El referendo del Esequibo pretende sacudir la apatía del chavismo - Runrun
El referendo del Esequibo pretende sacudir la apatía del chavismo
Expertos no ven razones para hacer una consulta sobre el tema, cuyo proceso se ventila en la Corte Internacional
No sería la primera vez que Maduro apela a la zona en reclamación para tratar de obtener rédito político

Por: @reyestheis

Nicolás Maduro y su estratega político, Jorge Rodríguez, intentan movilizar a su base de apoyo, ante el impacto de la participación masiva en las elecciones primarias opositoras, pero tienen un gran inconveniente: las cifras de rechazo del líder del régimen son demoledoras.

El último estudio de opinión de la empresa Delphos, correspondiente a este mes de octubre, cifra en 20,7% los encuestados que dijeron ser chavistas, pero de ellos 11,2% son chavistas descontentos con Maduro, lo que deja su base de apoyo en apenas 9,5% Por ello necesita reconectar urgentemente con el chavismo.

Desde el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) se han iniciado movilizaciones de calle para tratar de animar a sus seguidores, pero esa base de apoyo está, como el resto del país, muy golpeada. Son en su gran mayoría empleados públicos que están recibiendo sueldos que no alcanzan para subsistir. Entonces, desde Miraflores y el Palacio Federal Legislativo, han sacado a la disputa territorial del Esequibo como comodín para propiciar la movilización.

El tema Esequibo se encuentra en estos momentos en estudio por la Corte Internacional de Justicia. El experto en el tema, Víctor Rodríguez Cedeño, quien es abogado y diplomático, explica que se espera que Venezuela presente su contra memoria en abril próximo.

Es un proceso que, entre alegatos y réplicas, podría demorar para su sentencia definitiva más de dos años. La Corte evaluará si el Laudo Arbitral de París, que fijó en 1899 los límites entre Venezuela y la entonces Guyana Británica, hoy República Cooperativa de Guyana, es válido o nulo e írrito, como lo considera Venezuela.

Desde el Parlamento y por solicitud de Nicolás Maduro, el tema será sometido a referendo consultivo el 3 de diciembre.

“La Constitución prevé la posibilidad de un referendo popular. Está establecido para toda materia de trascendencia nacional. No podemos decir que no se puede”, aclara la abogada Cecilia Sosa Gómez, expresidenta de la Corte Suprema de Justicia y vicepresidenta de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales.

“Sobre el Esequibo ya se estableció un camino. Lo hizo el Ejecutivo con toda su competencia ante la Corte Internacional de Justicia. Quizá una consulta antes pudo tener sentido, pero no en estos momentos, cuando estamos a pocos meses de presentar el documento de nuestras pruebas. Me parece, y así lo dice el pronunciamiento de la Academia, que la Asamblea Nacional debe desistir de ese mecanismo, porque va a crear una confusión en la opinión pública nacional”, advierte la exmagistrada.

A Sosa Gómez no le preocupan tanto las preguntas, sino las respuestas. “La pregunta puede ser cualquiera, el tema es la respuesta (de los ciudadanos) porque fractura”, considera. 

Señala que si se consulta sobre si se debe defender los derechos de Venezuela en la Corte, habrá quien vote a favor y otros en contra. Esa dualidad no convendría en un tema donde más bien se necesita unidad. “Es un tema que no sustrae de responsabilidad al presidente, ni al gobierno, ni al equipo que está al frente de la defensa del Esequibo. Entonces no tiene efectividad”.

Víctor Rodríguez Cedeño dice que, desde el punto de vista jurídico, este referendo consultivo no tiene sentido, porque la protección de la integridad territorial es constitucional y una obligación del Estado.

En el plano internacional, agrega el experto, que la consulta no tendría ninguna importancia, porque cualquiera que sea (la interrogante y los resultados) no va a incidir en la decisión. “Más bien podría tener consecuencias negativas, tanto en las relaciones con Guyana como en la posición de Venezuela ante la Corte”.

Todo apunta entonces a las arenas movedizas de la política como la motivación de fondo. “Se puede utilizar –el referendo– para cohesionar con fines electorales o políticos, cohesionar a la opinión pública en torno a un tema que es nacional”, dice Rodríguez Cedeño.

Las preguntas

El Consejo Nacional Electoral (CNE) reveló esta semana cuáles serán las preguntas de la consulta:

La primera es: «¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al Derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?»

La posición histórica de Venezuela es que dicho Laudo se considera nulo e írrito, esta es la base del Acuerdo de Ginebra de 1966 entre el Reino Unido y Venezuela que abrió la vía hacia una solución práctica y satisfactoria para las partes. Además, el Ejecutivo tiene la obligación –irrenunciable- de defender los derechos y la soberanía en nombre del Estado, con lo cual, la pregunta carece de sentido.

La segunda pregunta es:  «¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?» Surge la duda de, ¿cuántos venezolanos conocen en realidad qué es el Acuerdo de Ginebra? Además, este Acuerdo es de obligatorio cumplimiento, por tanto no tiene sentido consultar su aplicación.

En cuanto a la tercera pregunta, esta expresa:  «¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la Jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba? El tema Esequibo se dirime actualmente en la Corte Internacional de Justicia y el solo hecho de ejercer la defensa legal de los derechos de Venezuela en esa instancia valida su jurisdicción. Por otra parte, ya la Corte confirmó su competencia. La sentencia que allí se emita será vinculante para Venezuela y por consiguiente reconocida por la comunidad internacional, así Venezuela se oponga al fallo.

La pregunta cuatro es: «Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios conforme a Derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?».  Tampoco tiene sentido consultar a la gente si el Gobierno, en representación del Estado venezolano, debe ejercer la competencia que le atribuye la Constitución.

Mientras que la quinta pregunta es: «¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?

Quizás este el tema más controvertido. La Constitución Nacional establece en su artículo 10 que el territorio y demás espacios geográficos de la República son los que correspondían a la Capitanía General de Venezuela de 1810 antes de la transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad. Con este texto, es obvio que para efectos de la Constitución, el Esequibo es parte del territorio venezolano. Ya Venezuela permite la cedulación de los venezolanos nacidos en el Esequibo. Obviamente que esta posición genera preocupación en Guyana, ¿cómo Venezuela pretende dar atención integral a la población del Esequibo sino ejerce actualmente la soberanía? Forma parte de las interrogantes.

Al argumentar las razones del referendo, el diputado Hermann Escarrá, uno de sus principales impulsores, señaló que Venezuela «viene actuando con muchas seriedad presentando los documentos requeridos ante la Corte Internacional de Justicia y lo que se le pide al pueblo no es decidir si es nuestro o no (el Esequibo), lo que realmente se le pide es el apoyo, o su decisión sobre políticas que hay que llevar adelante en esta materia y una demostración al mundo de la unidad nacional para la defensa de ese espacio geográfico”.

Reacción guyanesa

Tras la publicación de las cinco preguntas del referendo, el Gobierno de Guyana reaccionó y consideró que “la pregunta cinco es la más perniciosa”, pues a su entender, “busca descaradamente la aprobación del pueblo venezolano de la creación de un nuevo Estado venezolano que consiste en la Región de Esequibo de Guyana, que se incorporaría al territorio nacional de Venezuela, y la concesión de la ciudadanía venezolana a la población”.

Dice Guyana que esto equivale a nada menos que «la anexión del territorio de Guyana, en flagrante violación de las reglas más fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la OEA y el derecho internacional general” y asegura que “Tal toma del territorio de Guyana constituiría un delito de agresión”.

Por tanto, rechazaron “cualquier intento de socavar la integridad territorial del Estado soberano de Guyana” e hicieron un llamado de atención a la comunidad internacional “sobre las acciones que está llevando a cabo el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que tienen el potencial de incitar a la violencia y amenazar la paz y la seguridad del Estado de Guyana y, por extensión, de la región del Caribe”.

Galtieri y Maduro

Desde la comunicación política, el caso más emblemático en Latinoamérica de intento de unificar al país en torno a un líder apelando al adversario extranjero es el de la guerra de las Malvinas.

En 1982 en Argentina estaba en el poder una dictadura en aprietos que bajo la conducción de Leopoldo Galtieri, pretendía usar el fervor nacionalista para mantenerse en el poder.

Marcos Kaplan explica en su libro “La Guerra de las Malvinas. Aspectos Políticos y Jurídicos”, que esta operación fue parte de la estrategia del presidente Galtieri y su equipo para la continuidad en el poder, con objetivos internos y externos “en mutuo refuerzo” y para ello se trató de “consolidar y legitimar al presidente, como comandante en jefe del ejército, presidente, expresión y garantía de continuidad del régimen y sus políticas”.

La intención de Galtieri – según Kaplan- era que, tras el triunfo, “lograría la aureola y atavíos de un cesarismo militar-populista exitoso en lo externo y legitimado por un plebiscito interno que lo convertiría en un presidente constitucional”.

Añade que la guerra buscó “contrarrestar el desgaste del régimen, que resulta de las consecuencias de la represión, de la catástrofe económica, del malestar social, de la asfixia cultural, de la supresión de la participación política”. Este extracto podría adaptarse bien a la Venezuela actual de Nicolás Maduro.

La experiencia reciente

No es la primera vez que Maduro intenta movilizar el fervor patrio con el tema Esequibo, ya lo hizo en 2015 en un ambiente preelectoral, cuando venían los comicios parlamentarios en un clima de opinión adverso, aunque no tanto como el de hoy.

Ante el anuncio guyanés de la realización de trabajos de exploración en áreas marítimas que corresponden a la proyección del territorio Esequibo, Venezuela señaló a la Exxon Mobil y al Gobierno de Guyana de estar confabulados con Washington en una provocación para que la Fuerza Armada Venezolana tomara acciones y se generara una intervención militar “yanqui”. Así lo señaló Maduro en julio de 2015 en la Asamblea Nacional.

El Gobierno además juramentó el 15 de julio de 2015 una Comisión Presidencial de Estado para la Garantía de la Integridad Territorial y Asuntos Limítrofes, que se encargaría de “ordenar, rescatar y colocar en plena vigencia el tema de la Guayana Esequiba, para reunir documentos que demuestren la soberanía venezolana sobre el Esequibo”.

Maduro recibiría una derrota aplastante ese año, que se saldó con la mayoría legislativa opositora. El tema del Esequibo pasó a un segundo plano en la agenda mediática del Gobierno y aquella comisión quedó en el olvido, a pesar que Guyana siguió adelante con sus prospecciones petroleras.

Cecilia Sosa Gómez considera que el tema del Esequibo es manejado solo por una élite política: “Lo único que la gente sabe es que hay una cosa rayada que está en un tribunal internacional”. Además, opina que hay “un poco de desespero» para encontrar un tema que haga contraste con las primarias y que distraiga.

Varios elementos evidencian el uso electoral del Gobierno en este tema, que requeriría máximo profesionalismo y posición de Estado: En el centro de Caracas se han desplegado afiches con la cara de Maduro llamando a participar en el referendo sobre el Esequibo y el Gobierno, a través del sistema Patria, entregó recientemente el bono “El Esequibo es de Venezuela”. El tema ahora es de discusión en las reuniones de la dirigencia del PSUV.