La situación de Londres saca a relucir, con el característico humor negro británico, el cuento del Grinch… ¿quién robó la Navidad?
¿Quién robó la Navidad a los ingleses? Algo debe haber pasado. Mientras ya están prendidas las luces de Navidad que decoran las principales calles de Londres –Oxford, Regent Street y Fleet Street– el ambiente en general es bastante tristón
La prueba está en los anuncios multimillonarios de Navidad de la televisión inglesa que todos los años promueven eventos, ventas y productos de toda clase y son motivos de un gran número de comentarios y hasta debates por televisión que entretienen a todo el país.
Este año, los comentarios son bastante conflictivos y acompañados de mucho pesimismo y bastante llorones. Pero también hay muchos que desean que la fiestas no entorpezcan lo que los alemanes llaman zeitgeist o espíritu navideño destinado a alegrar los corazones, sin importar cuán negativo haya sido el año económico.
Publicidad a tono con la Navidad en Londres
Los grandes almacenes John Lewis no han faltado a la cita anual que se apodera de ese espíritu de la época con un comercial que muestra a un joven de mediana edad tratando torpemente de aprender a andar en una patineta: se cae, se lastima, atropella a los transeúntes, pero no se da por vencido y sigue hacia su cita.
Video: The Beginner | John Lewis & Partners | Christmas Ad 2022 | Canal en Youtube de la firma John Lewis
Al final queda claro el motivo de tanto tesón: muy pronto una quinceañera muy bonita acompañada por su mamá chaperona se presenta al lugar acordado por el encuentro con un monopatín similar.
Debido a la crisis económica lo que los años pasados la pareja llegaba en motos de último modelo regalados por los padres, este año es con dos ruedas, pero sin motor. Al encontrarse la mirada de los dos jóvenes nos es de decepción: el mutuo encanto sigue igual y quizás más fuerte que nunca.
Una famosa red de supermercados no es de menos, y lanza su spot publicitario anunciando que, si es cierto que este año la alegría escasea, “tranquilos, porque nosotros tenemos un programa de descuentos y ofertas incomparables.”
Otra cadena de tiendas muestra a una pareja preparándose para celebrar en su apartamento con tan solo un paquete de papas fritas. Pero luego aparece a su puerta una horda de amigos que para animarlos llegan con dulces y regalos para una Navidad solidaria.
La realidad, sin embargo, es que la gente no deja de comentar que hay muy pocas razones para festejar. Incluso, una epidemia de gripe aviar ha diezmando a los pavos británicos. Por lo tanto, los ingleses pasarán la Navidad sin disfrutar de la codiciada ave en la mesa.
La prioridad: cómo llegar a fin de mes
La mayor preocupación hoy en día es cómo llegar a fin de mes. Tanto, que un padre de Nottingham está teniendo un gran éxito tras lanzar un grupo en las redes sociales especializado en encontrar los mejores descuentos en los supermercados y las tiendas.
En los periódicos, inclusive, hay una sucesión de consejos sobre cómo mantener la calefacción baja y gastar lo menos posible en electricidad o gas. La prrioridad es reservar la plata para costear productos de primera necesidad. De último quedan las fiestas navideñas.
El motivo de tanta austeridad es que la economía británica es la única del G7 que no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia. El Fondo Monetario Internacional acaba de proyectar que el crecimiento de los próximos dos años será el peor de todo el G20 (Rusia aparte, por las pérdidas de la guerra con Ucrania).
El gobierno británico considera que el COVID-19 y luego la crisis energética son las razones principales de la presente situación. Pero no pasan desapercibidos los susurros del innombrable Brexit, que pesa como un lastre sobre las inversiones, la productividad y el comercio. Una importante encuesta revela que el 32 % los ingleses piensan que fue una buena idea salir de la Unión Europea, mientras que el 57 % está convencido de lo contrario.
Como resultado, sale a relucir, con un humor negro generalizado, el cuento de que ha vuelto el viejo Grinch, el popular duende que roba la Navidad, el cual asegura que la culpa no es suya. Pero entonces, ¿quién robó la Navidad?
Nota: con información exclusiva del colega y amigo Stephen Grant.
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