Redacción Runrun.es
Hace 2 años
Nuestros periodistas Luis Ernesto Blanco y Ronna Rísquez conversaron con el analista César Niño, profesor de Relaciones Internacionales, quien hizo su lectura sobre el triunfo del izquierdista Gustavo Petro en las elecciones presidenciales en Colombia.
A continuación, las 12 claves que Niño ofreció sobre este tema:
“Todo el mundo creía que Gustavo Petro había alcanzado un techo de cristal en la primera vuelta. Esto es importante tenerlo presente, porque durante el proceso, entre primera y segunda vuelta, estas semanas anteriores hubo una serie de acontecimientos y estrategias por redes sociales en las que todo el mundo pensó que el voto castigo a Petro iba a ser, por supuesto, lo que iba a dar como ganador a Rodolfo Hernández”.
“Ciertamente hay una estigmatización sobre la izquierda colombiana asociada a las guerrillas y por supuesto la gente que no quería que ganara un personaje como Rodolfo Hernández por la misoginia, por su machismo, por el desconocimiento de las particularidades territoriales en Colombia, no quería reconocer públicamente que iba a votar por Gustavo Petro”.
“¿Cómo votaron las regiones? La periferia colombiana, como los departamentos de frontera, los departamentos más vulnerables por el conflicto armado, más golpeados por la violencia política, fueron los que le dieron el triunfo a Gustavo Petro, incluyendo a Bogotá como la ciudad capital. Mientras tanto, Antioquia y departamentos inclusive bastante conservadores se fueron con Rodolfo Hernández. Es importante tener en cuenta esto porque pareciera que hay una fractura en la geografía electoral colombiana”.
“Las principales ciudades donde Petro tiene la mayor votación son Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena y Medellín. Esto representa de alguna u otra manera un viraje tal vez un poco de la descentralización del voto. En esta oportunidad, por el primer candidato oficialmente de izquierda en Colombia que gana las elecciones presidenciales”.
“Estas fueron elecciones históricas, porque en primera vuelta fueron derrotados todos los partidos tradicionales en Colombia. Quedaron simplemente dos candidatos: uno que no hace parte del establecimiento, que era Rodolfo Hernández, y otro, que representaba todo lo contrario a lo tradicional, es decir, lo que se conoce hoy como la izquierda progresista”.
“El papel de las redes sociales fue fundamental porque en la segunda vuelta, por lo menos camino a las elecciones del 19 de junio, no hubo debates presidenciales. Esto significó de alguna u otra manera mayor atomización y concentración al mismo tiempo de los candidatos en los diferentes medios de comunicación; entonces sí queda una Colombia fragmentada, polarizada. Ya no es una Colombia polarizada entre, digamos, el uribismo y el no uribismo sino entre el petrismo y el antipetrismo”.
“[A Petro] no le debe bastar con ganar la presidencia de Colombia. Ahora hay que ver cómo va a manejar la política en términos del Congreso. Recordemos que el 13 de marzo hubo elecciones para el Congreso, en las cuales quedaron unas fuerzas políticas lo suficientemente configuradas, donde el Pacto Histórico, que es la fuerza política de Gustavo Petro, tuvo unos escaños importantes y que durante el proceso de cómo se configuró iba quedando cada vez más reducida a la derecha uribista y conservadora del país, lo cual facilita de alguna u otra manera mejores engranajes políticos”.
“En esta oportunidad, Gustavo Petro tiene las mayorías en el Congreso y tener las mayorías en el Congreso significa, de alguna u otra manera, una garantía por lo menos de proyectos de ley con mejor agilidad y discusión en las plenarias y por supuesto, en las bancadas”.
“No obstante, recordemos que tampoco tener mayorías es una garantía de buen margen de maniobra en términos de gobernabilidad. El presidente Iván Duque no ha tenido mayoría en el Congreso y ha tenido grandes dificultades por o para sacar proyectos de ley. Si no hubiera sido por la pandemia y por su gobierno, a través de decreto en los últimos 2 años y medio, seguramente hubiera tenido muchos más problemas de los que ha tenido hasta el momento”.
“El uribismo ha quedado derrotado, pero no eliminado de la agenda política. Es decir, los primeros grandes opositores del presidente Gustavo Petro serán del partido Centro Democrático, que es el partido del expresidente Álvaro Uribe (…) Habrá una sana democracia. ¿Necesitamos una buena oposición, no? La oposición es una garantía de un ejercicio democrático, deliberativo, de veedurías, y, por supuesto, del control político también”.
“El presidente Petro tiene que empezar a aceitar la maquinaria política en términos de maniobra de gobernabilidad frente a un diálogo de conversación nacional. Esto es lo más parecido a invitar a los partidos políticos a que tengan una participación activa”.
“Los problemas de Colombia no empiezan con Petro y tampoco van a terminar con Petro”.