Aunque a casi nadie le importe hoy dÃa, sin cambio polÃtico en Venezuela no habrá bienestar duradero
@BrianFincheltub
La realidad venezolana sigue siendo motivo de discusión entre quienes viven dentro y fuera de Venezuela. Para algunos venezolanos, la situación económica del paÃs vive un repunte significativo, las colas y los anaqueles vacÃos desaparecieron con los controles de precios. Ahora todo se transa en moneda extranjera y una oleada de nuevos comercios, franquicias y bodegones se apodera de las principales capitales venezolanas. Atrás quedaron los tiempos de escasez, hoy dÃa es posible tomarse un café al mejor al mejor estilo de Starbucks, sentado en cualquier centro comercial venezolano.
Hay otro grupo de venezolanos que no siente que su situación personal haya cambiado drásticamente. Más allá de las variaciones del contexto económico, el entorno sigue siendo el mismo, Venezuela sigue siendo el paÃs con el salario más bajo de la América latina, con los peores servicios públicos de la región y va camino a convertirse en la nación más cara para vivir. SÃ, es verdad que es posible tomarse un frappuccino al mejor estilo de Starbucks en Caracas, pero hasta tres veces más caro que en Nueva York.
Las libertades polÃticas siguen siendo tema de preocupación, pero principalmente entre los venezolanos que viven fuera del paÃs.
En general, la mayorÃa de los venezolanos que viven en Venezuela, se han visto obligados a dejar la polÃtica a un lado para concentrarse en vivir o sobrevivir. Aunque la dictadura de Nicolás Maduro sigue teniendo un inmenso rechazo entre la población, es poca la gente a la que el cambio polÃtico inmediato le quite el sueño. Eso también quedó en el pasado. Luego de tantas frustraciones y desengaños, muchos venezolanos están convencidos de que trabajando duro es posible vivir mejor y eso sin importar el gobierno que esté en el poder.Â
La verdad está lejos de ser unánime, hay gente pasándola muy mal, yo dirÃa la mayorÃa, y otros para quienes vivir bien pasa por tener la marca de cereal importado al alcance de su mano. Al final la felicidad es un estado subjetivo. Lo realmente importante es entender que todo esto puede ser muy efÃmero y que aunque a casi nadie le importe hoy dÃa, sin cambio polÃtico en Venezuela no habrá bienestar duradero. Importar sin aranceles y vender a precio internacional puede que no sea complicado, difÃcil es producir en Venezuela y lograr que la inversión extranjera llegue al paÃs, creando asà empleos dignos para la mayorÃa del paÃs. Vender tortas y sopas en la casa es digno de admirar, porque el trabajo siempre dignifica; pero eso no nos hará salir como paÃs del foso en el que nos metió el chavismo hace más de veinte años.
Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la lÃnea editorial de RunRun.es
Aunque a casi nadie le importe hoy dÃa, sin cambio polÃtico en Venezuela no habrá bienestar duradero
@BrianFincheltub
La realidad venezolana sigue siendo motivo de discusión entre quienes viven dentro y fuera de Venezuela. Para algunos venezolanos, la situación económica del paÃs vive un repunte significativo, las colas y los anaqueles vacÃos desaparecieron con los controles de precios. Ahora todo se transa en moneda extranjera y una oleada de nuevos comercios, franquicias y bodegones se apodera de las principales capitales venezolanas. Atrás quedaron los tiempos de escasez, hoy dÃa es posible tomarse un café al mejor al mejor estilo de Starbucks, sentado en cualquier centro comercial venezolano.
Hay otro grupo de venezolanos que no siente que su situación personal haya cambiado drásticamente. Más allá de las variaciones del contexto económico, el entorno sigue siendo el mismo, Venezuela sigue siendo el paÃs con el salario más bajo de la América latina, con los peores servicios públicos de la región y va camino a convertirse en la nación más cara para vivir. SÃ, es verdad que es posible tomarse un frappuccino al mejor estilo de Starbucks en Caracas, pero hasta tres veces más caro que en Nueva York.
Las libertades polÃticas siguen siendo tema de preocupación, pero principalmente entre los venezolanos que viven fuera del paÃs.
En general, la mayorÃa de los venezolanos que viven en Venezuela, se han visto obligados a dejar la polÃtica a un lado para concentrarse en vivir o sobrevivir. Aunque la dictadura de Nicolás Maduro sigue teniendo un inmenso rechazo entre la población, es poca la gente a la que el cambio polÃtico inmediato le quite el sueño. Eso también quedó en el pasado. Luego de tantas frustraciones y desengaños, muchos venezolanos están convencidos de que trabajando duro es posible vivir mejor y eso sin importar el gobierno que esté en el poder.Â
La verdad está lejos de ser unánime, hay gente pasándola muy mal, yo dirÃa la mayorÃa, y otros para quienes vivir bien pasa por tener la marca de cereal importado al alcance de su mano. Al final la felicidad es un estado subjetivo. Lo realmente importante es entender que todo esto puede ser muy efÃmero y que aunque a casi nadie le importe hoy dÃa, sin cambio polÃtico en Venezuela no habrá bienestar duradero. Importar sin aranceles y vender a precio internacional puede que no sea complicado, difÃcil es producir en Venezuela y lograr que la inversión extranjera llegue al paÃs, creando asà empleos dignos para la mayorÃa del paÃs. Vender tortas y sopas en la casa es digno de admirar, porque el trabajo siempre dignifica; pero eso no nos hará salir como paÃs del foso en el que nos metió el chavismo hace más de veinte años.
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