Designación de un nuevo CNE entre líneas: lo bueno y lo malo - Runrun
Designación de un nuevo CNE entre líneas: lo bueno y lo malo
Los rectores principales designados son Tania D’ Amelio, Pedro Calzadilla, Alexis Corredor, Roberto Picón y Enrique Márquez

El día martes, 4 de mayo, la Asamblea Nacional de Nicolás Maduro aprobó la designación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), con los rectores que lo ocuparán.

Al respecto, Jorge Rodríguez, presidente de la AN chavista, explicó que la Constitución establece la creación del Poder Electoral, como un poder público autónomo.

“Habíamos dicho que los actores políticos, independientemente de su postura, tenemos dos opciones: la Constitución o el abismo, la Constitución o la nada”, dijo Rodríguez.

Fue el diputado Giusseppe Alessandrelo quien leyó la propuesta de 15 nombres, entre principales y suplentes, para ser rectores del CNE y se aprobó con mayoría calificada.

Los cinco rectores principales que aprobó la AN chavista son: Tania D’ Amelio, Pedro Calzadilla, Alexis Corredor, Roberto Picón y Enrique Márquez.

Tras conocerse esta decisión, especialistas opinaron cuáles son las fortalezas y debilidades de este nuevo CNE, que ahora cuenta con dos opositores entre los rectores principales.

Lo bueno y lo malo del nuevo CNE

Benigno Alarcón Deza, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEP-UCAB), aclaró algunas dudas con respecto a la designación de nuevos rectores del CNE: «Una cosa es que el gobierno tenga menos rectores provenientes de sus filas, lo cual es una ganancia, y otra muy distinta es decir que tenemos un CNE equilibrado. Seguimos muy lejos de eso».

Respecto a lo anterior, Alarcón explicó que, en cuanto a los rectores principales, «el régimen tiene 3 de los 5». Pero, además, si al referirse al total de los rectores, principales y suplentes, «el régimen controla al menos tiempo 10 de los estados 15». Y agregó: «Pero lo más importante ahora es cómo queda el control de las instancias del CNE».

A juicio de Alarcón, para hablar de un CNE equilibrado, «todos los rectores deberían ser independientes, sin ninguna vinculación a ningún partido o actor político, como ordena la Constitución y cómo aconsejan las buenas prácticas internacionales».

«En conclusión, este puede ser un mejor CNE que lo que hemos tenido hasta ahora, pero no es un CNE equilibrado y mucho menos ideal».

Por su parte, el analista político Michael Penfold, consideró que el nombramiento de un nuevo CNE «es un paso positivo», pero que va a requerir de «una serie de negociaciones adicionales para rescatar las condiciones y garantías electorales que permitan elevar la credibilidad del sistema». Señaló además que el mismo es «imperfecto», pero que también «abre una ventana».

Como primer punto, Alarcón ve la inclusión de Roberto Picón como rector principal del CNE. A su juicio, a quien consideró como uno de los ingenieros «con mejor conocimiento técnico de las fallas del sistema», es una garantía que cualquier reforma podrá ser «implementada con imparcialidad y cualquier retroceso será debidamente alertado».

Asimismo, rescató la inclusión de Enrique Márquez, al señalar que ha sido crítico de cualquier salida no electoral, y ha abogado por salidas negociadas. También destacó que Márquez es un político profesional del Zulia, que como Vice-presidente de la Asamblea Nacional del 2015, «mostró capacidad de generar acuerdos dentro de la oposición».

También, refirió que Pedro Calzadilla, «probable presidente del CNE», fue un ministro del chavismo «sin ser activista y sin estar sancionado». «Como historiador es respetado y no se caracteriza por su histrionismo. Tiene vocación de diálogo. Y deberá probar su credibilidad con pasos concretos y equilibrados», agregó.

Para concluir, Penfold sostuvo: «Lo del CNE es un buen inicio, aún incipiente, imperfecto, pero que abre camino para que la oposición en su conjunto se organice socialmente para movilizarse alrededor de este proceso; una ruta que será compleja, que probablemente provoque fricciones y también frustre expectativas».

Por último, la especialista en marketing político, Carmen Beatriz Fernández, recordó que la oposición está «fragmentada» en tres bloques con respecto al tema electoral

Los que creen que la única elección posible es la presidencial

Los que aspiran a mejorar las condiciones

Los quieren elecciones como sea (aka la «mesita» de Maduro)

 

Además, destacó algunas opiniones, como el hecho de que los nombres de los rectores del CNE sean buenos no hace el árbitro legítimo. «Es parcialmente verdad: la legitimidad de origen está comprometida porque fueron nombrados por una AN ilegítima, pero pueden ganar legitimidad de desempeño», explicó Fernández.

También, añadió que los electoralistas de la oposición están representados en este CNE. «No son maximalistas, sino gradualistas. Creen que se debe participar electoralmente mientras haya oportunidades, pero supeditan su participación a su existencia de mínimas condiciones», indicó.

En ese sentido, aseveró que este nuevo CNE está allí para garantizar esas mínimas condiciones electorales. «No es la solución final, es sólo una rendija de oportunidad», enfatizó.

«El escepticismo es comprensible. Ha habido una seguidilla de frustraciones enorme, donde se ha intentado todo, para terminar cada vez peor. Venezuela entró en una perversa dinámica perder-perder, pero si se cambia el sentido de la pendiente se puede entrar en un proceso distinto», sumó.

Respecto a los rectores designados, empleó su confianza en Roberto Picón, Griselda Colina, Francisco Martínez y Enrique Márquez.