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18 claves que podrían explicar por qué Venezuela no tendrá por ahora vacunas contra la COVID-19
A medida que pasan los días se incrementan en Venezuela el número de contagios por COVID 19 y la cifra de muertes por el virus. Con estos aumentos diarios, y con todo lo que ellos suponen, crece la incertidumbre en la población, cada vez más vulnerable y a la expectativa de la llegada de las vacunas.
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A continuación, 18 claves que podrían explicar por qué los venezolanos no tendrán por los momentos acceso a las vacunas contra el COVID-19:
El mecanismo Covax es un esfuerzo internacional cuyo propósito es garantizar, de forma justa y a través de un esquema de asignación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), vacunas efectivas contra el COVID-19 para los países participantes de esta alianza.
El acceso al mecanismo Covax, coordinado por la OMS, ha sido objeto de polémica en Venezuela en medio de las denuncias por parte de Nicolás Maduro, quien ha dicho que no ha podido pagarlo por tener “bloqueados” recursos en el extranjero.
Maduro aseguró el 24 de marzo que a Venezuela no entrará ninguna vacuna que no haya autorizado previamente, luego de que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció que las primeras previstas para el país a través del mecanismo Covax son de AstraZeneca no avaladas por su gobierno.
Horas antes, la vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez, indicó que esta decisión ya fue comunicada al organismo el 15 de marzo, en una reunión con el representante de la OPS en el país, Paolo Balladelli.
“Nuestra comisión presidencial científica ha decidido no incluirla en los esquemas de tratamiento en Venezuela ni en los esquemas de vacunación. Allí nosotros informamos al representante de la OPS y ya hay claridad de que Venezuela va a escoger, a través de este mecanismo -el Covax-, cuál es la vacuna que está permisada (sic)”.
Rodríguez insistió en que la desaprobación de esta vacuna en Venezuela se debe a los efectos que ha producido en pacientes de otros países: “Está en todos los medios de comunicación, está en informes científicos a los cuales Venezuela ha tenido acceso y, por lo tanto, ha decidido y así lo ha comunicado a la OPS”.
La vicepresidenta de Maduro añadió que Venezuela está “convencida” de su participación en el mecanismo Covax para acceder a las vacunas que no sean de esta farmacéutica.
Por su parte, Maduro fue enfático al afirmar que no aprobará el uso de la vacuna AstraZeneca en el país y añadió que han informado “con tiempo suficiente al mecanismo Covax”.
Maduro señaló que su gobierno solicitó “la liberación del dinero secuestrado en el Banco de Inglaterra”. Una vez atendida esta solicitud, aseguró que entrarán al país las vacunas que fueron autorizadas, entre las que no está la de AstraZeneca, que, según palabras de Maduro, “está causando estragos en el mundo”, por lo que vetó su ingreso a Venezuela.
El 19 de marzo la oposición había anunciado que realizaría las gestiones para pedir una licencia a la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de EEUU que permitiera el pago de las vacunas a través del Covax.
El dirigente José Manuel Olivares explicó que el pago se realizará directamente desde una cuenta del Departamento del Tesoro de EEUU a la OPS.
El 23 de marzo, un día antes de las declaraciones de Maduro y Rodríguez, el director de Emergencias en Salud de la OPS, Ciro Ugarte, confirmó en una rueda de prensa que el pago de Venezuela para formar parte del mecanismo Covax estaba en marcha y aseguró que las primeras vacunas previstas para el país serían las de AstraZeneca producidas en Corea del Sur.
Ugarte acotó: “No son las vacunas que han presentado potenciales efectos adversos que han sido aclarados por la autoridad reguladora de Europa y también por la OMS”.
El 22 de marzo, Maduro anunció que Venezuela recibiría la primera semana de abril 60.000 dosis de los proyectos de vacunas cubanas Soberana 02 y Abdala, con las que el país participará en la fase final de ensayos clínicos de estos antídotos.
Maduro informó que 30.000 unidades de cada una de estas vacunas llegarán al país para ser aplicadas en la tercera y última fase de ensayos, tal como ocurrió con la rusa Sputnik V, que escogió a Venezuela como el primer país de América para sus estudios.
La Soberana 02 y la Abdala, dijo Maduro, son las vacunas del “ALBA”, el grupo de países que creó el fallecido presidente Hugo Chávez y que es integrado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y otros países americanos.
Un día después de este anuncio, el 23 de marzo, el Centro Nacional de Bioética de Venezuela (Cenabi) divulgó un comunicado en el que manifestó su apoyo al pronunciamiento de la Academia Nacional de Medicina, que cuestiona la aplicación experimental a los venezolanos de los dos “candidatos a vacuna” mencionados por Maduro.
El Cenabi argumentó en el comunicado que “la infraestructura tecnológica de ese país (Cuba) se encuentra actualmente obsoleta y no existe información confiable sobre los resultados de las fases de prueba 1 y 2, que demuestren la capacidad inmunológica del producto (…) La población que participa en estos estudios se enfrenta a grandes riesgos e incertidumbre”.
Con información de EFE