Seis recomendaciones para la nueva etapa del COVID-19 en Venezuela - Runrun
Seis recomendaciones para la nueva etapa del COVID-19 en Venezuela
Expertos compartieron su visión sobre las conductas y acciones que debe adoptar tanto el Estado como los ciudadanos en esta etapa en la que el coronavirus pasó a ser una enfermedad endémica

 

El 5 de mayo de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional por el COVID-19, enfermedad pandémica que desde marzo de 2020 ha cobrado la vida de casi siete millones de personas en todo el mundo.

No obstante, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Gebreyesus,  fue enfático en aclarar que el cese de la emergencia internacional no significa la desaparición del COVID-19, ni tampoco que haya dejado de ser una amenaza para la salud mundial.

De hecho, esta nueva etapa pone los reflectores en cada gobierno y en la responsabilidad que tendrá cada país en manejar la situación interna y controlar la propagación del COVID-19 en conjunto con otras enfermedades infecciosas, cuando ya los recursos internacionales destinados para este fin podrían reducirse.

«La COVID-19 no ha terminado. El riesgo continúa. Por esa razón, los países, ni sus sistemas de salud, al igual que sus poblaciones, pueden bajar la guardia», se lee en una publicación de la Organización Panamericana de la Salud.

El SARS- CoV-2 llegó para quedarse,  razón por la que, entre otros puntos, la OMS recomienda que se integre la vacunación contra el COVID-19 en los programas de vacunación de cada país, que sean cubiertos los grupos de alta prioridad y que se apoye la investigación para mejorar las vacunas.

En el caso de Venezuela, el gobernante Nicolás Maduro dijo en alocución el pasado 9 de mayo su gobierno mantendría medidas de seguridad como la realización de pruebas PCR y pruebas rápidas, y no mencionó si levantaría la obligatoriedad del uso de mascarillas. 

“Vamos a mantener nuestros cuidados. Nunca están de más las medidas de bioseguridad, si algo aprendimos del covid-19 es que las medidas de bioseguridad son buenas, te garantizan salud (…)Ahora están dando unas gripes brutales”, comentó el mandatario. 

Entretanto, expertos entrevistados por Runrun.es compartieron su visión sobre las conductas y acciones que debe adoptar tanto el Estado como los ciudadanos en esta etapa en la que el coronavirus pasó a ser una enfermedad endémica, otra más de las que estará presente de forma constante en el país. 

El silencio no puede ser de nuevo la opción

En Venezuela, la situación de emergencia humanitaria compleja dificultó la atención del coronavirus en el sistema de salud público y el subregistro fue un patrón repetido en distintos picos de la pandemia.

Tal y como lo reveló un trabajo especial de Runrun.es, en el mes de abril de 2021 se registró el  mayor número de muertes por COVID-19 en Venezuela (534 según datos oficiales). Pero la OMS apunta que hubo 4,4 veces más de lo que anunciaron los voceros de Nicolás Maduro.

Además, en agosto de 2020, durante la primera ola mortal, las cifras reales de decesos fueron casi ocho veces mayor que las declaradas en los reportes del gobierno.

En esta nueva etapa tras el cese de la emergencia internacional por coronavirus el silencio no puede seguir siendo la opción oficial.

Expertos venezolanos instan a retomar la publicación de los boletines epidemiológicos que permiten conocer el estado de las enfermedades de notificación obligatoria. En esa lista es importante incluir el COVID-19, para conocer qué ocurre periódicamente y tomar las decisiones más adecuadas. 

Y es que, tal y como lo recordó Alejandro Rísquez, pediatra y epidemiólogo,  el gobierno venezolano informa a organismos internacionales sobre estas cifras, pero no lo hace de manera semanal y de forma transparente a todo el país, como debería hacerlo. 

«La comunidad médica solo sabe lo que está pasando cuando las publican los organismos internacionales, eso genera incertidumbre tanto en la comunidad médico y sanitaria como en la población general. Por eso, es importante retomar la publicación de los boletines de forma semanal, para tener mejor contexto de lo que ocurre«, consideró.

 

Comprender que la enfermedad se mantendrá con picos y valles

Por su parte Huníades Urbina, médico pediatra intensivista y vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina, insistió en que en un país con un sistema de salud «colapsado», el COVID-19 tendrá etapas de altos y bajos, como ocurre con otras enfermedades. 

«En países empobrecidos como nosotros, y en emergencia humanitaria compleja que no hemos superado significa que, como pasó con el dengue, la chikungunya y el zika, vamos a tener casos dependiendo de la época, con picos y valles. No se puede bajar la guardia», opinó.

Como punto de preocupación, destacó que Venezuela no alcanzó la vacunación que se esperaba contra el COVID-19: «Con la primera dosis llegamos apenas a  73% de cobertura de vacunación, y con la segunda y tercera dosis a 43% y 44% de acuerdo con datos de la OPS», precisó.

Con un «alto porcentaje de la población» que no está totalmente cubierta vía vacunas, consideró importante recordarle a la gente que si bien fue declarado el fin de la emergencia internacional por COVID-19, la enfermedad seguirá circulando, por lo que será necesario mantener ciertas medidas de cuidado. 

Sobre este punto, el pediatra y epidemiólogo Alejandro Rísquez recalcó que hay que educar al ciudadano y explicarles que el COVID-19 continúa «y continuará muchos años más».

Trajo a colación el ejemplo de lo ocurrido en 2009 con la pandemia por AH1N1. 

«Ese mismo virus sigue circulando diez o doce años también y sigue contribuyendo con la influenza estacional que afecta a personas muy adultas, personas de dos años, mujeres embarazadas y personas con enfermedades crónicas», explicó. 

Vacunar a los vulnerables y considerar actualizaciones de la vacuna

Alejandro Rísquez reitera que el COVID-19 seguirá afectando el sistema respiratorio de personas  vulnerables (adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y embarazadas). Y la mejor arma para prevenir las complicaciones en ellos es mantener la vacunación.

En ese sentido, recomendó seguir vacunando a estos grupos, pero teniendo presente la necesidad de «adquirir las vacunas que más se ajusten a los  cambios y a las modificaciones del virus que produce el COVID-19″. 

«Aunque las vacunas del virus original siguen funcionando, cada día perderán vigencia y debemos adquirir las vacunas nuevas que defiendan y protejan mejor a los más vulnerables», opinó.

¿Se deberá actualizar cada año la vacuna contra el COVID-19, como se hace en el caso de la influenza? Flor Pujol,  jefa del Laboratorio de Virología Molecular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), declaró a Runrun.es que no está muy claro si se debe seguir ese camino.

Contó que  Pfizer y Moderna produjeron una vacuna bivalente basada en la variante ancestral del SARS-CoV-2 y  en ómicron, pero por un mecanismo llamado «impronta inmunológica», la respuesta inmunitaria del organismo de los vacunados tendió a ser contra la variante ancestral de virus y no contra la ómicron. 

En ese sentido, cree que se debe seguir monitoreando si la  «enorme variación de la variante ómicron se va a estabilizar en un momento» y si será necesario adaptar las nuevas vacunas a esos sublinajes. 

El  próximo mes de junio la Alianza Global para las Vacunas (GAVI) debatirá en la próxima reunión de su junta directiva la integración de las vacunas contra esta enfermedad en los programas de vacunación rutinarios del mundo, como lo promueven distintos gobiernos mundiales y organizaciones internacionales. 

Respecto a las vacunas del mecanismo Covax, creado en 2020 para acelerar el desarrollo, producción y acceso de países con menos ingresos a las vacunas anticovid -Venezuela recibió varios lotes de estos fármacos- la propia OMS informó el 5 de mayo pasado que también continuará proporcionando dosis financiadas y apoyo a la entrega a lo largo de 2023 en función de la demanda.

 

Uso de mascarillas en circunstancias específicas y lavado de manos

Aunque para Alejandro Rísquez  el SARS-CoV-2 «se atenuará con el paso del tiempo y se  irá convirtiendo en otro de los coronavirus que solo produce catarro y resfriado común», las personas de mayor riesgo deben mantener cuidados importantes y hay que evitar propagar la infección.

«Las personas enfermas con cuadros virales deben usar tapabocas para no contagiar a sus familiares, amigos o entorno más débil. Las embarazadas deben ser muy cuidadosas, así como aquellos pacientes con aumento de riesgo. Y los que tengan acceso a vacunas nuevas, que están preparadas contra las nuevas variantes, deberían vacunarse», opinó. 

El lavado de manos, una de las prácticas de higiene que el coronavirus demostró cuán importante es como método para disminuir la posibilidad de contagios, debe mantenerse habitualmente, tanto para prevenir infectarse de COVID-19 como de otras enfermedades, insistió Rísquez.

De igual forma, recordó otras conductas para mantener un estado de salud óptimo como comer bien, hacer deportes y ejercicios tratar de mejorar la  vida afectiva y emocional.

Por su parte, Huníades Urbina insistió en que, por ser Venezuela un país con «baja cobertura vacunal», es necesario seguir usando mascarillas «en espacios cerrados, cuando se va a clínicas y hospitales, y en medios de transporte público, porque allí no circula adecuadamente el aire y hay más riesgo de mayor concentración de virus para transmitirse».

Continuar monitoreo de variantes 

Flor Pujol,  jefa del Laboratorio de Virología Molecular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) enfatizó que los países deben comprometerse con mantener el monitoreo de variantes, pues no está totalmente descartada la posibilidad de que surja otra más contagiosa o infecciosa.

«En Venezuela se siguen analizando variantes circulantes, al igual que en otros países. Es importante seguir monitoreando, porque no está excluida la opción de que surja otra variante que evada aún más la respuesta de anticuerpos protectores contra las primeras variantes o vacunas, como la ómicron», explicó.

Insistir en las acciones para prevenir nuevas pandemias

Pujol, viróloga del IVIC, reflexionó que tanto en Venezuela como en el mundo se deben mantener presentes las acciones que pueden ayudar a prevenir nuevas pandemias.

Entre ellas, citó la vigilancia epidemiológica-genómica, notificación de brotes de enfermedades infecciosas -conocidas o no-  y aprender a respetar la naturaleza bajo el concepto de una sola salud, que implica que para que el ser humano esté bien, también debe estar bien su entorno (fauna, flora y todo lo que nos rodea).

Pidió también que los gobiernos mantengan todo el «armamento de biología molecular » que se logró con el COVID-19  y que posibilitó la vigilancia genómica, secuenciación y realización de pruebas PCR en tiempo real, herramientas que no tenían a mano muchos países.

«Es necesario que se mantengan esas capacidades para poder atender otra emergencia. La historia reciente nos lo demostró. No habíamos terminado con la emergencia del coronavirus cuando comenzó la emergencia internacional de importancia, como fue la Mpox (viruela símica) y la gripe aviar, que llegó hasta Suramérica por primera vez con aves migratorias y en medio del gran riesgo que significa si llega a adquirir la capacidad de infectar y transmitirse eficientemente entre humanos», sostuvo.