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Reportaje ARI | En las apuestas hípicas de Venezuela hay una casa que siempre gana

El gobierno de Nicolás Maduro declaró al hipismo como un deporte en septiembre de 2013, por lo que se debían ejecutar planes para incentivar esta disciplina con ese propósito. En su momento el fallecido presidente Hugo Chávez hizo críticas sobre los juegos de envite y azar, así como de las carreras de caballo al señalar que eran “un negocio de la burguesía”. Hoy, el propio Instituto Nacional de Hipódromos (INH) que Chávez ordenó liquidar en 1999, tiene un botón de apuestas en su página web; mientras que decenas de plataformas de juegos en línea recibieron autorización para operar. 

Esa proliferación de casas de apuestas en línea con carreras de caballo ocurrida en los últimos años, es autorizada por la Superintendencia Nacional de Actividades Hípicas (Sunahip) y del INH, ambos bajo la conducción de Antonio “El Potro” Álvarez. En un intento para formalizar al sector, estos organismos otorgaron a una empresa privada llamada El Inmejorable la potestad para entregar licencias a quienes se dediquen a este negocio. Todo ello –además– con una normativa casi inexistente y una reducida fiscalización de otros entes reguladores sobre el negocio de las apuestas por internet.     

La Alianza Rebelde Investiga (ARI) –integrada por TalCual, El Pitazo y Runrunes– presenta en este reportaje detalles y algunas irregularidades que caracterizan a “La casa de apuestas que lleva las riendas del hipismo en Venezuela”: El Inmejorable. Esta empresa ha entregado 36 licencias a otras plataformas para operar las apuestas en línea. De estas, seis se encuentran registradas fuera de Venezuela, especialmente en países considerados “paraísos fiscales” como Malta y Curazao. 

El ámbito de acción de El Inmejorable ha ido más allá: también ejerce controles sobre los centros hípicos tradicionales (es decir, establecimientos físicos), maneja el sistema de apuestas, la transmisión de las carreras de caballo internacionales y hasta tiene un restaurante en el hipódromo La Rinconada en Caracas. Pero hay más, también guarda relación con un casino ubicado en Las Mercedes, GOAT, del cual ARI hizo mención en un anterior reportaje por ser el local propiedad de la madre del exescolta de Hugo Chávez, Adrián Velásquez Figueroa. 

Todo ello ocurre, mientras la operatividad y las instalaciones de los hipódromos debían ser entregados bajo licencia a privados (licenciatarios), según lo establece el decreto de liquidación del INH. En el país existen tres hipódromos que pertenecen al sector público y sólo dos de ellos están operativos: La Rinconada en Caracas y el de Valencia en Carabobo, mientras que Santa Rita en el estado Zulia se encuentra desmantelada y abandonada. 

Luego de la caída estrepitosa de las actividades hípicas debido a la expropiación de haras donde se criaban puras sangres, restricciones por parte del gobierno de Chávez y la crisis económica; la fanaticada volvió a las apuestas con las carreras gracias a la dolarización en el país. A ello se le suma la esperanza de los venezolanos de poder incrementar sus ingresos a través del juego, en un entorno de alta inflación y devaluación.  

Hasta ahora, sin embargo, esta mayor actividad hípica no se ha visto reflejada positivamente en el aumento de escuelas de entrenamiento de jinetes, y ante las pocas oportunidades para avanzar en su carrera decenas de ellos decidieron emigrar.

Para leer más sobre este reportaje especial de la ARI haga click aquí

 

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