Miguel Cabrera, un valor nacional - Runrun
Miguel Cabrera, un valor nacional
Los fanáticos esperan, como todo el mundo, que Miguel Cabrera ingrese al Hall de la Fama en 2028. El templo de los inmortales donde está Luis Aparicio

 

@froilanbarriosf

Recientemente ha habido numerosos comentarios sobre la permanencia de Miguel Cabrera en la MLB, circunstancia que me motiva a opinar que no hay nada más impactante para un venezolano que hablar de beisbol. Ello trasciende las edades, grupos sociales, creencias religiosas, posiciones políticas, en fin, concentra la esencia del país. Tanto, que nuestra manera de ser en cierta manera se relaciona con el intríngulis de este deporte.

Se da el caso donde muchas personas han sido puestas “en 3 y 2” a la hora del té; o “lo pillaron entre primera y segunda” por una acción equivocada; o lo ven premiado por ser “el cuarto bate” y “novio de la madrina”; o es tan predecible como un “fly al cátcher”. En fin, todo género de situaciones de nuestra cotidianidad traducidas del ambiente beisbolero.

Nuestra historia demuestra que el beisbol es a prueba de balas. Incluso en medio de nuestras tragedias este deporte surge inmaculado, para darnos un respiro ¡y vaya que lo es! Su presencia ha trascendido en el acontecer popular a dictaduras, a gobiernos democráticos, a gobiernos y desgobiernos, por ser fuente primigenia de nuestra alma nacional.

Sin exageración alguna, debemos admitir que Venezuela ha parido valores en todas las ramas del saber, de las artes, de las ciencias, de nuestra literatura, nuestra música, pero ninguna toca tanto la fibra popular como el deporte de las cuatro esquinas. 

El beisbol nos une tanto en nuestro sentir, que acá en el campeonato local somos enconados fanáticos rivales, ligando al ponche o a la explosión del pitcher contrario por muy criollo que sea, pero luego de que toman el avión y parten todos al spring training cada año, ligamos a que nuestros peloteros triunfen, así jueguen en el equipo que más adversemos en el Norte, como también en las ligas beisboleras de Europa, Asia y América Latina.

Si algo no debe ponerse en duda es que el pabellón criollo, la hallaca y la arepa son productos que nos representan tanto como el beisbol, emblema característico de la idiosincrasia nacional.

Por tanto, la performance de Miguel Cabrera, llamado cariñosamente Miggy en la MLB, no solo debe observarse como su trayectoria individual, sino como el logro colectivo de generaciones de peloteros, quienes le han aportado gloria y honor a Venezuela.

Miggy debe culminar su gesta en 2023 su último año de contrato, no debe detenerse en 2022 ante un slump superable. Peor le fue en aquella serie mundial de 2012 para luego confirmar, en las temporadas siguientes, ser uno de los mejores bateadores de la historia de este bello deporte. 

Si bien es cierto no es el mismo que ganó la triple corona de bateo en 2012, debiéramos preguntarnos por los destellos de un pelotero que en su vigésima temporada en 2022 bateó en su parte inicial 308 de average. Lo que le queda es administrarse ante las lesiones y prepararse para el cierre espectacular de su carrera el próximo año 2023.

En ese momento, como él se lo merece e igualmente el beisbol venezolano, podrá retirarse recorriendo, durante ese año final de su contrato, los campos de juego donde dictó cátedra de bateo y de ser un excelente pelotero caracterizado por su humildad y entrega al fanático. Fanáticos que esperan, como destino final deseado por todo el mundo, que Miguel Cabrera sea el próximo Hall de la Fama, al ingresar al templo de los inmortales para el 2028. Allí estará junto a Luis Aparicio, el mejor short stop de todos los tiempos. 

Y es que hasta en eso nos ayuda el beisbol, a superar, aunque sea en un suspiro, los amargos momentos que sufre nuestra querida patria.  

*Movimiento Laborista.

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