Ampliación de la Seguridad Social por Francisco Ibarra Bravo
Fue aprobada la modificación de la Ley del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) para permitir la inclusión de los trabajadores informales. Para aquellos que estamos a favor de un sistema de cuentas individuales de retiro cualquier reforma que mantenga el actual esquema aportes y retiros a la seguridad social siempre sabrá a poco. Dicho esto, la inclusión de los trabajadores informales dentro del esquema es una buena noticia pero una cuyas consideraciones deben ser analizadas.
El primer aspecto es que ante el desconocimiento del ingreso real de los trabajadores informales es muy difícil establecer cual deberá ser aporte de cada uno al IVSS. Los aportes hechos por los trabajadores formales están vinculados al salario que perciben. En el actual esquema de contribución existe, además de una distribución intergeneracional del ingreso, una distribución a través de los niveles de ingreso. Todos sabemos que para las escalas más elevadas de salario la contribución hecha es menor que la pensión que se recibe y con elevada probabilidad mucho mayor a la atención médica que se disfrutó en las instalaciones del IVSS. Esto es así en todos los esquemas de contribución colectiva. En caso contrario, para aquellos con menor salario, los aportes que hacen al seguro social son menores a lo que en efecto reciben. Estas transferencias ocurren dentro de una misma generación así como entre generaciones. Esto ocurre porque en el sistema de contribuciones colectivas el dinero con el que se cancelan las prestaciones de las personas en edad de retiro proviene de los actuales contribuyentes. El desconocimiento del ingreso real de los trabajadores constituye una limitante importante, dicho sea de paso es la misma a la que se enfrenta el Estado cuando quiere cobrar impuestos a estos trabajadores. La ideal sería, asumiendo que se mantenga el actual esquema, que mediante la inclusión de estos trabajadores en la Seguridad Social, se les pudiese de alguna forma regularizar. No sería conveniente el establecimiento de una tarifa plana de contribución, si bien ante las dificultades existentes es posible que sea lo que se termine adoptando.
El segundo aspecto va más allá de la inclusión de las trabajadores informales. Esto deja actualmente por fuera un gran número de venezolanos que nunca pertenecieron al mercado formal y que ahora no están en edad de trabajar. Si bien existen ciertas transferencias que el estado asigna para este tipo de personas, por lo general no tienen la formalidad y confiabilidad que tiene el pago de las pensiones del seguro social. Este es un aspecto que debería considerarse.
Retomando el punto inicial, estos retoques a la Ley del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) no generarán a largo plazo mayor sostenibilidad al actual sistema. Lo que actualmente viven algunos países europeos, que se agravará en el futuro, ocurrirá en Venezuela en algún momento del tiempo. La única manera de evitar esto es avanzar a un sistema de cuentas individuales. A diferencia de lo que ocurre en muchas partes del mundo, en Venezuela la transición hacia este tipo de esquema no tendría que ser traumática pues se cuenta con una renta externa que permitiría hacerlo. Lamentablemente los sistemas de cuentas individuales en Venezuela y en el mundo en general gozan de poca popularidad.
Francisco Ibarra Bravo