Maduro fue objeto de los reclamos frontales de los presidentes de Paraguay y Uruguay.
La Cancillería de Colombia también rechazó su presencia en la reunión
Nicolás Maduro acudió este fin de semana a la VI Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que se celebra en México, el país que acoge el diálogo entre su gobierno y la oposición venezolana.
Maduro no salía del país desde el año 2018. En marzo de 2020, Estados Unidos ofreció una recompensa de $15.000.000 por información que lleve a su captura.
“Maduro ayudó a administrar y, en última instancia, a liderar el Cartel de los Soles, una organización venezolana de narcotráfico compuesta por funcionarios venezolanos de alto rango, mientras ganaba poder en Venezuela en una conspiración de narcoterrorismo corrupta y violenta con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. (FARC)”, se lee en el anuncio oficial del Departamento de Estado que aún está vigente.
Pese al supuesto riesgo que implicaría salir del país, Maduro difundió videos en los que lucía muy sonriente.
Primero, cuando aterrizaba en México junto a su esposa Cilia Flores. Luego, mientras conducía un auto rumbo al Palacio Nacional de ese país, sede de la plenaria de la Celac.
«Traemos la verdad de Venezuela, de Bolívar, la verdad de Chávez», expresaba en uno de los materiales.
Aunque el viaje de Maduro al exterior representa un punto a su favor tras años de aislamiento de la comunidad internacional, su presencia generó rechazo en varios de los gobiernos asistentes.
A continuación, un repaso por los momentos incómodos que vivió Maduro en la reunión en la que buscaba bañarse de legitimidad.
Presidente de Paraguay no lo reconoce y se lo dice de frente
El episodio de mayor incomodidad que le tocó experimentar a Maduro fue la intervención del presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez.
Sin tapujos y frontalmente, el mandatario ratificó en su alocución que no reconocía al gobierno del dirigente chavista.
El comentario descoló a Maduro, quien enseguida ripostó: «ni del mío con el tuyo, abusador».
Juan Guaidó, reconocido como mandatario interino por más de 50 países, opinó que acciones como esta demuestran que Maduro salió con las tablas en la cabeza de la cita.
«Maduro, desesperado por legitimidad en la Celac y sale trasquilado: no tiene ni tendrá reconocimiento», opinó, tras compartir el video de lo que dijo en la cumbre el presidente paraguayo.
El duro reclamo de Colombia
El Gobierno de Colombia, a través de un comunicado de su Cancillería, rechazó la presidencia de Nicolás Maduro en la cita de estados latinoamericanos.
En el texto, recordaron que desconocieron el «poder de facto que ejerce Nicolás Maduro en Venezuela», ya que surgió como resultado de la elección presidencial del 20 de mayo de 2018.
Colombia resaltó que estos comicios estuvieron «viciados» por la ausencia de garantías a la oposición «y por el fraude».
Consideraron además que la región «no puede tolerar la existencia de regímenes autocráticos en territorios vecinos que pueden llegar incluso a amenazar la soberanía territorial, por su connivencia con la corrupción, el narcotráfico y el crimen organizado».
«Vemos gravemente y con preocupación lo que ocurre en Venezuela»
A Maduro también le incomodó el contundente comentario del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, quien incluyó a Venezuela en la lista de países sin democracia plena.
«Construir un futuro en libertad y democracia»
Aunque su discurso no fue frontalmente contra Venezuela, la alocución del presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, se centró en exigir libertad para los ciudadanos y ejercicios de democracias «plenas, donde existan elecciones transparentes».
«Libertad para nuestros ciudadanos, para abrir nuevos mercados, para comerciar, soñar y crecer juntos en una plena democracia donde existan elecciones transparentes, donde se respete la libertad de expresión, donde se respeten los derechos humanos y las libertades políticas de los opositores a nuestros gobiernos”, pronunció el mandatario de Ecuador, quien estaba sentado junto al mandatario cubano Díaz-Canel.
«Pongan la fecha para un debate sobre democracia»
Maduro tomó la palabra después de Lacalle, momento que aprovechó para retarlo, tanto a él como al presidente de Paraguay, a fijar «la fecha y el lugar para un debate» sobre la democracia.
«Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir, de neoliberalismo, de cara a los pueblos, en transmisión en vivo y directo, en privado, como quieran», expresó en tono airado.