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María Alejandra Yépez: Para trabajar por la equidad de género lo primero es escuchar

María Alejandra Yépez es vicepresidente ejecutiva de Legal y Gobierno Corporativo de Banesco, la primera institución bancaria en adherirse a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEP’s). Es una empresa que ha consolidado una cultura organizacional donde el respeto, la diversidad y el liderazgo femenino no solo se promueven, sino que se viven día a día.

Aunque comúnmente el departamento de Recursos Humanos gestiona todo lo relacionado a los WEP’s, Yépez se encarga de esto en Banesco dada las oportunidades que le ha brindado la empresa a lo largo de tantos años trabajando en ella.

“Esta es una institución que reconoce el valor del liderazgo femenino y eso es lo que me ha hecho crecer. Comencé en esta institución hace muchos años y esta organización me ha permitido crecer no solamente en términos nominales de lo que es un cargo”, declaró en entrevista para Voces de Equidad, iniciativa de Runrun.es.

Un camino transitado gracias a otras mujeres

En su rol dentro del banco, ha participado en eventos y reuniones importantes para la entidad, como los relacionados con la alianza entre Banesco y la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el proyecto urbanístico “Parque Lineal Río Guaire”.

También es una figura activa en las iniciativas de la institución relacionadas con el empoderamiento femenino y la equidad de género. Ha sido, entre otras cosas, panelista en charlas como “Influyendo con impacto: ¿Por qué la mujer debe apuntar a ‘sumar’ y a no ‘encajar’?” en el marco de las actividades de Banesco para celebrar el mes de la mujer.

La empresa se adhirió a los WEP’s en el año 2022 y no lo hizo para cambiar su cultura, sino para consolidar lo que ya venía practicando. Según María Alejandra Yépez, hay más del 62 % de participación femenina en el banco, pero también hay un 66 % de participación femenina en roles de gerencia.

“Los roles más importantes están básicamente en manos de mujeres. Y eso dice mucho del respeto a la diversidad que tenemos como institución y de las oportunidades que se dan. Porque muchas veces el gran reto de la mujer que trabaja es poder tener una vida y un balance de vida-trabajo. Y aquí lo he encontrado”, relata.

Desde su propia experiencia, al ser madre de una hija que ya es adulta, reconoce haber encontrado el respeto y la posibilidad de equilibrar su trabajo con su maternidad. Pero ese es un camino alcanzado gracias a otras mujeres que ya lo transitaron.

La conciliación entre la vida personal y profesional ha sido una lucha constante para muchas mujeres, marcada por la culpa de no saber si se ha hecho lo suficiente en ambos ámbitos. En su proceso de crecimiento y autoconocimiento, María Alejandra Yépez destaca la importancia de la empatía que nace al atravesar retos similares: entender lo que significa tener un hijo enfermo y saber que está bien priorizar la familia sin sentirse culpable.

“Hay cosas muy importantes y que marcaron mi vida: la maternidad. El entender que por más que quieras hacer todo, no lo puedes hacer todo. El entender que tienes una personita que depende de ti y que será una buena persona en la medida que le puedas dedicar”, reflexiona.

Para ella, el liderazgo implica crear redes de apoyo reales dentro de los equipos. No se trata de grandes gestos ni revelaciones únicas, sino de una observación constante de las necesidades del otro y de accionar desde lo cotidiano. 

Recuerda un caso inspirador: una directora de Google, al notar las dificultades de caminar largas distancias estando embarazada, impulsó la creación de estacionamientos preferenciales. Ese simple cambio tuvo un impacto significativo en otras mujeres. “Eso es lo que yo trato de identificar, qué cosas pequeñas y concretas podemos aportar dentro de nuestros equipos femeninos”.

Escuchar para transformar

En palabras de Yépez, todo comienza con la escucha activa. “Lo primero es escuchar”, dice. Y es que considera que aunque se existen programas de formación respecto al tema, escuchar es la mejor forma de conocer lo que necesitan las personas.

“Escuchar lo que necesitan las personas es clave para promover el cambio real. Podemos pensar que la solución es una guardería, pero tal vez lo que una colaboradora necesita es poder llegar a casa a las cinco para hacer tareas con sus hijos”, refiere. Este enfoque humanizado ha permitido a Banesco adaptar sus políticas a las necesidades reales de su gente.

Asimismo, resalta la importancia de “caminar el camino de otros”, considerando que aquellos que tengan más experiencia siempre serán un apoyo para los que todavía están empezando. Por ejemplo, destaca la Cátedra de la Mujer de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), un gran espacio para que los estudiantes reciban formación en materia de equidad desde muy jóvenes y que estos se instruyan sobre la experiencia de otros.

Generalmente, en las empresas es el departamento de Recursos Humanos el que gestiona todo lo relacionado a los WEP’s, pero aunque María Alejandra Yépez está en el área legal y corporativa de Banesco, ella se ocupa de este tema porque es algo que le llama la atención y porque considera que desde su rol puede ayudar a la corrección de políticas internas.

Aspectos diferenciadores

En Banesco, según explica María Alejandra Yépez, cuentan con un código de ética donde hay políticas marcadas para ser abiertos a la diversidad. “No va a haber jamás un aspecto donde tú te vas a poder sentir un poco menos porque eres una dama o porque puedes salir embarazada”, explica.

Recuerda que en más de 20 años trabajando en la organización nunca ha escuchado una preferencia sobre un hombre porque no le toca gestar, algo que sí ha escuchado que ocurre en otras organizaciones. “Aquí, yo creo que eso es impensable”, aclara.

Además, destaca la existencia de protocolos para atender situaciones de violencia de todo tipo. “Aquí hay tolerancia cero a cualquier forma de irrespeto y al final la violencia y el acoso son una forma de irrespeto. Entonces creo que sería un pecado capital en esta organización. Esta organización no estaría permitida (la violencia), más allá de que sea una dama o sea un caballero”, puntualiza.

Como aspectos especiales en las políticas de la empresa, señala que el código de ética es la columna vertebral y uno de los valores más importantes de la organización es la responsabilidad, la cual “no solamente es con la organización, sino con nosotros mismos y con nuestro entorno”.

En tal sentido, existen redes de apoyo que se forman desde la corresponsabilidad de las actividades. “Entonces, en la medida que somos corresponsables, tenemos la capacidad de hacer el quite, por llamarlo de alguna manera, de la persona que no está en ese momento por alguna razón”, dice.

Retos, logros y el camino por recorrer

Aunque los avances son significativos, Yépez reconoce que la equidad es un proceso continuo en cualquier empresa. Para ella, Banesco no ha tenido trabas para trabajar en la búsqueda de la equidad, pero siempre se puede mejorar.

Asimismo, destaca que los roles de cuidado aún recaen principalmente en las mujeres, lo que implica la necesidad de seguir rompiendo estereotipos y generando condiciones de verdadera igualdad, por lo que considera que escuchar sigue siendo parte de ese proceso de mejora. Es una tarea constante.

“Por ejemplo, el ser cuidador hoy en día está muy identificado a lo femenino. Entonces, tienes un padre enfermo, ¿quién es la que falta del trabajo? Siempre se identifica que la mujer es la cuidadora. Entonces, tenemos compañeros a los que se les enferma su mamá ¿Quién se queda? La hija. Los hijos siguen su rutina, salen, hacen sus actividades, comparten con sus señoras”, señala por lo que refuerza su opinión de no quedarse atrás. “Lo que hoy puede servir y puede ser bueno, mañana puede cambiar y necesitamos cosas nuevas”.

También, explica que Banesco siempre se ocupa de atender las necesidades del personal, desde la formación y capacitación, por lo que alienta a otras empresas financieras a trabajar juntos como gremio para visibilizar políticas que generen un cambio.

“Y quizás podemos tener algún comité para manejar el desarrollo femenino, el manejo de asuntos muy femeninos dentro de las organizaciones. Es probable que si nos unimos tengamos más visibilidad y eso es importante (…) porque sirve como un ejemplo a las demás organizaciones que quizás en el día a día no están viendo la importancia de tomarle seriedad a estos temas”, señala.

Para María Alejandra Yépez, las acciones por la equidad no deben verse como un costo, sino como una inversión en el talento, la sostenibilidad y el bienestar colectivo. “Porque no se trata de lo femenino en contraposición de lo masculino, se trata de las igualdades en general”, finaliza.

María Alejandra Yépez cree que trabajar en unión entre las empresas financieras puede ayudar a visibilizar más el empoderamiento femenino: “Quizás podemos tener algún comité para manejar el desarrollo femenino, el manejo de asuntos muy femeninos dentro de las organizaciones. Es probable que si nos unimos tengamos más visibilidad”
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María Alejandra Yépez es vicepresidente ejecutiva de Legal y Gobierno Corporativo de Banesco, la primera institución bancaria en adherirse a los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEP’s). Es una empresa que ha consolidado una cultura organizacional donde el respeto, la diversidad y el liderazgo femenino no solo se promueven, sino que se viven día a día.

Aunque comúnmente el departamento de Recursos Humanos gestiona todo lo relacionado a los WEP’s, Yépez se encarga de esto en Banesco dada las oportunidades que le ha brindado la empresa a lo largo de tantos años trabajando en ella.

“Esta es una institución que reconoce el valor del liderazgo femenino y eso es lo que me ha hecho crecer. Comencé en esta institución hace muchos años y esta organización me ha permitido crecer no solamente en términos nominales de lo que es un cargo”, declaró en entrevista para Voces de Equidad, iniciativa de Runrun.es.

Un camino transitado gracias a otras mujeres

En su rol dentro del banco, ha participado en eventos y reuniones importantes para la entidad, como los relacionados con la alianza entre Banesco y la Corporación Andina de Fomento (CAF) para el proyecto urbanístico “Parque Lineal Río Guaire”.

También es una figura activa en las iniciativas de la institución relacionadas con el empoderamiento femenino y la equidad de género. Ha sido, entre otras cosas, panelista en charlas como “Influyendo con impacto: ¿Por qué la mujer debe apuntar a ‘sumar’ y a no ‘encajar’?” en el marco de las actividades de Banesco para celebrar el mes de la mujer.

La empresa se adhirió a los WEP’s en el año 2022 y no lo hizo para cambiar su cultura, sino para consolidar lo que ya venía practicando. Según María Alejandra Yépez, hay más del 62 % de participación femenina en el banco, pero también hay un 66 % de participación femenina en roles de gerencia.

“Los roles más importantes están básicamente en manos de mujeres. Y eso dice mucho del respeto a la diversidad que tenemos como institución y de las oportunidades que se dan. Porque muchas veces el gran reto de la mujer que trabaja es poder tener una vida y un balance de vida-trabajo. Y aquí lo he encontrado”, relata.

Desde su propia experiencia, al ser madre de una hija que ya es adulta, reconoce haber encontrado el respeto y la posibilidad de equilibrar su trabajo con su maternidad. Pero ese es un camino alcanzado gracias a otras mujeres que ya lo transitaron.

La conciliación entre la vida personal y profesional ha sido una lucha constante para muchas mujeres, marcada por la culpa de no saber si se ha hecho lo suficiente en ambos ámbitos. En su proceso de crecimiento y autoconocimiento, María Alejandra Yépez destaca la importancia de la empatía que nace al atravesar retos similares: entender lo que significa tener un hijo enfermo y saber que está bien priorizar la familia sin sentirse culpable.

“Hay cosas muy importantes y que marcaron mi vida: la maternidad. El entender que por más que quieras hacer todo, no lo puedes hacer todo. El entender que tienes una personita que depende de ti y que será una buena persona en la medida que le puedas dedicar”, reflexiona.

Para ella, el liderazgo implica crear redes de apoyo reales dentro de los equipos. No se trata de grandes gestos ni revelaciones únicas, sino de una observación constante de las necesidades del otro y de accionar desde lo cotidiano. 

Recuerda un caso inspirador: una directora de Google, al notar las dificultades de caminar largas distancias estando embarazada, impulsó la creación de estacionamientos preferenciales. Ese simple cambio tuvo un impacto significativo en otras mujeres. “Eso es lo que yo trato de identificar, qué cosas pequeñas y concretas podemos aportar dentro de nuestros equipos femeninos”.

Escuchar para transformar

En palabras de Yépez, todo comienza con la escucha activa. “Lo primero es escuchar”, dice. Y es que considera que aunque se existen programas de formación respecto al tema, escuchar es la mejor forma de conocer lo que necesitan las personas.

“Escuchar lo que necesitan las personas es clave para promover el cambio real. Podemos pensar que la solución es una guardería, pero tal vez lo que una colaboradora necesita es poder llegar a casa a las cinco para hacer tareas con sus hijos”, refiere. Este enfoque humanizado ha permitido a Banesco adaptar sus políticas a las necesidades reales de su gente.

Asimismo, resalta la importancia de “caminar el camino de otros”, considerando que aquellos que tengan más experiencia siempre serán un apoyo para los que todavía están empezando. Por ejemplo, destaca la Cátedra de la Mujer de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), un gran espacio para que los estudiantes reciban formación en materia de equidad desde muy jóvenes y que estos se instruyan sobre la experiencia de otros.

Generalmente, en las empresas es el departamento de Recursos Humanos el que gestiona todo lo relacionado a los WEP’s, pero aunque María Alejandra Yépez está en el área legal y corporativa de Banesco, ella se ocupa de este tema porque es algo que le llama la atención y porque considera que desde su rol puede ayudar a la corrección de políticas internas.

Aspectos diferenciadores

En Banesco, según explica María Alejandra Yépez, cuentan con un código de ética donde hay políticas marcadas para ser abiertos a la diversidad. “No va a haber jamás un aspecto donde tú te vas a poder sentir un poco menos porque eres una dama o porque puedes salir embarazada”, explica.

Recuerda que en más de 20 años trabajando en la organización nunca ha escuchado una preferencia sobre un hombre porque no le toca gestar, algo que sí ha escuchado que ocurre en otras organizaciones. “Aquí, yo creo que eso es impensable”, aclara.

Además, destaca la existencia de protocolos para atender situaciones de violencia de todo tipo. “Aquí hay tolerancia cero a cualquier forma de irrespeto y al final la violencia y el acoso son una forma de irrespeto. Entonces creo que sería un pecado capital en esta organización. Esta organización no estaría permitida (la violencia), más allá de que sea una dama o sea un caballero”, puntualiza.

Como aspectos especiales en las políticas de la empresa, señala que el código de ética es la columna vertebral y uno de los valores más importantes de la organización es la responsabilidad, la cual “no solamente es con la organización, sino con nosotros mismos y con nuestro entorno”.

En tal sentido, existen redes de apoyo que se forman desde la corresponsabilidad de las actividades. “Entonces, en la medida que somos corresponsables, tenemos la capacidad de hacer el quite, por llamarlo de alguna manera, de la persona que no está en ese momento por alguna razón”, dice.

Retos, logros y el camino por recorrer

Aunque los avances son significativos, Yépez reconoce que la equidad es un proceso continuo en cualquier empresa. Para ella, Banesco no ha tenido trabas para trabajar en la búsqueda de la equidad, pero siempre se puede mejorar.

Asimismo, destaca que los roles de cuidado aún recaen principalmente en las mujeres, lo que implica la necesidad de seguir rompiendo estereotipos y generando condiciones de verdadera igualdad, por lo que considera que escuchar sigue siendo parte de ese proceso de mejora. Es una tarea constante.

“Por ejemplo, el ser cuidador hoy en día está muy identificado a lo femenino. Entonces, tienes un padre enfermo, ¿quién es la que falta del trabajo? Siempre se identifica que la mujer es la cuidadora. Entonces, tenemos compañeros a los que se les enferma su mamá ¿Quién se queda? La hija. Los hijos siguen su rutina, salen, hacen sus actividades, comparten con sus señoras”, señala por lo que refuerza su opinión de no quedarse atrás. “Lo que hoy puede servir y puede ser bueno, mañana puede cambiar y necesitamos cosas nuevas”.

También, explica que Banesco siempre se ocupa de atender las necesidades del personal, desde la formación y capacitación, por lo que alienta a otras empresas financieras a trabajar juntos como gremio para visibilizar políticas que generen un cambio.

“Y quizás podemos tener algún comité para manejar el desarrollo femenino, el manejo de asuntos muy femeninos dentro de las organizaciones. Es probable que si nos unimos tengamos más visibilidad y eso es importante (…) porque sirve como un ejemplo a las demás organizaciones que quizás en el día a día no están viendo la importancia de tomarle seriedad a estos temas”, señala.

Para María Alejandra Yépez, las acciones por la equidad no deben verse como un costo, sino como una inversión en el talento, la sostenibilidad y el bienestar colectivo. “Porque no se trata de lo femenino en contraposición de lo masculino, se trata de las igualdades en general”, finaliza.

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