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Influenza en Venezuela: El Estado sigue en deuda con la vacunación

influenza venezuela
Yakary Prado
Hace 11 meses
Brotes de influenza han causado ausentismo escolar en las últimas semanas en ciudades como Caracas. La vacuna para prevenir complicaciones por esta enfermedad está disponible a nivel privado, pero pocas familias pueden pagarlas
La presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Patricia Valenzuela,  recordó que la temporada de influenza en el hemisferio norte, donde se ubica Venezuela, inicia desde el mes de septiembre y abarca hasta el mes de marzo del año siguiente
Especialistas lamentan que en Venezuela, por lo menos desde el año 2017, el Estado sigue en deuda con la vacunación contra la influenza estacional: “Lamentablemente, el Estado venezolano no ofrece vacunas contra la influenza, así como dejó de vacunar también contra neumococo, rotavirus y así como es uno de los pocos Estados del continente americano que no vacuna contra el VPH”, declaró el pediatra Alejandro Crespo Freytes

 

 

Especialistas advierten que brotes de influenza han causado ausentismo escolar en las últimas semanas en Caracas, ante lo cual recomiendan la importancia de un diagnóstico temprano y de vacunarse, ya que en Venezuela estamos en la temporada de circulación de virus que la causan. Asimismo, alertan que el Estado venezolano sigue en deuda con la procura de las vacunas contra la influenza en los servicios de salud públicos. 

En un comunicado de prensa del Grupo Médico Santa Paula se recordó que la influenza es una de las afecciones más frecuentes en la población infantil venezolana. El pediatra general Williams Pérez expresó que entre las enfermedades que afectan con frecuencia a los niños y adolescentes venezolanos se encuentran el dengue, el rotavirus, otros virus gastrointestinales y la influenza. Esta última, según comentó, “ha ocasionado gran ausentismo escolar en la zona capital del país” en las últimas semanas. 

Un documento informativo de la Sociedad Venezolana de Infectología explica que la influenza es una enfermedad aguda del tracto respiratorio causada por la infección de uno de los virus influenza, de los que se han descrito tres géneros (A, B y C). El virus de la influenza se transmite de persona a persona en las secreciones respiratorias que se liberan en el ambiente o se transmiten por contacto especialmente entre las manos o materiales infectados. 

Las personas con influenza presentan síntomas gripales como fiebre, tos, obstrucción nasal, malestar general, entre otros. Pero si no se trata a tiempo y no se está vacunado contra ella, puede evolucionar en niños a condiciones más complejas como neumonías, otitis, amigdalitis, hiperreactividad bronquial y cuadros de broncoespasmo en niños alérgicos que pueden requerir hospitalización.

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La pandemia disminuyó casos de influenza

La presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología, Patricia Valenzuela,  recordó que la temporada de influenza en el hemisferio norte, donde se ubica Venezuela, inicia desde el mes de septiembre y abarca hasta el mes de marzo del año siguiente. 

“La identificación de casos de influenza disminuyó  mucho durante los dos primeros años de pandemia por el estricto uso de mascarillas y el confinamiento. En 2020-2021 la circulación de influenza fue mínima. Cuando se revisan los últimos boletines de alerta epidemiológica de la OPS (Organización Panamericana de Salud)  se evidencia que hasta las primeras semanas de septiembre había un descenso de casos de coronavirus, mientras que el virus sincitial respiratorio e influenza se mantenían estables”, declaró a Runrun.es. 

Mencionó también que con el retorno a clases en octubre, infectólogos  y pediatras empezaron a detectar en sus consultas aumento de casos de niños con síntomas respiratorios altos, algunos de los cuales evolucionaron hasta neumonías. Esta complicación es común tanto en COVID-19 como tras contagiarse con el  virus de la influenza.

“Y contra ambos virus tenemos vacunas disponibles en el país. La vacuna actual de influenza para la temporada 2023-2024 tiene cuatro virus de influenza humana estacional, dos tipo a y dos tipo b. Dentro de esos virus tipo A está el pandémico 2009-2010, que fue actualizado y está en la vacuna de la temporada 2023-2024.  Contra COVID-19 existe la vacuna Sinopharm en Venezuela y podemos vacunar a nuestros niños a a partir de los dos años a nuestros niños para disminuir riesgo de hospitalización. La vacuna de influenza también disminuye el riesgo de  complicaciones como la neumonía”, apuntó. 

 

Varios virus circulando en el país

Valenzuela recordó que tanto en Venezuela como en el mundo sigue circulando el virus causante del COVID-19 y que se sigue transmitiendo efectivamente debido a condiciones como el reinicio de las actividades laborales y escolares presenciales, el aumento de los vuelos internacionales y la gran movilización de personas.

También agregó que, por referencias de colegas infectólogos, el virus que más han diagnosticado en las últimas semanas es la influenza estacional y humana tipo B.

En el país también se reportaba en septiembre un aumento de casos de dengue. “Estamos dentro del canal endémico del dengue y hay una tendencia al alza”, precisó Valenzuela.

La médico enfatizó que todos estos virus comienzan con síntomas más o menos similares: “En las primeras 48 horas hay debilidad muscular, puede haber dolor muscular, fiebre, y no se diferencian hasta que aparecen los síntomas respiratorios”. De allí la necesidad de hacer un diagnóstico diferenciado temprano, para lo que recomienda hacer la prueba de hisopado para diagnóstico agudo de COVID-19, y si esta sale negativa, considerar las otras opciones.

“No hay manera de hacer un diagnóstico solo con examen físico o interrogatorio un diagnóstico diferencial, lo adecuado es realizarse el hisopado nasofaríngeo o PCR en tiempo real para cada tipo de virus o detección de antígenos de SARS-CoV 2″, insistió. 

Mientras que el pediatra Alejandro Crespo Freytes, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, filial Aragua, comentó que es común que con el regreso a clases, temporada de lluvias y cambios de temperatura aumenten los factores que determinan la circulación de virus respiratorios. En la consulta privada, agregó, se ha confirmado que hay “mucha influenza”, además de adenovirus, el virus causante del COVID-19 y el sincitial respiratorio. 

Vacunación contra la influenza: una deuda del Estado venezolano

La Sociedad Venezolana de Infectología explica en un documento informativo sobre la influenza que la prevención de la enfermedad es un deseo de la comunidad médica y que se logra a través de la profilaxis anual, mediante el uso de vacunas derivadas de virus A y B, “escogidos por su probabilidad de circular el año en cuestión”.

“Las vacunas deben ser indicadas y administradas por personas entrenadas para lograr la combinación de mayor efectividad y menores efectos secundarios”, advierten en dicho texto. 

La presidente de la SVI, Patricia Valenzuela, indica que entre 2009 y 2010, tras la pandemia de AH1N1, cambiaron las recomendaciones sobre quién debe aplicarse la vacuna, por lo que toda persona a partir de los seis meses de adelante debe recibir la vacuna contra influenza, en el caso de Venezuela, en el período que abarca de septiembre a marzo del año siguiente. 

De cualquier forma, es prudente conversar con el médico de cabecera: “Hay ciertos detalles por el tipo de vacuna, pero principalmente la que se consigue en Venezuela es de virus inactivado. Hay unas que son por cultivos moleculares o recombinantes, que también se pueden usar porque el virus está muerto, ha sido dividido en proteínas y antígenos y no tiene capacidad reproducirse. Todo lo inactivo pueden recibirlo incluso las embarazadas”, explicó. 

Entretanto, el pediatra Alejandro Crespo Freytes refiere que en países tanto del hemisferio norte como del hemisferio sur hay campañas masivas de vacunación contra la influenza antes de llegar el invierno. Las vacunas que producen se actualizan anualmente con las cepas que estuvieron circulando en el año anterior para evitar la epidemia en el año siguiente.

“Nosotros vivimos en el hemisferio norte, pero epidemiológicamente hablando, nuestra epidemia de influenza se parece más a la del hemisferio sur, por lo que usamos las vacunas, que traen protección contra AH1N1, que la gente puede recordar como lo que se llamaba en 2008 gripe porcina , AH3N2 y dos serotipos de influenza de B. Las dos de la A han estado presentes siempre, porque son endémicas, y en los últimos años ha variado bastante el serotipo de la influenza B que tienen las vacunas”, abundó.

La recomendación es usar estas vacunas  contra la influenza en todas las edades. La Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría recomienda, en su esquema de inmunizaciones, poner a los seis meses de vida una primera dosis, a los siete meses una segunda dosis, o colocar ese refuerzo un mes después de la primera dosis, si es la primera vez que un niño menor de nueve años se la pone. A partir de ahí, debe colocarse anualmente todos hasta los 9 años y luego cada año en pacientes de riesgo: “Y en adultos mayores, exactamente igual que como se coloca la vacuna contra el COVID-19”.

La mala noticia en Venezuela es que, por lo menos desde el año 2017, el Estado sigue en deuda con la vacunación contra la influenza estacional.

“Hemos visto cómo países del hemisferio norte que son aliados al gobierno donan algunas vacunas contra la influenza una vez que no están siendo utilizadas en esos países. Esas vacunas llegan a Venezuela y no se las ponen a menores de cinco años, porque realmente es la cepa del año anterior y no es tan buena idea ponerlas. Además, desde el año 2021, Venezuela no reporta a la OPS cifras de cobertura de vacunación. El último año en el que las publicaron fue en 2021″, resaltó. 

La doctora Valenzuela precisó, por su parte, que en el sector público no hay vacunas contra la influenza correspondientes al período 2023-2024: “Estaban por llegar algunas dosis, pero no han llegado”, informó.

El derecho a la salud fenece

Que el Estado no pueda proveer vacunas contra la influenza o cualquier otra patología a la población representa una vulneración al derecho humano a la salud. En el documento informativo, la ONG Cofavic “La salud es tu derecho” se destaca que el Estado está obligado constitucionalmente a ofrecer a la ciudadanía las condiciones necesarias “para que pueda disfrutar del mejor estado de salud posible”. La salud dependerá de que el Estado asegure el acceso igualitario a los servicios de atención médica al conjunto de su población.

El artículo 83 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela determina que la salud “es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley”.

El artículo 84 de la CBRV además indica que el sistema público de salud nacional debe regirse por los principios de  “gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social” y que dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, “garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad”. Este artículo se incumple si no hay disponibilidad de vacunas en el sector público que permitan prevenir enfermedades como la influenza y sus complicaciones.

Las vacunas contra la influenza en Venezuela se colocan en centros privados y en consultas médicas, pero tienen un precio que no puede ser pagado por el grueso de la población, de aproximadamente $30 cada dosis. En un país en el que el sueldo mínimo sigue estancado y equivale apenas a 4$ desde marzo de 2022, son pocos los que tienen acceso a inmunizarse. 

“Las sociedades estamos todos los años reclamando y exigiendo vacunas, que se vacune a niños pequeños, porque las vacunas salvan vidas, la vacunación es segura y efectiva. Lamentablemente, el Estado venezolano no ofrece vacunas contra la influenza, así como dejó de vacunar también contra neumococo, rotavirus y así como es uno de los pocos Estados del continente americano que no vacuna contra el VPH”, lamentó Crespo Freytes, presidente de la SVPP Filial Aragua. 

Para madres, padres y representantes, la situación es compleja.  Aún trabajando en el sector privado, los sueldos no alcanzan para cubrir todas las necesidades.  Nazareth Rodríguez reside en el estado Miranda y  tiene dos niños, uno de 11 meses y otro de ocho años. Trabaja como asistente virtual, y expresa que aunque ha hecho todos los esfuerzos por mantener las vacunas de sus hijos al día,  hay varios refuerzos o dosis principales que no ha podido aplicarles porque no están disponibles en ambulatorios o centros de vacunación gratuitos.

Mi sueldo de 150$ no me alcanza para cubrir los gastos de alimentación y también tener sus vacunas al día. Pero tengo que vacunarlos contra la influenza, no sé cómo,  en octubre en el salón de clases del mayor  al menos tres alumnos tuvieron que ser hospitalizados con neumonía. Él gracias a Dios tuvo un virus leve”, narró. 

 

Otro derecho vulnerado en este tema es a la información cuando el Estado no comparte periódicamente cifras sobre repunte de esta y otras enfermedades  para que la ciudadanía y los entes de salud puedan tomar medidas preventivas. El principio de este derecho humano establece que toda persona debe acceder a cualquier información que sea de su interés sin interferencia por parte del Estado. En el caso de Venezuela, está amparado en el artículo 58 de la Constitución, que reza textualmente:  “Toda persona tiene derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura”.

Mascarilla y quedarse en casa para evitar diseminación

Si algún aprendizaje dejó la pandemia es que el aislamiento de personas con síntomas respiratorios activos y el uso de mascarillas evita la diseminación de virus. 

“Hay que insistir en que las personas tienen que quedarse en casa si tiene síntomas respiratorios, y si deben salir obligatoriamente, deben usar mascarillas. Personas con síntomas, la recomendación formal es quedarse en casa y consultar a la atención primaria de salud, eso sigue siendo importante. Y al tener que salir obligatoriamente con síntomas, usar la mascarilla protege a los demás y sobre todo a quienes tengan factores de riesgo”, recomendó la infectóloga Patricia Valenzuela.

Acotó que el uso de mascarillas se sigue recomendando,  no con las exigencias del inicio de la pandemia, pero sí por ejemplo en establecimientos de salud o en sitios cerrados y muy concurridos. 

“El personal de salud debe proteger a sus pacientes, porque allí se concentran mayor cantidad de personas con sistema inmune debilitado por enfermedades crónicas. Otro sitio donde se recomienda el uso es en  transporte público, o en ascensores llenos de gente. Antes de ponérselas hay que asearse las manos y se las pueden quitar luego en espacios cerrados o dentro de sus vehículos”, recomendó. 

Otra rutina de higiene que se debe mantener es el aseo constante de manos con agua y jabón, la desinfección de manos con gen antibacterial a base de alcohol al 70% y  no tocarse la cara.

El lavado de manos debe practicarse, según recomendaciones de la Sociedad Venezolana de Infectología, al limpiar la nariz, toser o estornudar, mientras se usa el transporte público, al tocar dinero o basura, tras cuidar a una persona enferma, antes y  después de ingerir alimentos, antes, durante y después de preparar los alimentos, antes de salir del baño después de usarlo y/o si cambias pañales.

El tratamiento es individualizado

Williams Pérez, pediatra del Grupo Médico Santa Paula, explicó en un despacho de prensa que el tratamiento contra la influenza y todas las patologías que son frecuentes en la población infantil debe ser individualizado y asignado por el especialista, “puesto que puede variar según los síntomas y la situación particular de cada paciente”.

Recomendó a los padres no  suministrar ningún tipo de medicamento a sus hijos si el médico no lo indica, ya que esto puede empeorar su estado de salud. Es crucial tener precaución con el uso de antibióticos.

“Administrar antibióticos de forma innecesaria, sin consultarlo con el especialista, podría aumentar la resistencia bacteriana, lo que traería como consecuencia un manejo mucho más difícil de las infecciones, ya que cada vez será necesario usar antibióticos de mayor envergadura en ese paciente en futuras patologías”, advirtió.

Comentó que en algunos casos se puede requerir la utilización de antibióticos en caso de situaciones en las que se diagnostiquen complicaciones por procesos bacterianos aunados al virus. Sin embargo, en la mayoría de los casos, esta clase de medicamentos no es necesaria y solo se requiere un tratamiento sintomático.

 

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