Actualmente, los términos “equidad de género” e “inclusión” han pasado de ser aspiraciones a necesidades fundamentales en muchas empresas. Un ejemplo es la cadena de farmacias Farmatodo Venezuela, un espacio laboral en donde la diversidad fortalece la cultura organizacional y la productividad.
En un país como Venezuela, donde aún las brechas de género representan un gran desafío, la cadena de farmacias tiene como bandera que “el talento no tiene etiquetas ni género” y que la meritocracia es el único criterio que importa para definir el crecimiento profesional.
Fundada oficialmente en 1988, pero acompañando a los venezolanos desde 1918, cuando en Carora se llamaba Farmacia Lara, Farmatodo es pionera en el concepto de farmacias de autoservicio en Venezuela.
La cadena Farmatodo cuenta con 198 farmacias en 22 estados del país, y más de 7.000 colaboradores en Venezuela.
Bajo el lema “Diversidad es igual a más productividad”, Farmatodo implementa políticas y programas educativos para promover el desarrollo profesional de las mujeres y, aunque la empresa no se ha incorporado a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEPs) de ONU Mujeres, conocen perfectamente los principios y los aplican a diario.
Compromiso con la equidad
Doralys Guilarte es biólogo egresada de la Universidad Simón Bolívar, con estudios en Responsabilidad Social y Talento Humano, Gestión Estratégica de las Comunicaciones Corporativas en la Universidad Católica Andrés Bello y Business Sustainability Management de la Universidad de Cambridge, pero también es la gerente de Relaciones Corporativas de Farmatodo desde el año 2020.
Guilarte explica que la inclusión y la diversidad están arraigadas en el Código de Conducta de la empresa, el cual garantiza procesos justos para todos los empleados, sin distinción de género, religión o ideología política.
“El código tiene un apartado específico que habla sobre inclusión y diversidad. Habla sobre cómo Farmatodo asegura que sus procesos sean justos para todos los trabajadores y que apliquen, sin importar género, religión, posición política”, afirma la gerente de Farmatodo.
Guilarte asegura que para la empresa líder en cuidado personal “el talento lo es todo”. Enfatiza que en Farmatodo “las oportunidades son iguales, sin importar el nivel de cargo o el tiempo en la empresa, y mucho menos el género”.
Un ejemplo claro del compromiso de Farmatodo con la igualdad de género es que la empresa actualmente cuenta con la primera mujer vicepresidenta corporativa de Operaciones en toda su historia, cargo que tradicionalmente era ocupado por hombres.
Según explica Guilarte, la vicepresidenta se paseó por varios cargos, incluido el de farmacéutica, hasta ocupar cargos ejecutivos de alto nível, cosa que refleja una cultura meritocrática donde el desempeño y las capacidades son los únicos criterios de crecimiento.
“Hay muchos ejemplos inspiradores en Farmatodo. Mujeres que tienen 70 años de servicio acá. Estamos hablando de que la vicepresidencia comercial, la vicepresidencia de finanzas, la vicepresidencia de recursos humanos y la vicepresidencia de operaciones, que son cuatro áreas críticas para esta empresa, están todas lideradas por mujeres”, dijo Guilarte.
Actualmente, el 25% del comité ejecutivo de Farmatodo está conformado por mujeres, incluyendo las vicepresidencias de Operaciones, Comercial, Finanzas y Recursos Humanos.
“No es que la empresa haya decidido que debían ser mujeres, sino que ellas demostraron las competencias necesarias”, destaca Guilarte.
El ejemplo de Farmatodo cobra mayor relevancia en el país si se parte del punto de que, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Venezuela solo 28% de los cargos directivos son ocupados por mujeres.
Para Guilarte el, tema de género “está bastante implícito en la operación”. Asegura que desde su ingreso a Farmatodo ha contado con la suerte de que ya tenía un camino andado en esa materia.
Reconoce que aunque no son tantas las brechas que hay que cerrar, aún las hay, pero celebra que el compromiso viene desde la máxima instancia del gobierno corporativo de Farmatodo.
Educación para el empoderamiento
A través de programas de capacitación y bienestar, Farmatodo refuerza su visión de un entorno laboral “donde la diversidad no solo sea tolerada, sino celebrada”.
La educación como motor para el empoderamiento es parte del modelo de gestión y del compromiso de la cadena de farmacias para con sus trabajadores.
En este sentido, Farmatodo ha enfocado sus esfuerzos en brindar programas de formación, como el Programa Antonieta Zubillaga, que ofrece apoyo educativo a colaboradores y sus hijos.
Guilarte señala que de los 1328 beneficiarios de este programa, más de la mitad son mujeres y niñas, lo que refuerza el compromiso con la igualdad de oportunidades.
Además, Farmatodo ha impulsado iniciativas como Technovation Girls, que promueve el interés de jóvenes en carreras tecnológicas, y un programa de emprendimiento para esposas de trabajadores del centro de distribución, donde mentoras de Farmatodo y aliados comerciales brindaron herramientas para formalizar negocios.
Doralys Guilarte recuerda con mucho orgullo el ejemplo de sus abuelas, mujeres de campo dedicadas plenamente al cuidado de sus hijos, su esposo y a los quehaceres de la casa.
“Yo recuerdo que mis abuelas siempre nos impulsaban a todos, nos decían que teníamos que estudiar, echar para adelante, siempre con un espíritu de empuje. A mi mamá, por ejemplo, mi abuela la impulsó a que saliera del pueblo y se fuera a estudiar a la ciudad de Mérida, ella salió de allí a estudiar a Estados Unidos con una beca y además estudió ingeniería, una industria que históricamente dominada por los hombres, pero eso no le impidió que trabajara en un taladro petrolero, atender emergencias, formar una familia y salir adelante”, comentó.
Ese ejemplo también hizo mella en Doralys, quien desde que se graduó tuvo muy claro que debía irse a estudiar a la ciudad y siempre buscar el espacio donde pueda desarrollarse profesionalmente sin limitaciones.
“Nunca estamos conformes”
Doralyis Guilarte asegura que en la empresa nunca están conformes y siempre están pensando en qué cosas hacer para mejorar y evolucionar. La gerente reconoce que aunque han avanzado significativamente en temas de inclusión y diversidad, “siempre hay oportunidades de mejoras”.
Entre los aspectos que considera tienen oportunidades de mejora destaca las políticas de bienestar específicas para mujeres (menstruación, menopausia, maternidad), así como evaluar la diversidad de los proveedores, asegurando que sus aliados también promuevan la equidad, y fortalecer la comunicación interna para visibilizar más casos de éxito y sensibilizar sobre micromachismos.
“No nos conformamos. Seguiremos escalando metas en inclusión, porque cuando una empresa apuesta por la diversidad, todos ganan”, concluye Guilarte.
