Vacunación contra la COVID-19 no inmuniza contra la improvisación - Runrun
Vacunación contra la COVID-19 no inmuniza contra la improvisación
Desde finales de mayo comenzó la segunda fase de la vacunación contra la COVID-19 en Venezuela, cuya primera semana fue dominada por la falta de información
Algunas personas acudieron a los centros de vacunación sin recibir la notificación para inmunizarse y lograron que les aplicaran la vacuna
“El proceso para vacunarme fue un golpe de suerte porque fue una colaboración que me dieron”, contó A.F, médico radiólogo
De acuerdo con un informe de la ONG Monitor Salud, hasta el 30 de mayo, 32.839 trabajadores de la salud entrevistados en dicho estudio, habían sido vacunados contra la COVID-19

@Andrea_GP21 – Foto: EFE/Miguel Gutiérrez

 

El pasado viernes, 28 de mayo, el ministro de Salud chavista, Carlos Alvarado, anunció el inicio de la segunda fase de la vacunación contra la COVID-19 en Venezuela, para lo cual serían habilitados nuevos puntos en el país.

En ese momento, Alvarado informó que para ese fin de semana se contaría con 27 puestos de vacunación en todo el territorio nacional y a partir del lunes, 31 de mayo, se activarán 77 puntos, los mismos tienen gran capacidad para vacunar entre 600 y 1.000 personas.

Para poder vacunarse, Alvarado informó que el proceso de selección se hará de forma aleatoria a través del Sistema Patria, donde las personas recibirán un SMS indicando la fecha, hora y Centro de Salud dónde será vacunado. 

También, el ministro chavista informó que a través del Ministerio de Salud sería habilitada una sección de registro, donde se solicitará información personal a los ciudadanos, para no tener que registrarse en el Sistema Patria, si no lo deseaban así.

Desde que comenzó esta nueva fase, la incertidumbre, la desorganización y la falta de información se hicieron parte del proceso. En Caracas, el punto más céntrico habilitado en el Municipio Libertador se ubica en el Hotel Alba Caracas, donde se han registrado largas colas de personas que esperan poder vacunarse. 

Según los reportes publicados en redes sociales, en el Hotel Alba hay tres colas: la de las personas que recibieron una notificación vía SMS para vacunarse, para las personas de la tercera edad y para los del sector sanitario, que hasta ahora no ha sido vacunado en su totalidad.

Todo menos un plan

Un informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señala que, para poder llevar a cabo un plan de vacunación, primero deben establecer actividades que se integren en el marco de la atención primaria de salud, que incluye: microplanificación, fortalecimiento de la gestión de recursos humanos, capacitación para la introducción de una nueva vacuna, establecimiento de nuevos puntos de contacto para la vacunación, adopción de sistemas y tecnologías de trazabilidad para garantizar la eficacia e integridad de las cadenas de suministro, mejorar la vigilancia integral de la enfermedad y realizar actividades integradas de promoción y comunicación, entre otros.

En el caso de Venezuela, las autoridades sanitarias y el mismo gobierno solo han brindado información sobre una fase de vacunación que inició en febrero, donde, según señalaron, se comenzaría a inmunizar a los integrantes del personal de salud y otros sectores esenciales. Más tarde, a finales de mayo, luego de meses que expertos en el área de salud exigieron que se publicara un plan de vacunación, fue que el Ministerio de Salud informó sobre el inicio de la segunda fase, cuya convocatoria se realizará a través del Sistema Patria y dicho organismo.

La primera semana de vacunación contra la COVID-19 fue dominada por la falta de información. Algunas personas acudieron a los centros de vacunación sin recibir la notificación para inmunizarse y lograron que les aplicaran la vacuna. Otros no tuvieron tanta suerte.

A través de Twitter, la periodista Ivanna Laura reportó que una señora, identificada como María, de 80 años, recibió el mensaje de vacunación el jueves, 3 de junio. La señora reside en Los Valles del Tuy, estado Miranda, y acudió al punto de vacunación que le indicaron, en la parroquia 23 de Enero.

“Se vinieron desde allá a un supuesto punto en el 23 de Enero porque esa era la dirección que indicaba el texto. Llegaron a la 1:00 pm. No había vacunación, no había nada (…) Ni siquiera los voceros comunales de la zona sabían algo de la jornada”, reveló la comunicadora.

La información anterior va de acuerdo con el testimonio que dio la señora Ana Silva, de 47 años, quien se vacunó en el 23 de Enero el día sábado, 5 de junio. “Ellos habían citado a la gente el día anterior, pero las vacunas no habían llegado y le dijeron a la gente que fuera al siguiente día, por eso había gente desde muy temprano”, dijo.

Silva acudió a este punto tras recibir un SMS. Se registró a través de la página del Ministerio de Salud y el día viernes, 4 de junio, recibió la notificación. “Hubo un poco de desorganización al principio, pero después nos organizaron en fila”. Asimismo, señaló que llegó a las 8:00 de la mañana y ya a las 10:00 había recibido la vacuna.

 

Un dato resaltante que comentó la entrevistada, es que ella recibió el SMS tras registrarse en el Ministerio de Salud, pero no llevó su celular el día que se vacunó. “No había manera de constatar. A mí me llegó el mensaje pero yo no me llevé el teléfono. Igualito yo me anoté. Ellos no tenían una data que constatara que a ti te llegó el mensaje”.

Pero no en todos los casos es igual. La señora B.G recibió el mensaje del Ministerio de Salud, pese a que está registrada en el Sistema Patria por ser pensionada. Se vacunó en el pueblo de Baruta, estado Miranda. “El proceso fue relativamente rápido. Ellos citan a las 8:00 de la mañana un grupo grande, a las 11:00 de la mañana y a las 2:00 de la tarde. En total citaron a 500 personas en el punto del pueblo de Baruta”.

B.G señaló que varias personas en Baruta se confundieron, pues los citaban en el Concejo Municipal y, aunque en el pueblo de Baruta hay una sede, a la cual debían acudir era a la de Las Mercedes.

“Fue relativamente rápido. Yo estaba citada a las 8:00 de la mañana y me atendieron a las 10:00. Me dieron un numerito, me dijeron cédula en mano y llegaron unos muchachos a tomarme la tensión, la temperatura y la oxigenación”, dijo.

Distinto en Catia que en Los Dos Caminos

A pesar de tratarse de un operativo nacional, no había un estándar en los procedimientos de los centros de votación. El viernes, 4 de junio, algunas personas que fueron convocadas a vacunarse en Propatria, municipio Libertador de Caracas, se encontraron con la noticia de que el punto sería en la Escuela Robinsoniana de la avenida Sucre de Catia. Así lo dejaron ver algunos reportes en redes sociales.

“Después de seis horas en la cola nos dijeron que no había vacunas para los adultos mayores convocados y que asistamos el lunes haciendo la misma cola a ver si llegan las vacunas”, denunció el usuario Marco Anseume en Twitter.

La usuaria @Belvier63 también se quejó de la misma situación: “Mi prima además de adulta mayor tiene movilidad reducida. Vive en Propatria y la envían a vacunar a la avenida Sucre. ¿Cómo se supone que llegue hasta allá si no tiene a nadie que la lleve? Vive con su hermana que es mayor que ella, es una locura”, denunció.

A su vez, el domingo, 6 de junio, hubo cierta tensión en el punto de la Plaza Miranda de Los Dos Caminos, municipio Sucre del estado Miranda, para las personas que estaban desde temprano en la mañana para poder vacunarse.

“Nuestro derecho. Vacunas ya”, decían los ciudadanos que acudieron a este punto de vacunación, luego que reportaran que la cola para las personas que desearan llegar sin previa cita o registro no fue habilitada el día señalado.

El interior empezó con muchos desaciertos

Los alrededores de Corposalud Aragua, ubicado en Maracay, tuvo una gran aglomeración el pasado miércoles, 2 de junio, pues desde la madrugada de ese día cientos de residentes acudieron al lugar con la intención de ser vacunados.

De acuerdo con información publicada en Twitter por la periodista Gregoria Díaz, en el mencionado lugar se registraron largas colas de vehículos y ciudadanos, tan aglomerados que incluso las vías de acceso hacia el norte de la capital de Aragua se vieron colapsadas.

Díaz señaló que a través de cadenas difundidas en WhatsApp se compartieron mensajes falsos que convocaban a jornadas de vacunación contra la COVID-19 en varios lugares en Maracay, como el parque Las Ballenas.

El ciudadano Omar Molina, de 73 años, declaró a la periodista que, desde el lunes 31 de mayo fue al lugar y le indicaron que fuera el miércoles. Al llegar el día, anotarse y recibir el número 400, los encargados de la vacunación le indicaron que no recibirían las dosis porque no tenían el anuncio del Sistema Patria.

“Por todas las redes nos ofrecieron a los viejitos que nos iban a vacunar. Hoy vinimos aproximadamente 3.000 personas acá y esto es un abuso, y esto no se hace”, dijo el señor Molina quien instó al gobernador de la entidad, Rodolfo Marco Torres, a tomar cartas en el asunto.

¿Qué ha pasado con el personal de salud?

El día miércoles, 2 de junio, la ONG Monitor Salud publicó un informe sobre el personal de salud que ya ha participado en el proceso de vacunación contra la COVID-19.

De acuerdo con el informe, hasta el 30 de mayo, 32.839 trabajadores de la salud entrevistados en dicho estudio, habían sido vacunados contra la COVID-19. Por otra parte, 4.639 trabajadores del sector sanitario apenas han recibido la primera dosis, representando un 6,16% de la muestra total.

Como sumatoria total, la ONG encontró que 37.478 trabajadores de la salud fueron vacunados, lo que evidencia que ha inmunizado un 49.84% del personal sanitario.

Pese a que estos datos no alcanzan a todos los trabajadores de salud, “sí puede ser usado como evidencia para demostrar que las declaraciones ofrecidas por el ministro de Salud, Carlos Alvarado, en las que aseguraba se había inmunizado al 90% del personal sanitario, son totalmente falsas”, señala el reporte.

Runrun.es contactó a dos trabajadoras de la salud que ya fueron inmunizadas contra la COVID-19 para conocer cómo fueron seleccionadas. La primera es la médico radiólogo A.F, quien trabaja en cuatro centros de salud privados en Caracas y de ninguno de ellos recibió información para ser vacunada.

“El proceso para vacunarme fue un golpe de suerte porque fue una colaboración que me dieron”, contó la médico, quien prefirió no revelar la institución en donde se le aplicó la vacuna. Solo comentó que recibió las dos dosis de la vacuna Sinopharm y fue en un hospital centinela de Caracas.

 

A.F contó que tuvo COVID-19 en noviembre del año pasado y pudo hacerse la vacunación contra esta enfermedad en abril de este 2021. Recibió la primera dosis y la segunda le fue aplicada tres semanas después.

“Empezaron como en marzo. Actualmente están vacunando gente de los centros privados. Una amiga se vacunó esta semana por ser personal de la Clínica Metropolitana”, agregó.

Por su parte, la enfermera E.H, de 26 años, contó a este medio que ya cuenta con las dos dosis de la vacuna rusa Sputnik V. La primera la recibió el 31 de mayo y la segunda el 27 de abril.

“Me hicieron un llamado a través del grupo del trabajo. Nos indicaron que cada trabajador de la salud debía acudir en su turno correspondiente y día de guardia. Fue en el ambulatorio Dr. Carlos diez del ciervo en Chacao, centro del IVSS”, dijo.

E.H contó que primero vacunaron al personal médico, de enfermería, personal administrativo, a las camareras y al personal de seguridad. “Afortunadamente todos tuvieron aseguradas las dosis correspondiente. El proceso tardó un mes y medio ya que al estar en distanciamiento, el centro evitaba aglomerados y personal no esencial, por eso hicieron el llamado en días de trabajo específicamente para ser vacunados”, dijo.

En el exterior todo es diferente

Venezuela está bastante atrasada en cuanto a la vacunación contra la COVID-19. Pese a que el gobierno de Nicolás Maduro lleva adelante un plan de vacunación, que se anunció después de meses que los especialistas en salud la solicitaron, ha sido confuso y desorganizado.

Este proceso de vacunación en Venezuela contrasta mucho con el de otros países de América, la región más afectada por la COVID-19, pues muchos países llevan el procedimiento de otra manera que, incluso para los migrantes venezolanos, ha sido más sencillo.

La joven Melanie Delgado, de 30 años, oriunda de Caracas y que actualmente reside en Santiago de Chile, contó a Runrun.es su experiencia para ser vacunada contra la COVID-19. “Se pueden vacunar todos los extranjeros. De hecho pusieron una ley que permite que todos los extranjeros se vacunen”, relató.

Delgado comentó que como ella ya está residenciada, solo tuvo que dar el número de su Registro Único Tributario (RUT) y esperó dos horas en la fila para recibir la vacuna china Sinovac. “Aquí han estado vacunando por edades. Empezaron por los adultos mayores, las personas que tienen patologías y personal esencial. Y fueron bajando por edades”.

“El proceso no ha sido nada engorroso. Sí he visto casos de extranjeros que se han visto afectados porque la ley está un poco confusa con respecto a los extranjeros y la institución a la que fueron no les había llegado la notificación de que podían vacunar a los extranjeros que no estén regularizados”, agregó.

 

Por su parte, Miguel Ángel Rangel, de 36 años, reside en Montevideo, Uruguay, desde hace dos años, y se vacunó con el antígeno chino Sinovac. El hombre contó que se registró en una agenda que iba por fases, comenzando con el personal médico, ancianos, personal esencial y después bajaron por franjas etáreas.

“Yo con 36 años me pude vacunar antes, porque en Semana Santa hicieron una agenda especial para las personas que no fueran a viajar, se vacunaran de una vez. La primera dosis me la pusieron el 31 de marzo y la segunda el 28 de abril (…) No te piden nada, solamente te registras con tu cédula, te asignan la cita y vas al vacunatorio, que lo están haciendo en los hospitales y en el Antel Arena (…) Me quebranté por dos días, tenía el brazo inútil, pero no me pasó nada”, reveló.

Rangel acotó que en Uruguay están vacunando a los ciudadanos con los antígenos Pfizer, Sinovac y AstraZeneca. Dijo también que al recibir la primera dosis, las personas firman un acuerdo en el que exime al gobierno de cualquier efecto adverso, aunque él asegura que hasta ahora no se han presentado casos de ese tipo. Añadió que su esposa, de 28 años, también se vacunó.

 

Certificado de vacunación de Miguel Ángel Rangel, venezolano residenciado en Uruguay

Este medio también consultó a la joven M.M, de 23 años, quien reside en Caracas, Venezuela, pero viajó a Estados Unidos para poder vacunarse. Recibió la vacuna de Pfizer y se vacunó en el estado de Florida.

Después de planificar durante al menos dos meses su viaje, averiguar si podía agendar una cita, M.M recibió información de una amiga, quien le comentó que hay varios sitios donde, sin una cita previa, podía llegar y vacunarse. Así pues, se dispuso a viajar y, luego de llegar al aeropuerto, acudió al estadio de Hard Rock Café.

“Era un estacionamiento grande. Te recibía en la entrada un primer grupo de personas. Lo primero que te preguntan es quiénes se van a vacunar y te anotan un primer número en el carro. En la segunda estación me pidieron mi identificación, me pidieron solo el pasaporte, anotan el número, tu nombre, tu apellido y empiezan con preguntas médicas”.

 

Tras responder a las preguntas, el encargado de hacerlas anotó todo en un teléfono el cual imprimió una etiqueta con los datos de la joven y un código de barras, que se adhirió al brazo en el que se iba a vacunar y pasó a una tercera estación en la cual le aplicaron la vacuna.

“En la tercera estación primero escanean el código de barras, te pinchan y luego te ponen la vacuna y después te dan tu tarjeta de vacunación. De ahí pasas a la última estación. Todo esto fue dentro del carro. Yo nunca me bajé del carro. Después te dicen que te estaciones de un lado y tienes que esperar 15 minutos a ver si la vacuna tiene alguna reacción. Todo ese proceso duró 20 minutos porque tuve que esperar a ver si tenía alguna reacción a la vacuna, cosa que no tuve”.

*Algunas identidades se resguardaron a petición de los entrevistados