Otra lectura de María Corina - Runrun
Julio Castillo Sagarzazu Abr 04, 2023 | Actualizado hace 2 meses
Otra lectura de María Corina

María Corina Machado en su gira por el estado Bolívar. Foto: William Urdaneta / Correo del Caroní

En los sectores populares es donde más ha arraigado, en los últimos meses, el liderazgo de María Corina Machado. Muchos deben andar quebrándose la cabeza buscando explicaciones a este fenómeno

 

@juliocasagar

Constreñidos, acostumbrados y prejuiciados, como estamos, por siglos de definiciones “ideológicas”, es natural que este árbol nos tape el bosque de las nuevas realidades del mundo y del país.

A veces no recordamos que, hasta hace pocos años, a las personas que convulsionaban y echaban espuma por la boca (particularmente a las mujeres) las quemaban en una hoguera por estar poseídas del demonio. Luego se descubrió que la epilepsia provocaba esos síntomas y que el diablo nada tenía que ver con la desgracia de estas pobres personas.

Hubo médicos y sacerdotes que se opusieron a que el ferrocarril y el automóvil fuesen utilizados por los seres humanos con el argumento de que nuestros organismos no estaban diseñados para tales velocidades y que el movimiento del tren podía inducir malos pensamientos. Una vez más el, demonio fue acusado de estar detrás de estos inventos.

En la política, la ideología (que no la doctrina) convirtió en catecismos y religiones laicas la militancia en los partidos. Y se convirtió en moneda común juzgar los liderazgos y analizar las situaciones mirando a través del cristal de una de estas visiones parciales del mundo.

Quizás no nos damos cuenta, pero se trata de un reflejo condicionado, como el del perro de Pávlov, el que interfiere en nuestro razonamiento. Nos apartamos del sentido común para dar paso a una idea que nos viene de un prejuicio ideológico.

Este es probablemente el origen del error en la lectura que se hace del liderazgo que en Venezuela representa, hoy en día, María Corina Machado. Es natural que tal error se concentre en los sectores más intelectualizados y que más en contacto han estado con las ideas políticas y con las “ideologías” de los partidos.

Lo que no se han detenido a analizar algunos es que, paradójicamente, en los sectores populares es donde más ha arraigado, en los últimos meses, ese liderazgo de Machado. Muchos deben andar quebrándose la cabeza buscando explicaciones a este fenómeno. La explicación en cuestión es relativamente simple. MCM, durante mucho tiempo, ha representado las posiciones que son la antípoda del chavismo.

Lo ha hecho de manera consistente e, independientemente de sus posiciones políticas frente a algunos acontecimientos, es percibida como lo que es más radicalmente distinto al liderazgo que nos gobierna. Tuvo además el tino de tomar distancia, en los últimos meses, de las fuerzas opositoras que aparecían como las responsables del fracaso en su lucha por desalojar a Maduro del poder. Con ello se desligó también de las polémicas conductas sobre el tema de la administración de los recursos que manejó la oposición.

Digamos que es sobre esa imagen que MCM ha edificado lo que ahora estamos viendo. Pero es que, además, hay una segunda razón por la cual Machado se despega en el favor popular: se trata de que toma la decisión de participar en el proceso de primarias anunciado por la oposición, con lo cual en el imaginario colectivo se forma la opinión de que su posición no es solamente testimonial y que se agota en la denuncia del régimen, sino que “va por los papeles” y se medirá para dirimir el liderazgo para enfrentar a Maduro.

Si su candidatura continúa creciendo (y es evidente que aún no tiene techo conocido) María Corina podría mutar de fenómeno electoral a fenómeno social; en algo parecido (mutatis mutandi) a lo que representaron, en su momento, Carlos Andrés Pérez y Chávez.

Algunos signos de ello hay ahora: las giras que ha emprendido despiertan un entusiasmo que pocos habrían augurado a una candidata de su procedencia y de su política original. Los videos y registros fotográficos hablan de una simbiosis que comienza a tomar forma. El contacto personal (que es el único que en la política obra milagros) está haciendo su trabajo. Ese contacto tiene efectos bidireccionales, no es solo la gente la que se entusiasma con el líder, es también el líder el que se toma de la gente la energía positiva, las ganas de luchar, la alegría y, a veces, también la tristeza desgarradora de quien te encuentras.

Esa sinergia, potenciada por la experiencia cotidiana, puede terminar convirtiéndose en masa crítica para generar la mutación hacia un fenómeno social de características únicas y que pueden convertir a MCM en la referencia obvia y evidente para enfrentar a Maduro

Sin embargo, la política no se hace en soledad, se hace con socios, con adversarios y con aliados alrededor. Nadie va a declarar de buen grado que el liderazgo de María Corina es indiscutible. Para ello hace falta que gane las primarias y las gane de manera tan contundente. Que quede investida de una legitimidad indiscutible no solo ante los venezolanos, sino ante todos los aliados de la democracia que tenemos en el mundo. Su liderazgo emergerá, de esa manera, como la referencia incontestable para dirigir las fuerzas democráticas en el próximo periodo.

Es con estas consideraciones como creemos que se debería leer el liderazgo que Machado está despertando en el país: se trata de la opción con más chance para derrotar al chavismo y la de una contextura ética, unida a una reciedumbre de carácter sobre la que se puede construir una transición segura.

¡Vale la pena intentarlo!

Incendio en el bosque

Incendio en el bosque

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