Actualidad y emociones | Estética, política e injusticia
Quien pretendió ser apolíneo, termina por comunicar un hedonismo vulgar, tan vulgar como sus tretas para hacernos creer que trabaja para hacer justicia
Hay operaciones estéticas que no terminan bien. La persona operada pierde la expresión usual en su rostro, sus labios inflados parecen que van a estallar y no le permiten articular correctamente sus palabras. El bótox elimina las arrugas, pero en ocasiones hace que la frente de la persona que recibe la inyección de toxina mínima parezca hecha de cera (al estilo de los muñecos en el famoso museo de Madame Tusseauds).
También ocurre con quienes se ejercitan con pesas y toman suplementos alimenticios para lograr músculos muy pronunciados. A veces dan la impresión que les cuesta mover los brazos con naturalidad (como si llevaran unos pesados tobos llenos de agua a cada lado). Sin embargo, los sacrificios corporales rinden ganancias en el mundo de la moda, la farándula y la política. Hoy todo pasa por los ojos y hay que verse bien. Siempre joven, siempre bello o bella.
En Venezuela hay personajes que se han esmerado en darle un vuelco a su imagen personal con resultados desiguales. Y como están casi todos los días ante una cámara dando declaraciones grandilocuentes y supuestamente graves, en las que se inventan crímenes, conspiraciones, asignan culpas y ponen presos (perdone, “privan de libertad”) a gente inocente y no tan inocente, pues tienen que lucir impecables. Creen que la estética es la medida de su credibilidad (si alguien todavía les cree).
Cuando lo que resulta de tanta manipulación facial y muscular es extremadamente “artificial”, la impresión es más bien grotesca, esperpéntica. Quien pretendió ser apolíneo, termina por comunicar un hedonismo vulgar, tan vulgar como sus tretas para hacernos creer que trabaja para hacer justicia en un país en el que jueces, fiscales y policías son el brazo armado de un régimen corrupto.
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Quien pretendió ser apolíneo, termina por comunicar un hedonismo vulgar, tan vulgar como sus tretas…
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* Profesor de la Universidad de Ottawa (Canadá).
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