Reyes Theis, autor en Runrun

Reyes Theis

El referendo del Esequibo pretende sacudir la apatía del chavismo
Expertos no ven razones para hacer una consulta sobre el tema, cuyo proceso se ventila en la Corte Internacional
No sería la primera vez que Maduro apela a la zona en reclamación para tratar de obtener rédito político

Por: @reyestheis

Nicolás Maduro y su estratega político, Jorge Rodríguez, intentan movilizar a su base de apoyo, ante el impacto de la participación masiva en las elecciones primarias opositoras, pero tienen un gran inconveniente: las cifras de rechazo del líder del régimen son demoledoras.

El último estudio de opinión de la empresa Delphos, correspondiente a este mes de octubre, cifra en 20,7% los encuestados que dijeron ser chavistas, pero de ellos 11,2% son chavistas descontentos con Maduro, lo que deja su base de apoyo en apenas 9,5% Por ello necesita reconectar urgentemente con el chavismo.

Desde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se han iniciado movilizaciones de calle para tratar de animar a sus seguidores, pero esa base de apoyo está, como el resto del país, muy golpeada. Son en su gran mayoría empleados públicos que están recibiendo sueldos que no alcanzan para subsistir. Entonces, desde Miraflores y el Palacio Federal Legislativo, han sacado a la disputa territorial del Esequibo como comodín para propiciar la movilización.

El tema Esequibo se encuentra en estos momentos en estudio por la Corte Internacional de Justicia. El experto en el tema, Víctor Rodríguez Cedeño, quien es abogado y diplomático, explica que se espera que Venezuela presente su contra memoria en abril próximo.

Es un proceso que, entre alegatos y réplicas, podría demorar para su sentencia definitiva más de dos años. La Corte evaluará si el Laudo Arbitral de París, que fijó en 1899 los límites entre Venezuela y la entonces Guyana Británica, hoy República Cooperativa de Guyana, es válido o nulo e írrito, como lo considera Venezuela.

Desde el Parlamento y por solicitud de Nicolás Maduro, el tema será sometido a referendo consultivo el 3 de diciembre.

“La Constitución prevé la posibilidad de un referendo popular. Está establecido para toda materia de trascendencia nacional. No podemos decir que no se puede”, aclara la abogada Cecilia Sosa Gómez, expresidenta de la Corte Suprema de Justicia y vicepresidenta de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.

“Sobre el Esequibo ya se estableció un camino. Lo hizo el Ejecutivo con toda su competencia ante la Corte Internacional de Justicia. Quizá una consulta antes pudo tener sentido, pero no en estos momentos, cuando estamos a pocos meses de presentar el documento de nuestras pruebas. Me parece, y así lo dice el pronunciamiento de la Academia, que la Asamblea Nacional debe desistir de ese mecanismo, porque va a crear una confusión en la opinión pública nacional”, advierte la exmagistrada.

A Sosa Gómez no le preocupan tanto las preguntas, sino las respuestas. “La pregunta puede ser cualquiera, el tema es la respuesta (de los ciudadanos) porque fractura”, considera. 

Señala que si se consulta sobre si se debe defender los derechos de Venezuela en la Corte, habrá quien vote a favor y otros en contra. Esa dualidad no convendría en un tema donde más bien se necesita unidad. “Es un tema que no sustrae de responsabilidad al presidente, ni al gobierno, ni al equipo que está al frente de la defensa del Esequibo. Entonces no tiene efectividad”.

Víctor Rodríguez Cedeño dice que, desde el punto de vista jurídico, este referendo consultivo no tiene sentido, porque la protección de la integridad territorial es constitucional y una obligación del Estado.

En el plano internacional, agrega el experto, que la consulta no tendría ninguna importancia, porque cualquiera que sea (la interrogante y los resultados) no va a incidir en la decisión. “Más bien podría tener consecuencias negativas, tanto en las relaciones con Guyana como en la posición de Venezuela ante la Corte”.

Todo apunta entonces a las arenas movedizas de la política como la motivación de fondo. “Se puede utilizar –el referendo– para cohesionar con fines electorales o políticos, cohesionar a la opinión pública en torno a un tema que es nacional”, dice Rodríguez Cedeño.

Las preguntas

El Consejo Nacional Electoral (CNE) reveló esta semana cuáles serán las preguntas de la consulta:

La primera es: «¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al Derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?»

La posición histórica de Venezuela es que dicho Laudo se considera nulo e írrito, esta es la base del Acuerdo de Ginebra de 1966 entre el Reino Unido y Venezuela que abrió la vía hacia una solución práctica y satisfactoria para las partes. Además, el Ejecutivo tiene la obligación –irrenunciable- de defender los derechos y la soberanía en nombre del Estado, con lo cual, la pregunta carece de sentido.

La segunda pregunta es:  «¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?» Surge la duda de, ¿cuántos venezolanos conocen en realidad qué es el Acuerdo de Ginebra? Además, este Acuerdo es de obligatorio cumplimiento, por tanto no tiene sentido consultar su aplicación.

En cuanto a la tercera pregunta, esta expresa:  «¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba? El tema Esequibo se dirime actualmente en la Corte Internacional de Justicia y el solo hecho de ejercer la defensa legal de los derechos de Venezuela en esa instancia valida su jurisdicción. Por otra parte, ya la Corte confirmó su competencia. La sentencia que allí se emita será vinculante para Venezuela y por consiguiente reconocida por la comunidad internacional, así Venezuela se oponga al fallo.

La pregunta cuatro es: «Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme a Derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?».  Tampoco tiene sentido consultar a la gente si el Gobierno, en representación del Estado venezolano, debe ejercer la competencia que le atribuye la Constitución.

Mientras que la quinta pregunta es: «¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?

Quizás este el tema más controvertido. La Constitución Nacional establece en su artículo 10 que el territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela de 1810 antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad. Con este texto, es obvio que para efectos de la Constitución, el Esequibo es parte del territorio venezolano. Ya Venezuela permite la cedulación de los venezolanos nacidos en el Esequibo. Obviamente que esta posición genera preocupación en Guyana, ¿cómo Venezuela pretende dar atención integral a la población del Esequibo sino ejerce actualmente la soberanía? Forma parte de las interrogantes.

Al argumentar las razones del referendo, el diputado Hermann Escarrá, uno de sus principales impulsores, señaló que Venezuela «viene actuando con muchas seriedad presentando los documentos requeridos ante la Corte Internacional de Justicia y lo que se le pide al pueblo no es decidir si es nuestro o no (el Esequibo), lo que realmente se le pide es el apoyo, o su decisión sobre políticas que hay que llevar adelante en esta materia y una demostración al mundo de la unidad nacional para la defensa de ese espacio geográfico”.

Reacción guyanesa

Tras la publicación de las cinco preguntas del referendo, el Gobierno de Guyana reaccionó y consideró que “la pregunta cinco es la más perniciosa”, pues a su entender, “busca descaradamente la aprobación del pueblo venezolano de la creación de un nuevo Estado venezolano que consiste en la Región de Esequibo de Guyana, que se incorporaría al territorio nacional de Venezuela, y la concesión de la ciudadanía venezolana a la población”.

Dice Guyana que esto equivale a nada menos que «la anexión del territorio de Guyana, en flagrante violación de las reglas más fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la OEA y el derecho internacional general” y asegura que “Tal toma del territorio de Guyana constituiría un delito de agresión”.

Por tanto, rechazaron “cualquier intento de socavar la integridad territorial del Estado soberano de Guyana” e hicieron un llamado de atención a la comunidad internacional “sobre las acciones que está llevando a cabo el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que tienen el potencial de incitar a la violencia y amenazar la paz y la seguridad del Estado de Guyana y, por extensión, de la región del Caribe”.

Galtieri y Maduro

Desde la comunicación política, el caso más emblemático en Latinoamérica de intento de unificar al país en torno a un líder apelando al adversario extranjero es el de la guerra de las Malvinas.

En 1982 en Argentina estaba en el poder una dictadura en aprietos que bajo la conducción de Leopoldo Galtieri, pretendía usar el fervor nacionalista para mantenerse en el poder.

Marcos Kaplan explica en su libro “La Guerra de las Malvinas. Aspectos Políticos y Jurídicos”, que esta operación fue parte de la estrategia del presidente Galtieri y su equipo para la continuidad en el poder, con objetivos internos y externos “en mutuo refuerzo” y para ello se trató de “consolidar y legitimar al presidente, como comandante en jefe del ejército, presidente, expresión y garantía de continuidad del régimen y sus políticas”.

La intención de Galtieri – según Kaplan- era que, tras el triunfo, “lograría la aureola y atavíos de un cesarismo militar-populista exitoso en lo externo y legitimado por un plebiscito interno que lo convertiría en un presidente constitucional”.

Añade que la guerra buscó “contrarrestar el desgaste del régimen, que resulta de las consecuencias de la represión, de la catástrofe económica, del malestar social, de la asfixia cultural, de la supresión de la participación política”. Este extracto podría adaptarse bien a la Venezuela actual de Nicolás Maduro.

La experiencia reciente

No es la primera vez que Maduro intenta movilizar el fervor patrio con el tema Esequibo, ya lo hizo en 2015 en un ambiente preelectoral, cuando venían los comicios parlamentarios en un clima de opinión adverso, aunque no tanto como el de hoy.

Ante el anuncio guyanés de la realización de trabajos de exploración en áreas marítimas que corresponden a la proyección del territorio Esequibo, Venezuela señaló a la Exxon Mobil y al Gobierno de Guyana de estar confabulados con Washington en una provocación para que la Fuerza Armada Venezolana tomara acciones y se generara una intervención militar “yanqui”. Así lo señaló Maduro en julio de 2015 en la Asamblea Nacional.

El Gobierno además juramentó el 15 de julio de 2015 una Comisión Presidencial de Estado para la Garantía de la Integridad Territorial y Asuntos Limítrofes, que se encargaría de “ordenar, rescatar y colocar en plena vigencia el tema de la Guayana Esequiba, para reunir documentos que demuestren la soberanía venezolana sobre el Esequibo”.

Maduro recibiría una derrota aplastante ese año, que se saldó con la mayoría legislativa opositora. El tema del Esequibo pasó a un segundo plano en la agenda mediática del Gobierno y aquella comisión quedó en el olvido, a pesar que Guyana siguió adelante con sus prospecciones petroleras.

Cecilia Sosa Gómez considera que el tema del Esequibo es manejado solo por una élite política: “Lo único que la gente sabe es que hay una cosa rayada que está en un tribunal internacional”. Además, opina que hay “un poco de desespero» para encontrar un tema que haga contraste con las primarias y que distraiga.

Varios elementos evidencian el uso electoral del Gobierno en este tema, que requeriría máximo profesionalismo y posición de Estado: En el centro de Caracas se han desplegado afiches con la cara de Maduro llamando a participar en el referendo sobre el Esequibo y el Gobierno, a través del sistema Patria, entregó recientemente el bono “El Esequibo es de Venezuela”. El tema ahora es de discusión en las reuniones de la dirigencia del PSUV.

Las tensiones y risas del debate de la oposición
Una llegada de película, un micrófono inservible, un moderador insistente y un forcejeo de último momento, formaron parte del evento “Hablan los Candidatos”

@reyestheis | Foto: EFE

 

La antesala del Aula Magna de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) parecía este 12 de julio las 10 AM una alfombra roja de celebridades.

Una llegada al estilo Lady Gaga fue la de Freddy Superlano (VP), con una producción que incluía un trompetista y acompañantes con sombreros, que fue presentada a través de las redes sociales en un video corto digno del cine y que mostraba al aspirante bajándose de una camioneta junto a su esposa, con la frase “Llegamos al debate”.

Por su parte, María Corina Machado (Vente Venezuela), fue centro de atención por su llamativa vestimenta, con un blazer mitad beige claro y de la otra mitad negro, que dejó abierta las interpretaciones a los presentes  ¿La lucha entre el bien y el mal? ¿El Ying y el Yang? En todo caso, el primer round, de llamar la atención con la ropa, lo tenía ganado.

Menos llamativas fueron las entradas de los otros aspirantes. La mayoría desacertó en la escogencia de la vestimenta, un error imperdonable de sus jefes de campaña, quienes debieron preguntar a los organizadores de qué color era el fondo del escenario. 

Y es que con un telón azul y negro de fondo, optaron por ropa azul: Carlos Prosperi (AD), Superlano, César Pérez Vivas; de negro: Andrés Caleca y Tamara Adrián y de gris oscuro: Andrés Velásquez (Causa R). Mientras Delsa Solórzano optó por un conjunto claro en beige y con hombreras. Ella, junto a Machado, destacó visualmente del resto, y además por sorteo les correspondió los atriles del centro del escenario.

Pitazo inicial

Antes de iniciar el debate, Francisco Coello, en nombre de los organizadores, recordó la importancia de los debates en democracia y en clara alusión a Henrique Capriles señaló que este tipo de actividades nunca son factor de desunión.

 Posteriormente, los candidatos fueron guiados a una sala contigua, donde se les recordó la dinámica del debate. El momento fue oportuno para un encuentro cordial entre ellos y expresiones mutuas de llamado a la unidad.

Pocos minutos después de las 11 AM y tras un breve saludo de los organizadores, los presentadores Luis Carlos Díaz e Isabella González llamaron a ingresar al recinto a los candidatos, quienes fueron entrando uno a uno. 

El primer podio del lado izquierdo le correspondió a Andrés Velásquez, quien desde el punto de vista visual salió perjudicado, porque además le correspondió estar al lado de Carlos Prosperi, evidenciándose una diferencia de tamaño considerable entre ambos. En el tercer podio estaba Superlano, seguido de Machado, Solórzano, Caleca, Adrián y en el extremo derecho, Pérez Vivas.

Durante la mayor parte del debate, María Corina Machado tuvo problemas de sonido, pero el moderador insistía en que la razón era que Machado no se acercaba más al micrófono. “Nosotros estamos trabajando a un dedo de separación del micrófono”, reiteraba Díaz. Le tocó de nuevo el turno a Machado y seguían los problemas de sonido y el moderador insistía en que se acercara más, hasta que la líder de Vente Venezuela se lo pegó totalmente a los labios y le preguntó ¿Me lo como? La situación causó la risa de los presentes y una que otra denuncia de “chinazo”.

Durante buena parte del debate, Machado tuvo que compartir el micrófono con Delsa Solórzano. “Eso es para que vean que los acuerdo de la unidad ya están dando resultados”, bromeó Luis Carlos Díaz, mientras Solórzano respondió “Lo que no saben, es que la mayoría de nosotros somos amigos”.

En las primeras de cambio, César Pérez Vivas, también logró sacar algunas risas de los presentes al advertir que le había correspondido el podio número 8 y que causalmente él sería “el octavo gocho en ser presidente de Venezuela”.

¿No es dictadura?

Un momento de tensión llegó cuando se le pidió a los aspirantes categorizar al tipo de régimen que se vive en el país y Tamara Adrián, usando argumentos académicos, señaló que “no era una dictadura porque no había llegado a la fuerza” y más bien lo catalogó como “autoritarismo”.

Las discrepancias fueron abiertas sobre esta opinión y Solórzano decidió agarrar el toro por los cachos y contradecirla abiertamente: “No llegó por la vía democrática, llegó por la fuerza a través de una elección fraudulenta en 2018. Sí llegó por la vía de la fuerza, de la Fuerza Armada”, aseveró.

Superlano fue más allá: “Esto es más que una dictadura. Llamarla dictadura es un piropo”, soltó.

La línea de sucesión

Otro momento tenso ocurrió cuando se interrogó a los presentes sobre qué hacer en caso que las inhabilitaciones políticas evitaran inscribir la candidatura del aspirante triunfador en las primarias.

Solórzano dijo que ella desde el principio ha propuesto que se fije una línea de sucesión, para determinar a quién le correspondería la candidatura en ese caso. Andrés Velásquez rechazó la propuesta “Sería decirle al tirano que se encargue de escoger el candidato”, señaló.

Machado –quien lidera momentáneamente los estudios de opinión- también rebotó el argumento de Solórzano: “Haremos respetar la voluntad del pueblo venezolano. Esta lucha es hasta el final”, indicó.

Luego, Solórzano ripostó: “Esta es una elección de un líder, no de un caudillo”.

Los inconvenientes de sonido de Machado se solventaron luego de una pausa donde le cambiaron el micrófono e hicieron las pruebas que debieron realizar al inicio.

Jóvenes del liderazgo estudiantil aprovecharon para presentar sus inquietudes. Le llegó el turno al candidato Caleca de responder y dijo: “¿Qué le ofrezco a los jóvenes? Nada. Que se incorporen a la lucha”.

El aspirante independiente basó su discurso en el llamado a constituir una coalición nacional, no abandonar la ruta electoral y propuso a los candidatos “una reunión sin luces, ni show”.

Pérez Vivas coincidió: “Hay que seguir en la ruta electoral, que sea Maduro el que dé el palo a la lámpara”.

El discurso de Prosperi fue el más enfocado a la base partidista. Su oferta rememoró la obra de Carlos Andrés Pérez, con un plan de alimentación escolar y retomar las becas de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho. Más adelante, soltó que “los llaneros y adecos tenemos palabra” y que por eso se comprometía a llamar a elecciones en 2027. “No nos podemos dejar arrebatar la esperanza”, reflexionó.

Las palabras del candidato adeco eran aplaudidos intensamente por una pequeña pero ruidosa barra.

El evento que parecía terminar en un ambiente de unidad tuvo un desenlace de película, digno del ambiente de alfombra roja que se evidenció al inicio.

Los aspirantes se despedían en la tarima con abrazos y comenzaron a tomarse de la mano para levantarlas en conjunto, pero a Machado no le gustó la idea. Tomó por un brazo a Superlano para que no le tomara la mano, mientras Pérez Vivas, al otro costado de ella, intentó levantar su mano frente a su sorpresiva oposición y pareció forcejear un par de segundos con la candidata, mientras ella parecía recriminarle entre dientes. Machado fue la primera en salirse del grupo y dar la espalda en señal de incomodidad.

A pesar de todo, quedó al final un sabor de ejercicio democrático y de unidad en construcción, que es mucho más de lo que se tenía cuando se anunció este debate.

Caleca: No seré candidato para barrer a la oposición, sino para unirla
El aspirante independiente a la elección primaria prevé que las condiciones para los comicios presidenciales de 2024 empeoren, porque el Gobierno quiere que el país vuelva a la  «mala crianza”
Considera que “nadie nos debe sacar de la ruta electoral”

Reyes Theis Paredes / @reyestheis

Andrés José de San Bosco Caleca Pacheco, (Caracas, 15 de julio de 1954) aspiraba ser presidente de la República en sus sueños juveniles, cuando con apenas 14 años era dirigente estudiantil de bachillerato y militaba en las filas del Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa. “Era la época del mayo francés, de los Beatles y de la guerra de Vietnam”, recuerda.

Su militancia en ese partido de izquierda lo llevó posteriormente a La Habana a estudiar y graduarse en Economía Política. Allí recibió un corto circuito ideológico. “Pensábamos que Cuba era una sociedad mejor que la nuestra, era nuestra visión. Era el influjo de la Revolución Cubana. Pero, era una dictadura pura y dura, y lo que es peor, es el totalitarismo”, expresa sobre su hallazgo.

En la medida en la que también se fue desencantando del MEP como proyecto político, sus sueños de ocupar la silla de Miraflores se desvanecieron hasta dejar la militancia en 1983. Pero nunca estuvo desconectado de la política y ocupó cargos de relevancia, como la Presidencia de la CVG Ferrominera Orinoco (junio 1993-febrero 1995) y la Presidencia del Consejo Nacional Electoral (marzo 1999-diciembre de 1999).

Dice que ya no es de izquierda: “Soy más de centro”. Está casado, tiene tres hijas. Dos viven en Venezuela, una es profesora de Biología del Instituto Pedagógico de Caracas, otra es egresada de la misma casa de estudios, pero se dedicó al mundo de la promoción de artistas y del espectáculo, y la otra es abogada y vive en Estados Unidos.

Andrés Caleca dice que quiere ser presidente, “no para barrer con la oposición, sino para unirla”. Sostiene que el Gobierno quiere que el país vuelva a «la mala crianza”, pero que “nadie nos debe sacar de la ruta electoral”. Reconoce que no tiene programa de gobierno, sino algunas ideas de lo que hay que hacer, “porque su programa será el de la oposición unida” y agrega que no les pide a los militares un golpe de Estado, “sino que sean neutrales”.

–¿Cómo ve los cambios que ocurrieron en forma sorpresiva en el CNE?

–Eso forma parte de la inexistencia de unas instituciones sólidas en Venezuela. Ese CNE fue designado violando la Constitución, que dice que debe estar integrado por 5 ciudadanos absolutamente independientes de militancia política y fueron designados tres rectores del Gobierno y dos de la oposición, por una Asamblea Nacional electa violando la Constitución, con una circunscripción nacional que no existe en la Constitución venezolana y es increíble que esa Asamblea inconstitucional nombre inconstitucionalmente a unos rectores del CNE y ahora los sustituye inconstitucionalmente también.

Forma parte de toda la debacle institucional del país. Había una vacante de (la rectora) Tania D´Amelio y nunca dejaron que subiera su suplente, una cosa insólita. Los hicieron renunciar a todos en el contexto de las elecciones primarias. Estoy convencido de que esta jugarreta forma parte de una política deliberada anunciada y en pleno desarrollo de sabotear las primarias. En ese momento se estaba evaluando la solicitud de la Comisión de Primaria para que el CNE ayudara en la supervisión y organización del proceso de primaria. El CNE estaba llegando a un acuerdo con la Comisión que permitía llegar a un número determinado de mesa electorales en todo el país, se estaba discutiendo los detalles últimos del uso de la plataforma tecnológica del CNE y el gobierno interrumpe el proceso obligando a renunciar a los rectores para torpedear las primarias.

Ese es apenas uno de los pasos. El Gobierno va hacer todo lo posible por implosionar a las primarias, hasta implosionar al CNE, para que como consecuencia la primaria tenga que ser autogestionada. Empieza a ratificar inhabilitaciones y a través de unos turiferarios por allí pagados, intentan inhabilitar a otros candidatos. Vamos a ver si me inhabilitan a mí también. Aquí pueden hacer cualquier cosa. En las elecciones de Barinas inhabilitaron a la esposa de (Freddy) Superlano que no ha sido funcionaria pública en su vida. Pueden hacer cualquier cosa, todo con la idea de hacer fracasar las primarias. Ahora tenemos la responsabilidad nosotros, el sector opositor que va a las primarias, de que esas primarias sean una realidad, poniendo toda la brasa.

–¿Qué pasa si terminan implosionando las primarias y no se pueden llevar a cabo?

–El Gobierno hará lo que tenga que hacer y nosotros haremos lo que tengamos que hacer. Nosotros tenemos que a ir las elecciones en una gran coalición nacional que derrote a Maduro. Que nada nos turbe ni nos espante. No hay que pisar peines del Gobierno. En Barinas hicieron algo similar, implosionaron la elección. Ya el CNE había dicho que Superlano había ganado y anularon las elecciones, y la oposición no pisó ese peine y una victoria que era de 26 votos se convirtió en una de 40.000 votos. Eso es lo que tenemos que hacer.

Nosotros tenemos un camino, felizmente nos pusimos de acuerdo en una ruta. Dejamos, por ahora, los bandazos estratégicos que nos han llevado ser abstencionistas, electoralistas, insurreccionistas, golpistas, dando tumbos durante 20 años. Entonces ahora nos hemos puesto de acuerdo en una ruta que es electoral y pacífica. Que nada nos saque de esa ruta. Si es con primarias con primarias, si es sin primarias, hay muchos otros métodos para escoger un candidato unitario. Haremos todo lo posible por la defensa de las primarias, defenderemos y pelearemos frente a cada inhabilitación de candidatos, pero que nadie nos saque de esta ruta. Lo que el gobierno quieres es que regresemos a la mala crianza, y que digamos, entonces en esas condiciones yo no participo.

Nosotros tenemos que participar en estas condiciones, no nos van a da dar otras, incluso nos van a coartar estas. Cada vez se va a poner peor, y tenemos que persistir en una estrategia, que es la unidad electoral para derrotar a Maduro. No tenemos una fuerza militar para desalojarlos a tiros, y por lo menos yo, no quiero entrarme a tiros y llevar a Venezuela a una guerra civil. Ya este país está destruido sin que haya una guerra, imaginemos si le metemos una guerra o una invasión extranjera. Nuestra estrategia es arrinconar al Gobierno y la estrategia de ellos es arrinconarnos a nosotros. Vamos a ver quién gana esta pelea.

–Benjamín Rausseo decidió no postularse a las primarias, y hay varios candidatos de la denominada Alianza Democrática que han decidido no ir a esa elección. Es decir, va haber una elección presidencial donde probablemente esté el candidato que salga de la primaria, y luego múltiples candidatos. ¿Cómo ve esas postulaciones en forma directa, sabiendo que la fragmentación opositora juega a favor de Maduro?

–Lo primero es que hay que reconocer que esta primaria es para escoger el candidato de un sector de la oposición. La oposición venezolana es muy grande y va más allá de sus partidos. Según las encuestas, los que se oponen al gobierno de Maduro es el 80% del país, pero la oposición partidista toda sumada no tiene sino el 20% de apoyo. Ese 60% hay que buscarlo. Si yo soy el candidato electo en las primarias, lo primero que haría es, luego de haber garantizado el apoyo de todos los que participaron en la primaria, ir a buscar el resto de los partidos de oposición que no participaron. Y luego, buscar ese ese 60% del país que son los opositores que no creen en elecciones, que no creen en ninguno de los partidos de la oposición, los chavistas traicionados y ese mundo variopinto que tiene gente de izquierda, de centro y de derecha, que está allí expectante. Porque la única manera de derrotar a Maduro es con una gran coalición nacional que sea capaz de generar una victoria electoral aplastante y capaz de defenderla y de gobernar después, que no será fácil. Quizás lo fácil será ganar las elecciones, por todo lo que tenemos por delante. Entonces hay que tener los pies sobre la tierra.

El candidato que resulte de este sector de la oposición, que aspiro ser yo, tiene que tener la suficiente amplitud, en primer lugar para unir a este sector. Que el triunfo en la primaria no signifique la disgregación posterior, sino que signifique la cohesión de este sector. Yo he leído unas cosas insólitas como “pienso ganar las primarias para barrer la oposición, no para unirla”. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Yo pienso ganar para unir a esta oposición y la que no participó en las primarias, y la que está desencantada de todo el mundo. Ese candidato tendrá que ser capaz de representar un programa de todos.

-¿Cómo es ese programa?

Muchas veces me preguntan cuál es su programa de gobierno. Ninguno. Yo no soy candidato en este momento a la Presidencia, yo soy candidato a una elección primaria que busca unir a la oposición. Mi programa de gobierno será el de la oposición unida. El que le presentaremos al país en 2024. Tengo cinco ideas fundamentales que creo que es donde se debe enfocar lo que debemos hacer, pero el candidato unitario tiene que ser expresión de un programa unitario y para que pueda unir y representar a este mundo variopinto, tiene que ser muy centrado y con los pies la tierra de qué es lo que se puede hacer realmente en el próximo período, que será de transición y que requiere recuperar a Venezuela en su funcionamiento mínimo del aparato productivo, de la salud, de la infraestructura y la institucionalidad. La gran tarea de ese próximo gobierno va a ser poder sobrevivir como gobierno y entregar la banda presidencial en el siguiente período, en democracia, con un país recuperado y una institucionalidad sólida. Si lo logro, o el próximo presidente lo logra, pasará a la historia.

–¿Cuáles son esos cinco elementos a los que hace referencia?

El próximo gobierno tiene que enfocarse en abatir a la pobreza. Vamos a recibir un país con el 82% de los ciudadanos por debajo de los niveles de pobreza, la mitad de ellos en pobreza crítica. La gente comiendo de la basura. No solo en Caracas. Hay que ir al interior, como lo estoy haciendo, y estoy viendo lo que está pasando. Hay una absoluta indefensión del ciudadano. Una pobreza en todo sentido, no solo de ingresos, que no tiene trabajo, ni salario, no tiene servicios, salud, nada ¿Cómo abatir la pobreza? ¿Repartiendo bolsas Clap? No hay manera de hacerlo, no hay subsidio para tanta gente. La única manera de abatir la pobreza es con trabajo digno, estable y bien remunerado ¿Y cómo se consigue trabajo para la mayoría de la población si el aparato productivo está destruido? Hay que recuperar el aparato productivo venezolano, el público y el privado.

¿Cómo lo vamos a hacer, si vamos a recibir un país endeudado, porque todo se lo han robado, con unas deudas no sabemos su magnitud y no cómo se contrajeron, pero además un gentío que nos debe una fortuna a nosotros? Veremos lo que vamos a recibir. Pero en todo caso, la única manera es abrir al país a la inversión extranjera de todo tipo, y la nacional que pueda haber, pero me temo que la nacional va ser muy poca después de 23 años de destrucción del aparato productivo. Hay que abrir el país al mundo. Integrarlo en el sistema financiero internacional, para que puedan fluir los capitales a Venezuela, recuperar el aparato productivo y solventar la pobreza de los venezolanos. Ese es el primer foco.

Pero, ¿cómo hacerlo con la infraestructura que tenemos? Te pongo un ejemplo, si mañana nosotros abrimos el país a la inversión extranjera y vienen los japoneses y compran Sidor y dicen que van a hacer una inversión de 10.000 millones de dólares para recuperarla, en lo que prendan los hornos se acabó la luz en Venezuela. ¿Cómo recuperar el aparato productivo con la infraestructura que tenemos? La generación de energía eléctrica no se va a resolver solamente con inversión privada. El Guri, Caruachi, Tocoma, las líneas de transmisión de 800 megavatios y las de 400 megavatios no son rentables, no hay capitalista que haga eso. Eso lo va a tener que hacer el Estado. Por eso me da risa cuando dicen que si voy a eliminar el Estado. Necesitamos mucho mercado, pero para que venga mucho mercado necesitamos mucho Estado.

Debemos empezar por desalojar a las bandas criminales del país, recuperar la infraestructura eléctrica, los puertos, aeropuertos y las comunicaciones. El tercer punto es la tragedia de la salud y la educación. La gente no tiene cómo costear la sanidad privada y sobre la educación, 3 millones de niños con edad de educación básica están fuera del sistema escolar. En 10 años somos la misma Venezuela analfabeta de Gómez. De 120 años atrás. Eso es insólito. Hay que meterle mano. Cuarto punto la institucionalidad. No puedes resolver lo anterior sino resuelves el problema del poder judicial, de la seguridad ciudadana y el quinto punto: te lo dije ya, que es mantenerse en el poder 6 años.

-Ese quinto punto tiene que ver en gran medida con el manejo de una Fuerza Armada ideologizada…

-Lo primero que hay que decir es que no sabemos exactamente qué Fuerza Armada tenemos, porque alrededor de la Fuerza Armada este gobierno ha generado unos muros infranqueables. Antes uno tenía contactos con la FFAA, había profesores civiles que daban clases en el Iaeden, los cadetes iban a la Universidad a recibir clases. Todos teníamos familiares militares, nos reuníamos, hablábamos. Ahora no. Ahora los militares no tienen pasaporte, se los quitan a ellos y a su familia. Los tienen vigilados, sometidos, eso es una caja negra.

Yo me temo que los ideologizados son los de la cúpula militar. Creo que la Fuerza Armada es mucho más que lo que dice la cúpula militar y tenemos varias muestras de ello. En este momento hay 185 militares presos por razones políticas. Algo está pasando ahí que no estamos viendo. Todos sabemos lo que está pasando con las solicitudes de baja. Tenemos una FFAA gigantesca en cuanto al funcionario que cobra y no se justifica con las necesidades de seguridad y defensa del país, pero absolutamente abandonada. La gente pide la baja o sencillamente abandonan. Son desertores. La lógica indica que ese no es un sector distinto al país. No son unos marcianos. Es una gente que vive aquí, que padece y sufre lo que está pasando y están obligatoriamente callados. Yo no aspiro que se volteen mañana y den un golpe de estado para tumbar a Maduro, sino que sean neutrales, creo que eso lo podemos lograr (…) También ha pasado que la FFAA ha abandonado su función para cumplir funciones civiles y la consecuencia ha sido la pérdida de la soberanía y la democracia. Sencillamente queremos que se dignifique la función militar. Queremos la mejor FFAA de América Latina, la más preparada, la más formada y la del mejor apresto operacional, pero en los límites de su función que es defender la soberanía.

–¿Hay algunos elementos que usted tenga en común o que lo diferencie con las propuestas de los otros candidatos a la primaria?

–Estamos de acuerdo todos en la línea general. Por primera vez estamos de acuerdo en que la ruta es electoral. (…). ¿En qué no estoy de acuerdo? En esa visión de los alcances de la elección y de la campaña. Esta campaña no es, a mi juicio, para elegir un líder de la oposición que va a barrer con el resto de la oposición. Esta campaña es para elegir un candidato que va a unir a la oposición y para unir a esa oposición hay que tener un candidato con esa amplitud. Esa es la razón por la que decido lanzarme, porque veo que cada uno de ellos son luchadores sociales extraordinarios y lo demuestran todos los días, sometidos a amenazas, chantajes, presiones, incluso agredidos como lo han sido María Corina y Henrique Capriles. Todos estamos sujetos a eso. Pero respetándolos, cada uno de ellos representan a una parcialidad política, Capriles representa a PJ, Prosperi a AD, María Corina a Vente Venezuela.

El plus de mi candidatura es que la unidad necesita un candadito independiente que los pueda representar a todos. Una coalición para ganar y otra para gobernar, que ningún partido se vea amenazado porque ganó este candidato y ahora me va a pasar por encima, sino que ofrece que todos podamos participar. Creo que allí radicará el éxito o no de esta candidatura, que logre convencer al resto del país y al resto de los candidatos que es una opción de unidad.

El madurismo hace “la chamba” para movilizar votos jóvenes

Foto Reuters

 

Mientras desde el CNE no hacen nada para masificar la inscripción en el Registro Electoral y se mantiene a la población desinformada, el Gobierno usa la Misión Chamba Juvenil y herramientas de comunicación política para activar a sus jóvenes simpatizantes

 

@reyestheis

 

Han transcurrido los primeros 5 meses del año y en Venezuela muy pocos jóvenes saben cómo y dónde inscribirse para participar en las elecciones presidenciales del año próximo, de la cual también se desconoce la fecha exacta en qué ocurrirán.

La situación no es inédita. Según el profesor Félix Seijas Rodríguez, director de la empresa de investigación de opinión pública, Delphos, no facilitar la inscripción en el Registro Electoral (RE), es una de las tantas maniobras que aplica el oficialismo como paso previo a la elección, desde que se reconoce como minoría política en el país.

“Desde que el chavismo dejó de ser mayoría electoral su trabajo ha sido cómo ganar elecciones siendo minoría. Eso involucra una serie de estrategias, como activar a los suyos a través de bonos (asignación de dinero), la Misión Vivienda, que en algún momento fue muy importante, o las bolsas Clap”, señala.

Agrega que el oficialismo intenta, además, debilitar al adversario y para ello recurre a ataques a los políticos de la oposición o sus partidos y trata de generar desesperanza en ese sector, para hacerles creer que hagan lo que hagan no podrán ganar. 

El negar facilidades para que los jóvenes puedan inscribirse para votar es una de las estrategias, a sabiendas que es un sector donde Nicolás Maduro tiene un rechazo importante, pero que a la vez muestra síntomas de apatía. 

Mientras hace lo posible para que no haya una inscripción masiva, el Gobierno intenta mantener cohesionados, activos y debidamente registrados a sus grupos jóvenes, usando para ello los recursos del Estado.

Parámetros legales y desinformación

El artículo 33, numeral 18, de la Ley Orgánica del Poder Electoral (LOPE) establece como uno de los deberes del CNE “Garantizar la oportuna y correcta actualización del registro electoral, en forma permanente e ininterrumpida”

Wanda Cedeño, abogada y coordinadora de la organización Voto Joven, calcula en 3.500.000 los jóvenes que no están inscrito en el RE, porque todos los días cumple 18 años alguien. Entre las razones por las cuales no se inscriben, destaca los obstáculos institucionales que coloca el CNE, primordialmente que el trámite debe efectuarse en las oficinas electorales regionales, que se encuentran en las capitales de cada estado.

El asunto entonces es complicado para quien vive fuera de las capitales. Es decir, un joven que vive en Upata, estado Bolívar, tendrá que recorrer los más de 170 kilómetros que separan a esta ciudad del municipio Piar, con Ciudad Bolívar, capital del estado y donde está ubicada la sede del poder electoral en el estado.

Si se agregan los problemas de transporte, gasolina, el dinero y el tiempo que tiene que invertir en el viaje, la incertidumbre de si será atendido, se le añade un poco de desesperanza o apatía sobre la política, y abundante desinformación, conseguirá la mezcla perfecta para la no participación de un votante.

La situación, según Súmate, va en contravía del principio de “Eficacia Administrativa” establecido en el artículo 33 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) que ordena: “Los procedimientos y trámites administrativos del Registro Electoral deben ser transparentes, oportunos, pertinentes, eficientes, eficaces y de fácil comprensión…”.

Tampoco el CNE informa sobre los requisitos o sitios para inscribirse o cambiar la residencia. En el portal CNE.gob.ve hay un submenú llamado Registro Electoral. Allí no aparece la dirección ni el horario de las oficinas regionales. Al final de ese menú hay una sección llamada Oficina Regional Electoral, con un llamado a seleccionar el área para desplegar la dirección que se busca, pero el enlace no funciona. 

También aparece un documento llamado Listado de Puntos de Jornada de Actualización e Inscripción de Registro Electoral 2021. Se trata de la dirección de los sitios a dónde acudir para hacer el trámite entre el 01 de junio 2021 al 15 de julio 2021. Una vieja lista de hace dos años que lo que hace es generar aún más confusión.

Cedeño agrega que en este momento no hay ni usa sola campaña activa relacionada al Registro Electoral, a su importancia o a la posibilidad de inscribirse en las Oficinas Regionales. “El CNE ha omitido su mandato de informar a la ciudadanía sobre este trámite tan importante”, asevera.

¿Cuántos faltan por registrarse?

La Asociación Civil Súmate lleva la contabilidad detallada de las personas afectadas por la negativa del Consejo Nacional Electoral a abrir más puntos de inscripción y actualización. Se trata de más de 10 millones de venezolanos que no han hecho el trámite. 

“Esta cifra estimada corresponde a: más de 4 millones de connacionales inscritos en el RE y más de 1 millón no inscritos que están en el exterior; más de 2 millones que requieren actualizar sus datos residencia y centro de votación en el país, porque fueron migrados de manera inconsulta o porque se movilizaron y viven en un entorno geográfico muy distante al sitio donde votan; al menos 2 millones de jóvenes en edad para votar dentro del territorio nacional y que no están inscritos; y más 700 mil jóvenes que se prevé cumplirán la edad de 18 años entre 2023 y 2024, 600 mil dentro de Venezuela y 100 mil en el exterior”. Añade que al menos 4 de cada 10 venezolanos, podrían verse impedidos de ejercer este derecho en las Presidenciales.

El profesor Seijas resume el problema del RE en 3 vertientes: Los venezolanos que  no se han inscrito, “en su gran mayoría son jóvenes desactivados por la situación, a quienes el tema político les cansa y han perdido la esperanza”. Las personas que están en el país y deben actualizar su información, que se han mudado dentro del mismo país o han sido reubicados sin ellos solicitarlo y el tercer problema es el de la diáspora, “personas que están afuera de Venezuela y que no tienen posibilidad de inscribirse (se les obliga a tener residencia legal para hacerlo)”. Destaca que “Todo estos problemas pasan por las facilidades para inscribirse”.

Jóvenes en cifras

De acuerdo al director de Delphos, el chavismo representa un tercio del mercado electoral en Venezuela, pero en el segmento joven, los chavistas son aproximadamente el 20%, pero es un electorado mucho más motivado para votar que el de la oposición.

“Cuando eres minoría todos los sectores son importantes. Estás tratando de ganar debilitando al contrario, para que no pueda llevar a votar a la mayoría que tiene y tú sabes que el chavismo difícilmente podrá incrementar su masa electoral, entonces tienes que tratar de mantener activo a tu sector”, destaca Seijas.

Y parece que los estrategas del Gobierno venezolano lo han entendido bien y han lanzado la Misión “Chamba Juvenil” desde 2017, dirigida a proveer empleo o adiestramiento a jóvenes entre 15 y 30 años, pero con una clara finalidad electoral.

En el año 2021 el presidente Nicolás Maduro, planteó los 7 vértices de esta misión: El primero: Inicio del Registro y Actualización de datos, a través, del sistema Patria de toda la juventud. La meta era de 2 millones 500 mil jóvenes; Segundo: Conformar 24 mil brigadas de Chamba Juvenil que recorrerán el país para generar emprendimientos y nuevas iniciativas para la juventud; Tercero: Apertura del Plan Chamba Técnica y Oficios y creación del Programa de Formación para los nuevos oficios tecnológicos a través del INCES. La meta establecida a corto plazo era de 250 mil jóvenes; Cuarto: Incorporación laboral de jóvenes universitarios desocupados, profesionales y técnicos. Con una meta de 200 mil jóvenes; Quinto: Inserción de jóvenes emprendedores y productores a las tareas productivas. La meta era 300 mil muchachos; Sexto: Ejecución del Plan Vivienda Jóvenes. Se proyectaba atender a 200 mil jóvenes recién casados, y por último, el debate nacional de la Ley Orgánica de la Gran Misión Chamba Juvenil.

Estos jóvenes reciben sus asignaciones económicas a través del sistema Patria. Pero hay un dato interesante y que confirma la intencionalidad partidista. Se trata de la obligatoriedad exigida por algunas instituciones del Estado, de inscripción en el RE como requisito para el ingreso. Al menos esto fue verificado en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES).

Wanda Cedeño opina que Chamba Juvenil es un mecanismo para que los electores, que potencialmente puedan tener una tendencia al chavismo, se inscriban. “Estamos hablando de una política del Estado que limita el derecho a inscribirse en el RE a unas gran cantidad de jóvenes y lo facilita u obliga a otro sector”, señala.

Agrega que Voto Joven ha denunciado este uso de la misión y agrega: “No solo lo piden para este programa, para inscribirse en la Universidad Bolivariana también se debe estar inscrito en el Registro Electoral y llevar el comprobante de inscripción”.

El contar con una base de datos que recibe estipendios y que según las expectativas del Gobierno deberían llegar a dos millones y medio de personas, no es para nada desestimable. Según las cifras de Súmate, que emplea data oficial,  el corte del Registro Electoral al 30 de septiembre de 2022 indica que los jóvenes entre 18 y 30 años inscritos para votar son 3.658.838, aunque a esta cifra hay que rebajar la inmensa cantidad que se fue del país.

Irregularidades en el RE

Súmate ha denunciado también un comportamiento atípico en el RE y es que las cifras de fallecimiento superan a la de inscripciones en los últimos cortes que el CNE ha publicado.

En la sumatoria de los últimos 6 cortes presentados del RE correspondientes a las Gacetas Electorales del 26/8/2021, 14/3/2022, 3/6/2022, 8/4/2022, 24/11/2022 y 23/01/2023 se han reflejado apenas 47.276 inscripciones contra 278.477 fallecimientos.

Esto es una clara evidencia de la falla del ente electoral a la hora de estimular a la inscripción. Los fallecidos son excluidos automáticamente del RE, ya que el CNE es el encargado de manejar el registro civil (nacimientos, fallecimientos y matrimonios) y en el caso de los inscritos, habría que evaluar el impacto de la misión Chamba Juvenil.

Comunicación para la juventud chavista

Para la profesora Carmen Beatriz Fernández, experta en Campañas Electorales y académica de la universidad de Navarra, España, el Registro Electoral es una de las formas que usa el Gobierno para “inclinar la cancha” para su equipo.

“En Miraflores tienen un buen sistema de monitoreo del sentimiento público, y lo hacen permanentemente y si sabes que hay ciertos segmentos que no son favorables, pues todos los obstáculos, que le pongas a esos segmentos van a inclinar un poco más la cancha a tu favor y cuando das pocas posibilidades de que se inscriban los jóvenes o pocas posibilidades de que se inscriba la gente que vive en el extranjero, lo que estás haciendo es durante meses o incluso año y medio antes, es inclinar la cancha”, explica vía telefónica.

Destaca que no es correcto hablar de un fraude en el sistema electoral, sino de decenas de fraudes en las condiciones electorales que se ejecutan mucho tiempo antes de los comicios.

Pero en el plano de activación de los jóvenes maduristas, el tema no solo se trata de los estipendios y el registro, también hay una operación montada en el ámbito de la comunicación política. En ese marco aparece el héroe revolucionario “Súper Bigote”, un cómic que intenta replicar la imagen de Nicolás Maduro, que resuelve los problemas “con su puño de hierro” y que aparece fornido, sin rastros de obesidad.

“Hay un intento por suavizar la imagen de Maduro, para hacerlo ver que no es el dictadorzote, sino un tipo amigable, simpaticazo, que puede ser un cómic (Súper Bigote), te puedes reír de él o con él y  que te rías es incompatible con el dictadorzote acusado de crímenes de lesa humanidad en La Haya. Creo que es el sentido del cómic, esa suavización dirigida a algunas capas jóvenes”, indica la profesora.

Sostiene que los jóvenes más alejados de Maduro son los estudiantes de las universidades, pero los integrantes de las clases más populares son menos adversarios de él.

Otras iniciativas que apunta al mismo fin es el uso de la red social Tiktok, donde aparece Maduro bromeando o bailando con Cilia Flores. También en su programa Maduro+, se emplean colores pastel como imagen de fondo, alejados del rojo del PSUV. Una estrategia para verse más potable para los jóvenes. 

No obstante, la académica destaca que los números de Maduro “son rematadamente malos”. “Es difícil pensar en un presidente democrático o un hombre fuerte de un régimen que aspire a la relección con los números de Maduro, entonces ninguna comunicación política puede hacer magia”, asevera.

Por su parte, la coordinadora de Voto Joven, Wanda Cedeño, destaca la necesidad de que distinto sectores y organizaciones se conviertan en replicadores del mensaje sobre la necesidad de inscribirse en el Registro Electoral y cómo hacerlo, ante la desinformación que propicia el Poder Electoral. Explicó que en esa organización están desarrollando la campaña “Yo estoy inscrito en el RE”, que apunta en ese sentido.

Guaidó: Mi captura ya está en manos de Maduro
El  ex presidente del Gobierno Interino dice que no piensa abandonar el país, defiende las sanciones que se han aplicado contra el régimen venezolano, señala que hay que dejar ya la pugna interna en la oposición y acepta que en su gestión “se sacrificó rapidez para privilegiar la unidad”

Reyes Theis

@reyestheis

 

La carrera política del ingeniero industrial Juan Gerardo Antonio Guaidó Márquez (La Guaira, 28 de julio de 1983) ha sido similar a una montaña rusa. Pasó de ser un casi desconocido parlamentario de Voluntad Popular a convertirse en Presidente del Gobierno interino (2019-2023).

Con su voz gruesa y actitud desafiante se ganó la confianza de buena parte del público opositor, que lo acompañaba a sus multitudinarias concentraciones. Luego, pasado el furor de la novedad, al no poder concretarse su anhelado “cese de la usurpación” y salir a la luz pública hechos supuestamente irregulares en el manejo de fondos, su popularidad comenzó a mermar. Hoy intenta rescatar el capital político que en algún momento lo encumbró.

En entrevista exclusiva para Runrun.es, Guaidó ante las amenazas en su contra, dice que no abandonará el país, que está consciente de los riesgos, pero que lo que toca es desafiar a la dictadura, porque considera que él tiene un rol en la reunificación del país.

Señala que Venezuela debe estar preparada para el caso que se haga presente el escenario de la Nicaragua de Daniel Ortega, donde todo el liderazgo político fue encarcelado y expulsado del país.

Asegura que la razzia supuestamente “anticorrupción” que lleva adelante el régimen se debió a la presión de la Fuerza Armada. Asevera que las sanciones en el caso de Venezuela, son “pertinentes” y “están bien aplicadas”. 

Sobre el Gobierno Interino, cree que la percepción que pueden tener algunas personas sobre el manejo poco transparente en su gestión se debe a la propaganda del Gobierno, “nosotros hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance ante cualquier información, denunciar, actuar, proceder”. A manera de autocrítica, considera que en su gestión “se sacrificó rapidez para privilegiar la unidad y la gobernabilidad”.

 

-¿Ha recibido alguna actualización de la amenazas que ha denunciado en su contra?

–Básicamente que está en manos de Maduro. Como sabemos la justicia está secuestrada en Venezuela, Tarek Wiliam Saab es solo una excusa. Por eso están en la Corte Penal Internacional, no es menor lo que estamos hablando. Por eso la advertencia pública temprana, además de las amenazas públicas de las últimas dos semanas, principalmente dirigidas por Maduro, luego Jorge Rodríguez, Delcy en su Twitter, inclusive Diosdado, de las amenazas directa de cárcel, y la información que Maduro ya tiene la última palabra en este momento.

 

 

–Probablemente siempre ha estado en manos de Maduro la orden, porque la amenaza tiene tiempo

–Sí desde el mismo 2019, la amenaza ha estado allí latente. Hemos sobrellevado todos estos riesgos. Aquí en este momento y la situación crítica que atravesamos nos lleva a tomar posturas. Esa nueva razzia y la situación interna económica que tienen en el PSUV, porque solamente un maestro gana 5$ al mes, un sargento debe estar ganando entre 8 y 12 $ al mes. Ese factor de la Fuerza Armada también fue desencadenante en la razzia interna, que para mí es una vía de reconocimiento de lo que tenemos años denunciando. Esta es la temporada 5 o 6 de las serie. Ha pasado desde Cadivi, pasando por el Plan Bolívar 2000, Odebrecht, la crisis eléctrica, Fonden, entre otras cosas. Es una temporada de la misma serie que ha sido el Gran Saqueo del régimen.

-¿Ante estas amenazas, se ha planteado la posibilidad de abandonar el país?

–Mira, no. Ante las amenazas valoramos los riesgos. Nunca hemos tomado en vano las amenazas de la dictadura, tanto así que han pagado las directas a mí en forma directa mi familia, mi equipo de trabajo, el partido político (VP). Siempre valoramos cada amenaza, porque siempre accionan, a lo mejor no directamente en mi contra, pero sí contra el equipo operativo, el equipo político. Entonces eso siempre ha estado presente. Y en este momento creo que corresponde lo mismo, desafiarlos, organizarnos para la primaria, organizarnos para 2024. Los advertía en un video que publiqué en estos días, que teníamos que prepararnos para el peor escenario, para el escenario de Nicaragua, que es un escenario que la dictadura pudiera intentar y nosotros tenemos que estar listos para aprovechar la ventana de oportunidades que representa una elección presidencial que nos deben desde 2018. Entonces creo que todavía tengo un rol muy importante aquí, precisamente en lo que hicimos en 2019, que es buscar articular la unidad, la alternativa democrática. En ese momento fue con una política clara de articulación de expresión de apoyo internacional, hoy tiene que ver con la movilización, con aprovechar la primaria como mecanismo de llegar a acuerdos con los factores políticos, la elección presidencial que puede removilizar a toda Venezuela y es removilizar porque lo hemos hecho en muchas ocasiones y también hemos visto grandes expresiones de unidad ante la dictadura.

 

-¿Considera que hay una sensación en los venezolanos que no se fue absolutamente transparente en el manejo de los fondos público durante el interinato?

–Te lo pongo en otros términos, sobre la percepción del venezolano hoy, con una aparato de propaganda como el de la dictadura ¿Hace cuánto no vemos papel periódico? O cuando pasas por un kiosko en Caracas, se han convertido en mini bodegones, ya no hay revistas, no hay periódicos, no hay medios de comunicación. No hay como contrarrestar la propaganda de la dictadura, que abonan partes interesadas. Hay gente que confunde lo que es ayuda humanitaria, fondos públicos, dinero de cooperación. Lo que hay es una gran confusión producto de que no tenemos espacios para comunicar. En lo que fueron fondos públicos y manejos del gobierno interino, no solo se rindieron cuentas, sino fue aprobado, no solo por la Asamblea Nacional, sino que tuvo que tener una doble aprobación por la OFAC, que es la oficina del Control de Activos de EEUU, además una auditoría de una de las principales firmas del país. La guerra en opinión pública, en propaganda y contrapropaganda está viva y ha hecho de Alex Saab un supuesto diplomático y hay gente que en medios de comunicación que lo llaman diplomático. Así de grave es la situación con la posverdad. Esa frase siempre me fue ajena, hasta ver a la dictadura como opera en el caso de Venezuela. Así que la lucha por poder comunicar, informar, mejorar, es constante y la estamos haciendo, incluso en este caso de ataques de la dictadura.

 

–Lo que pasa es que el Gobierno interino no terminó de la mejor manera y distintos factores que en algún momento lo apoyaron, terminaron en una discusión interna, acusándose y haciéndose serios señalamientos. Entonces es evidente que eso pone a dudar a las personas que están fuera del debate político, sobre qué fue lo que realmente ocurrió.

–Sí claro, por eso te digo. Pero es parte de la propaganda de la misma dictadura. Pero obviamente hay una cuota de responsabilidad en la alternativa democrática, pero a veces creo que se desestima mucho el gran aparato de desinformación, de tortura, que enfrentamos. A veces caemos en una pugna interna que hay que superar y para eso es la primaria. 

 

 

-En el caso Monómeros, por ejemplo ¿Hubo algún manejo irregular de las personas que estuvieron a cargo de esa empresa?

– Eso tiene que determinarlo la justicia, las auditorías, etc. Lo que sí te puedo decir es que nosotros le dictamos responsabilidad política, era nuestra competencia en el Parlamento Nacional, a la gerencia. Yo mismo decreté una auditoría externa, la remoción de la gerencia, la remoción de la directiva, ordenamos a Pequiven que actuara de manera inmediata, colaboramos con Supersociedades (Superintendencia de Sociedades de Colombia), incluso llevamos información a la Fiscalía colombiana. Es decir, nosotros hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance ante cualquier información, denunciar, actuar, proceder. Entonces se quiere confundir la actuación en pro de la transparencia con señalamientos. Si no hay señalamientos no hay investigación. También se quiere confundir con Citgo, que es algo muy distinto, o con lo que pasa en Londres, con el oro protegido en el caso Inglaterra, o con la ayuda que USA brinda a países receptores de inmigrantes. Creo que cada una de estas oportunidades tiene que servir para informar de manera precisa, de manera muy clara. Podemos decir de esto, que mientras estuvo el gobierno interino se mantuvo (los activos) entre los venezolanos y lo decimos por ejemplo porque en este momento se pretende rematar Monómeros, como lo hicieron con la refinería en Dominicana, operación que estuvo a cargo por cierto, de Tarek El AIssami, entonces, lo primero que hace el gran contraste con lo que hace la dictadura es que se mantuvo a nombre de los venezolanos, lo segundo es que dio ganancias, y lo tercero es que investigamos, ante cualquier señalamiento procedimos, pero al no haber justicia independiente en Venezuela para llevarlo a término, siempre se presta, sobre todo la dictadura, para tratar de confundir a la opinión pública.

 

-Uno de los señalamientos sobre su gestión en el Gobierno Interino es que no actuó en forma independiente. Por un lado se ha cuestionado el exceso de participación de los factores del G4 en sus decisiones y esa especie de gobierno de tipo parlamentario, cuando no lo podía haber, porque eso no está establecido en la Constitución venezolana y lo otro es que se le señaló una dependencia en cuanto a las decisiones respecto a Leopoldo López. ¿Qué nos puede indicar sobre estos temas?

–Mira eso está sobre todo en el mundillo político. Escenarios que tratan de utilizar información para simplemente atacar. Más allá de un gobierno parlamentario y de la colegiatura que representa la Asamblea Nacional y que las decisiones se toman con un voto más. Como lo hicieron el 5 de enero (fin del Gobierno interino y cambio de Presidente dela AN-2015) y yo como demócrata la respeté. Lo que estamos hablando es de gobernabilidad que necesita cualquier país. Por ejemplo, cuando perdió la mayoría Boris Jhonson (Reino Unido) dejó de ser primer ministro. Eso pasa en democracia y no tiene que ser un trauma. ¿Cuál es la crisis y lo complejo que vimos en el caso de Venezuela? Que vivimos en una dictadura y que en la alternativa democrática desearíamos ver todo de manera homogénea porque enfrentamos a un enemigo tan grande, con tanto acceso a herramientas para destruir, que necesitamos casi unanimidad, mucha uniformidad para poder llevar el mensaje, para organizarnos, movilizarnos, etc. Entonces, cuando se habla de decisiones, pues pasa por el tamiz que se necesita gobernabilidad en el Parlamento para llevarlas adelante. No tiene nada que ver con independencia o no independencia, tiene que ver con política, con la configuración de un Parlamento. Con respecto al señalamiento del tamiz de una u otra persona, mira, Juan Guaidó fue el presidente encargado de Venezuela y el presidente del Parlamento Nacional durante 4 años, administré una gobernabilidad para construir la  unidad, hoy más necesaria que nunca. Hoy se ve frágil la unidad, herramienta fundamental para ir a 2024, incluso previa a la primaria, que fue la Plataforma Unitaria. También la primaria. Tenemos casi un año hablando de lo importante y necesario que iba a ser y lo hemos impulsado. Para resumir, creo que lo importante es reconstruir la unidad, que el liderazgo entienda que es parte de un equipo y más allá de tomar decisiones, que las tomé, ir a enfrentar al régimen con una gobernabilidad que no debe ser precaria, que debe ser robusta, en base a acuerdos, que tengan a Venezuela de primero.

 

-¿Si le tocara iniciar de nuevo el Gobierno interino, qué hubiese hecho distinto?

–Yo creo que es entender que enfrentamos a una dictadura que no tiene ningún tipo de escrúpulos. Incluso voceros de los EEUU lo han dicho, no se puede subestimar la maldad del régimen y lo que ha  hecho para mantenerse en el poder. Parte delo que han hecho, es por ejemplo, alimentar mafias para que trafiquen con nuestro petróleo, nuestro oro, que tiene un reflejo hoy en una razzia interna, pero no es distinto con lo que pasa en Sidor, en las aduanas, en las gobernaciones, en las cementeras. De alguna manera se subestimó la capacidad que tiene la dictadura de infringir la ley para sostenerse en el poder, y hablo de la parte económica. Como saltaron las sanciones para vincularse a Rusia, por ejemplo. Hay que hacer un seguimiento mucho más estricto, de alguna manera se sacrificó rapidez para privilegiar la unidad y la gobernabilidad, hay que buscar un mejor equilibrio, la unidad, la gobernabilidad no puede ser una camisa de fuerza, sino un mecanismo de soporte para enfrentar al régimen. Comunicar mejor el tema de las sanciones. Hoy sigue el debate de la pertinencia o no. Son herramientas que tiene el mundo libre para enfrentar estas dictaduras, porque no solo es Maduro, es Ortega, Canel, Lukashenko, Putin. Son pocas las herramientas que tiene el mundo libre para enfrentar las dictaduras. Dimensionarlas mejor, el alcance que tienen, la efectividad. Lo que tiene que ver con la resistencia interna, con el soporte a la resistencia interna. Vimos como la dictadura cooptó dirigentes vía económica, y es evidente la necesidad transversal en todos los sectores, entonces, cómo hacer para que la resistencia pueda contener a estos mecanismos de cooptación vía económica. Son muchas las enseñanzas en estos 4 años de cómo recuperar la democracia…

 

-¿Quizás también se sobreestimó lo que las medidas internacionales podían hacer para favorecer el cambio político?

-Por eso te digo, creo que las sanciones tienen un tamaño, una funcionalidad, incluso los mecanismos de presión diplomática o por ejemplo, la operación antidrogas que se desarrolló en el Caribe, también tienen un alcance. Pero el seguimiento de las sanciones llevó por ejemplo a la captura de Alex Saab. Eso es un ejemplo de la correcta aplicación de las sanción, pero para eso tiene que haber un seguimiento, inteligencia que opere constantemente, que como sabes muy bien, de este lado  es bastante precario, no solo porque las instituciones están secuestradas, sino el riesgo que implica  denunciar tramas de corrupción. Por cierto, hace minutos veía el video de un gerente de Pdvsa que denuncia tortura por denunciar corrupción, por denunciar lo que ahora Maduro reconoce por necesidad, porque la Fuerza Armada le fue a preguntar dónde estaba el dinero y tuvo que reconocer que se lo habían robado ellos mismos, tras años de decir mentiras sobre nosotros.  Te recordará aquella famosa pelea donde el narrador decía: “Pega Betulio, pega Betulio, se cayó Betulio”. Eso mismo pasó: “Son las sanciones, son las sanciones, es la oposición” y presa toda la banda de Tarek El AIssami. Hay que dimensionar lo que salió bien y mal, para de cara a 2024 poder utilizar todas las herramientas para lograr una solución política.

 

 

-El nuevo representante de la AN 2015 en los EEUU (Fernando Blasi) emitió unas declaraciones, haciendo un lobby para el levantamiento de la sanciones, luego la presidenta de la AN-2015 dijo que no, que él no hablaba en nombre del Parlamento. ¿Cuál es su opinión?

–Las sanciones son un mecanismo contra la dictadura, no son de por si buenas o malas, son el mecanismo para enfrentar las dictaduras como las de Maduro. En el caso de Venezuela están bien aplicadas. Es más, si las aplicáramos mejor, pudiéramos llegar a resultados como lo que pasó con Alex Saab, por ejemplo, que hoy reconoce la dictadura. No es diferente lo que está pasando con Hugbel Roa a que esté preso Alex Saab. La diferencia es qué mafia te protege o te ataca. Las sanciones son absolutamente pertinentes para enfrentar a regímenes como el de Maduro ¿Que hay que optimizar? Por supuesto ¿Que hay que hacer seguimiento para que cumplan su propósito? Sí. Imagínate si no existieran las sanciones en Venezuela cuánto se hubieran robado. Lo segundo, la vocería del Parlamento la define el Parlamento. Nadie puede hacer lobby unipersonal aprovechándose de un cargo para beneficiar a quién sabe quién. Ya salió Dinorah Figuera a decir que la postura era personal y lo mismo dijo Freddy Guevara. Tiene que tomar cartas la directiva de la AN, porque cuando se ocupa un cargo no existe tal cosa como las opiniones personales, mucho menos hablando con oficiales de países aliados.

 

-Hay gente que ha hecho un trabajo importante con organizaciones de los derechos humanos, que han dicho que el tema de las sanciones está afectando gravemente la situación de vulnerabilidad de algunos sectores de la población ¿Cómo ve este tema?

–La mejor respuesta a esto la dio la dictadura. No hay dinero porque se lo robaron, no por las sanciones. Facturas por casi 21.000 millones de dólares, según reporta Reuters. La respuesta a esto está dada. En la curva de explotación petrolera se ve que la destrucción de Pdvsa data del 2012 por lo menos, y no tiene nada que ver con las sanciones, el decaimiento del PIB tiene un período similar. La respuesta está ahí, muy clara. Pero las sanciones se pueden mejorar para evitar colaterales y direccionarlas para que sean los corruptos, los violadores de derechos humanos, o los regímenes parias, como el de Putin, los que reciban el castigo. El mundo libre tiene un debate largo. Nosotros en América tenemos la Carta Interamericana de los Derechos Humanos ¿Es más efectiva la Carta Interamericana para hacer responsable a Ortega o a Maduro que las sanciones? La respuesta es más que obvia: No. Porque sencillamente ni la cumplen o se salen del sistema. La comisión independiente de Delitos de Lesa Humanidad de la ONU es una herramienta también para señalar a estos regímenes. ¿Es más eficiente que las sanciones? ¿Si no son efectivas las sanciones porque se las ponen a Putin? Porque son de las pocas herramientas que tenemos. Para atender a los más vulnerables, para eso es la ayuda humanitaria, para eso es la acción. Han recibido financiamiento la mayoría de las ongs venezolanas para poder atender a los más vulnerables como consecuencia de la emergencia humanitaria compleja que creó la dictadura, que se está denunciando desde 2016.

 

–¿Cómo ve la posible incorporación el CNE en la primaria? ¿Hasta dónde podría llegar esa colaboración?

–El objetivo es que tengamos primarias porque es la mejor herramienta para reunificar al país. En 2015 fue la primaria y la elección parlamentaria, en 2016 el revocatorio y el Parlamento Nacional, en 2017 el rechazo a la medida unilateral del TSJ, en 2018 la no participación, en 2019 el Gobierno Interino. En estos momentos la mejor herramienta que tenemos es la primaria. Lo que tenemos es que lograr que se dé la primaria. La primaria no puede estar bajo el control del CNE, sino en control absoluto de la Comisión Nacional de Primaria.  Si nosotros tenemos control de la primaria en cada una de las etapas, el apoyo que pueda dar un CNE, obviamente tutelado por la dictadura o por Maduro, tendrá menor incidencia. Por ejemplo, los centros de votación, el registro electoral. Creo que el mejor acuerdo es que la base es ese registro electoral con la incorporación de los votantes en el exilio. Además, hoy no han abierto nuevos puntos de registro para casi 2 millones de electores que no han podido registrarse. Cuando yo digo que mi voto vale, no es porque esté garantizado el derecho al voto en Venezuela, sino porque tenemos que hacer que el voto valga, y para eso tenemos que organizarnos. Primer punto: primaria, que participen los venezolanos en el exterior, que se puedan registrar la mayor cantidad de nuevos votantes. Solo con votantes en el exilio y nuevos votantes sumaríamos 6,5 millones. Entonces lo que tenemos es una tarea muy ardua para que nuestro voto valga y eso pasa por la primaria. Esto del CNE o no CNE es un falso dilema. Nosotros necesitamos que se dé la primaria, pero no podemos depender en ningún modo de un CNE tutelado por la dictadura.

 

–¿Cuáles son los principales elementos de tu oferta de campaña?

Hablar de campaña o elecciones puede normalizar lo que pasa en Venezuela. Hay una propuesta política, de una coalición, de una articulación de muchos partidos políticos, de muchos sectores de la sociedad civil venezolana para poder derrotar a Maduro, que tiene un hito importante el 22 de octubre (fecha de la primaria) para reunificar. Quien gane la primaria tiene que entender que el segundo o tercero son necesarios para consolidar la alianza y el equipo de trabajo. El que llegó segundo tiene que haber ganado de segundo, no puede perder, porque el 23 de octubre son necesarios al 100% en la alternativa democrática unificada, movilizada para enfrentar y derrotar a Maduro. ¿Cuál puede ser una propuesta política para reunificar al país?: La primaria. Por ejemplo, reunir, como lo estoy haciendo, a muchos partidos políticos, el caso de Voluntad Popular, Bandera Roja, Democracia Renovadora, Fuerza Liberal y algunos que se van a incorporar en los próximos días. No es una propuesta de campaña. En el Plan País lo hemos desarrollado de manera casi unánime por increíbles profesionales. Allí sabemos muy bien lo que hay que hacer con el tema energético, de servicios, con la comunidad internacional, cómo vincular las multilaterales en el caso de Venezuela. Tenemos experiencia de Estado en ese sentido y no   es que no me preocupe, es que es tan evidente lo que tenemos que hacer hoy como nación para estabilizar la economía, para que nuestro sueldo valga, cuánto puede y cuáles son los plazos del Fondo Monetario Internacional para poder ayudar a Venezuela, el levantamiento del campo petrolero con lo que está pasando en Ucrania, Venezuela como importante proveedor de energía estando en democracia, como llevar a los salarios a 350$ por lo menos. Todo eso está bien recogido en el Plan País y en lo que tenemos años haciendo, pero pasa primero por entender que en una propuesta política para el 22 de octubre lo más importante es reunificar, coordinar y consolidar un equipo en nombre de todos los venezolanos para derrotar a Nicolás Maduro y los que lleguen segundo, tercero, cuarto, y quinto, tienen que formar parte de ese equipo para poder nosotros consolidar. No es un torneo de vanidades, no es una lucha de egos, eso es lo que ha destruido a Venezuela, de eso es lo que tenemos que alejarnos en estos momentos. 

 

-Supongamos que esta fuera una entrevista de las últimas que usted da porque es detenido ¿Qué mensaje le daría al país?

–Que podemos recuperar Venezuela, que tiene muchos riesgos enfrentar a una dictadura, pero bien vale la pena por Venezuela y ¿Qué significa Venezuela para cada uno de nosotros? Bueno, la familia, reunificarla. Mucha de ellas en el exilio, perseguidos en mi caso, pero en muchos casos solo por buscar oportunidades ¿Qué significa Venezuela? Oportunidades. Hoy no las tenemos, hay que rescatarlas, que nuestro sueldo valga, que tengamos servicios, tener un país como en su momento lo tuvimos, de sueños cumplidos. Sí vale la pena la lucha y el riesgo lo asumo con responsabilidad, desde el mismo 23 de enero de 2019. Incluso antes, el 13 de enero 2019 a mí me secuestró la dictadura, producto de la presión inmediata no consumaron ese secuestro, eso puede pasar en cualquier momento y estoy consciente. El objetivo sigue siendo reunificar el país, debemos dejar ya la pugna interna, la pelea dentro de la alternativa democrática. Lo hemos hecho antes con diferencias, así que podemos hacerlo. Ese es el objetivo uno, y depende de nosotros, no depende de las sanciones o de la dictadura, no depende de Rusia, ni de los EEUU, depende de los venezolanos. Participar y hacer que nuestro voto valga el 22 de octubre y luego prepararnos para enfrentar a la dictadura y soy consciente que quien gane puede terminar con la misma suerte de secuestro, persecución, etc, por lo cual tenemos que estar preparados, como lo hicimos en Barinas, para ese 2024 y derrotar a Maduro, porque Maduro ya no tiene vida electoral, sabe que es débil, vulnerable, derrotable fácilmente en una elección, así es que el objetivo tiene que centrarse ahí. Hacer que nuestros derechos y voto valgan para liberar a Venezuela, a los presos políticos y por supuesto, recuperar nuestra dignidad como país.

 

-¿Tiene miedo en estos momentos?

-Siempre he sabido los riesgos. Creo que miedo o no es un tema de riesgos, de ponderarlos. Los riesgos han existido desde el primer día, desde el mismo de 5 enero de 2019 cuando juré como presidente del Parlamento y el 23 de enero de 2019 cuando juré como presidente encargado. Mira que lo que hemos pasado mi familia, mi equipo, hemos siempre sido conscientes. Hay que sopesarlo, tenemos claro el objetivo, la reunificación de la alternativa democrática, y nosotros como país, el objetivo político como país, que es la elección presidencial. Sí es claro eso, se pude sobrellevar los riesgos y obviamente ir llevándolos en el camino, pero en el escenario de un secuestro, con mucha cobardía de la dictadura, hay que seguir adelante. Son casi 300 los presos políticos en Venezuela, hay miles que han estado tras las rejas de manera injusta, por eso Maduro está siendo juzgado en la CPI. Miedo da que mis hijas no puedan crecer en su país, la persecución que sufren todo los días los medios de comunicación, cada quien con su rol tiene que superar sus riesgos, pero siempre poner su rol en la recuperación de la democracia.

 

Venezuela tiene un año para preparar defensa del Esequibo ante la CIJ

 

Expertos recomiendan reconstituir el equipo jurídico y comparecer ante la Corte de Justicia. En un año la República debe presentar sus alegatos ante esa instancia

 

Por: Reyes Theis/ @reyestheis 

 

El escenario que durante varias décadas evitaron los diplomáticos venezolanos en torno al reclamo del territorio Esequibo, finalmente ocurrió.

Este 6 de abril  –que coincidió con el jueves santo– se congregaron en su sede de La Haya, Países Bajos, los magistrados de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), para rechazar una solicitud preliminar de Venezuela, que intentaba echar por tierra la demanda guyanesa que apunta a que esa instancia evalúe la validez del Laudo Arbitral de 1899.

Ese Laudo estableció el límite entre estas dos repúblicas, aunque la parte venezolana lo considera nulo e írrito y asevera que lo despojó de aproximadamente 150.000 kilómetros cuadrados.

14 jueces dieron la razón al alegato guyanés y uno al venezolano. La medida significa que finalmente el caso Esequibo se dictaminará en esa Corte y que Venezuela tiene 12 meses para presentar sus alegatos y demostrar la nulidad de aquella decisión tomada en París.

El 21 de noviembre de 2022, Venezuela presentó la solicitud de objeción preliminar y sostuvo que debido a que el Laudo Arbitral fue producto de un fraude propiciado por el Reino Unido (Guyana era una colonia de esa nación), la representación británica debía formar parte del proceso. Si tenía éxito la estrategia jurídica, el caso podía arrancar desde cero.

En su sentencia de este jueves, la Corte recordó hitos históricos en la controversia en la que no hizo falta, ni Venezuela requirió, la presencia del Reino UnidoLa Corte consideró que el Acuerdo de Ginebra (firmado en 1966 entre el Reino Unido, la Guayana Británica y Venezuela) “especifica roles particulares para Guyana y Venezuela, y no establece un rol para el Reino Unido en la elección o participación en los medios de solución de la disputa”

También, indicó que durante la implementación del mecanismo de buen oficiante, una figura que fue acogida por las partes para tratar de aproximar una solución al caso, “hubo acuerdo entre las partes que el Reino Unido no tenía ningún papel en el proceso de solución de diferencias”.

En vista de ello, la Corte rechazo el alegato venezolano, aunque dejó abiertas las puertas a pronunciarse “sobre determinadas conductas imputables al Reino Unido, que no pueden ser determinado en la actualidad” y que ello “no impediría que la Corte ejerciera su competencia, que es sobre la base de la aplicación del Acuerdo de Ginebra”.

Reacciones

A pesar que Venezuela introdujo esta solicitud infructuosa ante la Corte, en un comunicado leído este jueves por la Vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, señaló que la República “no reconoce el mecanismo judicial como medio de resolución de la mencionada controversia por cuanto excluye la naturaleza y objeto de este acuerdo (de Ginebra)”.

No obstante, señaló que Venezuela “evaluará sus implicaciones de manera exhaustiva y adoptará todas las medidas a su disposición para la defensa de sus legítimos derechos e integridad territorial”.

La vicepresidenta anunció además que en los próximos días el presidente Nicolás Maduro convocará los sectores nacionales a un diálogo y anunciará las próximas acciones.

La decisión venezolana de no reconocer la vía judicial para la resolución de este caso abre las interrogantes si entonces la República no presentará sus alegatos ante la Corte Internacional de Justicia.

No obstante, expertos en la materia recomiendan que sí lo haga. El embajador retirado Víctor Rodríguez Cedeño, exmiembro de la Comisión de Derecho Internacional de las Naciones Unidas , indica que el Gobierno tiene que comparecer y  «enfrentar con seriedad y responsabilidad este reto», además de preparar una contra memoria con «historiadores, geógrafos, cartógrafos, juristas venezolanos que conocen bien el tema”.

Considera que es importante que el Gobierno reconozca la decisión de la Corte y que desconocer la sentencia que emane de esa Corte sería inútil, ya que Guyana tiene la posesión del territorio.

“Ya declarada la competencia (del Tribunal) y la admisibilidad, solo nos queda comparecer, y hacerlo bien, con unidad nacional, consenso, posiciones serias y responsables que tiene que tomar el Gobierno”, advierte.

Sostiene que para comprobar la nulidad del Laudo Arbitral de 1899, Venezuela debe demostrar que hubo una «componenda política» que desconsideró los argumentos jurídicos, así como preparar una buena defensa «que diga que reclamamos la titularidad”.

Por su parte, el embajador retirado Sadio Garavini, quien fuera jefe de la misión diplomática en Guyana y autor de libros sobre la materia, advierte de las consecuencias negativas de no comparecer ante la Corte y de desconocer las sentencias.

“La Corte va seguir y tomar una decisión desde el punto del derecho internacional público obligatoria. Después puedes decir que no la quieres respetar, pero la comunidad internacional, el Caricom, los No Alineados, la van reconocer”, advirtió.

Agregó además que luego que la Corte emita la sentencia hay que abordar la delimitación de áreas marinas y submarinas (el Laudo Arbitral solo se refiere a las fronteras terrestres), que posiblemente también recaiga en el mismo tribunal.  

“Esto nos interesa mucho, cualquiera que sea la decisión sobre el Esequibo. Guyana ha trazado una línea arbitraria, que se mete en la proyección del estado Delta Amacuro y nos encierra en un triángulo con Trinidad, además en una zona llena de petróleo”, señala.

Tanto Garavini como Rodríguez Cedeño advierten que es necesario reconstituir los equipos jurídicos de Venezuela para las siguientes fases.

Historia de un fraude

El Laudo Arbitral de París es uno de los eventos más oscuros en la historia diplomática del país. Su origen se remite a finales del siglo XIX cuando ante los incesantes reclamos de Venezuela y el respaldo diplomático de los Estados Unidos por la invasión del territorio Esequibo por parte del Reino Unido, se firma el Tratado de Washington el 2 de febrero de 1897, donde se establecen unas reglas injustas y contrarias al derecho internacional para solucionar la controversia. Era Venezuela un país empobrecido, con inestabilidad política por guerras internas entre caudillos por obtener el poder. Al frente estaba la gran potencia mundial.

El Reino Unido negó la posibilidad de que Venezuela se defendiera por sí mismo. Entonces, le correspondió a EEUU la representación de la República. El Tribunal que debía dirimir el caso de acuerdo al Tratado de Washington estaba compuesto por dos especialistas ingleses, dos estadounidenses y uno ruso, quien tenía la última palabra.

De acuerdo con el libro, “La Venezolanidad del Esequibo”, de Oscar García Márquez, el 16 de marzo de 1898 Venezuela entregó a su representante en Washington su alegato en un sólido expediente que incluía 674 documentos tomados de fuentes holandesas, españolas, inglesas, venezolanas y diplomáticas de varios autores, así como un Atlas contentivo de 78 mapas, más otros 13.

El Tribunal sesionó en París entre junio y septiembre de 1899, entregando los 150.000 kilómetros al Reino Unido.  El 3 de octubre de 1899, el agente venezolano en el Tribunal de Arbitraje, el venezolano José María Rojas, explicó lo ocurrido, según recogió el diplomático venezolano Marcos Falcón Briceño en su ponencia “Orígenes de la Reclamación de la Guayana Esequiba”. 

Explica Rojas que la decisión del árbitro ruso era de darle todo el territorio al Reino Unido y qu,e ante la negativa de los árbitros de los EEUU, este propuso modificar la línea de la costa de modo que el Delta del Orinoco le correspondiera exclusivamente a Venezuela si ellos aceptaban el resto “a lo cual asintieron por deber de conciencia considerando, que, en vista de la gravedad del caso, habría sido peor consentir bajo protesta en el despojo del Orinoco”. 

Un texto del Pbro, Hermann González Oropeza, con el título “Dos Aspectos del Reclamo Esequibo”, muestra algunas correspondencias que también evidencian la componenda.

Por ejemplo, un alto oficial del Colonial Office (Ministerio de Colonias británico), Charles Alexander Harris, señaló en una minuta de su mano que el Laudo «ciertamente no ha propiciado los principios del arbitraje internacional”.

“Si algo se nos impuso a todos en París es que uno no puede por el momento conseguir que un Tribunal actúe como una Corte de Derecho. El asunto fue una farsa”, añadió entonces. 

Le tocará a Venezuela, si se mantiene en el juicio, demostrar que la decisión no fue conforme a derecho, sino a intereses particulares de terceros estados.

 

Andrés Izarra: No meten preso a El Aissami porque conoce los pecadillos
El extitular del Minci da su versión de cómo funcionan los “bandos del madurismo”, defiende su gestión en materia comunicacional, reconoce el uso de los medios públicos al servicio de una parcialidad política y asegura que no estaba de acuerdo con el uso excesivo de las cadenas
Explica cómo fue su proceso de desvinculación con la «revolución bolivariana», que le costó exilio y confiscación de propiedades

 

Por: @ReyesTheis

 

Andrés Izarra (Caracas, 24 de mayo de 1969) conoce al chavismo desde primera línea. Fue una figura importante del presidente Hugo Chávez, como titular del Ministerio de Comunicación e Información (Minci) (2004-2005, 2008, 2010-2012) y luego se desempeñó como ministro de Turismo de Nicolás Maduro (2013-2015).

Recientemente rompió su silencio desde Berlín, donde reside y ha cuestionado abiertamente las operaciones de supuesta guerra contra la corrupción que han resultado en la detención de figuras importantes del Gobierno. Izarra asegura que dentro del madurismo hay una recomposición. Señala que cada grupo tiene sus actores económicos, políticos militares y hasta de inteligencia, “es una cosa muy tribal”, asegura, mientras aporta algunos elementos para la caracterización de cada “bando”.

Pero, además, Izarra defiende su gestión frente al Minci. Asegura que la estrategia en ese momento era potenciar los medios estatales, ante el “terrorismo mediático” evidenciado en aquellos días de 2002. Explica que crearon la Ley Resorte justo para hacerle frente a estos medios: “Fue una reacción natural del Estado”, argumenta.

Reconoce que se usaron los medios estatales al servicio de una parcialidad política, pero matiza que los medios privados también estaban obligados a ser equilibrados, porque estaban haciendo uso del espectro radioeléctrico que también es público, y sin embargo, no lo eran. 

Niega que Chávez haya cerrado medios de comunicación, que lo que se hizo con RCTV fue no renovarle la concesión porque era una potestad del Estado y dice desconocer qué criterio prevaleció en Conatel para negar la posibilidad que RCTV Internacional saliera por televisión por suscripción.

–¿Cómo ve este tema de la supuesta avanzada contra la corrupción que está llevando el gobierno de Nicolás Maduro?

– Como lo he dicho esta no es ninguna guerra contra la corrupción. El madurismo trató de implantar una narrativa y una  etiqueta en las redes sociales de guerra contra la corrupción y un par de ministros declararon cuando comenzó la razzia y la gente se dio cuenta de inmediato que esto no es ninguna guerra contra la corrupción, es una guerra entre mafias. Esta opinión coincide con lo que vimos en los hechos, que uno de los grupos fue afectado en esta disputa interna. Si esto fuera una guerra contra la corrupción los organismos, supuestamente independientes, debieron haber actuado, y el primero que debería estar preso es Tarek El Aissami. Es una guerra entre las mafias que conforman el madurismo. Hubo un cable dramático que publicó Reuters, donde se informó que fueron por lo menos 20.000 millones de dólares los que están desaparecidos. Nicolás Maduro es quien debería renunciar, porque esto es una responsabilidad directa: La administración del Estado.

–Se ha hablado mucho de la existencia de estos grupos. ¿Realmente hay unos bandos con intereses distintos? ¿Cómo están configurados?

–Sí, claro. Cada grupo tiene sus intereses económicos, su red de inteligencia, sus conexiones internacionales y alianzas con otros grupos. Pero es fluido. A veces se alían con otros para ir contra un tercero, luego se reconfiguran, es una relación plástica. Pero cada quien controla ciertas alas de influencia, tiene mayor tradición de arraigo en ciertos espacios de influencia del Estado. Cada quien tiene su grupo de militares con los que trabaja. Y es como una cosa tribal entre esta élite madurista. Muy mafioso, es una organización delincuencial, sin duda.

 

¿Cuáles son las cabezas visibles de cada uno de estos bandos? 

La de Diosdado Cabello, que está muy disminuida, porque Maduro, como jefe del pranato, lo ha reducido mucho en una disputa que ellos tienen histórica. El nuevo grupo de gente con el que se apoya mucho Nicolás es el de los hermanos Rodríguez, que es el que ha ganado o va ganando hasta ahora. El grupo de El Aissami, que al parecer en silencio ha ido construyendo un nivel de poder que le disputa la preponderancia al Estado venezolano, controla fiscales, militares, operadores políticos, económicos, quienes a la vez tienen juicios en los EEUU. Estructuras de inteligencia, policiales y militares. Es un poder, por eso es que no lo pueden meter preso. Conoce todos los pecadillos, los negocillos. 

-¿Cuál es el rol de Padrino López?

–Tiene cierta influencia, pero a pesar de que tiene tanto tiempo, el desgaste es muy grande y tú ves cómo está eso en la Fuerza Armada, cómo está el prestigio y la reputación de la institución militar bajo la tutela de Padrino y tienen a los militares como está todo el país: En una situación de necesidad.

-¿Me imagino que el resto de las cabezas seguirá este tema con preocupación, porque si cae El Aissami, puede caer otro?

-El problema del gobierno hoy es ese. Es un pulso permanente. En esta recomposición que se está dando eso está muy disputado. Y en lo interno del PSUV la gente se está preguntando: «¿Nos vamos a tirar este barranco con Nicolás?» La gente tampoco cree que esto sea una guerra económica. Como dicen los maestros: no es el bloqueo, es el saqueo, y eso ha seguido cogiendo fuerza en la opinión pública y en lo interno se han dado cuenta del engaño. La capacidad de manipular está muy mermada porque la gente la está pasando muy difícil.

–¿Usted, que fue parte de ese equipo de gobierno, puede darnos ejemplos para ilustrar, ¿cómo es el tema de la corrupción en el alto gobierno?

–Yo estaba en un cargo bastante marginal, en el Ministerio de Turismo donde no se manejan recursos, ni grandes espacios de poder. Una cosa con todos los hoteles quebrados. Tratamos de volver a recoger el impuesto al turismo y con lo que se hicieron algunas cosas, proyectos. Eso ocurre a otros niveles de gente que tiene otros niveles de poder a los que nunca accedí. Nunca fui de esa cúpula. Yo fui dos años ministro de Nicolás y él nunca me agarró el teléfono durante ese tiempo. Yo venía de hablar con Chávez todos los días. Pasamos de una situación central, donde Chávez tomaba las decisiones y era centro del poder a una cosa como distribuida y gente que controlaba cosas distintas. A mí me trajo fue Chávez, nunca dependí de ningún grupo.

–¿Pero tuvo conocimiento de cómo se manejaban los fondos o del manejo de la justicia, que al fin y al cabo, es la que permite la impunidad?

–Lo que pasa es que todos esos temas de la justicia lo maneja Cilia directo. Ella pone jueces, que le consultan, fiscales. Es un tema que ella se lo reserva para ella. Eso no se ventila directamente. Posiblemente, en grupos muy cerrados a los que no tuve acceso. Yo estuve ahí, formé parte de ese grupo y di lo mejor de mí, pero mi nivel de poder era tal que ni siquiera una Ley me permitieron aprobar (la reforma de la Ley de Turismo).

¿Cómo fue su proceso de desvinculación del gobierno de Maduro?

–Yo salí del gobierno por una decisión personal, pero no me desvinculé del proceso bolivariano hasta mucho después. Hasta un par de años después.  Para mí el parte agua fue la elección para la Asamblea Nacional Constituyente, el hecho que hayan trampeado esa elección como lo hicieron, fue para mí un tema de ruptura. A pesar de que tuve intención de presentarme como candidato a la Constituyente, lo que no pude hacer por los temas personales que estaba enfrentando en ese momento. Y tú sabes que el madurismo es muy resentido. Arremetieron contra nosotros, con mi familia, porque como yo estoy casado con Isabel (González) hijastra de (Antonio) Ledezma, entonces creen que yo soy aliado de Ledezma o tengo vínculos políticos. Yo ni siquiera vivo en la misma ciudad que Ledezma. Mis hijos son sus nietos, es como en todos lados: es una relación muy civil, cada quien tiene su posición política y los espacios son los espacios.

Entonces, el madurismo arremetió contra nosotros. Nos quitaron todas las propiedades, mi familia tuvo que salir huyendo. Se fueron mi mamá y mi hermana a Bogotá. Nos quitaron la casa en Caraballeda que heredó Isabel de su abuelo y la tiene una mujer vinculada a un comandante del DGCIM y desde allí publica fotos en sus redes sociales. La casa fue tomada en una operación encabezada por otro de los comandantes acusados por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional. Esa casa estaba alquilada a una familia, entre ellos, una señora mayor con dos niños, y llegaron 12 personas con armas largas. Eso está documentado con denuncias ante instancias internacionales, porque en Venezuela el fiscal Tarek William Saab se niega a conocer el caso. No ha habido manera que conozcan del caso. 

–Y eso que su papá (William Izarra) tenía fuertes vinculaciones con el chavismo.

Mi papá murió porque no consiguió oxígeno, porque estos carajos ni siquiera pudieron facilitarle una bomba de oxígeno cuando le dio COVID-19. Lo irónico es que él murió apoyando al madurismo y era de la opinión que se había luchado mucho para lograr lo alcanzado y nunca se dio cuenta lo que era el madurismo.

–El paso más polémico en la vida política suya fue por el Minci, en momentos que se dio una vuelta de hoja de todo lo que se conocía de las políticas del Gobierno sobre el hecho comunicacional. ¿Hoy en día cómo ve su gestión frente a este Ministerio?

–Tuvo dos etapas. La primera fue muy concentrada. Veníamos de un golpe de estado, impulsado, organizado y estructurado desde los medios de comunicación. Eso está más que comprobado y esa primera etapa fue mucho enfoque en construir las capacidades de lo que luego el profesor Marcelino Bisbal llamó el “Estado comunicador”, que era una reacción natural a lo que fue la agresión política en 2002 y que fue estructurada desde los medios privados, que se constituyeron en la principal amenaza hacia la democracia venezolana.

Venezuela fue sometida a 64 días de terrorismo mediático, donde ni siquiera había propaganda, la propaganda eran mensajes políticos de “Chávez vete ya”. Toda la programación era de propaganda política en un esfuerzo mancomunado de todos los canales privados y la red de medios en manos de una conspiración. Pero no había instrumentos legales para hacerle frente. A raíz de eso el Estado reaccionó. La ley de Telecomunicaciones no nos daba para hacer mucho y entonces se creó la Ley Resorte, porque la ley de Telecomunicaciones no nos permitía acciones, o estaba muy limitada en su capacidad regulatoria, porque venía de la Cuarta República, controlada por las élites del poder de ese momento donde los dueños de los medios eran los amos del valle.

Luego, construí Telesur y la última etapa fue de coordinación, diseño, organización y estructuración diaria del mensaje y su despliegue y su coordinación en todo el gobierno, que no fue fácil y hubo que hacerlo así porque Chávez se enfermó. Había que suplir lo que hacía Chávez, que llenaba todo el espacio comunicacional con su mensaje y, al no tenerlo, tuvimos que organizarnos para que ese mensaje se mantuviera y poder mantener el pulso político de cara al proceso de reelección.

Analizando lo que tenemos hoy en día en el escenario comunicacional y de la libertad de información, si se ve por los medios impresos, cerraron casi todos y otros cayeron en manos de gente con nexos con el Gobierno. Las emisoras de radio prácticamente anuladas sin opinión de tipo político y una gran cantidad de emisoras cerradas, bloqueos a los portales electrónicos y, en gran medida, se usa la Ley Resorte como instrumento para silenciar a los medios de comunicación. Y si hablamos de las redes sociales, sabemos todo el tema de desinformación. Los analistas coinciden en que esta es finalmente la consecución de la hegemonía comunicacional que Izarra planteaba en aquella entrevista en El Nacional (2007)

-No, eso es lo que la derecha ha interpretado. Pero yo lo indicaba en el sentido de construir la hegemonía como decía (Antonio) Gramsci, los acuerdos, pactos y consensos que permitían defender la democracia ante las agresiones y amenazas que sufrimos por parte de los medios en 2002. Los medios de comunicación privados terminaron siendo una amenaza y de hecho luego estuvieron en el sabotaje petrolero. Ahora, lo que tú nombras de la caída de los medios impresos, es una tendencia mundial por el surgimiento de Internet, teléfonos portátiles y todo lo que es la revolución digital, lo que no había ocurrido es que desde Conatel te cortaran el acceso al portal, eso sí es novedad.

Durante el gobierno de Chávez nuestro esfuerzo fue por construir una alternativa de medios, lo que el profesor Bisbal llamaba el Estado comunicador, que yo no lo niego y lo tuvimos que hacer para garantizar la supervivencia de nuestro Gobierno. Tratamos de construir una alternativa, por eso lanzamos Telesur, reforzamos la capacidad de producción de VTV, salimos de análogo a digital, reforzamos la red transmisión abierta en todo el país, entramos en las primeras transmisiones de Internet, reforzamos el sistema de Radio Nacional de Venezuela.

Fue un esfuerzo de reforzamiento de los instrumentos y de las capacidades comunicacionales del país. ¿Tú vas a decir que con medios públicos no teníamos que defender una parcialidad política? Sí, esa crítica te la acepto, pero el espectro comunicacional también es público y tienes una serie de medios privados que hegemonizan las audiencias, porque los medios privados acaparaban el 95% de las audiencias, por lo cual, también estaban obligados a ser plurales en su contenido y no lo eran, y la forma de hacerle frente a eso era capitalizar nuestros mensajes en los medios que nosotros controlábamos.

–Pero es que además no solo se trataba de potenciar las capacidades del Estado, es que por el otro lado se trataba de limitar la capacidad de los medios privados e independientes de poder comunicar

–¿Lo dices por la Ley Resorte?

–Sí, la Ley Resorte fue el instrumento usado para eso y los cierres de medios.

–¿Pero recuérdame qué medios fueron cerrados cuando Chávez?

-A RCTV no se le renueva la concesión para supuestamente crear una televisora social, que terminó siendo un canal más y no es para nada de servicio social.

–Se le venció la concesión. ¿Entonces las concesiones son eternas? Se le venció la concesión y el Estado está en su plena capacidad de decidir si se le renueva o no. Eso se pudo haber resuelto con el tema de la televisión digital-aérea, donde las capacidades de canales que estaban en el espacio analógico se multiplicaban infinitamente con la digitalización del espacio radioeléctrico.

–Pero es que RCTV incluso intentó ir al plano internacional a través de las cableras y no lo dejaron. Hicieron un reglamento sui generis, para que fuera únicamente aplicado para RCTV

–No sé. Eso no lo hizo el Ministerio de Comunicación e Información. No sé si la Ley de Telecomunicaciones permite restringir que RCTV produzca en Venezuela y transmita para afuera. No lo sé.

–Estoy hablando que RCTV internacional tenía la intención de transmitir su señal por cable, entonces se creó un reglamento especial donde los productores nacionales tenían que presentar su grilla, RCTV intentó hacerlo, fue a Conatel y no le aceptaron la solicitud

-Pero Conatel no es el Ministerio de Comunicación e Información. No te puedo decir cuál fue el criterio que prevaleció. 

No solo estamos hablando de la crítica a su gestión, sino que la gestión del tema comunicacional durante ese período, no solamente se enfocó en potenciar las capacidades del Estado, sino que también se limitó la forma como podían trabajar los medios de comunicación privados. Y vemos a lo que ha llegado hoy en día. Por ejemplo, usted plantea el caso de los medios privados y las tendencias digitales, pero es que…

–Yo lo que recuerdo es que en esa época se abrieron una cantidad de nuevos portales. Hay una onda tecnológica que influyó en la reconfiguración del panorama mediático en Venezuela y que no necesariamente provino de una acción coercitiva del Estado, sino que en gran medida obedeció a una evolución de las herramientas con las que se hacía la comunicación. Noticas 24 era el medio que marcaba la pauta en ese momento. Nosotros no lo controlábamos y luego salió La Patilla a competir con ellos. Es decir, se abrieron nuevos espacios donde la comunicación y la opinión se expresaban. Nosotros estábamos batallando. Abrimos nuestro portal de Venprés, y no tuvimos tanto éxito como Noticias 24.

Estábamos tratando de competir, no es que decíamos “ustedes no hablan”. Eso no fue así. Ahora sí es así. Por ejemplo, tienen a Aporrea bloqueado, imagínate tú… Lo de Chávez era “vamos a la batalla comunicacional”, “vamos a enfrentar con nuestras ideas”, por eso es que Chávez estaba todo el día al aire. Había fines de semana que tenía 40 cámaras en la calle. No había un presidente que tuviera las capacidades comunicacionales que tenía Chávez y aun así se quejaba. Lo de las cadenas (transmisión obligatoria conjunta de radio y televisión) te doy la razón. Era un problema que yo tenía con él, sobre el uso estratégico de las cadenas. Yo no creía que eso funcionara. Siempre fui de la tesis –y lo peleé con él, pero él decidía– sobre la eficiencia y su uso constante. Yo no estaba de acuerdo con esas cadenas de 5 o 6 horas.

-¿Cómo ve la gestión del derecho de información y expresión actualmente en Venezuela?

–Una tragedia. Eso es una dictadura. Están gobernando las trasnacionales sobre el petróleo, tienes al único presidente latinoamericano sobre el cual pesa una investigación por crímenes de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional, eso no es poca cosa y es un indicador de lo que ha sido el retroceso de la política en Venezuela. Es un gobierno que tortura, persigue y coarta todo tipo de libertad y allí tenemos las consecuencias. Yo estoy desterrado. Tengo 8 años que no voy a Venezuela porque puedo ir preso, y no necesitan una causa para meternos preso, sino solo porque a alguien le dio la gana, así como nos quitaron la casa porque a alguien le dio la gana. 

–¿Cómo es su día día? ¿Qué está haciendo?

–Haciendo páginas Web, aprendí a programar (…) durante varios años estuve haciendo mercadeo digital, por eso es que salté a hacer páginas web y eso me permite trabajar desde la casa y a raíz del Covid el trabajo desde la casa se convirtió en un estándar. No me voy hacer rico con eso, pero paga las cuentas. Estoy en Berlín. 

Los jóvenes venezolanos se sienten agobiados y rechazan la política
Estadolab y el Centro de Investigaciones Populares hicieron una investigación cualitativa que aporta ideas sobre las causas de la desconexión de la juventud con respecto a la política, a la que consideran “un instrumento de dominación”

Reyes Theis / @reyestheis

Daniela tiene 19 años y vive en un sector popular de Caracas. Se graduó de bachiller a los 17 años y desde ese momento su mamá le dejó claro que hasta allí llegaba su apoyo económico, si quería seguir estudiando tenía que trabajar.

No tiene novio. Está trabajando en una tienda de celulares en un centro comercial. Su realidad la describe como monótona. “Tengo que hacer lo mismo todos los días para poder sobrevivir”, dice. Su situación agobiante hace que sienta un rechazo hacia la política, que considera una herramienta para la dominación y no para el servicio público.

Daniela es un nombre ficticio, pero su perfil coincide con el de los entrevistados para una investigación cualitativa que llevó a cabo la organización Estadolab y el Centro de Investigaciones Populares, que pone la lupa sobre cómo los jóvenes venezolanos perciben la política.

El sociólogo Alexander Campos del Centro de Investigaciones Populares, explica que fueron 5 los grupos focales de jóvenes entre 18 y 20 años, solteros, sin relación de pareja estable y residentes de Caracas, Miranda, Sucre, Táchira, Zulia, Bolívar o Apure.

Los resultados del estudio fueron presentados este lunes 13 de marzo en la Biblioteca Central de la Universidad Central de Venezuela, con un panel moderado por el director ejecutivo de Estadolab, Héctor Fuentes.

Daniela no estudia en la universidad, pero sabe que si quiere prosperar esa es la vía. Campos destaca que, en ese sentido, en los jóvenes hay una renovación de la valoración de la educación como mecanismo de superación.

Ella considera que su situación es agobiante. Tiene que esforzarse al máximo para pagar sus propios gastos y colaborar en algo en la casa, pero solo para eso, la subsistencia. No tiene planes, ni siquiera sabe si el dinero que acaba de cobrar le alcanzará para los pasajes de la semana que viene. La situación, por supuesto, afecta sus emociones

“Hay mucha ansiedad, volatilidad anímica e inseguridad por el futuro”, comenta Campos, y destaca que el perfil del joven entrevistado siente que es más dependiente de las circunstancias externas que de la acción propia.

Según el sociólogo, para estos jóvenes todo esfuerzo personal no parece ser suficiente y ni si siquiera con dos o tres trabajos les llega la anhelada autonomía respecto a sus padres y aunque perciben cierta mejoría respecto al país, sienten que en el plano personal no progresan, que están estancados y desgastados.

Democracia y Política

“La política es dominación, no es para el servicio”, opina Daniela y añade que es un dispositivo del chavismo para la eliminación del oponente.

La socióloga Mirla Pérez, del Centro de Investigaciones Populares, argumenta que para estos jóvenes la política es engaño, aunque el análisis de la democracia es otro. “No han vivido la democracia, pero desde el espacio de la familia han obtenido una valoración positiva sobre la democracia”, indica. 

De esta forma, explica que para los jóvenes, democracia es inclusión, voto, escucha, participación, oportunidad, pero la política es otra cosa.

Daniela piensa que la práctica democrática tiene un alto costo, que el riesgo puede ser incluso la muerte y por ello dice que actualmente en Venezuela no hay democracia, pues no se permite que el pueblo se exprese ni elija, pareciera que todo está arreglado para que el chavismo siga en el poder.

La profesora Pérez argumenta que los jóvenes no hacen la asociación entre democracia y la política. “Por eso, construir el puente que los lleve a la necesidad del voto es difícil, porque el voto es una herramienta democrática y ellos no han vivido la democracia y tiene una percepción de política a partir de la dominación. Es complejo que pueda imaginarse ese puente en un sistema que para ellos no existe”, indica.

Añade que para los jóvenes la participación política representa un esfuerzo inútil, porque piensan que no van a poder incidir sobre el sistema y “la vida personal de ellos es tan compleja que dedicárselo a un esfuerzo inútil es como demasiado forzado”.

Daniela ni si quiera se muestra interesada en escuchar a los políticos, “a mí no me llama la atención”, asevera, y asegura que las votaciones no eligen nada, que ya bastante trabajo tiene en resolver su vida personal.

Para la socióloga, está claro que se plantea un gran desafío de construir un instrumento como el voto, no obstante, considera que la narrativa venezolana tiene un destinatario que no son los jóvenes: «Es el mismo grupo cerrado que se habla a sí mismo, y no está interesado en abrirse más allá de sus propios códigos de comunicación”.

Generación monopolítica

La socióloga Verónica Chópite es investigadora del Observatorio de Juventudes de Venezuela, que recientemente publicó el informe 2022 de la Cátedra del Sentido, relatos de las juventudes en la Venezuela autoritaria, que caracteriza las percepciones cotidianas y narrativas de jóvenes venezolanos entre 18 y 35 años de edad en el contexto político vivido desde 1998 hasta el presente.

Considera que Venezuela es un país adulto-céntrico, un término que indica que la vida pública e institucional está hecha para el adulto, centrada en las necesidades de este grupo.

Explica que los jóvenes han crecido en un sistema débil “hasta llegar a este punto de autoritarismo” y que constituyen una generación “mononopolítica”, porque solo conocen un sistema político y esa falta de diversidad hace que no se involucren ni organicen.

Además, refiere que votar implica pensar en el futuro y se pregunta: «¿Cómo pedimos a estos jóvenes que piensen en el futuro, si lo que han vivido es una crisis tras otra?

Comenta que los partidos políticos han perdido relevancia, se han convertido en “elefantes blancos” y por eso se ve a jóvenes que se unen con un grupo de amigos y forman una organización civil, ya que eso les da más flexibilidad y posibilidad de financiamiento. “No puede haber militancias en crisis que no les permita tener un proyecto de vida”, sostiene Chópite.

La joven socióloga destaca que actualmente hay una participación política muy ad hoc, a partir de causas, y que incluso los jóvenes en los partidos están frustrados, porque “están agrupados en dictadura y no han tenido espacios para medirse o para exponerse públicamente”.

Un dato importante aporta el director ejecutivo de Estadolab, Héctor Fuentes: En 2024 habrá 3,3 millones de menores de 30 años que no van a estar incorporados al Registro Electoral para los comicios presidenciales, 2,4 millones de ellos estarán en Venezuela y la mayoría quiere el cambio político. Parecen tener entonces poco tiempo los políticos profesionales para convencer a Daniela de lo importante de su participación.