la Armada. Hasta que Chávez decidió que en el campo educativo podía repotenciarla ,y en julio de 2012, la nombró viceministra de la Educación para la Defensa. Pero allí no duraría mucho tiempo.

Una semana después de ganar las elecciones, Chávez crearía un Ministerio para el Seguimiento de la Gestión de Gobierno, como respuesta a muchas de las críticas que surgieron en campaña sobre la falta de ejecución de muchos de los planes y proyectos. «Este ministerio lo voy a formar en un gran cuerpo de seguimiento de todas las decisiones del gobierno central», dijo Chávez. Al frente de ese particular ministerio, que debía cumplir las veces de una inspectoría en un cuerpo militar o de una contraloría, nombró a Meléndez.

Siguiendo las órdenes de “eficiencia o nada”, empezaría a trabajar Meléndez al frente de este ministerio, que no tenía facultades sancionatorias como la Contraloría, pero que tendría mucho más presupuesto, por depender directamente del despacho de la Presidencia. Para llevar adelante su tarea, la ministra creó una cuenta de Twitter, @gestionperfecta para que la gente enviara tweets solicitando una inspección. También podían enviar un correo electrónico, consignar una solicitud ante el despacho de la presidencia, o llenar una planilla desde la página web del partido PSUV.

Según un tweet de la misma Meléndez, entre el 15 de octubre de 2012 y el 1° de febrero del 2013 habían realizado 446 inspecciones en 17 estados. Según dijo la ministra en una entrevista al diario Ciudad Caracas, era el mismo presidente Chávez el que tomaba las decisiones en su despacho. “Él fija las prioridades. Le presentamos una lista y él decide dónde se inspecciona,» dijo.

 

Gobierno de calle militar

Carmen Meléndez volvería a lucir el uniforme militar, sus medallas y condecoraciones más que nunca, después de que el presidente Nicolás Maduro la nombrara ministra de la Defensa en julio de 2013 en remplazo del también almirante Diego Molero.  Pero a Meléndez también se le ha visto muy activa, con botas de combate al lado de Maduro, quien la elogia con frecuencia públicamente y a quien la ha hecho una protagonista de su estilo de “gobierno de calle” en el que la “unión cívico-militar”, parece estratégica.

Maduro, además de haber nombrado en varios ministerios a militares activos, ha tomado otras medidas para aumentar el poder de los uniformados dentro del gobierno.Creó nuevas corporaciones  para ellos, un banco (Banfanb) una canal de televisión (Tvfanb), una empresa de producción agropecuaria (Agrofanb) y Emiltra, una empresa de logística y transporte. Además creó la Misión Negro Primero y aprobó un aumento salarial para las tropas en enero de 2014. Medidas que el gobierno ha tomado mientras insiste que ha sido víctima de una agresión permanente y constante desde que Maduro tomó posesión.

«Nosotros, como FANB, estamos atentos a todo lo que sucede en el país para tomar acciones inmediatas, si hay algún punto de ebullición que prenda alguna candelita, pero si se da vamos a hacer todo lo que esté a nuestra alcance para apagarla. Estamos alertas», advirtió Meléndez el año pasado, incluso antes de que sucediera la ola de violencia que comenzó en febrero de 2014. La actuación de la FANB ha sido cuestionada tanto internamente como externamente para controlar las protestas. «Nos tildan de represores; no somos ningunos represores. Estamos allí apoyando al pueblo. Lamentamos todas las muertes y heridos de venezolanos y venezolanas. Queremos la paz», expresó la ministra.

Pero también ha mandado un mensaje, ante las propias denuncias del presidente Maduro que habría sectores militares con intereses golpistas y que algunas entidades de seguridad estarían actuando como una rueda suelta en esta crisis. Pidió unidad a toda la FANB.  «O la anarquía nos devorará», dijo.

El 24 de octubre de 2014 fue designada ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, en sustitución de Miguel Rodríguez Torres.