¿Qué hay detrás del nuevo desplome del bolívar? - Runrun
¿Qué hay detrás del nuevo desplome del bolívar?
Causas puntuales y estructurales explican la acelerada devaluación de la moneda a partir de noviembre

 

Por: @vsalmeron

En las últimas cinco semanas el bolívar se hundió respecto al dólar y el descenso catapultó los precios y le restó poder de compra al salario de los trabajadores. En este nuevo episodio de inestabilidad problemas coyunturales se suman a las causas de fondo.

El Banco Central tiene inconvenientes para mantener el monto de la oferta de dólares. El resultado es una mayor escasez de divisas y las empresas esperan entre tres y cuatro semanas para recibir los dólares que compran a través de los bancos.

“Le asignamos los dólares al cliente pero se los entregamos cuando el Banco Central nos los envía. El cliente paga el dólar al tipo de cambio del día en que se los asignamos”, dice el vicepresidente de una entidad financiera.

La menor oferta de divisas agravó la inestabilidad en el mercado oficial, que opera a través de la banca y se abastece de las divisas en efectivo que les envía el Banco Central. En este entorno la cotización del dólar aumentó 48 % desde 8,5 bolívares hasta 12,6 bolívares entre el 28 de noviembre y el siete de diciembre.

Los dólares que el Banco Central envía a las entidades financieras provienen de las ventas de petróleo que el gobierno hace a través de intermediarios para eludir las sanciones de Estados Unidos. Los barriles, que en su mayoría son enviados a Asia, son pagados en efectivo que luego se traslada a las bóvedas del Banco Central y de allí a los bancos.

Pero hubo disrupciones en la cadena. Fuentes del Banco Central aseguran que por causa de las sanciones surgieron problemas para que los dólares en efectivo que el gobierno recibe por las ventas de petróleo lleguen a tiempo al país.

Las ventas de petróleo que eluden las sanciones de Estados Unidos, que al igual que una larga lista de países considera fraudulentas las elecciones en las que Nicolás Maduro se reeligió como presidente en 2018, involucran empresas fantasmas, criptomonedas, grandes descuentos y documentos falsos para ocultar el origen de los barriles.

Las interrupciones en el flujo de dólares derivaron en el retraso en la entrega de las divisas pero desde la semana pasada el Banco Central comenzó a agilizar la distribución y empresarios se muestran optimistas en que el rezago siga reduciéndose en diciembre.

Usualmente los bancos cubrían los rezagos del Banco Central en la distribución de dólares entregándole a sus clientes divisas de su propiedad pero una vez el rezago comenzó a alargarse trancaron el grifo.

Durante las semanas en que se gestó el rezago el Banco Central solo envió alrededor de veinte millones de dólares a las entidades financieras cuando lo usual en este trimestre es más de sesenta. No obstante, la semana pasada comenzó a distribuir un monto mayor e inyectó alrededor de 120 millones.

La consultora Síntesis Financiera indica en su informe Briefing Financiero que, según sus sondeos, el Banco Central «ha continuado poniéndose al día en la distribución de las divisas asignadas y el rezago se ha reducido a aproximadamente un 20 % de las divisas asignadas y no distribuidas en el mes de noviembre”.

El rezago desnuda el bajo monto del tanque de dólares en efectivo que tiene el Banco Central. Las reservas se ubican en el mínimo histórico de cinco mil millones de dólares de los cuales más de tres cuartas partes son barras de oro.

Las estadísticas del Banco Central muestran reservas por el orden de diez mil millones de dólares porque incluye unos Derechos Especiales de Giro en el Fondo Monetario Internacional que no puede utilizar porque el Fondo no reconoce al gobierno de Nicolás Maduro como legítimo.

El paralelo

Ante la merma de la oferta de dólares en el mercado oficial creció la demanda en el opaco e imperfecto mercado paralelo donde no intervienen el Banco Central y las entidades financieras.

La consecuencia es un aumento acelerado en la cotización del dólar en este mercado. Entre el 30 de noviembre y el 7 de diciembre el precio de la moneda estadounidense acumuló un salto de 70 % desde 9 bolívares por dólar hasta 15,3 bolívares por dólar.

La demanda de dólares se nutrió de un mayor gasto del gobierno que inyectó bolívares a través del pago de bonos a los trabajadores del sector público y deudas que canceló a contratistas.

Síntesis Financiera afirma que el dólar aumentó en el mercado paralelo por “menores ventas y rezagos en la entrega de las divisas por el Banco Central, demanda insatisfecha en el mercado cambiario oficial y un aumento de casi 50 % del gasto público”.

También, impacta que una porción importante de las transacciones en el mercado paralelo involucra a plataformas de compra y venta de criptomonedas y este ecosistema vive una crisis tras la quiebra de FTX, una plataforma emblemática para el mundo cripto.

Caída libre

A los problemas coyunturales se agrega un desequilibrio de fondo: los venezolanos no quieren bolívares y tan pronto las empresas, los comercios y las familias tienen algún excedente, compran dólares.

Tras años de aumentos de precios a un ritmo meteórico y una constante devaluación el bolívar es una moneda zombi. Los venezolanos no ahorran en bolívares y usan al dólar para fijar precios y en una porción importante de las transacciones.

El dinero necesita confianza en el gobierno y las instituciones que lo respaldan. En un entorno donde la fe está rota cualquier aumento de los bolívares en circulación se traduce rápidamente en una demanda de dólares que el Banco Central no puede atender.

Entre el 16 y el 23 de diciembre el gobierno pagará otra porción de aguinaldos y bonos de la Patria a empleados y pensionados. La experiencia indica que rápidamente los bolívares culminan en la caja de comercios y empresas que en horas los cambian a dólares.

Si bien es previsible que el Banco Central tenga ahorrado algún monto de dólares para estos días en que crecerá la presión, Briefing Financiero indica que “no vemos al Banco Central con suficiente margen de maniobra para estabilizar el tipo de cambio en esta coyuntura de alta demanda de divisas”.

La inflación

Los comercios y las empresas utilizan al dólar para calcular los costos de reposición, por lo tanto, rápidamente la inestabilidad cambiaria se filtra a los precios de alimentos, electrodomésticos y de la economía en general. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas, la inflación experimentó un salto de 21,9 % en noviembre.

El desequilibrio crece. La brecha entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo, que solía estar en menos de 10 %, cerró en 21 % el siete de diciembre. Esto aumenta la demanda de dólares en el mercado oficial, porque son vistos como muy baratos y además crea expectativas de una mayor devaluación que acelera el aumento de los precios.

Las autoridades obligan al comercio formal a fijar sus precios de acuerdo al tipo de cambio oficial pero la mayoría de los proveedores le vende la mercancía al tipo de cambio paralelo. La consecuencia es que los comercios, para cubrir la brecha, aumentan los precios en dólares y la inercia de la inflación gana fuerza.

La vicepresidenta

Para impedir que haya una mayor cantidad de bolívares que pueda utilizarse para comprar dólares, el gobierno obliga a la banca a inmovilizar tres cuartas partes del dinero que gestionan mediante lo que técnicamente se conoce como el encaje.

Además, mantiene cortas las riendas del gasto. Los salarios de los trabajadores del Estado y las pensiones de los ancianos se ubican en niveles ínfimos. Otro aspecto de la política oficial es un impuesto a los pagos en dólares y trabas para transferir divisas a través de la banca a fin de obligar a un mayor uso del bolívar.

El impacto del elevado encaje bancario es una economía donde las empresas y las familias tienen muy poco financiamiento, algo que debilita la producción y el consumo.

La vicepresidenta y ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez, sostuvo un encuentro con empresarios el pasado cinco de diciembre donde abordó temas relevantes para la política económica.

“Hay un encaje para evitar la especulación financiera en el costo de la divisa y eso puede tener un impacto en la producción pero que está sujeto a una revisión permanente. ¿Cómo dar impulso a una política de crédito que no se desvíe hacia la especulación monetaria?” dijo Delcy Rodríguez.

Agregó que el presidente «ha sostenido encuentros con representantes de la banca en esta dirección y, sin duda, muy pronto habrá señales y anuncios en ese sentido”.

Afirmó que en 2023 seguirá habiendo “concordancia entre los ingresos y el gasto público” y sostuvo que la política monetaria del gobierno «está dirigida a consolidar y fortalecer al bolívar».

Tambié, reconoció que dicha tarea «no es fácil en una economía bloqueada»: «Lo confieso como ministra de economía y finanzas porque nuestros flujos externos están muy vulnerados y muy asfixiados”.

“Pero las políticas desarrolladas en el ámbito tributario y en el ámbito monetario están dirigidas al fortalecimiento del bolívar y hacia allá deberíamos dirigir todos nuestros esfuerzos. Está demostrado que para el sector privado tiene mayor beneficio la consolidación de nuestra moneda nacional”, añadió Delcy Rodríguez. 

Consultoras anticipan que el próximo año continuará la devaluación de la moneda. Dinámica tiene un escenario base donde el tipo de cambio oficial alcanza 33,5 bolívares y el paralelo 34,5. Su escenario optimista contempla que el tipo de cambio oficial alcance en el año los 28,3 bolívares y el paralelo 29,1 bolívares.

Síntesis Financiera contempla que el tipo de cambio paralelo culmine el año en 38,5 bolívares por dólar considerando un efecto positivo en el flujo de divisas tras la nueva licencia concedida a Chevron para que incremente la producción