Nicolás, el hijo de Trump por Reyes Theis
Reyes Theis Ago 24, 2015 | Actualizado hace 9 años
Nicolás, el hijo de Trump por Reyes Theis

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En marzo de 2013 el presidente de la República Nicolás Maduro, durante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de Venezuela (PCV)   intentaba justificar que no tenía la misma sapiencia de Hugo Chávez. Maduro dijo: “Que nadie piense que soy Chávez. Yo soy chavista, hijo de Chávez. Así lo siento”, argumentó.

Al autoproclamar su vínculo con su padre político, Maduro pretendía heredar algo del pedigrí de su progenitor. Pero para su disgusto, hoy muchos se dicen ser “chavistas, pero no maduristas”. Entonces, ¿Qué es lo que está pasando?

Mientras en Estados Unidos, el “Imperio del mal”, según la dialéctica anacrónica del PSUV, un señor muy “pelucón”, tanto por su ridículo peinado, como por su pertenencia al sector más conservador de esa sociedad, Donald Trump, sin aparente posibilidad en las encuestas, se lanzó en una campaña xenofóbica contra sus vecinos mexicanos.

Sorprendentemente, la campaña ha dado resultados y los números comenzaron a subir. Y en la medida que su posición se hace más estrambótica y altisonante, genera mayor aceptación en el público norteamericano.

Trump planteó la necesidad de levantar un «gran muro» en la frontera entre Estados Unidos y México, que debería ser pagado por el vecino del sur. «México manda a su gente, pero no manda lo mejor. Está enviando a gente con un montón de problemas (…). Están trayendo drogas, el crimen, a los violadores. Asumo que hay algunos que son buenos«, afirmó el magnate.

Entretanto, al norte de Suramérica y por las mismas razones electorales, el autoproclamado hijo de Chávez da unas instrucciones similares a las de Trump.

En el puente internacional Simón Bolívar, que lleva el nombre del Libertador, impulsor de la unidad grancolombiana, Maduro ha ordenado la instalación de una cerca de púas. Nadie entra y nadie sale hasta nuevo aviso. Quizás al menos deberían cambiar el nombre del puente, porque dejó de ser lugar de unión de los pueblos y ahora es de aislamiento y separación, como lo fue el muro de Berlín o el muro que aspira a construir Donald Trump.

En paralelo, funcionarios de la Fuerza Armada venezolana allanan locales y  residencias sin orden judicial y deportan a miles de colombianos sin ningún procedimiento previo, ni mirar el aspecto humano.

Los testimoniales que llegan desde los canales de televisión de Colombia son desgarradores. Un muchacho colombiano con discapacidad mental que vivía con un tío fue deportado, una señora colombiana que denuncia que le tumbaron del rancho y la sacaron a la fuerza, cientos de personas varados en el puente, porque muchos trabajan o estudian en un lado y viven en el otro.

Ante estas manifestaciones evidenciadas en la conducta de Maduro, este no debe extrañarse si Trump, en un arrebato de sinceridad, le notifica con voz gruesa al presidente venezolano la misma información que Darth Vader le dio Luque Skywalker en el film Star Wars, Episodio V: “Nicolás, Yo soy tu padre”  podría decir el gringo. Eso explicaría las mismas mañas.