¿Qué tan atrasada está Venezuela con respecto a otros países de la región en materia de aborto? - Runrun
¿Qué tan atrasada está Venezuela con respecto a otros países de la región en materia de aborto?
Los casos de Paraguay, Guatemala, Perú y Costa Rica se parecen al de Venezuela: no es considerado un crimen, solo en caso de que la vida o salud de la embarazada esté en riesgo

 

La discusión sobre el aborto o la interrupción voluntaria del embarazo no planificado en Venezuela siempre ha estado rodeada de prejuicios, estigmas, tabúes y mucho desconocimiento. Es un tema polémico ahí donde sea que se mire: ámbitos familiares, políticos, religiosos, sociales. 

Usualmente, la conversación suele quedarse en círculos de feministas, activistas, organizaciones o movimientos a favor de los derechos sexuales y reproductivos. A pesar de todo esto, es un hecho: las mujeres abortan. Lo han hecho antes, lo hacen ahora y lo seguirán haciendo. Y lo hacen más de lo que se cree porque es un secreto a voces. 

En Runrun.es contactamos a las especialistas: Selene Soto, abogada de la organización Women’s Link; Venus Faddoul, abogada y parte del equipo de la organización 100% Estrógeno; Magdymar León, psicóloga con estudios de la mujer y coordinadora de la Asociación Venezolana para una educación sexual alternativa (Avesa); y Cristina Rosero, abogada y asesora legal del Centro de Derechos Reproductivos

Hay que hablar del tema. 

¿Qué tan atrasada está Venezuela con respecto a otros países de la región?

América Latina tiene algunas de las leyes más restrictivas del mundo en materia de aborto, según la CEDAW. “En la mayoría de los países y jurisdicciones la ley incluye excepciones a la pena solo cuando resulta necesario para salvar la vida de una mujer embarazada y en otras circunstancias puntuales específicamente definidas.  Aún en los casos donde el aborto no está penalizado por ley, las mujeres suelen tener un acceso severamente limitado al mismo como consecuencia de la ausencia de regulaciones adecuadas y de la voluntad política necesaria”. 

Los casos de Paraguay, Guatemala, Perú y Costa Rica se parecen al de Venezuela: no es considerado un crimen, solo en caso de que la vida o salud de la embarazada esté en riesgo.

El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana y Haití son los países en los que la prohibición al aborto no tiene ninguna excepción. 

Solo en cinco países de la región permiten la interrupción voluntaria del embarazo sin condiciones: Uruguay, Cuba, Guyana, Guyana Francesa y Puerto Rico. 

Sin embargo, la lucha por la despenalización y legalización del aborto ha ido haciendo más ruido en América Latina con una tendencia a despenalizar, paso a paso. 

En diciembre de 2020, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, legalizando así el aborto en dicho país. 

La Corte Constitucional de Ecuador despenalizó el aborto para casos de violación luego de demandas interpuestas por movimientos feministas defensoras de los derechos de las mujeres. Mientras que en septiembre de 2021, la Suprema Corte de México declaró inconstitucional la ley de Coahuila que penaliza el aborto en la primera etapa del embarazo. Aunque cada una de las entidades tiene su propia legislación y varía según el estado, la medida sentó un precedente legal e histórico para el país y la región. 

Los casos de Paraguay, Guatemala, Perú y Costa Rica se parecen al de Venezuela: no es considerado un crimen solo en caso de que la vida o salud de la embarazada esté en riesgo.

En un fallo histórico, el aborto fue despenalizado en Colombia hasta la semana 24 en una sentencia de la Corte Constitucional por cinco votos a favor y cuatro en contra. Esto pone al país vecino a la cabeza de América Latina en derechos sexuales y reproductivos. 

Para Rosero, los ejemplos que se han venido dando en Latinoamérica con respecto al aborto muestran un camino hacia entender que las causales tienen que ampliarse, que no son suficientes. 

“Venezuela está quedando un poco detrás de los avances que ya se viene dando en otros espacios. Sí creo que Venezuela tiene una deuda muy importante con las mujeres en que este tema se vea más, en que públicamente se comprenda la necesidad de superar las restricciones al derecho al aborto y se plantee una conversación centrada en la autonomía reproductiva y los derechos humanos. Es muy importante que Venezuela también se sume a estos países donde cada vez más se entiende que los obstaculos al aborto no son aceptables y, por el contrario, tienen unos costos humanos muy grantes para seguir siendo un tema ignorado u oculto”, afirma Rosero. 

Magdymar León señala que Venezuela está muy atrasada, no solo en la posible vía hacia la despenalización del aborto, sino en su discusión. 

“Estas discusiones se han quedado en los ámbitos de las feministas, de grupos muy pequeños. Los últimos años hemos estado empujando cada vez más el debate en el país, el impulso regional ayuda. Hay que generar más discusión, más información, espacios en los que se pueda hablar de esto”. 

La migración venezolana también puede estar jugando un papel importante en el entendimiento y la sensibilización sobre el tema. “Mujeres venezolanas en Argentina o México, que quizá viviendo en Venezuela no lo veían, ven estas dinámicas en otros países y lo pueden entender mejor. Ellas siguen teniendo vínculos con personas en Venezuela y así se va dando una dinámica de interlocución que va favoreciendo el debate”. 

La activista considera que para que los cambios sociales y legales sean efectivos, la conversación tiene que trascender a todos los niveles y las instancias, no solo a los feministas. “Ahí efectivamente los dirigentes políticos se van a ver obligados, porque es lo que la sociedad está demandando”. 


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