La encrucijada de las empresas energéticas (VII) | América Latina - Runrun
La encrucijada de las empresas energéticas (VII) | América Latina

La primera y única planta termosolar de América Latina, en Cerro Dominador, Chile. Foto en la página web energialimpiaparatodos.com

Mientras que en el resto del mundo está creciendo el interés y aumentan los proyectos de transición para reemplazar las energías fósiles con fuentes de energías descarbonizadas para combatir los efectos climáticos, el Centro y Suramérica, que conocemos como América Latina, es el continente que menos está adoptando las energías alternas.

Con la excepción de Chile, que contempla múltiples proyectos de energías renovables, el resto de la región parece más dispuesta a seguir con el gas y el petróleo para obtener sus energías eléctricas y tiene dificultad en encontrar el financiamiento necesario para desarrollar la nueva tecnología. Aunque por razones diferentes, Brasil y México, en particular, enfrentan muchas dificultades.

BRASIL

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está bajo serias amenazas de parte de la mayoría de países industrializados por seguir impulsando la deforestación de la jungla amazónica, considerada el pulmón del planeta por su importante rol en absorber las emisiones tóxicas.

La agencia Internacional de Renovación Energética (IRENA) ha denunciado que en el 2020 la deforestación amazónica alcanzó casi 2.5 millones de hectáreas.

La preocupación global es tal, que el presidente Joe Biden ofreció a Brasil $ 20 billones a cambio de que ese gigantesco país ponga fin a la deforestación.

Varios líderes de países europeos han criticado severamente a Bolsonaro, empezando por el presidente Emmanuel Macron de Francia. Pero el líder brasileño contestó en forma muy indignada que él no aceptaba que se amenazara la soberanía de Brasil.

La encrucijada de las empresas energéticas (VII) | América Latina, por Tony Bianchi
Deforestación en Brasil. Parque Nacional Do Iquiri. Foto Erick Caldas Xavier en Wikimedia Commons

Para Bolsonaro este enfrentamiento presenta una gran disyuntiva: si no promueve la deforestación podría contar con la ayuda internacional para financiar el desarrollo de los principales proyectos de conversión energética.

Pero se considera que esto tendría un alto costo político porque sería romper una promesa clave de su campaña electoral y perdería el apoyo de los ilegales madereros de la Amazona; los mineros ilegales, conocidos como garimpeiros: los colonos usurpadores de tierra y pequeños agricultores que integran la camarilla política conocida como la “bancada de los bueyes” (bancada do boi).

MÉXICO

En el caso de México, su presidente Andrés Manuel López Obregón (AMLO) ya no puede contar con las entradas de su otrora pujante mercado petrolero debido a la baja de los precios internacionales del crudo, así como de la significante caída de su producción que está bajo el control estatal.

AMLO está a favor de los múltiples importantes proyectos para la explotación de energía renovable, pero con la condición de que estos no queden en manos privadas.

Esta actitud, y la amenaza de emitir un decreto de privatización de las nuevas industrias, ha sido severamente criticada por Canadá y los Estados Unidos que ya ambos países están involucrados en el desarrollo de varios parques solares y eólicos en México.

El 3 de mayo de 2020 el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) de México suspendió la actividad de 28 nuevos parques energéticos. Y ha bloqueado la construcción de otros 16, que representan la respetable inversión de US $ 6.4 millardos (billions).

Evidentemente AMLO quiere que el Estado, a través de la nueva Empresa de Producción del Sector de Energía (PROSENER), se adueñe de todos los grandes proyectos de energía alterna de México, medida que los círculos políticos consideran terminaría beneficiando personalmente al presidente.

Gracias a su abundante exposición solar, México es un país ideal para el desarrollo de parques solares en múltiples regiones, así como el aprovechamiento de los vientos constantes del istmo de Tehuantepec y del potencial hidroeléctrico de la presa Belisario Rodríguez y de sus aguas adyacentes en el estado de Chiapas.

Finalmente, también puede contar con la explotación del precioso litio y varios minerales que se encuentran en el estado de Sonora en el noroeste del país.

CHILE

Esta nación, que es nada más ni nada menos que el país más largo del mundo y cuenta con solo 18 millones de habitantes, ofrece toda clase de alternativas de energías renovables, empezando particularmente por su inmenso desierto de Atacama. Allí se encuentra una increíble variedad de minerales, desde el cobre hasta el litio, y ofrece centenares de kilómetros de estéril desierto que recibe los rayos solares por más de 340 días al año. Y  que al mismo tiempo cuenta con vientos constantes que bajan de la cercana cordillera de los Andes.

Encabezando los proyectos de transformación a energías sustentables, la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento, ACERA, firmó un acuerdo con España, Argentina, Brasil, Ecuador, Perú, México, Colombia y Uruguay para una serie de proyectos de energía descarbonizada. Gracias a este excepcional acuerdo multinacional, el país cuenta, hasta el año 2050, con el apoyo financiero de los mayores bancos de inversión internacionales para múltiples proyectos. Incluso el gobierno del presidente Miguel Piñera considera que estos aportarán un incremento laboral del 8 por ciento.

La meta de Chile es que las energías renovables proporcionen el 20 por ciento de la energía eléctrica para el año 2025.

Y que para el año 2050 el 29 por ciento de esta energía sea derivada de la industria hidroeléctrica, el 23 por ciento de la energía eólica y el 19 por ciento de la energía solar. Y cubrir lo que falta, para alcanzar el 100 %, con proyectos biotérmicos y hasta de energía nuclear, ambos productores de energía descarbonizada.

COLOMBIA

Para Colombia el año 2021 promete un boom con las energías renovables. La emisión de Bonos Verdes por parte del Ministerio de Finanzas,el pasado 14 de enero, busca financiar una serie de ambiciosos proyectos para la producción de fuentes de energías descarbonizadas.

Para más tarde este año el gobierno del presidente Iván Duque anunció la subasta de acuerdos energéticos de largo plazo (long-term Power Purchase Agreements – PPA), destinados a producir 5 gigawatts (GW) de energía solar y eólica.

La necesidad de transformar la fuente energética proporcionada por los hidrocarburos a fuentes de energías alternas se debe, en gran parte, a la caída del precio internacional del crudo. Así como a una baja en la participación de las empresas petroleras internacionales.

Las multinacionales extranjeras, por un lado, señalan que es difícil eliminar completamente los actos terroristas de parte de la llamada Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia (FARC), que afectan la extracción del crudo.

Por el otro, advierten que recientemente las reservas comprobadas de petróleo del país han bajado de 30 a 18 años de producción. Todo esto representa un cambio radical para una nación cuya fuente de energía eléctrica todavía depende en un 40 por ciento del gas y del petróleo.

Esto ha impulsado a que el gobierno colombiano promueva las inversiones para aumentar la capacidad hidroeléctrica del país, especialmente de las grandes represas de San Carlos y El Gavio. Ambas hidroeléctricas ya aportan el 70 por ciento de la electricidad del país.

Represa de San Carlos en Antioquia, Colombia. Foto Isagen en Caracol.com

Al mismo tiempo, Colombia considera importante el desarrollo de parques eólicos, especialmente en la península de la Guajira en el extremo noreste del país, expuesta a los vientos alisios del Caribe. Por ello, hace dos años el gobierno dio el visto bueno para la construcción en esta zona de al menos 18 proyectos eólicos, con la participación de la estatal de petróleo ECOPETROL.

La meta de Colombia es alcanzar un mínimo del 10 por ciento de la producción eléctrica a través de anergías alternas para el 2028.

PERÚ

Perú, uno de los pocos países de América Latina que no cuenta con las fuentes de energía “sucia”, o sea fósil producida por el gas o el petróleo, está obligado a resolver su abastecimiento energético a través de fuentes de energía descarbonizada.

Con planes mucho más ambiciosos que Colombia, Perú aspira a alcanzar con proyectos hidroeléctricos la generación del 60 por ciento de su necesidad de energía eléctrica para el año 2025. Fue esta la promesa que suscribió durante la XX Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, de la ONU, celebrada en Lima en diciembre de 2014.

Estos proyectos son posibles gracias a la gran cantidad de ríos que nacen en la cordillera de los Andes. Entre ellos destacan el Ucayali, de 1770 kilómetros de largo; el Marañón, de 1450 kilómetros; el Putumayo, de 1380 kilómetros y el Yavarí, de 1185 kilómetros.

Este es considerado el segundo caudal con potencial hidroeléctrico y geotérmico más grande del mundo después del Amazonas y sus afluentes de Brasil.

Finalmente, el gobierno del Lima pide a los inversionistas internacionales que no se olviden que el Perú también cuenta con varias regiones que favorecen una respetable producción de energía renovable a través de parques solares y eólicos.

ARGENTINA

La economía argentina sigue en crisis debido a su exorbitante deuda internacional, que supera los $ 350 millardos (billions) y se está agravando porque al país no le es suficiente dedicar toda la ganancia derivada del petróleo y gas natural para ir refinanciándola.

La pandemia y la declinación de la economía mundial en general han agravado aun más la situación, a tal punto que se ven perjudicados los planes de sustituir la producción de energías fósiles (“sucias”) con energías renovables libres de dióxido de carbono, tal como lo está exigiendo el empeoramiento climático mundial.

Considerando que Argentina produce cerca de 500.000 barriles diarios de crudo (bpd) y lo equivalente a más de 100 bpd de gas de esquisto bituminoso, no resulta fácil abandonar sus fuentes tradicionales de hidrocarburos, que suma el crudo proveniente del sur de la Patagonia, cerca de Comodoro Rivadavia, y el gas de esquisto que se encuentra en Vaca Muerta, en la región de Neuquén.

El gobierno de Buenos Aires está lanzando la empresa estatal RenovAR, con un programa de licitaciones cuyo fin es de implementar proyectos destinados a sustituir energías fósiles con energías renovables, pero es difícil que estos cumplan con la meta de proporcionar el 20 por ciento del combustible para suministrar gran parte de la energía eléctrica que necesita el país para el año 2025, como está planificado.

La encrucijada de las empresas energéticas (VII) | América Latina, por Tony Bianchi. La energía eólica es la más avanzada energía renovable en Argentina.

Carlos St. James, director del Consejo de América Latina y el Caribe para Energías Renovables (LAC-CORE), considera que el programa está “bien estructurado y alcanzable” pero que mucho depende del factor económico, es decir del financiamiento que Argentina pueda conseguir considerando el mal cumplimiento de la amortización de su deuda externa y de las decisiones políticas de Buenos Aires.

ECUADOR

Está entre los países del mundo más alabados por los climatólogos porque está dedicando un gran esfuerzo a la transición hacia energías renovables, aprovechando al máximo su potencial hidroeléctrico.

Mientras que en el 2016 Ecuador derivaba el 76 por ciento de su energía del petróleo, cuatro años más tarde este ha disminuido de casi el 20 por ciento, siendo eficazmente sustituido por energía hidroeléctrica.

El cambio es crucial dentro de la estrategia energética del gobierno de Quito, que considera importante reducir los gases tóxicos del carbono a la mínima expresión y al mismo tiempo reducir el costo de producción de la electricidad, beneficiando tanto la población como las sus industrias del país..

Ecuador cuenta con 10 importantes conjuntos hidroeléctricos que incluyen la Central Hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, ubicada en las provincias de Napo y Sucumbíos; el Proyecto Hidroeléctrico Delsitanisagua de la provincia de Zamora Chinchipe en el sur del país y el Proyecto Hidroeléctrico Toachi Pilatón, en las laderas de la conocida cima del Cotopaxi de casi 6000 metros de altura.

La meta hidroeléctrica de Ecuador no es solamente satisfacer sus necesidades, sino también exportar energía eléctrica a Colombia y Perú en un cercano futuro.

Finalmente, Ecuador quiere aprovechar de la belleza del lago Quilatoa, al sur de Quito, conocido como Caldera Quilatoa, una de las lagunas más bellas del mundo, formada en una cuenca volcánica de tres kilómetros de diámetro y con una  profundad máxima de 250 metros para desarrollar un gran centro turístico.

La encrucijada de las empresas energéticas (VII) | América Latina, por Tony Bianchi
Caldera Quilatoa o laguna Quilatoa. Foto Wikipedia / Dominio público.

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