Carta abierta a los candidatos a la presidencia
La alternabilidad en el poder por la vía electoral y pacífica dependerá del balance neto entre los costos de permanecer en el gobierno y los costos de salida
Comienzan a aparecer encuestas que dan como ganador a uno u otro candidato. En las presidenciales del 28-J, dar por hecho la victoria inevitable de un candidato o la derrota inexorable de otro, en caso de un resultado diferente daría origen a denuncias de fraude. Para que todos los candidatos estén dispuestos a firmar un acuerdo de reconocimiento de los resultados electorales que evite la prolongación del largo conflicto político venezolano, tienen que comenzar por reconocer que cualquiera de ellos puede ganar. Esto es necesario más no suficiente.
En la solución del conflicto político venezolano ninguno de los actores en pugna puede pretender la capitulación incondicional del otro, ni mucho menos el exterminio del contrario. Independientemente del sector político que gobierne a una nación, la alternabilidad en el poder por la vía electoral y pacífica dependerá del balance neto entre los costos de permanecer en el gobierno y los costos de salida. Si para quien ejerce el gobierno la derrota electoral se convierte en una cadena de persecuciones, juicios y condenas, entonces no tendrá incentivos para entregar el poder. Por lo tanto, hace falta algo más que el reconocimiento de los resultados.
A fin de impedir que la campaña electoral se convierta en un torneo de insultos, ofensas y amenazas de persecuciones y afanes de venganza, es necesario promover un debate electoral constructivo y propositivo, que ayude a crear un ambiente de respeto, tolerancia, garantías de no persecución y reconocimiento de los resultados electorales.
El Pacto de convivencia pacífica entre los candidatos a la presidencia de la república es una propuesta ciudadana que surge de una amplia consulta a importantes voces de la opinión pública nacional que trabajan activamente por reconstruir la confianza en la institución del voto, recuperar la ruta electoral, rechazar las vías violentas e insurreccionales para tomar el poder, y alcanzar una solución electoral y pacífica del largo conflicto político venezolano.
El pacto propone una serie de acuerdos en tres etapas:
- Etapa I. Acuerdos preelectorales: antes del 28 de julio
- Etapa II. La gobernabilidad poselectoral: entre el 29 de julio y el 10 de enero
- Etapa III. Reencuentro y reconciliación nacional: después del 10 de enero
No se trata de negociar la salida o la quedada sino la coexistencia. La solución electoral y pacífica del conflicto político venezolano necesita que los actores en pugna discutan y firmen un acuerdo de reconocimiento de resultados con garantías de no persecución, y que lo hagan antes de los comicios del 28 de julio. Invitamos a los candidatos a la presidencia de la república a darle voz y visibilidad a esta iniciativa ciudadana y hacer suya esta propuesta de un Pacto de convivencia pacífica con garantías de no persecución política para todos.
Presidenciales del 28-J: ¿Negociar la salida, la quedada o la coexistencia?
La alternabilidad en el poder por la vía electoral y pacífica dependerá del balance neto…
Aquí pueden leer en qué consiste la propuesta ciudadana para un Pacto de convivencia pacífica.
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