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La FAO y el informe presentado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet confirman crisis alimentaria en Venezuela

Para la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Venezuela es uno de los 53 países del mundo con mayor número de personas subalimentadas y, junto a la República Democrática del Congo, encabeza los puntajes más altos de colapso económico y alimentario.  Así lo dice el informe “El estado de la Seguridad Alimentaria y Alimentación en el mundo 2019” que la institución presentó el pasado 15 de julio, el cual reveló que la cantidad de venezolanos subalimentados se ha incrementado desde hace seis años.

“La prevalencia de subalimentación casi se cuadruplicó, al pasar de 6,4% en el período 2012-2014 a 21,2% en 2016-2018″. Según estos cálculos de la FAO, la cantidad de personas con hambre en Venezuela pasó de 2,3 a 6,8 millones en 2018.

En su informe, la FAO asegura que América del Sur alberga la mayor cantidad de personas subalimentadas de la región (55 %) debido al deterioro de la seguridad alimentaria en Venezuela.

Explica también que el significativo aumento del hambre en el país en los últimos años coincide con el período de recesión, el aumento histórico en las cifras de inflación (10.000.000 %) y la disminución en el crecimiento del Producto Interno Bruto el cual pasó de -3,9% en 2014 a un estimado de -25% en 2018.

“Las perturbaciones económicas también están prolongando e intensificando la gravedad de la inseguridad alimentaria aguda en contextos sujetos a crisis alimentarias”, asegura la organización.
 
La investigadora y experta en nutrición Susana Raffalli se pronunció a través de su cuenta en Twitter sobre los datos aportados por el estudio de la FAO confirmando que el colapso económico es la causa principal por la que millones de venezolanos pasan hambre.

“Esto es un incremento de 83 % con respecto al trienio 2015-2017. ¿A esta tasa de incremento, esto puede llegar a 9 millones de personas en situación de hambre a final de este año?”, cuestionó Raffalli.

La investigadora destacó que en Venezuela hay al menos 2 millones de mujeres que tienen anemia y están por verse las consecuencias que esto tendrá sobre  sus descendientes.

Una gráfica de la FAO demostró que el incremento del hambre en los venezolanos es sostenido desde el año 2009, mientras que en América Latina y América del Sur las variaciones fueron leves. Raffalli aclara que las sanciones y bloqueos de Estados Unidos aplicados desde el año 2017 quedan sin efecto.

Otros estudios confirman la crisis

El pasado 5 de julio la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet publicó en su informe que el Estado venezolano “incumple su obligación de garantizar los derechos a la alimentación y la atención sanitaria”.

Según el informe que presentó Bachelet en Venezuela “la escasez creciente de alimentos y su precio cada vez más alto se han traducido en un número menor de comidas con menos valor nutricional y elevados índices de desnutrición”.

El Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) viene alertando desde el año 2012 sobre el deterioro del sistema de producción y la disminución de en la ingesta de algunos alimentos como leche, carnes y lácteos.

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) en su más reciente informe del primer semestre de 2019, registró que en el país se produjeron 697 protestas vinculadas a la crisis alimentaria.

Durante los seis meses del año, al menos tres protestas diarias se mantuvieron en el país, sobre todo en los estratos más bajos, en vista de los retrasos en las entregas y ventas de las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento (Clap)

Con los números presentados en el informe de la FAO, la Organización espera rescatar a más de 3,5 millones de personas del hambre para alcanzar la meta en el año 2030 de Hambre Cero del Objetivo de Desarrollo Sostenible.

#Hambrómetro | Fevipan: consumo del pan disminuyó 50%

Según estimaciones de la Federación Venezolana de Industriales de la Panificación (Fevipan), el consumo de pan en Venezuela disminuyó 50% desde 2018, principalmente como consecuencia de la pérdida de la capacidad de compra del consumidor.

Tomás Ramos, presidente de Fevipan señala que además de la pérdida del poder adquisitivo, las dificultades para acceder a la materia prima y las fallas de servicios básicos como electricidad han provocado la disminución de las ventas de todos los productos fabricados y comercializados en las panaderías.

“Nosotros estamos vendiendo apenas al 30% de nuestras capacidades, sobre todo en las panaderías del interior. Las panaderías del interior, hay muchos estados que no reciben un solo saco de harina, hay muchos estados que no reciben grasas, hay muchos estados que si no reciben de afuera, digamos de Colombia, no pueden producir”, afirmó Ramos.

Según datos de Fevipan en Venezuela operan 8.700 panaderías formales. Estima que cinco por ciento del total de estos establecimientos ha dejado de operar temporalmente.

Venezuela es una nación rica en petróleo, pero años de malos manejos y corrupción en la industria petrolera, empeorados por sanciones estadounidenses, han secado las bombas de gasolina en un momento crítico. Primero, la escasez evitó que agricultores llevaran sus productos al mercado. Ahora está dificultándoles sembrar nuevos cultivos.

En el municipio Pueblo Llano, estado Mérida, un agricultor tuvo que abandonar todo su cultivo. Guiando un par de bueyes, arrastraba un arado de madera sobre su tierra y dejaba al descubierto miles de zanahorias marchitas. Los camiones que recogerían su cosecha nunca llegaron reseñó The New York Times.

En el estado Portuguesa, de las 300.000 hectáreas dedicadas por año al cultivo de maíz solo unas 30.000 se lograron sembrar durante el presente ciclo de invierno. Especialistas afirmaron a El Pitazo que 90% del área cultivable se dejó ociosa. Portuguesa es el primer estado productor de cereales del país.

La falta de combustible es la gota que derrama el vaso luego de seis años de crisis económica con el Gobierno de Nicolás Maduro. Según los productores a esto se suma el control de precios y el monopolio estatal en la importación y distribución de insumos como semillas, agroquímicos e incluso, de repuestos para maquinarias. La deficiencia del servicio eléctrico, las fallas del sistema de drenaje y las pésimas condiciones de la vialidad agrícola son otros factores que contribuyen con la disminución del cultivo.

El suministro de combustible ha mejorado en la mayor parte de las ciudades importantes desde los apagones ocurridos durante marzo, pero sigue siendo escaso en la mitad occidental de Venezuela, donde se produce la mayoría de los alimentos. En los estados de Táchira y Mérida, que es donde se cultiva buena parte de los vegetales del país, los residentes solo pueden consumir 8 galones de gasolina al mes.
 
Para enfrentar la falta de combustible, algunos transportistas de alimentos han cambiado a camiones que usan diésel, cuyo suministro es mejor.
 
El municipio Pueblo Llano ha representado alrededor del 60% de la producción total de papa y zanahoria de Venezuela. Pero la cosecha de este año solo es la mitad de la producción de 2018 debido a la escasez de gasolina, la falta de semillas y fertilizante.
La caída de Pueblo Llano se repite en todo el sector. En las vastas planicies más al este de Venezuela, la caña de azúcar se pudre a unos cuantos metros de un ingenio y los campos de arroz no están estériles por primera vez en setenta años debido a que los granjeros no tienen combustible para transportar su producción a los centros de distribución ni semillas o fertilizante para plantar nuevos cultivos.

En Portuguesa, hasta la mitad de junio, lo poco que se sembró se hizo con la mitad de los fertilizantes requeridos y con una insuficiencia significativa de semillas y de agroquímicos para el combate de malezas y plagas.

La principal asociación agrícola de Venezuela, Fedeagro, calcula que el área plantada con los principales cultivos del país, maíz y arroz, disminuirá alrededor de un 50% este año. La producción de azúcar en Portuguesa, principal estado productor, cayó de 12 millones en 2018 a 5 millones de toneladas, según la asociación local de agricultores de caña de azúcar.

La insuficiencia de agroquímicos, que se usan para combatir malezas y plagas, es muy grande, reveló Osman Quero, presidente de Fedecámaras Portuguesa. Quero advirtió que este ciclo de invierno 2019 será el peor de toda la vida agrícola de Portuguesa.

«En general, los agroproductores no tenemos oportunidad, en 2019, de cubrir siquiera, una mínima parte de lo que necesita el país para alimentarse: 20% del consumo interno de alimentos. Esto se perfila grave si se toma en cuenta que no se dispone de recursos para realizar importaciones que sustituyan la falta de siembra en el país», afirmó Quero.

Un saco de papas de 54 kilos ahora cuesta cinco veces el salario mínimo mensual venezolano.

 

*Con información de The New York Times y El Pitazo.
#Hambrómetro | Ciudadanos denunciaron que en Acarigua venden pasta de la ayuda humanitaria en caja Clap

Emanuel Figuera, dirigente juvenil de Vente Venezuela, denunció este 10 de julio a través de su cuenta de Twitter que en el sector Reja de Guanare, en Acarigua estado Portuguesa, venden bolsa Clap con un paquete de pasta de la ayuda humanitaria. El paquete de dos kilogramos de pasta tiene las siglas Programa Mundial de Alimentos, WFP, ( por sus siglas en inglés), de la Organización de Naciones Unidas.

Los insumos de la ayuda humanitaria que son distribuidos en Venezuela por la Cruz Roja Venezolana, no pueden ser revendidos o comercializados. La Cruz Roja Venezolana ha rechazado en oportunidades anteriores el intento de comercializar o revender la ayuda humanitaria que se ofrece a ciudadanos que lo ameritan en diferentes estados del país.

De acuerdo con la página del WFP, la organización lucha contra el hambre en el mundo, brindando asistencia alimentaria en emergencias y trabajando con las comunidades para mejorar la nutrición y crear resiliencia. El WFP cuenta con 5000 camiones, 20 barcos y 70 aviones en movimiento, que se encargan de entregar insumos a aquellos que más los necesitan. «Cada año, distribuimos aproximadamente 12,6 mil millones de raciones con un costo estimado por ración de 31 centavos de dólar», indicó el portal web del Programa Mundial de Alimentos.

Según El Pitazo, el combo de alimentos fue distribuido por el Comité Local de Abastecimiento y Producción, Clap, a un valor de6 mil bolívares. Junto a la pasta se adicionaron tres kilos de harina, tres de arroz, dos de azúcar, uno de granos, 170 gramos de sardina enlatada y un litro de aceite. No se evidenció que estos componentes estén identificados con el PMA de la ONU.

#Hambrómetro | Informe de la ONU reconoce crisis alimentaria en Venezuela

La oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, publicó este jueves 4 de julio un informe en el que confirma violaciones al derecho a la alimentación de los venezolanos.

La Alta comisionada afirmó que «además de la hiperinflación y la contracción de la economía, las políticas económicas y sociales adoptadas durante la última década han debilitado los sistemas de producción y distribución de alimentos, aumentando la cantidad de personas que dependen de programas de asistencia alimentaria».

En el informe, Bachelet aseguró que «el principal programa de asistencia alimentaria, conocido como ‘cajas CLAP’, no cubre las necesidades nutricionales que son elementales para la gente».
Bachelet reconoció que la disponibilidad de suficiente comida de calidad es deficiente, asegura que los entrevistados dijeron que

comían una vez, o como mucho dos veces, al día y que consumían pocas proteínas o vitaminas.

En el informe también destaca que son las mujeres quienes llevan la peor parte de la situación, ya que se ven obligadas a dedicar un
promedio de 10 horas al día a hacer colas para obtener comida, y que se han reportado casos de mujeres que se vieron forzadas a
intercambiar comida por sexo.

Bachelet recordó que 3,7 millones de venezolanos se encuentran en estado de desnutrición, de acuerdo con las cifras del Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación.

Hambrómetro | Menos de un tercio de los niños evaluados por Cáritas consume carnes, leche y vegetales
El informe sobre los meses de enero, febrero y marzo de este año revela que la desnutrición aguda global (suma de los tipos severa y moderada) creció de 7,9 a 10,2 % y pasó «de un nivel de alarma a un nivel de crisis»

@loremelendez

DURANTE EL PRIMER TRIMESTRE DE 2019, el consumo de alimentos de los venezolanos se desplomó, mientras que la diversidad de productos que exige una dieta balanceada y saludable se ha deteriorado “masivamente». Así lo advierte el más reciente boletín de Cáritas Venezuela que recopila información sobre la alimentación de los niños menores de 5 años y sus hogares en las parroquias más pobres de 14 estados del país y que reseña Hambrómetro de Runrun.es

La proporción de hogares que consume rubros como «cereales y harinas» –que siempre se ha ubicado en el primer lugar– cayó entre enero y marzo de 2019, ya que pasó de 91% a 59 %. Lo mismo sucedió con los granos (bajó de 80% a 48 %) y tubérculos (de 63% a 39 %). 

«Sin un aumento compensatorio reportado en el consumo de otros alimentos, estos resultados para estos productos que son la base de la alimentación familiar, significan una destitución alimentaria masiva», sostiene el informe llamado «Monitoreo del estado nutricional y la seguridad alimentaria familiar», hecho por la organización a través de su Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN), que estudia el fenómeno en 48 parroquias de Distrito Capital, Miranda, Vargas, Zulia, Bolívar, Carabobo, Barinas, Lara, Sucre, Trujillo, Apure, Falcón, Yaracuy y Portuguesa.

El documento afirma que rubros clave en la alimentación de los niños como carnes, pescados, huevos, lácteos, vegetales y frutas prácticamente han desaparecido del patrón familiar, pues son consumidos por menos de 30% de los hogares encuestados por Cáritas Venezuela. Esto incluye «todos los alimentos con nutrientes indispensables para el crecimiento infantil, especialmente hierro, calcio y proteínas de alto valor biológico», dice el boletín.

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El informe sobre los meses de enero, febrero y marzo de este año revela que la desnutrición aguda global (suma de los tipos severa y moderada) creció de 7,9 a 10,2 % y pasó «de un nivel de alarma a un nivel de crisis»

Durante el primer trimestre de 2019, el consumo de alimentos de los venezolanos se desplomó, mientras que la diversidad de productos que exige una dieta balanceada y saludable se ha deteriorado “masivamente». Así lo advierte el más reciente boletín de Cáritas Venezuela que recopila información sobre la alimentación de los niños menores de 5 años y sus hogares en las parroquias más pobres de 14 estados del país. 

La proporción de hogares que consume rubros como «cereales y harinas» –que siempre se ha ubicado en el primer lugar– cayó entre enero y marzo de 2019, ya que pasó de 91% a 59 %. Lo mismo sucedió con los granos (bajó de 80% a 48 %) y tubérculos (de 63% a 39 %). 

«Sin un aumento compensatorio reportado en el consumo de otros alimentos, estos resultados para estos productos que son la base de la alimentación familiar, significan una destitución alimentaria masiva», sostiene el informe llamado «Monitoreo del estado nutricional y la seguridad alimentaria familiar», hecho por la organización a través de su Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN), que estudia el fenómeno en 48 parroquias de Distrito Capital, Miranda, Vargas, Zulia, Bolívar, Carabobo, Barinas, Lara, Sucre, Trujillo, Apure, Falcón, Yaracuy y Portuguesa.

Rubros clave en la alimentación de los niños como carnes, pescados, huevos, lácteos, vegetales y frutas prácticamente han desaparecido del patrón familiar.
 
El documento afirma que rubros clave en la alimentación de los niños como carnes, pescados, huevos, lácteos, vegetales y frutas prácticamente han desaparecido del patrón familiar, pues son consumidos por menos de 30% de los hogares encuestados por Cáritas Venezuela. Esto incluye «todos los alimentos con nutrientes indispensables para el crecimiento infantil, especialmente hierro, calcio y proteínas de alto valor biológico», dice el boletín.
 

El estudio de Cáritas Venezuela destaca que, en marzo de 2019, Venezuela sufrió dos apagones nacionales de al menos dos semanas que derivaron en la interrupción del suministro de agua potable. «53% de las familias reportó que no le llegó agua en la última semana o que el suministro fue menor de tres  días a la semana El porcentaje de hogares que no da tratamiento al agua es de 93 %», añade el documento.

La crisis eléctrica provocó que tanto la seguridad alimentaria como la prestación de servicios de salud se vieran afectadas y también trajo como consecuencia la suspensión de actividades laborales y escolares y cortó casi por completo las conexiones para pagos electrónicos, lo cual agravó la escasez del dinero en efectivo. «Muchos establecimientos comenzaron a usar el dólar como divisas», recalca el boletín.

Desnutrición severa es el doble que a finales de 2018

El informe revela que la desnutrición aguda severa en infantes se duplicó. La cantidad de niños menores de 5 años de edad afectados por esta situación pasó de 2 % a 4 % entre diciembre de 2018 y marzo de 2019. 

De los catorce estados revisados por Cáritas, el que presentó la mayor cantidad de niños con desnutrición aguda global fue Sucre.
 
El mismo documento apunta que la desnutrición aguda moderada también aumentó un punto porcentual: de 5 % a 6 %.

La investigación arrojó como resultado que en estas parroquias la desnutrición aguda global (suma de los tipos severa y moderada) creció de 7,9 a 10,2 % y pasó «de un nivel de alarma a un nivel de crisis», dice el informe.

De los catorce estados revisados por Cáritas, el que presentó la mayor cantidad de niños con desnutrición aguda global fue Sucre, con 27,5% de la población estudiada, cifra que supera con creces el nivel de «Emergencia» que se establece cuando al menos 15 % sufre esta condición. Entidades como Lara y Portuguesa también alcanzaron este umbral al llegar a 15,1 y 15,2 %, respectivamente.

En las parroquias visitadas en Miranda, Falcón, Apure y Yaracuy, la desnutrición aguda de los niños menores de 5 años está por debajo del nivel de «Emergencia», pero sí sobrepasa el umbral de «Crisis», que se presenta cuando 10 % de la población la padece.

Solo en tres de los 14 estados evaluados (Distrito Capital, Trujillo y Barinas), «la situación nutricional de los niños está en rangos aceptables», apunta el informe.

Junto al aumento de la desnutrición aguda global entre enero y marzo de este año, las estrategias de sobrevivencia utilizadas por las familias para poder alimentarse también sufrieron cambios importantes. En al menos 51 % (comparado con 33 % registrado entre octubre y diciembre de 2018) de los hogares se optó por desincorporar a familiares y enviarlos a otro sitio para que pudieran comer. En 57 % se apeló a liquidar los recursos de la familia para comprar comida. En 60 % de las viviendas, un miembro de la familia dejó de comer en beneficio de otro y en más de la mitad (53 %) pasan el día sin probar bocado.

El informe revela que «59 % de los hogares se ha rebuscado los alimentos en la calle, que 72 % reporta haber deteriorado su alimentación y 67 % de la población estudiada ha incurrido en alguna forma de privación alimentaria».

Cáritas Venezuela analizó los registros de mujeres embarazadas en seis estados del país (Lara, Zulia, Yaracuy, Vargas, Carabobo y Trujillo) y determinó que 43 % de ellas (324) mostraban desnutrición aguda (que se determina cuando la circunferencia media del brazo es menor que 23 cm).
#Hambrómetro | Plan País agroalimentario busca recuperar la producción nacional

Son 90 días los que contempla el Plan País Agroalimentario para abastecer el mercado, recuperar el sector primario y agroindustrial, y arrancar el programa a largo plazo de producción de alimentos.

Así se dio a conocer este miércoles 19 de junio, cuando se llevó a cabo la presentación proyecto en la Universidad Metropolitana de Caracas. Varios expertos en el área entregaron sus propuestas al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó con el objetivo de recuperar la producción nacional.

Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro explicó que la improductividad de las más de cinco millones de hectáreas expropiadas por el Gobierno Nacional, la desinversión en el sector así como la escasez de insumos, han tenido a la agroindustria venezolana trabajando a 20% de su capacidad instalada lo que se traduce en anaqueles vacíos.

El diputado y presidente de la Comisión Permanente de Finanzas y Desarrollo Económico, Carlos Paparoni señaló que las expropiaciones del gobierno de empresas productoras como Agroisleña – hoy Agropatria-  trajeron como consecuencia la escasez alimentaria, además de los controles impuestos a la empresa privada que dificultan la producción de alimentos.

“La corrupción que hemos visto por más de 20 años es la culpable de que seis de cada 10 niños de nuestro país tengan malnutrición para el día de hoy. Es culpa de esa corrupción que durante 20 años ha hecho desastres y ha acabado con nuestra producción, que hoy nueve de cada 10 venezolanos no puedan comer completo”, dijo el diputado.

Paparoni resaltó que mientras que para la década de los 90 los venezolanos se autoabastecían de maíz blanco, hoy solo 2 de cada 10 arepas está hecha de maíz nacional.

Juan Guaidó aseguró que el objetivo del Plan País Agroalimentario es recuperar el campo venezolano y la producción de alimentos.

“En nuestro recorrido por los andes merideños y en Barinas no vimos a los productores en el campo sino haciendo cola para la gasolina para poder reponer combustible y no perder las cosechas. Queremos rescatar el campo”, dijo.