Chavismo INC: Panamá es el hub del chavismo - Runrun
Chavismo INC: Panamá es el hub del chavismo

Venezolanos inyectaron 2.811 millones de dólares en compañías de Panamá y seguían aumentando el número de residentes y refugiados. Mientras la mayoría lo elige como una salida para escapar del hambre, a otros los seduce la plataforma financiera, los proyectos inmobiliarios y los servicios especializados para mover dinero con facilidad. ¿Cómo el país terminó de convertirse en uno de los refugios favorito de los chavistas?

Por: Sol Lauría

Panamá podrá ser diminuto pero facilita el acceso al mundo financiero, garantiza secrecía y siempre fue seductor para gente con vocación de riesgo, poder o fortuna. Con restricciones cambiarias, una corrupción galopante y la economía al borde del colapso en su país, los chavistas no serían la excepción.

En la última década se convirtió en uno de los destinos favoritos para el refugio, la salida o la aventura de miles de venezolanos. Aunque no formó parte del proyecto político nacido en 2004 llamado ALBA, ahí llegaron, se movieron y pasaron miles de millones de dólares de venezolanos.

La investigación transnacional Chavismo INC. rastreó los flujos millonarios de petrodólares que salieron del erario de la Venezuela gobernada por Hugo Chávez y Nicolás Maduro en los últimos 20 años. En el capítulo reservado a Panamá se identificaron 242 sociedades anónimas con 380 relaciones que involucra a personas de interés en Venezuela, país desde donde se inyectaron 2.811 millones de dólares en el país centroamericano.

Chavismo INC. es un proyecto coordinado por Transparencia Venezuela, la plataforma latinoamericana Connectas y la Alianza Rebelde Investiga (ARI). La investigación muestra 10 historias sobre corrupción, un entramado de negocios, acuerdos ventajosos, fraudulentos o sofisticados esquemas que abultaron los bolsillos de unos pocos con fondos venezolanos. 

Aquí los principales hallazgos:

* Entre 2012 y 2015, venezolanos inyectaron 427 millones de dólares en compañías de Panamá, según datos de la Contraloría General de la República. Por esos tiempos, la Superintendencia de Bancos dijo que Venezuela ocupaba el tercer lugar entre los países de origen de depósitos externos en el sistema bancario local —unos 1.400 millones de dólares en 2015, que ascendieron a 2.811 en 2019— y la cámara de la construcción aplaudía la participación de venezolanos en el boom inmobiliario. La abrumadora avalancha de la época la sintetizó el expresidente de México, Vicente Fox, cuando dijo: “El mejor ministro de Economía que ha tenido Panamá es Hugo Chávez”.

* De las sociedades anónimas identificadas en la investigación, ocho fueron señaladas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (Ofac) y otras tantas están bajo investigación judicial por cuestiones como lavado de dinero o sobornos. La plataforma offshore famosa por Panamá Papers fue aprovechada por familiares de pesos pesados del gobierno venezolano como Diego Salazar Carreño, testaferros como Samark López Bello y el clan familiar de la primera dama Cilia Flores de Maduro. 

* Los datos rastreados por Chavismo INC. muestran que en la gran mayoría de las volteretas del poder en Venezuela para quedarse con tajadas de dinero público, hubo una sociedad panameña. El exviceministro de energía Nervis Villalobos —requerido por la Justicia en varios países por supuesto soborno y lavado— aparece como directivo de Pomerol Investments Group S.A. y vinculado a varias más. La plataforma incluyó hasta al propio Hugo Chávez: en el pago de sobornos del Lava Jato, Odebrecht le depositó al publicista Joao Santana 35 millones de dólares en la sociedad panameña Shellbill Finance S.A. para desarrollar su propaganda electoral.

* Las camarillas del chavismo encontraron en Panamá especialistas para lavar miles de millones de dólares del Estado sin levantar sospechas, como los que ayudó a limpiar un banquero alemán en el trópico llamado Matthias Krull. En finales de 2014, en Panamá solo se hablaba de Lava Jato, el escándalo de corrupción que ponía en jaque a los presidentes de la región. Los banqueros seguían las noticias que los señalaban como intermediarios en el pago de sobornos de la gigante brasilera Odebrecht, pero a Krull no le quitaban el sueño: él era directivo del banco suizo Julius Baer y por eso gestionaba una cartera jugosa de personas vinculadas al chavismo y otros millonarios de Venezuela, con lo que reportaba al banco ganancias de varios millones anuales.

* Krull trazó un esquema similar al usado por Odebrecht, pero para otro patrón: el Conspirador 7. Los documentos de la causa en Estados Unidos no identificaron quién era pero lo describieron de forma tan precisa que medios internacionales publicaron que se trataba de Raúl Gorrín. El expediente señala que había 600 millones de dólares de Pdvsa para camuflar, así que Krull puso manos a la obra: fabricaron un acuerdo por el cual una empresa —Rantor Capital— le prestaba a Pdvsa 7.200 millones de bolívares y, seis días después, cedía los derechos de esa deuda a otra empresa —Eaton Global Services Limited—, que la cobró en dólares a tasa oficial: 600 millones de dólares, a pagar en una cuenta bancaria en Europa. La tramoya dejó más de 500 millones de dólares de ganancia, gracias al pago de sobornos y a la diferencia del dólar oficial y el del mercado. 

* Cinco meses después de iniciada la operación que se hizo famosa con el nombre Money Flight, la conspiración se había duplicado gracias al combustible que Pdvsa no paraba de inyectar: más 1.200 millones de dólares. Ahí Krull dibujó el esquema para convertir parte de ese dinero sucio en uno con apariencia de lícito. La operación muestra un patrón común en otros casos de corrupción de Venezuela analizados por Chavismo INC.: cada cacique a cargo de algún área del Estado —en este caso, Pdvsa—, disponía de miles de millones que terminaban repartidos en un grupo de funcionarios. Para mover y disponer de ese dinero, se asociaban a empresarios —como Conspirador 7— y testaferros con los que montaban la estafa. Al final, buscaban a los operadores financieros —Krull o El Delator— para que lavaran.

* Hubo testaferros como Mario Enrique Bonilla Valera, quien logró pasar de los videojuegos al suculento universo de los negocios de forma rápida y precoz a los 20 años. En la causa, Krull lo involucró con sus amigos “Los chamos”: los hijos de Cilia Flores, la esposa de Nicolás Maduro. “Los chamos” aparecen en la causa cuatro veces, la más contundente es en el “Resumen de la Operación 600” que muestra cómo se repartió la plata: 227 millones de euros para un boliburgués, 68 millones para Conspirador 7 y 159 millones para “Los chamos”.

* En 2015,  el clan familiar de Cilia Flores abrió 12 sociedades en Panamá. Habitante rotundo y reservado del poder, Carlos Erik Malpica Flores, el sobrino favorito de Cilia, tuvo los reflejos para no figurar en ninguna de esas estructuras jurídicas, pero su familia aún aparece: el padre en tres, la hermana y la tía en el resto. Once de las sociedades fueron disueltas a principios de 2016, tras la publicación de investigaciones periodísticas que los vinculaban. Malpica Flores fue sancionado por la Ofac y por el gobierno de Panamá.

* Samark López Bello no era un nombre que sonara mucho cuando se hablaba de política en poder venezolano. En 2012 tomó el control de la sociedad Yakima Trading Corp, con la que selló negocios con Pdvsa y a partir de 2013 empezó a aparecer en algunas publicaciones periodísticas por supuestos vínculos a actividades comerciales en Panamá, pero pasaba desapercibida su relación con el superministro y vicepresidente Tareck El Aissami. El 13 de febrero de 2017, Ofac lo señaló como el testaferro y blanqueador de El Aissami y saltó a la fama mundial. 

Aquí puede leer la historia completa sobre Panamá: el hub del chavismo.

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